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10 Years of Service
Te buscaba chica linda, luego de mis aventuras contigo, mis momentos plenos
y en esos instantes donde fuiste mía bajo el fuego de pasión conjugada, me sentí
pleno y dichoso.
Esas palabras vienen a mi mente cada vez que pienso en una amiga muy especial
a la que tuve tan solo una vez, la oportunidad de tener en mi cama, luego de una
larga charla.
Procederé a contarles, Ella se llama María de 27 años, 1.65 m de estatura, gruesita,
ojos claros, 38 b de brassiere (sí un atributo que me encantó), trigueña y cabello
largo ondulado castaño claro, que enmarcaba y daba contraste y belleza mil a su
rostro y sus ojos negros, una sonrisa perlada custodiada por 2 hermosos labios
suaves, delicados y dibujados de forma fina y delicada.
Con ella me encontré luego de año, dado que nos conocíamos de mi barrio allá
en Sullana-Piura, desde pequeños pasábamos tiempo juntos, ella incluso me
dejaba recostar mi cabeza en su regazo, siendo niños de 10 años, no habría malicia en
ello, pero en fin, hasta la gente nos molestaba a rabiar, jajajaja, recuerdo que estando
así un día al cumplir los 13 años, estábamos rodeados de amigos y estábamos jugando
al matagente, luego de lo esforzado del juego comenzamos a jugar botella borracha, y al
final ella y yo nos fuimos a ver televisión a mi casa, su familia me tenía tanta confianza
que no me objetaba nada, bueno entonces yo solo me arrecosté en su regazo como siempre
ella con su vestidito corto blando de tiras sin escote, percibo un aroma dulce y bastante
suave de su piel. Le pregunto: María, ¿Es colonia lo que estoy oliendo? Ella coqueta dice:
¿Te gusta? Es Dancing. Allá replico yo. Pude notar que paulatinamente estaba creciendo, que
sus labios se dibujaron tal como lo describí anteriormente, sus piernas más suaves y comencé
a percibir sonrojos cada vez que notaba algo en ella. Seguimos viendo la tele y ella me dice:
Veo que has crecido y no tienes esa voz de pito que tenías antes. Yo solo le dije: Total ¡Y luego no
quieres que te diga nada! Jajajajaj solo reí y le dije: ya lo noto. Imperceptiblemente ella jugaba con
mis cabellos y sentí que sus ojos se clavaban en mi nuca. No sé luego de ello, instinto o morbo, pero
procedí acariciar sus muslos con suavidad con mi mejilla, y tan solo sé que ella me dijo: ¿Qué pasa?-
de un tono entre reproche y gusto, solo atiné a decirle: Me siento cómodo es todo. Derrepente se va la luz
y ella se asusta y me dice me tengo que ir, yo solo le dije: Ok chau, y ella como nunca se despide de beso
y al hacerlo se juntaron nuestras bocas. Fue un beso corto, dulce y solo atiné a decirle: Chau cuídate.
Luego de ese momento tuvimos más momento así, donde los besos con ella fueron una delicia, había días
en que venía unos shorts que iban marcando la figura sinuosa y unos politos que marcaban el inicio de sus
atributos, esos que una vez adultos devoraría sin tasa.
Mi familia, pasó por problemas y teníamos planeado irnos a Piura a vivir, se lo conté y ella dejó de hablarme
como 2 semanas. Hasta que un día estando en el colegio a eso de las 3pm (hora de recreo) Oye "loco"
te buscan en dirección. Voy a dirección normal ( total estaba acostumbrado no era disciplinado jajaja)
Y voy y me encuentro con ella vestida de enterizo caqui, escotado, oliendo a Dancing un poco más fuerte,
cabello suelto, pintada con carmín en sus labios, chapas rojas tenues, sandalias bajas y tan solo dijo: Vamos.
Yo solo dije: Te veo afuera. Me dirigí a mi salón y salté el muro. Me tiré la pera jajajajaja.
Al encontrarnos nos fuimos al Centro a la heladería Venecia en la plaza de armas sullanense con un calor bárbaro,
al sentarnos le dije: Pensé que no me hablarías más. Ella me dijo: Sólo pasémosla bien sí?¡ Y estuvimos charlando
hasta que se acabó el helado, nos fuimos caminando, hacia el puente que conecta Sullana con Marcavelica, era una
bella vista en ese entonces. Y al ver el río desde ahí nos animamos a ir a la orilla. Estábamos solos y nos dejamos
llevar ella y yo besándonos como siempre, pero esta vez fui más audaz, besaba con premura su cuello y moldeaba
a mi antojo su juvenil derriere y ella solo gemía a mi oído y yo le decía que hace mucho tiempo soñaba con tenerla sí
ella solo me decía: Te quiero negro, te quiero. Yo solo le dije: Yo ando así o más. Y en la orilla del río en medio de la
tarde que acallaba nuestros calores, tan cerca del agua fresca decidí tocar mi primer par de tetas. Eran unos suaves
y tiernos montículos con un pezón sensible que a mis primeros embates toscos, ella dijo: despacio negrito, despacio por favor.
Entonces con ternura y pasión decidí proseguir, ella solo se aferraba a mi cuello y a mis labios con su boca sedienta y dulce.
Nos recostamos en la hierba. Y prácticamente estaba un paso de desvestirla y siento ese aroma que siempre me atrajo, provenía
de su parte íntima se había venido. Me alegro y le dije me dejas ver. Ella avergonzada se negó, y me dijo: Aquí no.
Yo solo comprendí y seguí besando y acariciando hasta que ví que era tarde. Regresamos juntos al barrio la dejé cerca a su casa y me fuí
a la mía donde me chicotearon hasta decir basta por tardón.
Lamentablemente 3 días después me mudé a Piura y antes de irme solo me pude despedir de mano y mirando a los ojos
y le prometí visitarla. Y así lo hice 3 meses después donde se daría un evento que nos conectaría por siempre.
(Continuará)
y en esos instantes donde fuiste mía bajo el fuego de pasión conjugada, me sentí
pleno y dichoso.
Esas palabras vienen a mi mente cada vez que pienso en una amiga muy especial
a la que tuve tan solo una vez, la oportunidad de tener en mi cama, luego de una
larga charla.
Procederé a contarles, Ella se llama María de 27 años, 1.65 m de estatura, gruesita,
ojos claros, 38 b de brassiere (sí un atributo que me encantó), trigueña y cabello
largo ondulado castaño claro, que enmarcaba y daba contraste y belleza mil a su
rostro y sus ojos negros, una sonrisa perlada custodiada por 2 hermosos labios
suaves, delicados y dibujados de forma fina y delicada.
Con ella me encontré luego de año, dado que nos conocíamos de mi barrio allá
en Sullana-Piura, desde pequeños pasábamos tiempo juntos, ella incluso me
dejaba recostar mi cabeza en su regazo, siendo niños de 10 años, no habría malicia en
ello, pero en fin, hasta la gente nos molestaba a rabiar, jajajaja, recuerdo que estando
así un día al cumplir los 13 años, estábamos rodeados de amigos y estábamos jugando
al matagente, luego de lo esforzado del juego comenzamos a jugar botella borracha, y al
final ella y yo nos fuimos a ver televisión a mi casa, su familia me tenía tanta confianza
que no me objetaba nada, bueno entonces yo solo me arrecosté en su regazo como siempre
ella con su vestidito corto blando de tiras sin escote, percibo un aroma dulce y bastante
suave de su piel. Le pregunto: María, ¿Es colonia lo que estoy oliendo? Ella coqueta dice:
¿Te gusta? Es Dancing. Allá replico yo. Pude notar que paulatinamente estaba creciendo, que
sus labios se dibujaron tal como lo describí anteriormente, sus piernas más suaves y comencé
a percibir sonrojos cada vez que notaba algo en ella. Seguimos viendo la tele y ella me dice:
Veo que has crecido y no tienes esa voz de pito que tenías antes. Yo solo le dije: Total ¡Y luego no
quieres que te diga nada! Jajajajaj solo reí y le dije: ya lo noto. Imperceptiblemente ella jugaba con
mis cabellos y sentí que sus ojos se clavaban en mi nuca. No sé luego de ello, instinto o morbo, pero
procedí acariciar sus muslos con suavidad con mi mejilla, y tan solo sé que ella me dijo: ¿Qué pasa?-
de un tono entre reproche y gusto, solo atiné a decirle: Me siento cómodo es todo. Derrepente se va la luz
y ella se asusta y me dice me tengo que ir, yo solo le dije: Ok chau, y ella como nunca se despide de beso
y al hacerlo se juntaron nuestras bocas. Fue un beso corto, dulce y solo atiné a decirle: Chau cuídate.
Luego de ese momento tuvimos más momento así, donde los besos con ella fueron una delicia, había días
en que venía unos shorts que iban marcando la figura sinuosa y unos politos que marcaban el inicio de sus
atributos, esos que una vez adultos devoraría sin tasa.
Mi familia, pasó por problemas y teníamos planeado irnos a Piura a vivir, se lo conté y ella dejó de hablarme
como 2 semanas. Hasta que un día estando en el colegio a eso de las 3pm (hora de recreo) Oye "loco"
te buscan en dirección. Voy a dirección normal ( total estaba acostumbrado no era disciplinado jajaja)
Y voy y me encuentro con ella vestida de enterizo caqui, escotado, oliendo a Dancing un poco más fuerte,
cabello suelto, pintada con carmín en sus labios, chapas rojas tenues, sandalias bajas y tan solo dijo: Vamos.
Yo solo dije: Te veo afuera. Me dirigí a mi salón y salté el muro. Me tiré la pera jajajajaja.
Al encontrarnos nos fuimos al Centro a la heladería Venecia en la plaza de armas sullanense con un calor bárbaro,
al sentarnos le dije: Pensé que no me hablarías más. Ella me dijo: Sólo pasémosla bien sí?¡ Y estuvimos charlando
hasta que se acabó el helado, nos fuimos caminando, hacia el puente que conecta Sullana con Marcavelica, era una
bella vista en ese entonces. Y al ver el río desde ahí nos animamos a ir a la orilla. Estábamos solos y nos dejamos
llevar ella y yo besándonos como siempre, pero esta vez fui más audaz, besaba con premura su cuello y moldeaba
a mi antojo su juvenil derriere y ella solo gemía a mi oído y yo le decía que hace mucho tiempo soñaba con tenerla sí
ella solo me decía: Te quiero negro, te quiero. Yo solo le dije: Yo ando así o más. Y en la orilla del río en medio de la
tarde que acallaba nuestros calores, tan cerca del agua fresca decidí tocar mi primer par de tetas. Eran unos suaves
y tiernos montículos con un pezón sensible que a mis primeros embates toscos, ella dijo: despacio negrito, despacio por favor.
Entonces con ternura y pasión decidí proseguir, ella solo se aferraba a mi cuello y a mis labios con su boca sedienta y dulce.
Nos recostamos en la hierba. Y prácticamente estaba un paso de desvestirla y siento ese aroma que siempre me atrajo, provenía
de su parte íntima se había venido. Me alegro y le dije me dejas ver. Ella avergonzada se negó, y me dijo: Aquí no.
Yo solo comprendí y seguí besando y acariciando hasta que ví que era tarde. Regresamos juntos al barrio la dejé cerca a su casa y me fuí
a la mía donde me chicotearon hasta decir basta por tardón.
Lamentablemente 3 días después me mudé a Piura y antes de irme solo me pude despedir de mano y mirando a los ojos
y le prometí visitarla. Y así lo hice 3 meses después donde se daría un evento que nos conectaría por siempre.
(Continuará)