Cofra, aunque no estoy -aún- en esa promoción, reconozco que por temas de hipertensión arterial emotiva he estado en situaciones de severo riesgo coronario, dicho ello, de hecho a los pocos días de haber salido de alta de un cuadro cardíaco, tuve severa encerrona con una kineamiga; confieso que en la suite el sauna me aceleró el pulso más de lo normal, mientras la susodicha me hacía remarcable fellatio en el sauna, pensaba en qué pasaría si esa agitación se convertía en un infarto al miocardio; qué difícil e incómodo sería; luego de ello nos fuimos a la ducha a regular temperatura y posteriormente al jacuzzi que se nos había pasado un poco de temperatura, nuevamente esas palpitaciones me hacían pensar en el escándalo que sería dejar los huesos en una suite de un reconocido hotel miraflorino, lo mediático que se volvería el tema y si acaso algún conocido muy allegado a mi persona sabría encontrar los fondos entre mis pertenencias para poder silenciar a la prensa hambrienta de titulares morbosos....
Luego de ello nos mandamos 2 severos polvazos y al eyacular en el segundo, bastante agitado encima de su derrier, con una pierna al suelo y la otra sobre la cama, con ella en posición genupectoral, sentí toda clase de mareos, hormigueos y demás síntomas de estar cerca a un ACV o una fibrilación incontrolable que pudiera acabar en un IAM, sólo podía pensar "creo que la jodí" ....por fortuna no pasó de un intenso orgasmo, seguramente he rozado con sutileza los límites de lo que en ese momento mi cuerpo podía tolerar, y probablemente arriesgado más de la cuenta no sólo al incidente sino al escándalo.... Lo volvería a hacer? ¡Desde luego que sí!
Y es que finalmente el riesgo no es tanto lo que aquí se pueda dejar en sesiones incógnitas que no dejen huella en el historial, o en números de teléfono que le pertenezcan a fulanas que anuncian en internet, sino que en honor a la verdad lo de Nano se pudo evitar; si las hermanitas animalistas no hubieran sido carne de cañón en la convención en Arequipa, si los amiguísimos no se hubieran mandado severa bomba, y no hubieran azuzado al siempre cordial Hernando a beber luego de meterse sus azulitas, y tampoco hubieran estado en severa bomba todos los presentes, al punto de ponerse intransigentes en la posta médica, esperando que aparezca un médico para atender al superstar, perdiendo el mismo tiempo que les tardaba llegar al hospital de Mollendo; en toda juerga tiene que haber uno sano, así sea un mozo que contratas y luego le borras la memoria, pero siempre tiene que haber uno sano para que se haga cargo de las cagadas de los borrachos...
Una pena, de hecho, que ha sacado a la luz todo el resentimiento de quienes con cierto morbo y placer exclaman a viva voz y con orgullo "Por fin uno adinerado pudo conocer cómo mueren los ciudadanos de a pie" ridiculez más grande, aquí lo que bien pudo ser una canita al aire se volvió una juerga interminable de tíos achibolados que se van de palomillada a la playa a meterse severa bomba y cuando a uno de ellos se le cruzan Avatar con Johnnie los demás se ponen como teletubbies a hacer cualquier cosa menos lo correcto, y el precio por ello es una vida.