grindo doido
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Saca conejos, petróleo y te hace virolear
Es una artista, no necesita mucha presentación, no es de las mejores que conocí físicamente pero en el arte de moverse es una artista, con aire de grandeza, en principio no me caía, conforme pasaron varias sesiones, pomos y experiencias, le fui cayendo mejor y colaborando. A veces se desaparecía cuando mas la necesitaba por eso se la devolví, creo que se encamotaba o le daba la llorona, la cuestión es que me agradó cuando le ayudé con un tema que estaba cabezona y me puso los tragos, a la próxima tu lo harás, ahora tienes mi amistad me dijo. Después ya no era sexo, solo conversar y pasarla bien, pero nos veíamos poco, dos veces al año. Luego de varias lunas la vi, estaba mas gordita, quizás algo acabada, no encontraba su momento, levantar, despegar, le levanté la moral. Cenamos y me encendí, ni cuando la probé en otras buenas circunstancias me puso tan fierro. Fuimos a una galería, le compré lencería, le encantó, buscamos un telo y me iba bailando, meneando, se reía y lloraba, le secaba las lágrimas hasta que le comí la cuca, se puso loca, le mordí los senos y empezamos el tira y afloje, hubo un momento de locura y perdición, siempre nos cuidamos pero esta vez no se que nos pasó a ambos, me dijo que estaba segura de ella pero no de mí pese a eso, se arriesgó ( luego de 6 meses a chequearse), se lo empujé sin asco, duro y parejo, me iba a venir, tuve que pensar en una fea y en cosas horribles. Esta condenada le puso mucha sazón, mucho movimiento y recutecu, luego contra la pared en cucharita, fui despacio, ella quería acción y yo a penas respiraba, luego ella me voltea, me ahoga con sus carnes, sus nalgas algo caídas y con grasita pero todavía apetecibles, no resistí, en una me cirro y como goteaba.
Me enloquecía de blanco, de negro, sus piernas no gruesas y su cintura gruesa, la empecé a comparar, me bajoneó, me puse a pensar, tomaba y no le hablaba, ella estaba en su mundo, por momentos se iba, yo tenía que entrar en razón y darle ánimos. Luego otro trago y abrazos, nunca la vi así, solo decía que eran temas que ya pasaría. Si fuera madre podría pensar que es eso, pero siempre me contó que estaba sola, vivió sola e igual morirá, quizás le agarró la edad, la idea de irse sin retorno. No pude descifrar, cuando se esfumo todo, pudimos volver a la acción. Unos quecos, unos buenos pensamientos, un par de bromas y que me asfixiara con el todavía buen trasero, me aplastaba, me aplaudía, me aniquilaba. Le dimos duro al último round y sin saber que pasaría, con gusto nos vinimos, tal vez, el final de nuestra historia sexual.
Es una artista, no necesita mucha presentación, no es de las mejores que conocí físicamente pero en el arte de moverse es una artista, con aire de grandeza, en principio no me caía, conforme pasaron varias sesiones, pomos y experiencias, le fui cayendo mejor y colaborando. A veces se desaparecía cuando mas la necesitaba por eso se la devolví, creo que se encamotaba o le daba la llorona, la cuestión es que me agradó cuando le ayudé con un tema que estaba cabezona y me puso los tragos, a la próxima tu lo harás, ahora tienes mi amistad me dijo. Después ya no era sexo, solo conversar y pasarla bien, pero nos veíamos poco, dos veces al año. Luego de varias lunas la vi, estaba mas gordita, quizás algo acabada, no encontraba su momento, levantar, despegar, le levanté la moral. Cenamos y me encendí, ni cuando la probé en otras buenas circunstancias me puso tan fierro. Fuimos a una galería, le compré lencería, le encantó, buscamos un telo y me iba bailando, meneando, se reía y lloraba, le secaba las lágrimas hasta que le comí la cuca, se puso loca, le mordí los senos y empezamos el tira y afloje, hubo un momento de locura y perdición, siempre nos cuidamos pero esta vez no se que nos pasó a ambos, me dijo que estaba segura de ella pero no de mí pese a eso, se arriesgó ( luego de 6 meses a chequearse), se lo empujé sin asco, duro y parejo, me iba a venir, tuve que pensar en una fea y en cosas horribles. Esta condenada le puso mucha sazón, mucho movimiento y recutecu, luego contra la pared en cucharita, fui despacio, ella quería acción y yo a penas respiraba, luego ella me voltea, me ahoga con sus carnes, sus nalgas algo caídas y con grasita pero todavía apetecibles, no resistí, en una me cirro y como goteaba.
Me enloquecía de blanco, de negro, sus piernas no gruesas y su cintura gruesa, la empecé a comparar, me bajoneó, me puse a pensar, tomaba y no le hablaba, ella estaba en su mundo, por momentos se iba, yo tenía que entrar en razón y darle ánimos. Luego otro trago y abrazos, nunca la vi así, solo decía que eran temas que ya pasaría. Si fuera madre podría pensar que es eso, pero siempre me contó que estaba sola, vivió sola e igual morirá, quizás le agarró la edad, la idea de irse sin retorno. No pude descifrar, cuando se esfumo todo, pudimos volver a la acción. Unos quecos, unos buenos pensamientos, un par de bromas y que me asfixiara con el todavía buen trasero, me aplastaba, me aplaudía, me aniquilaba. Le dimos duro al último round y sin saber que pasaría, con gusto nos vinimos, tal vez, el final de nuestra historia sexual.
