En la misma cuadra de Corintios hay un hueco puerta a la calle de masajes que a primera vista más tiene pinta de venta de golosinas sobre todo porque atiende una cholita de 18 o 19 años, trigueña, flaquita, cabello largo, tipo esas de las que venden en los semáforos. Te acercas y en una, sin que le preguntes, con cara seria te pone el parche de que solo masajes relajantes pero mi instinto canino me hizo entrar "claro, yo solo quiero masajes amiga". Ya adentro va cambiando la cosa a medida que pasan los minutos. Sin proponerle nada solita iba acercando sus manitos a la chulapi que ya la tenía armada pero no la llegaba a tocar del todo. Luego me ofrece estimulación "solo a mi porque nunca hace" pero le dije que lo que yo quería era tirar, a lo que me respondió con un rotundo no y le dije que no hay problema, que continúe con el masaje nomás. Me hablaba de sus compañeras venecas que sí tiraban y bla bla bla hasta que me preguntó "¿tú cuánto me pagarías?" Yo le dije que en un telo le podía pagar 100 pero en ese cuchitril no. ¿¿¿saben cuánto quería??? 300 lucas!!! JAJAJAJAJAJAJA me reí en su cara. Para no hacerla más larga, ella solita fue bajando el precio y bueno yo también cedí y quedamos en 100, que igual me parece mucho para ella pero me quise dar el gusto de atorarla. Le saqué el jugo a esos 100 y le di de alma a la caramelera. No recuerdo su nombre pero ahí les mando ese dato.