Si hay algo que distinguió en vida a nuestro amigo Ricardo fue el haberle dado el sentido perfecto a aquello llamado perfil bajo. Ese perfil bajo que solo una persona de gran corazón y de convicciones integras puede tener. Porque sería innumerable de detallar la lista de ocasiones en las que el Don (como sus amigos lo llamábamos) dio muestras de su reconocida generosidad apoyando incansablemente en los eventos y campañas organizadas por el foro. Y siempre con absoluta discreción, sin más interés que el que todo saliera bien, el desprendimiento de los grandes tuvo en él su mejor exponente. Como amigo, siempre dispuesto a prestar su apoyo moral, aun cuando este no era esperado, el buen Richi alentó a más de uno en su vida virtual y real. Es así como queremos recordarlo, como el Richi colaborador, amigo, cómplice en las buenas y en las malas, y que hacía sentir a quienes tuvimos la suerte y el honor de conocerlo, mejores personas.
Como olvidar aquellas ocasiones en las que simplemente, se salía del cuadro y nos dejaba lecciones de vida insuperables. Desde el verlo bailar, como los buenos, una salsa brava a pesar de sus ocasionales limitaciones, hasta verlo saltar a la cancha y cuadrarse en el arco de la zona sur, cuando sus integrantes no llegaban al evento deportivo. O aparecer impecablemente enternado un día de final Radiotops, para cuadrase a la entrada y hacerla de cobrador y recepcionista de invitados a favor de una campaña de navidad sin importarle que abajo, en el sótano, el espectáculo hacia delirar a los cofrades. Todo un grande, ese era nuestro querido Don Pichilin.
Fue el creador de una recordada y jocosa frase: “no tengas enemigos…mátalos” .Quien leyera esa frase asumiría que estaba ante alguien de temer. Nada más fuera de contexto. Porque Don Pichi a sus enemigos los mataba, pero con dosis perfectas de amistad, bonhomía y afecto que hacían que esos enemigos dejaran de existir sí, pero para convertirse en grandes amigos y compañeros. Ese era su estilo, alejado de toda trifulca, controversia o pleito. El buen Richi más de una vez freno nuestros ímpetus para convertirlos en calma y serenidad. La tranquilidad de una zona como la de Ncs tiene en él a uno de sus principales gestores.
Por todo ello lo sensible de su perdida. Perdemos sin duda un gran valor, irrepetible, irremplazable. Pero ganamos un inmejorable ejemplo para viejos y nuevos cofrades que, estoy seguro, ni el más ingrato olvido podrá superar.
Ya nos encontraremos en otros barrios querido Richi, para chalequearte como antes, cuando sea necesario. Si hay Dancing en el cielo y me consigues un salvoconducto, allí nos encontraremos. Dios te bendiga.