Juanchi1138
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Que tal gente, bueno a la flaquita del último post si me la disfruté bien rico, como era de la sierra del norte chico, viajaba constantemente a Huacho antes de enrumbar a su tierra, una tarde estaba de visita en el primer piso y me pidieron que le avise y le ayude a alistarse porque tenía que viajar horas mas tarde. Claramente subí y aproveché el pánico para cogérmela bien rico, estaba con un sastre verde y una blusa, entré y le dije que era hora de que se aliste mientras la apreté a mi para que sienta mi verga dura y le mordí el labio, ella intentó retroceder diciendo que alguien podría subir, le dije que no ya que me habían mandado a ayudarla así que nadie más vendría, aproveché que se había dado vuelta y agachado en la cama mientras movía su ropa para tomarla por las caderas y puntearla, cuando se irguió, rápidamente subí mis manos para apretarle las tetas y besarle el cuello, a lo que simplemente se estremeció y empecé a tocarle la vagina con una mano, se fue relajando mientras metía mis manos por debajo de la ropa para jugar con sus pezones y clítoris, al mismo tiempo me movía al ritmo de su cuerpo presionando mi pene en sus nalgas. Se entregó. Con la blusa y el brasier alzados la tiré a a la cama, le bajé el pantalon y el calzóncito para sopearla y sentir con mi lengua los jugos que iban saliendo, tenía un condón de los espuelados en el bolsillo, me lo pusé y empecé a penetrarla mientras estaba parado a un lado de la cama con sus piernas juntas en mi hombro, como la había dejado mojadita se la metí toda sin asco a lo que se le abrieron los ojos y rápidamente empecé a moverme mientras una mano alternaba paseando por sus tetas y metiendole los dedos a la boca, le quité lo de abajo y la puse en cuatro, se la arrimaba con fuerza, ella se tapaba la boca con una mano para no gemir, no era de hacer mucho ruido pero parece que disfrutaba particularmente la ocasión. Estaba tan arrecho viendola así que mientras la penetraba con vehemencia mi sudor iba cayendo en sus caderas y su culo, me exitó tanto ver su ano brillando de sudor que empecé a escupirle y frotárselo con mis dedos, al cabo de un rato ya le había metido un dedo al ano, sin embargo me comentó que estaba algo cansada y quería descansar sobretodo su papita, aproveché ese momento para ponerla en cucharita y empecé a frotar mi glande con la superficie de su ano, constantemente escupia a fin mantener bien lubricada la superficie. Poco a poco, sentí como su ano se había relajado y ya había cedido un poco tras haberle metido un par de dedos por lo que empecé a empujar un poco más hasta que logré que la puntita abra ligeramente más su culito, soltó un ligero grito de dolor, sin embargo, seguí empujando suavemente y, a veces, volvía a escupirme en las manos para lubricar su ano hasta que decidí empujar un poco más y entró la mitad de mi glande, en ese instante, su cuerpo se estremeció y sentía como me apretaba esa zona, me arrechaba más y quería metérsela toda, sin embargo me quede ahí, disfrutando de esa sensación, solo una parte de mi pene estaba bien apretado y cálido, ella parecía acostumbrarse a la sensación, señal de meterla toda hasta que entró mi glande, le dolió pero también aguantó como buena perra, no quiso que lo saque, déjalo un rato más me dijo, mientras con la otra mano, debajo de su cuerpo, le apretaba las tetas y le besaba la oreja, el hombro y el cuello, antes de terminar de insertar mi miembro, usé la mano que lubricaba para dedearla y jugar con su clítoris, meterle dos dedos y en ese jugueteo nuestros cuerpos se movieron de la excitación y mi verga, ya adentro, terminó de entrar en su culito, su ano virgen apretaba tanto como sus ojos reaccionando a lo que aconteció. Mientras empezaba a moverme, mi pene de la arrechura empezaba a lubricar el interior de su ano lo cual permitió aumentar el ritmo del vaiven de mi cadera hasta que su piel y la mía empezaron a sonar como aplausos. Fue tan delicioso el encuentro que no duró mucho tiempo hasta que terminé por eyacular al mismo tiempo que ella se retorcía de su primer orgasmo anal.
