Bien señores, una vez que ya se ha resuelto el impase y aclarado algunos puntos referentes al tema, creo conveniente seguir con lo nuestro. Les pasaré a relatar una experiencia interesante con una amiga mia que si bien no era mi empleada, lo era de la casa de unos familiares míos, una cajamarquina que conocí en mis buenos años mozos y que me hizo debutar de una manera saludable, aunque algo asustada, luego les explico el por qué. Ojo, esta experiencia no fue a la fuerza, fue más bien un arrime con libre consentimiento de los dos.
La dama en cuestión vivía cerca a mi jato y desempeñaba las labores de empleada del hogar en casa de unos tíos. La muchacha no era del todo simpática, era chata, de rostro mas o menos simpática y tímida, lo que más me gustaba de ella eran esos melonazos que se manejaba, eran las primeras tetas que toque en mi vida y creánme que me dejaron virolo. Bueno, la conocí en una fiesta que organizaron mis tios, yo estuve ahí con mis primos bailando y ella que pasaba y pasaba, a lo que la saque a bailar y entre bailes conversaba con ella y jodía un poco. Ese día fue el primer enganche, no pasó nada, pero al despedirnos le dejé un piquito que creo la dejó entusiasmada, todo caleta nomás.
Luego de unos días la llamé y quedamos en encontrarnos lejos, no quería que nadie me viera, tenía 17 años, las hormonas revueltas y las ganas de tirar, pues como ven a esa edad es tarde para una primera vez. Aquella salida fue espectacular, yo estaba misio, sólo la llevé a pasear por ahi y ella se hacía la difícil, me decía que tenía enamorado, que no me conocía bien y tanta vaina, la cosa que al final se convenció y nos agarrabamos a chapes en cada esquina. Yo estaba loco por tocar esoso mangazos y en un intento por hacerlo ella no dijo nada entonces yo seguí con mi trabajo. Eran enormes, mis manos se perdían en esas tetotas, no saben hermanos fue espectacular. Ese día yo ya estaba de lo más arrecho y con unas ganas de hacer honor a mi nick (Mr Fornique). Pero la muy astuta me dejó con la miel en los labios prometiéndome que a la próxima lo haríamos.
Yo estaba preparand ese momento y la invité nuevamente en su día libre. Tuve la suerte de quedarme sólo en mi jato, ella no lo sabía y loprimero fue ir a pasear por ahí y bueno como chiquillo que era preparé una estrategia para llevarla, ya que ella no estaba segura si quería hacerlo. Le dije "vamos a mi casa, hay que escuchar música", ella no se negó pensando que así sería. Al llegar, la hago pasar y ella nota que nadie estaba adentro, me dijo "eres un pillo, me dijiste que sólo escucharíamos música", yo le respondí "no te preocupes no te haré nada, sólo jugaremos un poco, yo te respeto", entonces le metí un chape y la llevé a mi cuarto, ella no quería, pero yo le insistí que sería solo para conversar y escuchar música, a lo que accedió titubeando.
Yo estaba muy tenso y nervioso, pero arrecho, muy arrecho. Pensaba en la forma de empezar con el arte amatorio, pero nada se me ocurría, ella miraba mis cosas y me conversaba sin inmutarse, a lo que yo con la arrechura encima le dije: "tengo calor, disculpa, pero me sacaré el polo", lo hice y me acerqué a ella, le metí un chape y le dije, "quiero verte los senos, ya los he tocado, déjame verlos ahora, dame ese premio", ella me miró y asintió sin problemas, me dijo "sácame tu el polo". Ya con eso la tenía, le saque el polo, la flaca estaba preparada para la acción, tenía un sostén negro de encaje que hacia notar sus bellos y grandes senos, yo estaba maravillado, ella con su cara de arrecha me pregunta: "Te gustan" y yo afirmé con la cabeza y le dije "sácate el brasier", ella me dijo "sácamelo tú", y yo con la desesperación de mi arrechura buscaba el broche de laparte de atrás del sostén, no lo encontraba, ella con su pícara sonrisa me dijo que ese sostén era de los que se abrían por delante y solita se lo desabrochó. Fue una experiencia inolvidable qe hasta hoy me marca, de ese sostén se desprendieron los más hermosos y grandes senos que haya yo visto en mi vida, los tenía duros, con pezones marrones y bien parados, carajo, me que dé huevón, le dije quiero chupartelos y ella me los puso en la cara. Qué tal mamada de tetas, espectacular.
Ya en la cama, sin decir nada me quite toda la ropa, ella hizo lo propio y nos quedamos completamente desnudos. Yo nunca lo había hecho y ella lo sabía, entonces ella me guiaba en el camino, al principio de manera tímida me tocaba el payaso y cuando lo vio me decía "qué grande lo tienes", yo, con mi orgullo enchido quería sólo penetrarla, pero ella se negaba al principio, sólo quería jugar, sabía calentarme la muchacha, pero entre tanto beso, manoseada y todo,accedió a mi pedido, la agarré en misionero y le empecé a dar, que rico señores, esa papita ajustaba bien y se sentía de maravillas, yo con mi primera experiencia estaba alucinado con ese par de melones y mi pieza dentro de ella....
Continuará...