El indulto a Fujimori es inviable | Columnistas | LaRepublica.pe
[h=1]El indulto a Fujimori es inviable[/h]Jueves, 04 de octubre de 2012 | 4:30 am
Humala debe rechazarlo porque este sería ilegal.
Habrá que revisar el texto del pedido de indulto que Alberto Fujimori presentará mañana, pero el debate de la última semana, desde que se hizo el anuncio, permite concluir que este es inviable, y una expresión de ello es la grotesca campaña lanzada para compensar la falta de argumentos y presionar al presidente Ollanta Humala.
Fuera de toda consideración política, mi conclusión del debate jurídico sobre el indulto es que este sería ilegal. Primero, porque no procede para los condenados por los delitos de secuestro como Fujimori.
Que discutan los que quieran discutir si la condena a Fujimori fue justa o injusta, pero hay una sentencia firme dictada por la justicia en un proceso que fue, además, limpio, transparente y ejemplar.
Segundo, desde el punto de vista humanitario, el reglamento de gracias presidenciales lo restringe a los que padecen enfermedades terminales; o a los que padecen enfermedades no terminales graves, que se encuentren en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e incurable; y, además, que las condiciones carcelarias puedan colocar en grave riesgo su vida, salud e integridad.
Habrá que esperar el texto que presente la familia de Fujimori para sustentar el indulto, así como la evaluación jurídica y médica que encargue la comisión de gracias presidenciales pero, por lo visto hasta ahora, Fujimori no califica para el indulto.
Seguramente conscientes de la debilidad de la argumentación a favor del indulto, el fujimorismo ha lanzado una campaña con los políticos y los medios cercanos a esta agrupación –y a la DBA, que son los mismos– que es mentirosa y que constituye el anuncio de una verdadera tormenta política.
Esta campaña incluye, primero, difundir noticias con el fin de conmover a la ciudadanía, llegándose al extremo de poner en portada las fotos entregadas por Kenyi Fujimori de las heridas de su padre.
Segundo, impulsar a ‘líderes de opinión’ –Juan Luis Cipriani, Pedro Pablo Kuczynski, entre otros– para que el gobierno crea que el indulto sería políticamente aceptado.
Tercero, mentir de un modo ramplón para atacar a políticos históricos opuestos a Fujimori para proyectar al ex presidente como un símbolo antiterrorista que debe ser reivindicado con el indulto.
Habrá que revisar el texto del pedido de indulto pero, por lo visto hasta ahora, este sería ilegal y no debe proceder, salvo que el presidente Humala quiera asumir, ante la ley, lo que podría configurar como un delito; y ante la historia, lo que sería una traición penosa a los principios básicos de la decencia que arruinaría cualquier proyección política futura.