LeyStereo
Sargento
Cofrades, buenas noches...
Retomando la decisión de publicar y revivir los relatos anteriormente vividos en mi chiquititud, esta vez les traigo uno de los episodios más fascinantes, divertidos pero lamentablemente ya desaparecidos de mi vida.
Si bien recuerdan, en mi anterior relato les comentaba acerca del affair que mantuve con mi prima, pues, resulta que si bien, mi prima fue la primera en iniciarme en las andadas morbosas y fue la gran impulsora de que mi glande tenga un digno empezar; fue mi tía, quien me hizo ver el mundo de una manera distinta, y obvio que a las mujeres también. Una mujer un año y cuatro meses mayor que yo (el último conchito de mi abuelo, político, claro está). Al igual que en el anterior relato, no crearé ni mencionaré su nombre, simplemente la mencionaré como 'mi tía'.
Era verano de 1997, y ya había incursionado recientemente en mi vida sexual, con mi prima, cosa que me había vuelto un adicto al encuentro, obvio, era un crío, y por ende tenía las pilas a mil. Pero esos tiempos fueron difíciles para mí, ya que mis padres se estaban separando (digamos divorcio, pero no estaban casados). Mi madre, optó por llevarme con ella a vivir a la casa de su madre, una casa de un piso con 2 habitaciones muy pequeñas; la vida era incómoda, yo, acostumbrado a dormir en un cuarto para mí solo, terminé durmiendo en una misma habitación con dos tíos, mi vieja, y dos tías, hermanas de ella. Ni modo, ya estaba jodido, no había más que seguir adelante.
Yo no conocía a la familia de mi vieja, nunca los había visto, ni en pelea de perros; así que despertarme y ver caras nuevas, era todo un castigo. Pero, siempre hay una excepción a todo. Mi sorpresa fue que al despertar de ese primer día, vi a una chica, casi de mi edad, descendiendo del camarote en el cual había dormido. Nos miramos, ella agachó la cabeza y salió por la puerta.
Trato de levantarme para seguirla, y me doy cuenta que 'Pancho Villa' estaba en plena revolución, así que me quedé sentado hasta que la armada descanse. En eso mi vieja entra, y me pide que me asee para presentarme a toda su familia.
Voy al baño (así es, al único baño para tutilimundi) y me vuelvo a tropezar con ella, hago un ademán para saludarla con la mano, pero desaparece antes de que termine de moverla.
Luego de la presentación de rigor con toda la familia (cerca de 9 personas vivían ahí), me la presentan y me dicen, ella es tu tía; me acerqué a darle un beso en la mejilla y ella, fría y media distante solo me da la mano. Qué pensaba yo?, pues, cuándo carajos regresaré a la casa de mi primo, para levantarme a mi prima...
Todo el mundo salió a trabajar y solo éramos en la casa mi abuela, mi tía y yo. Mi abuela me dice, ve a mirar televisión en el otro cuarto, mientras yo hago el almuerzo. Casi corriendo me fui, y atrás mío aparece mi tía, quien cierra la puerta, se acerca a mi silla me mira a los ojos y me dice "No tomes a mal mi indiferencia, pero me llega altamente que un mocoso como tú, sea ahora el centro de atención" y se fue. Qué pensaba yo? Loca de , cómo no me quedé en la casa de mi viejo para ir a visitar a mi prima... Pero ese acercamiento de ella generó algo en mí, ya que cuando se retiraba pude ver su short pequeñito y un polito que resaltaba sus pequeños senos, los cuales me di cuenta cuando bajé la mirada antes de verle a los ojos. Los días pasaron y el trato con ella mejoró, al menos ya veíamos tele juntos y hasta jugábamos carnavales.
Solía descansar en las tardes, luego del almuerzo en el camarote, y grande fue mi sorpresa cuando al despertar la veo durmiendo a mi lado; mi primera reacción fue despertarla, pero solo atiné a observarla dormir. Ella parecía un ángel, tenía un rostro demasiado tierno, aunque su carácter era de otro planeta. Ella dormía mirándome a los ojos y mientras la miraba se movió y puso su mano a la altura de mi cintura. Entonces, se me prendió el foco y dije... en esta si caes, así que simplemente hice un giro de 180° y sus manos terminaron tocando mi casi dormido miembro viril, lo que generó que se despierte de su trance y empiece a levantar cabeza(ojo, no estoy hablando de ella). Yo ya estaba armado y solo estaba a la espera de que ella se despierte y me agarré a golpes, pero qué demonios... vale la pena (a esa época, esas cosas valen la pena). Mi sorpresa fue que ella al empezar a sentir el bulto en sus manos atinó a acariciarlos, casi frotarlo sobre el pantalón. Yo ya estaba medio wiflas. En eso volteo la cabeza y la veo despierta y diciéndome en voz baja "te gusta no?" y yo al estar aún en shock, solamente moví mi cabeza afirmativamente. Ella me dijo "qué bueno, porque a mí también me gusta" [Y acá va la anécdota, ella era una ferviente visitadora de la iglesia católica, iba todos los sábados a practicar con el coro y los domingos iba siempre a misa (ahora, practicaría con el coro o cantaría un tremendo SOLO... ni idea)]. Luego de mencionar eso, simplemente me bajó el short con la truza y empezó a frotármelo con fuerza; entre el dolor y el placer, aguanté el maltrato el cual se vería recompensado.
Ella se levantó de la cama y se fue a la otra habitación donde estaba mi abuela, demoran unos minutos, un promedio de 15 a 20. Cuando de repente entran las dos al cuarto y la abuela me dice "ya regreso, voy a salir al mercado a buscar a tu abuelo, vuelvo en un par de horas" y diciéndole a ella "cuídalo". Cerró la puerta y se escucharon tras ellos los pasos que se desvanecían con el andar. Ella me mira a los ojos y me dice "hoy, nos vamos a divertir".
Apresuradamente subió a su camarote y desde arriba me dijo "sube", mis ojitos estaban chinitos de alegría, por fin dije yo, ya no tendré que jalarme la cosita en el baño 'Yeah!'
Subo, raudo y fugaz, y ella simplemente atina a desvertirme, así que hago lo mismo con ella. Tenía unos pezones muy bonitos, eran marrones claros y estaban bien despachaditos. Una vez desnudos, ella hace un giro inesperado y termina dándome el trasero mientras su cabeza descansa en la parte inferior de mi abdomen. Sujeta mi miembro y empieza a introducirlo en su boca, con unas ganas y ternura a la vez, era la primera vez que me la chupaban en una forma tan deliciosa y sin presión... yo me sentía venir y creo que ella lo sintió, así que volteó la mirada y me dijo, juega con mi cosita. Yo, educado en todo momento, empecé a remojar mi boca en su casi lampiña vagina. Años después me enteraría que esa posición era el conocido 69.
Luego de las lubricaciones respectivas, ella me echó boca arriba y simplemente empezó a cabalgar sobre mí, induciendo que yo era aún inexperto. Grata fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que las embestidas las hacía yo y no ella "Te mueves bien... lo has hecho antes?" - "Sí" - le comenté. Ella sonrió y comenzó a frotarse contra mí. Estuvimos así por unos 3 minutos hasta que decidí cambiar de posición. Ella boca arriba y con las piernas en alto, sintió la pegada, dejó de sonreir para por primera vez empezar a sufrir. Se tabapa la boca y hacía gemidos bajos, ya que las paredes tienen oídos (las viviendas eran como quintas y los vecinos eran muy sapos). Luego de unos minutos le comenté "Voy a terminar" y ella soltó las piernas y se retiró, agarró mi miembro se lo metió a la boca y me dejó terminar en ella. Ver su rostro embarrado de líquido elemento era algo brutal. Consiguió PH y realizó la limpieza de rigor; cuando estuve a punto de coger mi short para asearme ella me detuvo y me dijo "Osea,... solo una vez?. Recuerda que tenemos casi dos horas". Esa tarde aprendí las artimañas de la masturbación femenina y obvio terminé teniendo 3 polvos y los testículos más secos que cerebro de bailarina de la movida de los sábados.
Si bien estas actividades las realizábamos en la casa de mi abuela, tuvimos la oportunidad de hacerlo unas veces en un hotel, siendo en un hotel la última vez que lo hicimos ya que esa vez perdimos la cabeza y es la razón por la cual cuando nos vemos simplemente nos saludamos a lo lejos.
Pero eso lo escribiré mañana, en el transcurso del día.
Retomando la decisión de publicar y revivir los relatos anteriormente vividos en mi chiquititud, esta vez les traigo uno de los episodios más fascinantes, divertidos pero lamentablemente ya desaparecidos de mi vida.
Si bien recuerdan, en mi anterior relato les comentaba acerca del affair que mantuve con mi prima, pues, resulta que si bien, mi prima fue la primera en iniciarme en las andadas morbosas y fue la gran impulsora de que mi glande tenga un digno empezar; fue mi tía, quien me hizo ver el mundo de una manera distinta, y obvio que a las mujeres también. Una mujer un año y cuatro meses mayor que yo (el último conchito de mi abuelo, político, claro está). Al igual que en el anterior relato, no crearé ni mencionaré su nombre, simplemente la mencionaré como 'mi tía'.
Era verano de 1997, y ya había incursionado recientemente en mi vida sexual, con mi prima, cosa que me había vuelto un adicto al encuentro, obvio, era un crío, y por ende tenía las pilas a mil. Pero esos tiempos fueron difíciles para mí, ya que mis padres se estaban separando (digamos divorcio, pero no estaban casados). Mi madre, optó por llevarme con ella a vivir a la casa de su madre, una casa de un piso con 2 habitaciones muy pequeñas; la vida era incómoda, yo, acostumbrado a dormir en un cuarto para mí solo, terminé durmiendo en una misma habitación con dos tíos, mi vieja, y dos tías, hermanas de ella. Ni modo, ya estaba jodido, no había más que seguir adelante.
Yo no conocía a la familia de mi vieja, nunca los había visto, ni en pelea de perros; así que despertarme y ver caras nuevas, era todo un castigo. Pero, siempre hay una excepción a todo. Mi sorpresa fue que al despertar de ese primer día, vi a una chica, casi de mi edad, descendiendo del camarote en el cual había dormido. Nos miramos, ella agachó la cabeza y salió por la puerta.
Trato de levantarme para seguirla, y me doy cuenta que 'Pancho Villa' estaba en plena revolución, así que me quedé sentado hasta que la armada descanse. En eso mi vieja entra, y me pide que me asee para presentarme a toda su familia.
Voy al baño (así es, al único baño para tutilimundi) y me vuelvo a tropezar con ella, hago un ademán para saludarla con la mano, pero desaparece antes de que termine de moverla.
Luego de la presentación de rigor con toda la familia (cerca de 9 personas vivían ahí), me la presentan y me dicen, ella es tu tía; me acerqué a darle un beso en la mejilla y ella, fría y media distante solo me da la mano. Qué pensaba yo?, pues, cuándo carajos regresaré a la casa de mi primo, para levantarme a mi prima...
Todo el mundo salió a trabajar y solo éramos en la casa mi abuela, mi tía y yo. Mi abuela me dice, ve a mirar televisión en el otro cuarto, mientras yo hago el almuerzo. Casi corriendo me fui, y atrás mío aparece mi tía, quien cierra la puerta, se acerca a mi silla me mira a los ojos y me dice "No tomes a mal mi indiferencia, pero me llega altamente que un mocoso como tú, sea ahora el centro de atención" y se fue. Qué pensaba yo? Loca de , cómo no me quedé en la casa de mi viejo para ir a visitar a mi prima... Pero ese acercamiento de ella generó algo en mí, ya que cuando se retiraba pude ver su short pequeñito y un polito que resaltaba sus pequeños senos, los cuales me di cuenta cuando bajé la mirada antes de verle a los ojos. Los días pasaron y el trato con ella mejoró, al menos ya veíamos tele juntos y hasta jugábamos carnavales.
Solía descansar en las tardes, luego del almuerzo en el camarote, y grande fue mi sorpresa cuando al despertar la veo durmiendo a mi lado; mi primera reacción fue despertarla, pero solo atiné a observarla dormir. Ella parecía un ángel, tenía un rostro demasiado tierno, aunque su carácter era de otro planeta. Ella dormía mirándome a los ojos y mientras la miraba se movió y puso su mano a la altura de mi cintura. Entonces, se me prendió el foco y dije... en esta si caes, así que simplemente hice un giro de 180° y sus manos terminaron tocando mi casi dormido miembro viril, lo que generó que se despierte de su trance y empiece a levantar cabeza(ojo, no estoy hablando de ella). Yo ya estaba armado y solo estaba a la espera de que ella se despierte y me agarré a golpes, pero qué demonios... vale la pena (a esa época, esas cosas valen la pena). Mi sorpresa fue que ella al empezar a sentir el bulto en sus manos atinó a acariciarlos, casi frotarlo sobre el pantalón. Yo ya estaba medio wiflas. En eso volteo la cabeza y la veo despierta y diciéndome en voz baja "te gusta no?" y yo al estar aún en shock, solamente moví mi cabeza afirmativamente. Ella me dijo "qué bueno, porque a mí también me gusta" [Y acá va la anécdota, ella era una ferviente visitadora de la iglesia católica, iba todos los sábados a practicar con el coro y los domingos iba siempre a misa (ahora, practicaría con el coro o cantaría un tremendo SOLO... ni idea)]. Luego de mencionar eso, simplemente me bajó el short con la truza y empezó a frotármelo con fuerza; entre el dolor y el placer, aguanté el maltrato el cual se vería recompensado.
Ella se levantó de la cama y se fue a la otra habitación donde estaba mi abuela, demoran unos minutos, un promedio de 15 a 20. Cuando de repente entran las dos al cuarto y la abuela me dice "ya regreso, voy a salir al mercado a buscar a tu abuelo, vuelvo en un par de horas" y diciéndole a ella "cuídalo". Cerró la puerta y se escucharon tras ellos los pasos que se desvanecían con el andar. Ella me mira a los ojos y me dice "hoy, nos vamos a divertir".
Apresuradamente subió a su camarote y desde arriba me dijo "sube", mis ojitos estaban chinitos de alegría, por fin dije yo, ya no tendré que jalarme la cosita en el baño 'Yeah!'
Subo, raudo y fugaz, y ella simplemente atina a desvertirme, así que hago lo mismo con ella. Tenía unos pezones muy bonitos, eran marrones claros y estaban bien despachaditos. Una vez desnudos, ella hace un giro inesperado y termina dándome el trasero mientras su cabeza descansa en la parte inferior de mi abdomen. Sujeta mi miembro y empieza a introducirlo en su boca, con unas ganas y ternura a la vez, era la primera vez que me la chupaban en una forma tan deliciosa y sin presión... yo me sentía venir y creo que ella lo sintió, así que volteó la mirada y me dijo, juega con mi cosita. Yo, educado en todo momento, empecé a remojar mi boca en su casi lampiña vagina. Años después me enteraría que esa posición era el conocido 69.
Luego de las lubricaciones respectivas, ella me echó boca arriba y simplemente empezó a cabalgar sobre mí, induciendo que yo era aún inexperto. Grata fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que las embestidas las hacía yo y no ella "Te mueves bien... lo has hecho antes?" - "Sí" - le comenté. Ella sonrió y comenzó a frotarse contra mí. Estuvimos así por unos 3 minutos hasta que decidí cambiar de posición. Ella boca arriba y con las piernas en alto, sintió la pegada, dejó de sonreir para por primera vez empezar a sufrir. Se tabapa la boca y hacía gemidos bajos, ya que las paredes tienen oídos (las viviendas eran como quintas y los vecinos eran muy sapos). Luego de unos minutos le comenté "Voy a terminar" y ella soltó las piernas y se retiró, agarró mi miembro se lo metió a la boca y me dejó terminar en ella. Ver su rostro embarrado de líquido elemento era algo brutal. Consiguió PH y realizó la limpieza de rigor; cuando estuve a punto de coger mi short para asearme ella me detuvo y me dijo "Osea,... solo una vez?. Recuerda que tenemos casi dos horas". Esa tarde aprendí las artimañas de la masturbación femenina y obvio terminé teniendo 3 polvos y los testículos más secos que cerebro de bailarina de la movida de los sábados.
Si bien estas actividades las realizábamos en la casa de mi abuela, tuvimos la oportunidad de hacerlo unas veces en un hotel, siendo en un hotel la última vez que lo hicimos ya que esa vez perdimos la cabeza y es la razón por la cual cuando nos vemos simplemente nos saludamos a lo lejos.
Pero eso lo escribiré mañana, en el transcurso del día.