"Por siempre nos encontraríamos en un solo movimiento, sabíamos que nos encenderiamos".
Poco antes de año nuevo de hace 5 lustros, conocí a una menuda, alegre y enigmática nena. Ella es la sobrina de la marcianera, vino para pasar vacaciones e hizo su vida, quitándole el amor y las buena costumbres a su familiar.
Mientras que la tía cocinaba con la sobrina, yo me fui a comprar chelas, ron y vino, de paso un helado si se les antoja a las ninfetas. Al regresar estaba todo listo, cenamos, departimos, tomamos los dos adultos, la joven no le agrada, paraba en su celu de seguro con sus fans. Yo hasta ese momento no perdía la cabeza, sabia que era agradable y simpática pero me mantuve al margen, el lobo no quería cazar.
Y de pronto luego de 2 botellas de vino, un par de cubitas y un bailongo, la sra se fue a dormir, me quede conversando con la sobrina, me contaba sus tonterías pero cuando me dijo bailemos esta canción, puso NYD de U2, sentir su aroma, su larga cabellera que demostraba mucha personalidad y la niña ingenua se quedaba sentada mirándonos como salia la mujer que te despedaza, era una energía y me pasaba una vibra de querer poseerla en el momento.
Esa madrugada no ocurrió nada, me tome un trago mas y me fui a dormir.
En la mañana siguiente, ellas me levantaron, fui a comprar el pan, embutido, tamal y empanadas. Comimos rico y cuando me iba a levantar para lavar las tazas y platos, tocan el timbre, era un joven vecino, ya se había hecho amigo de la nenita, me dio celos, ellos se fueron y regresaron tarde, muy tarde. La marcianera estaba distante y algo melancólica, nos acompañaron dos vecinas con las que nos pusimos a cantar desde rancheras, boleros y música criolla. El trago nos convencía de pecar, ya me animaba con una de las veteranas y llega la mocosa. Subió rápido a su cuarto, dejando un olor a sexo y destrucción.
Todo el fin de semana me quedé, no paso nada con la tía y cuando quería tener algo con la vecina, la sobrina se metía, un momento en la cocina se me acerca y me dice que hago con ellas, mi cuerpo precisa de juventud, que bote mi enfermedad con su lozania, sus palabras casi me decían cachala y déjala, sométela y que te busque. Me hice el fuerte, le conteste no es de tu incumbencia, se rio picaramente y se fue, llego de nuevo el chibolo y la volvio a sacar. Esa noche la espere, me bebí todo, casi dormido, me despierta el sonido de la puerta, su olor a jazmines, a heno cortado una noche de verano y a manzanilla sacaba mi lado malo. No espere, la acerque a mi, le comí los labios, la subí sobre mi, le moví el short, y dispare con todo, no perdí tiempo, me corrí y seguía erecto, la puse en 4 y la destruí, que polvo y ella gimiendo despacio, pidiendo mas, un par mas de balas y la liquide, le tire toda la leche en la espalda.......