ID3TAG2015
Cuenta Verificada
En realidad con vidrios oscuros puede ser donde quieras; de hecho más que el lugar, simplemente debes preocuparte por poner un parasol en el parabrisas y fin del asunto; salvo por el ruido nadie va a notar jamás que estás en algún menester trepidatorio; recuerdo que alguna vez saliendo de varios hoteles cuando nos quedabamos cortos de tiempo he aprovechado para dar una última tanqueada a la rufiana de turno en la cochera del hotel. Varios, por ejemplo el InnSide tiene sótanos en 4 o 5 niveles, una vez hayas hecho checkout, puedes quedarte el tiempo que quieras en tu caña haciendo el "post"; lo mismo pasa por ejemplo con el Dazzler, que te lleva en un "ascensor" para el auto hasta los sótanos, así que puedes inclusive echarte un polvo sobre el capot sabiendo que vas a poder escuchar perfectamente cuando algún otro auto se acerque (el ascensor también es un escándalo)... Ello sin considerar por ejemplo el parqueo subterráneo del parque Kennedy, que por las noches tiene zonas que están por completo vacías, puedes estacionar de frente hacia la pared y nadie verá nada.... Lo interesante de esta cochera es que atiende hasta las 3am, así que si por ahí te ligas una gringa loquilla en la calle de las pizzas, puedes hacer tu swing antes de llevarla al siguiente destino.
Alguna vez, bastante pasado de copas, le estaba dando de alma a una flaca que había conocido en "Xcess" un bar-discotequero de Larcomar, pero no dentro del auto, sino con la flaca pecho sobre el capot y una pierna levantada... habremos estado tan zampados que anduvimos echándole duro y parejo de madrugada tranquilamente una hora, ese fin de semana salimos en varios perfiles del entonces Hi5; por suerte las cosas no se viralizaban tan rápido como hoy.
Hace ya unos 15 años recuerdo que lugares como las zonas "nuevas" de Casuarinas estaban aún deshabitadas, y el personal de seguridad no llegaba hasta allá, uno podía subir con su mionca a echarse sus buenos polvos y nadie veía nada, salvo algún curioso "del otro lado del muro" que te espiaba desde las partes altas de SJM, que tampoco estaban tan habitadas como hoy en día que ya se llenó todo de casas; Lo mismo pasaba por ejemplo con las partes altas al final de la Av del Corregidor en La Molina; o en La Encantada en Villa en Chorrillos, donde habían infinidad de lugares sin tanta vigilancia como hoy, donde podías dar rienda suelta a las ganas.... al igual que por ejemplo con la playa Señoritas (igual con Caballeros) que allá por el 2006/2007 apenas si tenían una que otra casa en la parte alta, y tranquilamente un día de invierno podías bajar hasta la playa de día con tu caña y echarte un polvo sin que nadie jodiera... Hoy por hoy ya hay tranqueras que impiden ingresar a la playa, casas en primera fila, y una barbaridad de gente mirando y pasando por ahí, como en cualquier parte de Lima!
Ahhhhhh qué nostalgia, en algún momento abrieron -donde hoy hay casas- un restobar de los dueños de SauceAlto, que funcionaba en los veranos en esa playa (Señoritas), y las instalaciones quedaban al alcance de la mano durante el resto del año, no tenía guardianía y estaba tan retirado de la civilización que quedaba el resto del año tal y como eran durante el verano, sin gente usandolos como letrinas, sin nada parecido, de hecho hasta podías encontrar los caños con agua y jabón líquido, era una locura... Más de una vez usé ese lugar como vacile de fin de semana, alrededor de semana santa cuando el clima todavía estaba bueno pero ya la temporada de verano había acabado; después de recorrer unos 500 metros de arena estacionaba cerca, bajaba tragos y nos poníamos a filosofar en ese lugar, más de una vez también me mandé severos polvos con amiguitas en esa terraza con sus palmeras, un bote de madera y esa mística entre la brisa y la neblina en el último rincón de la playa; hoy en día todo eso ya no existe, y allí hay casas y demás; placeres que cada vez son más parte de nuestras memorias, por debajo de nuestros cabellos blancos.
Alguna vez, bastante pasado de copas, le estaba dando de alma a una flaca que había conocido en "Xcess" un bar-discotequero de Larcomar, pero no dentro del auto, sino con la flaca pecho sobre el capot y una pierna levantada... habremos estado tan zampados que anduvimos echándole duro y parejo de madrugada tranquilamente una hora, ese fin de semana salimos en varios perfiles del entonces Hi5; por suerte las cosas no se viralizaban tan rápido como hoy.
Hace ya unos 15 años recuerdo que lugares como las zonas "nuevas" de Casuarinas estaban aún deshabitadas, y el personal de seguridad no llegaba hasta allá, uno podía subir con su mionca a echarse sus buenos polvos y nadie veía nada, salvo algún curioso "del otro lado del muro" que te espiaba desde las partes altas de SJM, que tampoco estaban tan habitadas como hoy en día que ya se llenó todo de casas; Lo mismo pasaba por ejemplo con las partes altas al final de la Av del Corregidor en La Molina; o en La Encantada en Villa en Chorrillos, donde habían infinidad de lugares sin tanta vigilancia como hoy, donde podías dar rienda suelta a las ganas.... al igual que por ejemplo con la playa Señoritas (igual con Caballeros) que allá por el 2006/2007 apenas si tenían una que otra casa en la parte alta, y tranquilamente un día de invierno podías bajar hasta la playa de día con tu caña y echarte un polvo sin que nadie jodiera... Hoy por hoy ya hay tranqueras que impiden ingresar a la playa, casas en primera fila, y una barbaridad de gente mirando y pasando por ahí, como en cualquier parte de Lima!
Ahhhhhh qué nostalgia, en algún momento abrieron -donde hoy hay casas- un restobar de los dueños de SauceAlto, que funcionaba en los veranos en esa playa (Señoritas), y las instalaciones quedaban al alcance de la mano durante el resto del año, no tenía guardianía y estaba tan retirado de la civilización que quedaba el resto del año tal y como eran durante el verano, sin gente usandolos como letrinas, sin nada parecido, de hecho hasta podías encontrar los caños con agua y jabón líquido, era una locura... Más de una vez usé ese lugar como vacile de fin de semana, alrededor de semana santa cuando el clima todavía estaba bueno pero ya la temporada de verano había acabado; después de recorrer unos 500 metros de arena estacionaba cerca, bajaba tragos y nos poníamos a filosofar en ese lugar, más de una vez también me mandé severos polvos con amiguitas en esa terraza con sus palmeras, un bote de madera y esa mística entre la brisa y la neblina en el último rincón de la playa; hoy en día todo eso ya no existe, y allí hay casas y demás; placeres que cada vez son más parte de nuestras memorias, por debajo de nuestros cabellos blancos.