La chata sigue laburando hasta donde tengo conocimiento, es más, su acostumbrado número de chamba sigue operativo. La última vez que la visité fue hace más de medio año y conseguir una cita con ella fue todo un tributo a la persistencia y terquedad, que bestia! Siempre fue difícil conseguir que te atienda, sin embargo, ultimamente resultaba una tarea casi imposible, siempre tenía la agenda copada o te cancelaba a último momento; no sabría decir si es porque hace cada vez más estrecho su círculo de caseritos o porque le va tan bien en su otro negocio que cada día le queda menos tiempo para ir a atender a sus incondicionales. El tiempo lo dirá.
Saludos.