Soy un cachudo...

Después de haber tirado con otro hombre en nuestra propia cama, creí que la vería, no sé, culpable, huidiza, hasta asustada quizás por mi llegada a menos de dos horas de cometida la infidelidad.

Cofra, muchas gracias por compartir su historia.

Sobre la falta de culpa de su mujer creo que hay 3 opciones:

1. Es ninfómana, simplemente goza demasiado del sexo y lo necesita constantemente. Esto no es un punto en contra sus habilidades como amante simplemente es una necesidad de ella.

2. Sí siente culpa porque le gusta Abel pero realiza una "actuación" para que no parezca que estuvo con alguien más. Usted menciona que es agente inmobiliaria, es decir se dedica a vender. En esa profesión hay muchos maestros y maestras del engaño y manipulación.

3. Por revancha. Ya leí que usted no le ha Sido infiel pero hay otras formas de herir(consciente o inconscientemente). Solo pensaría en esta opción porque lleva al amante a su casa y a su cama.

Personalmente, pensaría que es la 1. Por como describe sus encuentros parece que claramente los disfruta. En ese sentido, existe el debate de que hacer ante una necesidad "natural" para su mujer. Me parece que en Netflix hay una serie que se llama "Ninfómana" planteela verla juntos y en lo que comentan de la película quizá pueda detectar más pistas.

Nuevamente gracias por compartir.
 
Cuándo llego a casa, la encuentro a mi mujer recién duchada, con el pelo mojado y oliendo a como deben de oler los angeles en el Paraíso.
Por el camino, mientras atravesaba el caótico tráfico de la Javier Prado, iba pensando en lo que tenía que hacer. Si le echaba en cara los cachos y le hacía saber que la había descubierto, no tendríamos otra que separarnos. Tenemos propiedades y cuentas en común, pero más allá de todo lo complicado y traumático que significaría el divorcio y la división de bienes, lo que más me preocupaba era que una vez separados ya no tendríamos más sexo juntos. Ese era un punto en contra. Por otra parte, podía hacerme el huevón y fingir que acá no ha pasado nada.
Si me hacía el distraído, el que no me entero de nada, podría seguir gozando de los favores de mi esposa en la cama, igual que antes, solo que ahora sería conciente de que no soy el único beneficiado. Que hay otro que le hace retumbar los ovarios.
Lo que había visto entre ella y Abel no tenía nada de casual, no era un choque y fuga, se notaba que eran amantes de tiempo. Pero, ¿desde cuándo?
Llegué a casa sin decidirme, sin saber que hacer, pero al verla recién bañadita, con las endorfinas a flor de piel después del buen sexo que había tenido, me olvidé de todo y puse pausa.
Que raro tú en casa a estas horas, me dice al verme. Pero no lo dice como un reproche, sino sorprendida, alegrándose realmente de ver que, por una vez, llego temprano.
Eso me saca de encuadre. Después de haber tirado con otro hombre en nuestra propia cama, creí que la vería, no sé, culpable, huidiza, hasta asustada quizás por mi llegada a menos de dos horas de cometida la infidelidad.
Tenía ganas de ver a mi esposa y celebrar con ella, le digo mostrándole las flores y el champagne, seguro que ya vendiste la casa de Asia.
Claro que la vendí, se acerca y me besa, y lo hace con pasión, no con el desgano que hubiese esperado después de que estuvo comiéndose a besos con el amante.
¿Cómo supiste que quería celebrar?, me pregunta sacándome el ramo y la botella de las manos.
Cosa de casados, de esposo que ama a su esposa, le respondo, esperando su reacción, pero actúa de lo más normal, como si lo de hace un rato no hubiese ocurrido.
Pone las flores en un jarrón, y el champagne con dos copas en la misma mesita dónde, un rato antes, había estado el licor que compartió con su amante.
Descorcho el champagne, lo sirvo, brindamos por la comisión que va a recibir por la venta de la propiedad, y tras dejar su copa en la mesa, me saca la mía, y se me echa encima para besarme y meterme mano en la entrepierna. Ya les dije que mi mujer es de ir directo al grano, en éste caso a mi pija, que cuando me doy cuenta ya me la está sobando y chupando, tal como hizo con Abel un rato antes.
Si no hubiera visto con mis propios ojos como otro se la tiraba, ni se me pasaría por la cabeza que esa mujer pudiera hacerme cachudo. Pero los cachos eran reales, y aunque apenas habían pasado un par de horas desde que la habían estampado, a pura pinga, de cara contra la pared, parecía tener ganas de más sexo.
Fuimos al cuarto y le dimos duro y parejo. Se lo hice de parados, cómo la tuvo Abel un rato antes. También en la pose del perrito, su preferida, ya que le gusta que se la clave mientras le doy palmadas en la cola. Obvio que esta vez le pego más fuerte que de costumbre, para sacarme la cólera de haberla visto con otro.
Estás hecho una furia hoy, me dice girando la cabeza, haciéndome saber con una sonrisa de satisfacción que le gusta lo que le hago.
Ya les dije que mi señora es una leona en la cama, llevamos cinco años de casados, más dos de enamorados, y nunca, pero nunca, me puso alguna excusa para no tener sexo. Ni que está cansada, ni que le duele la cabeza, y si está con la regla, y yo tengo ganas, me entrega el culo. Es un fuego en continua combustión. ¿Cómo podría separarme de una mujer así? ¿Que me es infiel?, bueno sí, y encima con un amigo, ¿pero que ganó separándome? Por el contrario, me perdería de tener en mi cama una mujer que es como una actriz porno, que siempre está dispuesta a complacerme, y que pese al tiempo, me sigue sorprendiendo con cosas nuevas todos los días.
¿Te gustaría otro brindis? De leche está vez..., le digo cuando ya estamos llegando al final.
Me encantaría, me dice.
Lo habíamos hecho otras veces, pero en ese momento estaba especialmente motivado por haberla visto tragándose el semen de su amante.
Me la empiezo a menear y ella se pone adelante mío, de rodillas, con la boca abierta y la lengua afuera. Estoy sobrepasado, así que me demoro en acabar. Me la jaloneo una, dos, mil veces y nada. Impaciente me aparta la mano, y me la empieza a jalar ella misma.
CHACA - CHACA - CHACA, se escucha en el cuarto, el ruido de la fricción y de mis suspiros. Y fue sentir su tacto, su cálido aliento en la pinga y verla en esa posición, sumisa, ansiosa, que le acabo en la boca todo lo que tenía hirviendo en los huevos desde que la ví cachando a través de las cámaras espías. Y al igual que hizo con su amante, se traga hasta la última gota. Y como se relame la hija de puta.
¿Cómo voy a privarme de algo así? ¿Realmente quiero dejar a esa mujer y prescindir para siempre de su fogosidad?
No sé que hacer, por lo menos hasta ahora no hice nada. Si mientras hacíamos el amor hubiera notado algún desinterés en ella, algún gesto de que me complacía solo por obligación, hubiera pateado el tablero y mandado todo a la . Y le hubiera exigido el divorcio sin pasarle ni un solo sol. Pero fue espectacular, cómo siempre, y no solo gocé yo, sino que ella también tuvo esos orgasmos que la hacen temblar desde los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza.
Cómo dije, dejé todo en pausa, y esa misma noche salimos a cenar para seguir celebrando. Sé que soy un cachudo, y que desde ahora tendré que vivir con esa incertidumbre de saber que cuándo no está conmigo quizás esté con otro, pero bueno, es el precio que tengo que pagar para seguir disfrutando de esos polvos que son de otra galaxia.
Ya veremos cómo sigue todo....

amigo kachudo, si es real lo que dices te propongo el pago de 500 lekas por una sesion full-oral con tumujer, con tal es una raya mas al tigre
 
Cuándo llego a casa, la encuentro a mi mujer recién duchada, con el pelo mojado y oliendo a como deben de oler los angeles en el Paraíso.
Por el camino, mientras atravesaba el caótico tráfico de la Javier Prado, iba pensando en lo que tenía que hacer. Si le echaba en cara los cachos y le hacía saber que la había descubierto, no tendríamos otra que separarnos. Tenemos propiedades y cuentas en común, pero más allá de todo lo complicado y traumático que significaría el divorcio y la división de bienes, lo que más me preocupaba era que una vez separados ya no tendríamos más sexo juntos. Ese era un punto en contra. Por otra parte, podía hacerme el huevón y fingir que acá no ha pasado nada.
Si me hacía el distraído, el que no me entero de nada, podría seguir gozando de los favores de mi esposa en la cama, igual que antes, solo que ahora sería conciente de que no soy el único beneficiado. Que hay otro que le hace retumbar los ovarios.
Lo que había visto entre ella y Abel no tenía nada de casual, no era un choque y fuga, se notaba que eran amantes de tiempo. Pero, ¿desde cuándo?
Llegué a casa sin decidirme, sin saber que hacer, pero al verla recién bañadita, con las endorfinas a flor de piel después del buen sexo que había tenido, me olvidé de todo y puse pausa.
Que raro tú en casa a estas horas, me dice al verme. Pero no lo dice como un reproche, sino sorprendida, alegrándose realmente de ver que, por una vez, llego temprano.
Eso me saca de encuadre. Después de haber tirado con otro hombre en nuestra propia cama, creí que la vería, no sé, culpable, huidiza, hasta asustada quizás por mi llegada a menos de dos horas de cometida la infidelidad.
Tenía ganas de ver a mi esposa y celebrar con ella, le digo mostrándole las flores y el champagne, seguro que ya vendiste la casa de Asia.
Claro que la vendí, se acerca y me besa, y lo hace con pasión, no con el desgano que hubiese esperado después de que estuvo comiéndose a besos con el amante.
¿Cómo supiste que quería celebrar?, me pregunta sacándome el ramo y la botella de las manos.
Cosa de casados, de esposo que ama a su esposa, le respondo, esperando su reacción, pero actúa de lo más normal, como si lo de hace un rato no hubiese ocurrido.
Pone las flores en un jarrón, y el champagne con dos copas en la misma mesita dónde, un rato antes, había estado el licor que compartió con su amante.
Descorcho el champagne, lo sirvo, brindamos por la comisión que va a recibir por la venta de la propiedad, y tras dejar su copa en la mesa, me saca la mía, y se me echa encima para besarme y meterme mano en la entrepierna. Ya les dije que mi mujer es de ir directo al grano, en éste caso a mi pija, que cuando me doy cuenta ya me la está sobando y chupando, tal como hizo con Abel un rato antes.
Si no hubiera visto con mis propios ojos como otro se la tiraba, ni se me pasaría por la cabeza que esa mujer pudiera hacerme cachudo. Pero los cachos eran reales, y aunque apenas habían pasado un par de horas desde que la habían estampado, a pura pinga, de cara contra la pared, parecía tener ganas de más sexo.
Fuimos al cuarto y le dimos duro y parejo. Se lo hice de parados, cómo la tuvo Abel un rato antes. También en la pose del perrito, su preferida, ya que le gusta que se la clave mientras le doy palmadas en la cola. Obvio que esta vez le pego más fuerte que de costumbre, para sacarme la cólera de haberla visto con otro.
Estás hecho una furia hoy, me dice girando la cabeza, haciéndome saber con una sonrisa de satisfacción que le gusta lo que le hago.
Ya les dije que mi señora es una leona en la cama, llevamos cinco años de casados, más dos de enamorados, y nunca, pero nunca, me puso alguna excusa para no tener sexo. Ni que está cansada, ni que le duele la cabeza, y si está con la regla, y yo tengo ganas, me entrega el culo. Es un fuego en continua combustión. ¿Cómo podría separarme de una mujer así? ¿Que me es infiel?, bueno sí, y encima con un amigo, ¿pero que ganó separándome? Por el contrario, me perdería de tener en mi cama una mujer que es como una actriz porno, que siempre está dispuesta a complacerme, y que pese al tiempo, me sigue sorprendiendo con cosas nuevas todos los días.
¿Te gustaría otro brindis? De leche está vez..., le digo cuando ya estamos llegando al final.
Me encantaría, me dice.
Lo habíamos hecho otras veces, pero en ese momento estaba especialmente motivado por haberla visto tragándose el semen de su amante.
Me la empiezo a menear y ella se pone adelante mío, de rodillas, con la boca abierta y la lengua afuera. Estoy sobrepasado, así que me demoro en acabar. Me la jaloneo una, dos, mil veces y nada. Impaciente me aparta la mano, y me la empieza a jalar ella misma.
CHACA - CHACA - CHACA, se escucha en el cuarto, el ruido de la fricción y de mis suspiros. Y fue sentir su tacto, su cálido aliento en la pinga y verla en esa posición, sumisa, ansiosa, que le acabo en la boca todo lo que tenía hirviendo en los huevos desde que la ví cachando a través de las cámaras espías. Y al igual que hizo con su amante, se traga hasta la última gota. Y como se relame la hija de puta.
¿Cómo voy a privarme de algo así? ¿Realmente quiero dejar a esa mujer y prescindir para siempre de su fogosidad?
No sé que hacer, por lo menos hasta ahora no hice nada. Si mientras hacíamos el amor hubiera notado algún desinterés en ella, algún gesto de que me complacía solo por obligación, hubiera pateado el tablero y mandado todo a la . Y le hubiera exigido el divorcio sin pasarle ni un solo sol. Pero fue espectacular, cómo siempre, y no solo gocé yo, sino que ella también tuvo esos orgasmos que la hacen temblar desde los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza.
Cómo dije, dejé todo en pausa, y esa misma noche salimos a cenar para seguir celebrando. Sé que soy un cachudo, y que desde ahora tendré que vivir con esa incertidumbre de saber que cuándo no está conmigo quizás esté con otro, pero bueno, es el precio que tengo que pagar para seguir disfrutando de esos polvos que son de otra galaxia.
Ya veremos cómo sigue todo....
Buen relato cofra, espero pueda compartirnos las de
Cuándo llego a casa, la encuentro a mi mujer recién duchada, con el pelo mojado y oliendo a como deben de oler los angeles en el Paraíso.
Por el camino, mientras atravesaba el caótico tráfico de la Javier Prado, iba pensando en lo que tenía que hacer. Si le echaba en cara los cachos y le hacía saber que la había descubierto, no tendríamos otra que separarnos. Tenemos propiedades y cuentas en común, pero más allá de todo lo complicado y traumático que significaría el divorcio y la división de bienes, lo que más me preocupaba era que una vez separados ya no tendríamos más sexo juntos. Ese era un punto en contra. Por otra parte, podía hacerme el huevón y fingir que acá no ha pasado nada.
Si me hacía el distraído, el que no me entero de nada, podría seguir gozando de los favores de mi esposa en la cama, igual que antes, solo que ahora sería conciente de que no soy el único beneficiado. Que hay otro que le hace retumbar los ovarios.
Lo que había visto entre ella y Abel no tenía nada de casual, no era un choque y fuga, se notaba que eran amantes de tiempo. Pero, ¿desde cuándo?
Llegué a casa sin decidirme, sin saber que hacer, pero al verla recién bañadita, con las endorfinas a flor de piel después del buen sexo que había tenido, me olvidé de todo y puse pausa.
Que raro tú en casa a estas horas, me dice al verme. Pero no lo dice como un reproche, sino sorprendida, alegrándose realmente de ver que, por una vez, llego temprano.
Eso me saca de encuadre. Después de haber tirado con otro hombre en nuestra propia cama, creí que la vería, no sé, culpable, huidiza, hasta asustada quizás por mi llegada a menos de dos horas de cometida la infidelidad.
Tenía ganas de ver a mi esposa y celebrar con ella, le digo mostrándole las flores y el champagne, seguro que ya vendiste la casa de Asia.
Claro que la vendí, se acerca y me besa, y lo hace con pasión, no con el desgano que hubiese esperado después de que estuvo comiéndose a besos con el amante.
¿Cómo supiste que quería celebrar?, me pregunta sacándome el ramo y la botella de las manos.
Cosa de casados, de esposo que ama a su esposa, le respondo, esperando su reacción, pero actúa de lo más normal, como si lo de hace un rato no hubiese ocurrido.
Pone las flores en un jarrón, y el champagne con dos copas en la misma mesita dónde, un rato antes, había estado el licor que compartió con su amante.
Descorcho el champagne, lo sirvo, brindamos por la comisión que va a recibir por la venta de la propiedad, y tras dejar su copa en la mesa, me saca la mía, y se me echa encima para besarme y meterme mano en la entrepierna. Ya les dije que mi mujer es de ir directo al grano, en éste caso a mi pija, que cuando me doy cuenta ya me la está sobando y chupando, tal como hizo con Abel un rato antes.
Si no hubiera visto con mis propios ojos como otro se la tiraba, ni se me pasaría por la cabeza que esa mujer pudiera hacerme cachudo. Pero los cachos eran reales, y aunque apenas habían pasado un par de horas desde que la habían estampado, a pura pinga, de cara contra la pared, parecía tener ganas de más sexo.
Fuimos al cuarto y le dimos duro y parejo. Se lo hice de parados, cómo la tuvo Abel un rato antes. También en la pose del perrito, su preferida, ya que le gusta que se la clave mientras le doy palmadas en la cola. Obvio que esta vez le pego más fuerte que de costumbre, para sacarme la cólera de haberla visto con otro.
Estás hecho una furia hoy, me dice girando la cabeza, haciéndome saber con una sonrisa de satisfacción que le gusta lo que le hago.
Ya les dije que mi señora es una leona en la cama, llevamos cinco años de casados, más dos de enamorados, y nunca, pero nunca, me puso alguna excusa para no tener sexo. Ni que está cansada, ni que le duele la cabeza, y si está con la regla, y yo tengo ganas, me entrega el culo. Es un fuego en continua combustión. ¿Cómo podría separarme de una mujer así? ¿Que me es infiel?, bueno sí, y encima con un amigo, ¿pero que ganó separándome? Por el contrario, me perdería de tener en mi cama una mujer que es como una actriz porno, que siempre está dispuesta a complacerme, y que pese al tiempo, me sigue sorprendiendo con cosas nuevas todos los días.
¿Te gustaría otro brindis? De leche está vez..., le digo cuando ya estamos llegando al final.
Me encantaría, me dice.
Lo habíamos hecho otras veces, pero en ese momento estaba especialmente motivado por haberla visto tragándose el semen de su amante.
Me la empiezo a menear y ella se pone adelante mío, de rodillas, con la boca abierta y la lengua afuera. Estoy sobrepasado, así que me demoro en acabar. Me la jaloneo una, dos, mil veces y nada. Impaciente me aparta la mano, y me la empieza a jalar ella misma.
CHACA - CHACA - CHACA, se escucha en el cuarto, el ruido de la fricción y de mis suspiros. Y fue sentir su tacto, su cálido aliento en la pinga y verla en esa posición, sumisa, ansiosa, que le acabo en la boca todo lo que tenía hirviendo en los huevos desde que la ví cachando a través de las cámaras espías. Y al igual que hizo con su amante, se traga hasta la última gota. Y como se relame la hija de puta.
¿Cómo voy a privarme de algo así? ¿Realmente quiero dejar a esa mujer y prescindir para siempre de su fogosidad?
No sé que hacer, por lo menos hasta ahora no hice nada. Si mientras hacíamos el amor hubiera notado algún desinterés en ella, algún gesto de que me complacía solo por obligación, hubiera pateado el tablero y mandado todo a la . Y le hubiera exigido el divorcio sin pasarle ni un solo sol. Pero fue espectacular, cómo siempre, y no solo gocé yo, sino que ella también tuvo esos orgasmos que la hacen temblar desde los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza.
Cómo dije, dejé todo en pausa, y esa misma noche salimos a cenar para seguir celebrando. Sé que soy un cachudo, y que desde ahora tendré que vivir con esa incertidumbre de saber que cuándo no está conmigo quizás esté con otro, pero bueno, es el precio que tengo que pagar para seguir disfrutando de esos polvos que son de otra galaxia.
Ya veremos cómo sigue todo....
Buen relato cofra, los relatos de infidelidad o cuckold siempre son muy interesantes de leer...Viendo tu relato y los comentarios de los demás cofras llego a la conclusión que está claro que en el tema de la pasión estás muy bien atendido pero también quizás tú,ella o ambos descuidaron aspectos imprescindibles importantes aparte de lo pasión como es el compromiso o la intimidad para mantener una relación, según cuentas, al parecer no es la primera vez ni es reciente la infidelidad por parte de tu esposa y está claro que las mujeres son mejores que nosotros disimulando pero por la forma de actuar de ella significa que la intimidad se perdió(respecto a que te estuvo engañando y no me refiero solo al acto de infidelidad sino todo lo que engloba,como mentir que hace "X" cosa u ocasionar situaciones falsas que son para encontrarse con su amante) y el compromiso de llevar una relación exclusiva de solo ustedes dos también se perdió.

Personalmente, creo que existen varios tipos de relación y sabemos qué personas son indicadas para mantener una relación formal y duradera y las que son simplemente relaciones para pasarla bien(eso ocurre tanto en hombres como mujeres que son solo para tener un buen sexo y no para pasar momentos significativos juntos), si llevan años de casados o en una relación, definitivamente no es fácil cortar o seguir algo de esa magnitud pero al ya no existir esa certeza o seguridad que todo lo que te dice es verdad o que realmente quiere lo mejor para ustedes dos creo que es jugar con fuego o descubrir algo que quizás no estás tan acostumbrado de ver(como mantener una relación abierta).

Quizás fuiste el primero en ser infiel y ella se dio cuenta de eso, también que tanto la descuidaste quizás y no por infidelidad necesariamente; también temería por la misma duda que tienes sobre si tu mujer y Abel son más que una relación fugaz de amantes o realmente "hacen el amor", claramente el morbo de ser infiel aumenta significativamente experiencias o fantasías que comúnmente sería algo rutinario y bueno con tu pareja a hacer algo "prohibido", dependiendo de qué tanto te afecta esto puedes tomar 3 caminos,claramente desde mi posición de espectador sin saber todo lo detrás:
- Le sigues el juego, armas una cuartada para terminar acostándote con la mujer de Abel ,para cumplir tus fantasías o para encararla o terminar la relación en buenos términos y ver algún modo de solo seguir acostándote con ella sin ya estar en una relación formal
- Conversar sobre esta situación y ver si hay posibilidad de mudarte y empezar de nuevo junto con ella.
-Sigues viendo cómo avanza todo pero esto quizás llegase a ser una arma de doble filo ya que comentaste que te excitó ver en pleno acto con su amante a tu esposa(podría no terminar bien para ti o ¿quizás sí?), no digo que esto esté mal e incluso podría volverse una relación abierta? como dije anteriormente pero depende de qué tanta exclusividad te permites

De todas maneras, estaría bueno ver qué tanto avanza esta situación y ver qué decisiones tomas, al final nuestro tránsito aquí es pasajero y más que lo material, nos llevamos experiencias; estaría bueno que intentarás acostarte con la mujer de Abel o serle infiel con otra persona (si es que ya no lo has hecho) pero más que eso es ver qué tanto la quieres o amas, no es fácil pasar por una infidelidad y más aún si realmente aprecias a esta persona
 
Tras descubrir que mi esposa me pone los cachos, cada día es una tortura. Cuándo no me atiende el celular o me deja en visto, me la imagino de trampa con el amante.
No te puedo atender mi amor, estoy en una reunión, me dice, pero para mí que se la está chupando al hijo de puta de Abel. Por otra parte me intriga saber desde cuándo viene esa relación, desde cuándo me hacen cachudo, y si antes de él hubo otros. Me van a decir masoquista, pero me muero por saberlo.
A Abel lo conozco desde hace ocho años, incluso antes de que fuéramos enamorados con mi esposa. Al principio solo éramos conocidos, ya que las empresas en las que trabajamos mantienen vínculos comerciales y nosotros somos el nexo entre ambas.
Con el tiempo nos hicimos amigos, de compartir pichangas y noches de patas. Incluso vino con su esposa a mi boda, allí ambos conocieron a Laura, las dos se hicieron amigas también, y así empezamos a salir los cuatro, costumbre que hasta hoy mantenemos.
Me acuerdo del casamiento de un amigo en común, en la fiesta, mientras estábamos en la pista, bailando, hicimos un cambio de parejas. A mí se me ocurrió, la puta madre. Cuándo ellos pasaron al lado nuestro, grité ¡Cambio! entregándole mi esposa mientras yo bailaba con la suya. Y no va a ser que justo ponen un tema lento, de esos que se bailan bien pegados. Ya era muy tarde para volver atrás. Lo recuerdo y lo imagino sintiendo las tetas de mi esposa en su pecho y me dan ganas de tirar todo lo que tengo sobre el escritorio. ¿Quizás empezó ahí?
Hace un par de años, entre las dos parejas, alquilamos una casa en Asia para el verano. Una noche me despierto y veo que mi esposa no está en la cama. Eran como las 3 AM. Me levanto, la busco, pero no la encuentro. Salgo y la veo venir de la playa, acomodándose el pelo.
No podía dormir y quise mojarme un poco los pies, me dice. Ahora me doy cuenta (tarde, sí) que antes de que pudiera seguir mirando hacia el lugar de dónde venía, me coje del brazo y me lleva hacía dentro de la casa.
Vamos a dormir, me dice, o no..., agrega sugestiva.
¿Sería que había alguien más ahí, amparado en la oscuridad de la noche? ¿Sería Abel que le metería el mismo floro a su esposa cuándo no lo encontrara en la cama? ¿Será que vienen cachando desde entonces?
Y así me aparecen recuerdos, momentos, que con la distancia del tiempo ya no sé si ocurrieron realmente de esa manera o es que estoy sugestionado por los cachos.
Sabiendo lo que sé ahora, no puedo esperar que sea viernes en la noche para una nueva salida todos juntos.
Ahora que sé que son amantes y que le acaba en la boca a mi esposa, quiero detectar algún gesto o guiño entre ellos, alguna complicidad, cualquier cosa que se me haya escapado antes. No los voy a enfrentar ni a hacer ningún escándalo, por lo menos ahora eso no se me ocurre, pero cuándo te encuentras con una persona con la que tuviste sexo, y más siendo tan reciente, siempre queda una conexión, algo que no se puede disimular, y quiero descubrirlo, no para torturarme sino para saber si entre los dos existe algo más que una simple atracción física.
La salida es ésta noche, así que el lunes les cuento...
 
Buen relato mi estimado cofrade, la verdad una experiencia amatoria de infidelidad vouyerismo y sexo bravo, es su razon y desicion de autocontrolarse y resolver el problema con mucho tino, es una belleza su esposa no la pierda pero.............y si usted le hace lo mismo a el con su mujer ...podrian hacer un cuarteto de pelicula no cree?, vamos intentelo para que su relato este fuera de serie jajajajaja saludos.
 
Cuándo llego a casa, la encuentro a mi mujer recién duchada, con el pelo mojado y oliendo a como deben de oler los angeles en el Paraíso.
Por el camino, mientras atravesaba el caótico tráfico de la Javier Prado, iba pensando en lo que tenía que hacer. Si le echaba en cara los cachos y le hacía saber que la había descubierto, no tendríamos otra que separarnos. Tenemos propiedades y cuentas en común, pero más allá de todo lo complicado y traumático que significaría el divorcio y la división de bienes, lo que más me preocupaba era que una vez separados ya no tendríamos más sexo juntos. Ese era un punto en contra. Por otra parte, podía hacerme el huevón y fingir que acá no ha pasado nada.
Si me hacía el distraído, el que no me entero de nada, podría seguir gozando de los favores de mi esposa en la cama, igual que antes, solo que ahora sería conciente de que no soy el único beneficiado. Que hay otro que le hace retumbar los ovarios.
Lo que había visto entre ella y Abel no tenía nada de casual, no era un choque y fuga, se notaba que eran amantes de tiempo. Pero, ¿desde cuándo?
Llegué a casa sin decidirme, sin saber que hacer, pero al verla recién bañadita, con las endorfinas a flor de piel después del buen sexo que había tenido, me olvidé de todo y puse pausa.
Que raro tú en casa a estas horas, me dice al verme. Pero no lo dice como un reproche, sino sorprendida, alegrándose realmente de ver que, por una vez, llego temprano.
Eso me saca de encuadre. Después de haber tirado con otro hombre en nuestra propia cama, creí que la vería, no sé, culpable, huidiza, hasta asustada quizás por mi llegada a menos de dos horas de cometida la infidelidad.
Tenía ganas de ver a mi esposa y celebrar con ella, le digo mostrándole las flores y el champagne, seguro que ya vendiste la casa de Asia.
Claro que la vendí, se acerca y me besa, y lo hace con pasión, no con el desgano que hubiese esperado después de que estuvo comiéndose a besos con el amante.
¿Cómo supiste que quería celebrar?, me pregunta sacándome el ramo y la botella de las manos.
Cosa de casados, de esposo que ama a su esposa, le respondo, esperando su reacción, pero actúa de lo más normal, como si lo de hace un rato no hubiese ocurrido.
Pone las flores en un jarrón, y el champagne con dos copas en la misma mesita dónde, un rato antes, había estado el licor que compartió con su amante.
Descorcho el champagne, lo sirvo, brindamos por la comisión que va a recibir por la venta de la propiedad, y tras dejar su copa en la mesa, me saca la mía, y se me echa encima para besarme y meterme mano en la entrepierna. Ya les dije que mi mujer es de ir directo al grano, en éste caso a mi pija, que cuando me doy cuenta ya me la está sobando y chupando, tal como hizo con Abel un rato antes.
Si no hubiera visto con mis propios ojos como otro se la tiraba, ni se me pasaría por la cabeza que esa mujer pudiera hacerme cachudo. Pero los cachos eran reales, y aunque apenas habían pasado un par de horas desde que la habían estampado, a pura pinga, de cara contra la pared, parecía tener ganas de más sexo.
Fuimos al cuarto y le dimos duro y parejo. Se lo hice de parados, cómo la tuvo Abel un rato antes. También en la pose del perrito, su preferida, ya que le gusta que se la clave mientras le doy palmadas en la cola. Obvio que esta vez le pego más fuerte que de costumbre, para sacarme la cólera de haberla visto con otro.
Estás hecho una furia hoy, me dice girando la cabeza, haciéndome saber con una sonrisa de satisfacción que le gusta lo que le hago.
Ya les dije que mi señora es una leona en la cama, llevamos cinco años de casados, más dos de enamorados, y nunca, pero nunca, me puso alguna excusa para no tener sexo. Ni que está cansada, ni que le duele la cabeza, y si está con la regla, y yo tengo ganas, me entrega el culo. Es un fuego en continua combustión. ¿Cómo podría separarme de una mujer así? ¿Que me es infiel?, bueno sí, y encima con un amigo, ¿pero que ganó separándome? Por el contrario, me perdería de tener en mi cama una mujer que es como una actriz porno, que siempre está dispuesta a complacerme, y que pese al tiempo, me sigue sorprendiendo con cosas nuevas todos los días.
¿Te gustaría otro brindis? De leche está vez..., le digo cuando ya estamos llegando al final.
Me encantaría, me dice.
Lo habíamos hecho otras veces, pero en ese momento estaba especialmente motivado por haberla visto tragándose el semen de su amante.
Me la empiezo a menear y ella se pone adelante mío, de rodillas, con la boca abierta y la lengua afuera. Estoy sobrepasado, así que me demoro en acabar. Me la jaloneo una, dos, mil veces y nada. Impaciente me aparta la mano, y me la empieza a jalar ella misma.
CHACA - CHACA - CHACA, se escucha en el cuarto, el ruido de la fricción y de mis suspiros. Y fue sentir su tacto, su cálido aliento en la pinga y verla en esa posición, sumisa, ansiosa, que le acabo en la boca todo lo que tenía hirviendo en los huevos desde que la ví cachando a través de las cámaras espías. Y al igual que hizo con su amante, se traga hasta la última gota. Y como se relame la hija de puta.
¿Cómo voy a privarme de algo así? ¿Realmente quiero dejar a esa mujer y prescindir para siempre de su fogosidad?
No sé que hacer, por lo menos hasta ahora no hice nada. Si mientras hacíamos el amor hubiera notado algún desinterés en ella, algún gesto de que me complacía solo por obligación, hubiera pateado el tablero y mandado todo a la . Y le hubiera exigido el divorcio sin pasarle ni un solo sol. Pero fue espectacular, cómo siempre, y no solo gocé yo, sino que ella también tuvo esos orgasmos que la hacen temblar desde los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza.
Cómo dije, dejé todo en pausa, y esa misma noche salimos a cenar para seguir celebrando. Sé que soy un cachudo, y que desde ahora tendré que vivir con esa incertidumbre de saber que cuándo no está conmigo quizás esté con otro, pero bueno, es el precio que tengo que pagar para seguir disfrutando de esos polvos que son de otra galaxia.
Ya veremos cómo sigue todo....
Mano el cónyuge culpable por infidelidad pierde las gananciales ósea pierde los bienes.!! Te falta ah
 
Claramente es la primera vez q experimentas q t engañan...es jodido....pero debes darle la vuelta a la pagina rapido, pensar y actuar en frio. Mujer q lo hace en su propia casa donde vive y duerme con su marido es para desconfiar siempre. Es muy probable q hace mucho tiempo q son amantes. Ya no tiene sentido buscar cuando empezo, pero si t afecta tanto empezara a notarse en tu trabajo y en el resto de tus actividades. Si tanto t afecta mejor separate, piensa en frio con abogados el tema de tus bienes y cual seria la mejor salida.

Ahora si eres frio de frios....ptm sacale la vuelta tambien. Empieza con la mujer de ese csmre de tu pata, seducela y t la recontracoges. Grabate tirando con la flaca y luego reunete en otro momento con el webon. Luego vas directo y le muestras q ya los pescastes, le increpas lo traidor q es ese hdp (hasta los delincuentes tienen codigos, la mujer de un pata es como de la familia) y al final para recagarlo le muestras como t coges a su mujer jajajjaa....claro solo tu sabes como es el webon, su caracter, etc...si es loco de arrebatado tal vez kiera unos rounds, una bronkita emocional (q son las mas pendejas, algunos chapan cuchillo se kieren rayar)...a la verga x chuchesumare....y se acabo la amistad tambien. Hace muchos años me paso algo similar, soy ex ecopapa ("ser y no parecer"...los entendidos sabran)...como la weba, pare mi bronca y lo someti al webon, nunca fui abusivo, deje en claro todo y se acabo la amistad.

Luego seria hablar con tu mujer. Si trabajan juntos y todo...esta bien jodida la cosa. Despues de todo lo sugerido tendrias q abrirte de ahi.

"Lo que mal empieza, mal acaba"

PD: Si t vengas ya no hay vuelta atras...o no hagas nada, pero t empiezas a levantar y comerte a todo lo q tenga falda...chibolas mejor :cool:
 
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Estás en una encrucijada. No te queda más que hacerte el tercio, con las consecuencias que ello conlleva, o reunir evidencia y pedir divorcio y no darle nada, como indica un cofrade más arriba, en caso de infidelidad, los bienes gananciales que le corresponden quedan desestimados. Yo que traducido como 3,000 divorcios, doy fe. Y bueno, mantén la cabeza fría y ya sabes de quién no puedes fiarte. Como dice una canción: "La mujer de un amigo, se debe respetar".
 
Creen que cogiendo a la esposa del amigo y grabando la escena o cogerte a varias putas, tener tríos y orgías atenuará el dolor, la desepcion y te olvidarás lo que con tus ojos has presenciado.
Abel puede ser una escoria como amigo pero cogerte por venganza a la esposa te convierte en la peor escoria. La ética de no acostarte con la mujer de tu amigo tambien te involucra. Y con respecto a Laura; tu esposa, la vida se encargará de cobrar por lo que ha hecho, créeme así como el viento lleva las hojas secas, el tiempo se lleva nuestra vida.
Saludos
 
Man, y si le muestras el video, donde se culean a tu mujer, a la esposa de tu amigo Abel. Estoy seguro que algo podría pasar ahí o peor aun, la esposa de Abel de arranque lo deja en la calle. Recuerda que pruebas son pruebas. Estaré atento a tu relato.
Saludos,
 
Claro que podrías evidenciar la infidelidad de tu "amigo" con su esposa, pero si a ella ya le gustó la idea de probar a otro, sencillamente se buscará a otra persona con quien saciar lo que necesita. Con el "amigo" tienes la ventaja (si se puede decir eso) que lo conoces y de una manera u otra sabes que no le hará daño a tu esposa o a ti, o que no se aprovechará de ella para sacarle plata o robarle incluso, pero obvio jode que te engañen.
 
Claramente es la primera vez q experimentas q t engañan...es jodido....pero debes darle la vuelta a la pagina rapido, pensar y actuar en frio. Mujer q lo hace en su propia casa donde vive y duerme con su marido es para desconfiar siempre. Es muy probable q hace mucho tiempo q son amantes. Ya no tiene sentido buscar cuando empezo, pero si t afecta tanto empezara a notarse en tu trabajo y en el resto de tus actividades. Si tanto t afecta mejor separate, piensa en frio con abogados el tema de tus bienes y cual seria la mejor salida.

Ahora si eres frio de frios....ptm sacale la vuelta tambien. Empieza con la mujer de ese csmre de tu pata, seducela y t la recontracoges. Grabate tirando con la flaca y luego reunete en otro momento con el webon. Luego vas directo y le muestras q ya los pescastes, le increpas lo traidor q es ese hdp (hasta los delincuentes tienen codigos, la mujer de un pata es como de la familia) y al final para recagarlo le muestras como t coges a su mujer jajajjaa....claro solo tu sabes como es el webon, su caracter, etc...si es loco de arrebatado tal vez kiera unos rounds, una bronkita emocional (q son las mas pendejas, algunos chapan cuchillo se kieren rayar)...a la verga x chuchesumare....y se acabo la amistad tambien. Hace muchos años me paso algo similar, soy ex ecopapa ("ser y no parecer"...los entendidos sabran)...como la weba, pare mi bronca y lo someti al webon, nunca fui abusivo, deje en claro todo y se acabo la amistad.

Luego seria hablar con tu mujer. Si trabajan juntos y todo...esta bien jodida la cosa. Despues de todo lo sugerido tendrias q abrirte de ahi.

"Lo que mal empieza, mal acaba"

PD: Si t vengas ya no hay vuelta atras...o no hagas nada, pero t empiezas a levantar y comerte a todo lo q tenga falda...chibolas mejor :cool:
Que cosa es ser eco papá?
 
Son los que pertenecieron a la Gloriosa Armada

“Honor y gloria para los valerosos efectivos de nuestras Fuerzas Armadas...”​
 
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