Parte 19
Abrí la puerta muy despacio y me quede mirando como Mateo estaba cachando a Lupe en perrito. La tenia jalando de los pelos con una mano y con la otra mano le apretaba la teta. Ambos se quedaron impresionados al verme. Lupe grito “Juan!” y Mateo puso una cara de asustado, pero seguía bombeando a Lupe. Ella trata de zafarse pero Mateo la tenía bien a agarrado de los pelo y de una de sus tetas. Yo tenía unas emociones encontradas, estaba a punto de cometer una locura, termine de entrar al cuarto y me acerque a la cama, pero en ese momento sentí que la cabeza me daba vuelta, estaba mareado. Comencé a retroceder, sentí que me iba a desmayar, justo estaba la silla del tocador de Lupe, caí sentado ahí. Estaba consciente pero la cabeza me estaba dando vuelta. Estaba furioso, decepcionado, humillado, estresado, todo eso se me junto y al parecer mi cuerpo no resistió.
Lupe: Juan perdona por favor, déjame explicarte. Suéltame! (se lo dice a Mateo que aun la tenía sujetada).
Mateo: Juan amigo, estas bien? (en su nerviosismo seguía sujetando a Lupe).
Lupe: Juan dime algo (en eso, no sé si por el mareo o por un ataque de ansiedad comienzo a reírme, a pesar de que estaba furioso).
Mateo: Creo que le gusta lo que está viendo.
Lupe: Que dices! Suéltame! (comencé a reírme con más fuerza).
Mateo: Ya vez, le gusta lo que ve. Hay esposos que le gusta ver a sus mujeres tirar con otros. No pasa nada, hay que seguir.
Lupe: Juan dime algo por el amor de dios.
Yo: Nada. Estoy bien (apenas pude decir eso, mientras seguía riendo y lo dije para evitar poner en aviso a Mateo y se vaya de la habitación, quería que este ataque de ansiedad me pasara, para poder levantarme y ahí sí que lo iba a lamentar Mateo).
Mateo: Ya vez, no pasa nada. Lo está disfrutando. Hay que seguir (Mateo comenzó a bombearla).
Lupe: Ah! Que haces? mejor para.
Mateo: Mira Juan como me follo a tu mujer. Estas viendo que le estoy dando por su culo, que está bien ajustado. Tu mujer decidió que yo fuera el primero, el que le desvirginara el culo (la estaba bombeando salvajemente).
Lupe: Ahhh! Para no sea idiota.
Mateo: Que dices perra? Respeta a tu macho, plap, plap (la comenzó a dar lapos en su nalga).
Lupe: Ahhh! Mmm, no puedo más. Sigue! No pares! Ahhh.
Mateo: Vamos dile a Juan quien es tu cachero, míralo carajo! (Mateo la agarro bien de los pelos e hizo que me mirara fijamente). Dilo carajo, dile quien es tu cachero.
Lupe: Ahhh! Tú lo eres. Tú eres mi cachero. Sigue no pares.
Mateo: Ahhh! Si que rico. Voy a llenar a la perra de tu mujer. Le voy a dejar mi leche adentro de su culo (en eso me levanto, pero me sigo riendo, los mareos habían pasado).
Lupe: Sigue no pares (Lupe comenzó a venirse y yo me sigo acercando a la cama).
Mateo: Quieres ver de cerca cómo se está viniendo la puta de tu mujer. Mírala como hago que se venga la puerca. Contigo nunca se vino así, solo con su macho. Ahhh! Me vengo. Le voy a llenar el culo a tu mujer. Ahhh!!! (comenzó a venirse dentro de su culo).
Yo ya estaba completamente consciente, pero fingía reírme y ya cuando lo tuve cerca reaccione. Le metí un puñete que lo tumbo en la cama. Lupe salió despavorida. Me subí en la cama y ahí si no sé cuánto puñetes más le metí. Lupe salto sobre mí para detenerme y yo la empuje. Mateo trata de reaccionar para protegerse, logra empujarme pero antes de cruzar la puerta de la habitación, lo agarró del cuello y lo tiro al suelo y lo comienzo a patear en el estómago, después me agache y le volví a dar más puñetes. Lupe me gritaba que me detuviera y se lanzó de nuevo sobre mí. Lupe me decía “reacciona lo estas matando, se está quedando inconsciente”. Entre en razón, me detuve. Mateo estaba algo inconsciente y tosiendo, lo había dejado sin aire por las patadas. Por un momento me asuste de mí mismo, de mi furia, de mi rabia. Comencé a pesar y a razonar, de que las cosas podían salirse de control. Me tome unos minutos y entre en razón. Ayude a Mateo a levantarse y le dije que no le iba a pegar más, pero aun así estaba algo asustado. Le di una toalla para que se tapara. Agarre todas sus cosas y lo lleve a la cocina. A Lupe le dije que no saliera para nada del dormitorio. Me hizo caso sin protestar.
En la cocina le metí la cabeza en el fregadero, para lavarle la cara y terminara de despertarse. De ahí le puse hielo en la cara para bajar la hinchazón y le vende el torso, pero me preocupaba la nariz, le dolía demasiado. Me acerque al cuarto y le dije a Lupe que lo iba a llevar al hospital. Ella muy asustada solo me movió la cabeza afirmativamente. También le dije que ordenara toda la casa y la dejara como estaba, no quería ver ni un rastro de la que había hecho. Felizmente en el hospital me dijeron que no había fractura. Lo acompañe hasta su cuarto. Se echó en su cama y yo jale una silla y me senté a un costado y le dije que tenía que escucharme lo que le voy a decir. En ese momento comenzó a llorar y me pidió perdón. Tenía la mirada enterrada y era incapaz de mirarme a los ojos. Y le dije lo siguiente: “Te voy a dar lo que queda de semana para que busques un lugar bastante lejos de acá y te vayas, eso incluye de que te cambies de gimnasio. También quiero que lo que ha pasado, quede solamente entre los tres. No quiero enterarme de que te has estado jactando con tus patas, de que te has tirado a mi mujer. De lo contrario te buscare estés donde estés y no te va a gustar”. Bueno lo amenace fuertemente y no lo voy a detallar, ya que no está bien el nivel de amenace al que llegue. Aprovechándome de lo asustado que estaba, le pedí su celular y lo comencé a revisar. Revise todo, hasta las fotos y videos ocultos. Encontré videos con varias flacas, maduras en su mayoría. No había video con mi esposa, pero si fotos. Lo borre pero los pack tenían fecha reciente menor a un mes. No estaban los pack que me enseño un tiempo atrás. Nadie borra eso, lo guardas en otro lugar, además que ocupa mucho espacio en tu celular. Me entro la duda de que tuviera pack de mi mujer guardado en otro dispositivo. No le dije nada para no alertarlo.
Al llegar a mi casa, todo estaba ordenado y mi mujer estaba despierta esperándome en la habitación. Tenía puesto un pijama conservador, como los que usaba siempre o por lo menos cuando dormía conmigo. No quise hablar con ella, ni dormir en esa cama, ni tampoco dormir en el sofá, ni en ningún lugar donde habían follado. El único lugar que quedaba era la habitación de mi hijo, la que usa cuando viene de visita a la casa. Al día siguiente me levante temprano, casi no dormí. Fui a mi habitación, y ella estaba despierta le dije que alistara sus cosas, que la iba a llevar al aeropuerto para que visite a un familiar cercano que tiene en provincia. Puso un poco de resistencia al principio, quería hablar conmigo, pero yo todavía no quería hablar con ella. Al final entendió que era lo mejor, pasar un tiempo fuera de la casa, alejarnos un poco para reflexionar, sobre lo sucedido. Además quería evitar que se cruzara con Mateo. Lupe comenzó a llorar y me pidió perdón, intento acercarse y agarrarme la mano, pero se la saque y me fui de la habitación.
La lleve al aeropuerto sin cruzar palabra. Yo quería reflexionar si perdonar a mi esposa, después de haberla descubierto en la cama con otro, en nuestra cama, después de haberla visto follar de la forma en la que nunca lo hicimos (anal, oral, tragada de leche). Mi lado machista me decía que no la perdone, pero ese mismo lado machista me hacía preguntar, que le voy a decir a mis hijos y amistades de porque nos separamos, que me iba inventar. En ese momento era mi única opción, sepárame de ella, pero antes tenía que ver, que iba a inventarme. Llegue a mi casa, ese día no fui a trabajar. Mateo no salió para nada, imagine que con esa cara no iba a trabajar. Al día siguiente salió temprano a trabajar y a mí me entro la curiosidad. Entre a su cuarto y comencé a revisar entre sus cosas. Encontré una cámara espía tipo botón. Son esas cámaras recargables que te duran entre 3 a 4 de horas. Sospeche que lo usaba para grabar en su cuarto, ya que te va a durar más que grabar con tu celular. Pero si grababa con esa cámara y por horas no lo iba a descargar a su celular, el único lugar donde lo podía descargar y guardar era en su laptop. Me puse a revisar su laptop. No había nada de mi esposa más que un video, que era reciente, del día en que Lupe salió de madrugada de la casa para ir a su cuarto, mientras mi hijo dormía. Ese día que mi hijo le cayó de visita, arruinando su noche en mí casa. Lo revise y termine más sorprendido de lo que Lupe había sido capaz de hacer.
Pasaron los días y Mateo consiguió otro lugar donde vivir, lejos de mi casa. Se mudó y pude pasar unos días tranquilos en mi casa. Así que llame a Lupe, le dije que buscara un momento y lugar para que podamos hablar tranquilamente. Hablamos por horas, me saco encara que ella nunca me había hecho problemas por mis infidelidades. Como diciéndome que estábamos a mano, luego se tranquilizó y me pidió perdón, que no arruinemos nuestro matrimonio, que vayamos a terapia. Yo le preguntaba más que nada porque lo hizo, que pasó. Ella solo me dijo que Mateo tenía la culpa, que ella se vio sorprendida por él, apelo a lo religioso a que algo maligno se le metió y demás tonterías. Le pregunte si estaba enamorada de él y ella me respondió de inmediato que no, que solo me ama a mí. Después de tanto hablar le pedí que se quedara un poco más de tiempo con su familiar y me rogo por volver, que se estaba volviendo loca, que no se sentía bien y que me extrañaba mucho, pero igual le dije que no, quería estar unos días más solo. Al día siguiente me volvió a llamar desesperada, que quería regresar, no se sentía bien, le dije que no.
Tres días después me llama Mateo y me sorprendió. Le conteste con mucha duda. Mateo me saludo y me dijo algo que me dejo sorprendido “Tu esposa me fue a buscar ayer a mi trabajo a decirme que quería hablar conmigo y le dije que lo mejor era dejarlo ahí y evitar más problemas, pero estaba insistente en querer hablar conmigo. Hoy se apareció temprano en el edificio donde estoy viviendo y se puso igual de insistente y esta vez me amenazó con hacer un escándalo sino le dejaba entrar, para evitar tener problema con el dueño del edificio, la tuve que hacer entrar. No hemos tenido nada, la he dejado en mi cuarto y tuve que salir con la excusa que iba a comprar algo en la bodega y poder llamarte y ponerte en aviso. Tu dime qué hago? Continuara…