El troca es la catedral del puterio. Una puta que no alquila el culo en el troca es como un futbolista que no juega en el nacional o un político que no es choro. El troca actual, como es, es una reliquia de los años 70, sin redes sociales, con sus autos colectivos herederos de los lanchones, con su vendedor de huevos duros y su lomo saltado en el restaurante de la entrada, yo lo comí es muy bueno, de los mejores. El troca en el siglo XXI debe variar para enfrentar la oferta puteril actual de lima donde existe más de 20 locales legales. En los años 90 cuando empiezo a ir, solo sabía de las cucardas, la nene y el complejo del troca que incluye a la salvaje, el trocadero y el bote. Y aparte de estos el san pepe de la Victoria, pero ese no se si era legal y nunca fui. Hoy la oferta incluye espectáculos redes sociales, concursos, bailes etc. Además que los chongos nuevos incluyen seguridad privada que más joden con sus actitudes matonescas que ayudar a la seguridad. El troca con su mínima o inexistente seguridad, siempre me brindó una tranquilidad que nunca sentí ni en las calles de miraflores, nunca vi un problema, asalto o pleito. Seguramente los existió pero, particularmente nunca fui testigo de uno.