Hola mis queridos cófrades:
Sería interesante que nuestros hermanos de leche nos contaran estas relaciones con hermanas o con parientes cercanas, primas, sobrinas, etc.
He aqui una pequeña experiencia para empezar:
Hace algún tiempo estuve tirandome a una chibola, bastante aceptable, delgadita, buenos pechereques, caderitas duras y tiernas. Durante los primeros meses de relación ella lo hacía "sólo por deporte", es decir no me pedía ninguna "ayuda", nada de nada, a los meses de relación ya empezó a pedirme para sus útiles o sus artículos de estudios (estudiaba en una academia, creo).
Puta madre, que rico tiraba esta cabrona, cómo se chantaba esperando su pedazo, era insaciable, no quedaba ni un solo hueco sin inaugurar, en especial por el ortencio, era lo que más prefería preferida.
Pero al tiempo, como quien no quiere la cosa me empezó a hablar de su hermana, que era muy guapa, un mujerón..... y así como sin querer queriendo me la presenta: que tal hembrón cofrades, talla por lo menos 40 de tetas, caderazas super poderosas, mamona como las buenas, sin embargo la chibola era mejor en conjunto. Durante un tiempo me las andaba tirando a las dos, pero por separado, hasta que un día me propusieron hacer un trio MHM, con las dos. Yo no lo podía creer, alucinen, alguna vez, aunque pocas he hecho trios, unas dos o tres veces como máximo, pero ¿con hermanas!, nunca lo había hecho, pero se hizo. Qué rica sensación, era como tener el mundo a los pies, que más se puede pedir en términos cacheriles, tirarse a las dos hermanas. Y cómo se arrechaban las dos, mientras me tiraba a una la otra me lamia las pelotas o me hacia el beso negro, qué rico, pero no se puede repetir a menudo. Para gusto estuvo bueno un tiempo. Al final acabó la cosa, ambas se casaron, tiene niños, son respetables señoras jovenes y de vez en cuando me las cruzo por allí.
Sería interesante que nuestros hermanos de leche nos contaran estas relaciones con hermanas o con parientes cercanas, primas, sobrinas, etc.
He aqui una pequeña experiencia para empezar:
Hace algún tiempo estuve tirandome a una chibola, bastante aceptable, delgadita, buenos pechereques, caderitas duras y tiernas. Durante los primeros meses de relación ella lo hacía "sólo por deporte", es decir no me pedía ninguna "ayuda", nada de nada, a los meses de relación ya empezó a pedirme para sus útiles o sus artículos de estudios (estudiaba en una academia, creo).
Puta madre, que rico tiraba esta cabrona, cómo se chantaba esperando su pedazo, era insaciable, no quedaba ni un solo hueco sin inaugurar, en especial por el ortencio, era lo que más prefería preferida.
Pero al tiempo, como quien no quiere la cosa me empezó a hablar de su hermana, que era muy guapa, un mujerón..... y así como sin querer queriendo me la presenta: que tal hembrón cofrades, talla por lo menos 40 de tetas, caderazas super poderosas, mamona como las buenas, sin embargo la chibola era mejor en conjunto. Durante un tiempo me las andaba tirando a las dos, pero por separado, hasta que un día me propusieron hacer un trio MHM, con las dos. Yo no lo podía creer, alucinen, alguna vez, aunque pocas he hecho trios, unas dos o tres veces como máximo, pero ¿con hermanas!, nunca lo había hecho, pero se hizo. Qué rica sensación, era como tener el mundo a los pies, que más se puede pedir en términos cacheriles, tirarse a las dos hermanas. Y cómo se arrechaban las dos, mientras me tiraba a una la otra me lamia las pelotas o me hacia el beso negro, qué rico, pero no se puede repetir a menudo. Para gusto estuvo bueno un tiempo. Al final acabó la cosa, ambas se casaron, tiene niños, son respetables señoras jovenes y de vez en cuando me las cruzo por allí.