El año pasado por fiestas patrias use Tinder para conseguir una cita, conocí a un chico rubio de 18 años muy apuesto, pero algo escuálido. Me acuerdo que la pasamos en Miraflores y después hicimos rondas de shots junto a Katherine, ella cuando se pone borracha suele quitarse la ropa, pero en esa ocasión se metió a su cuarto para ponerse su babydoll azul y medias largas del mismo color, además de un hilo dental del mismo color que según ella era su pijama. Ese acto provocó que mi cité se enfocará más en ella, pasada la primera hora pude apreciar que se le formo un bulto al joven y Katherine al verlo se lanzó sobre el y le bajó los pantalones. Dios mío!!! Él sujeto tenía un pene de casi 30 cm, yo al ver eso retrocedi y me asusté, pero Katherine lo agarro de la mano y se lo llevó a su cuarto. Me quedé parada sin entender nada, así que cai rendida en el sofá a dormir. Me acuerdo que a la mañana siguiente seguía escuchando los gritos de Katherine, yo abrí apenas la puerta para ver y Vi como el sujetaba a mi amiga y la poseia con mucha fuerza, Yo decidí ignorarlos, me fui a desayunar y hacer ejercicio, abre tardado como dos horas, pero al regresar a mi casa grande fue mi sorpresa al seguir escuchando gemidos fuertes, otra vez veo a través de la puerta de la habitación y veo a mi amiga de la infancia amarrada a la cama boca abajo, eso me sorprendió, pero decidí irme lo antes posible. Estuve haciendo trabajo online y por fin se detienen los gemidos y el sujeto sale todo sudado y me mira con ojos de fuego, yo intenté decirle que se vaya, pero el me sometió y me obligó a realizarle sexo oral, acto seguido me rompió las leggins y quiso meterlo por dónde no me da el sol, pero gracias al grosor de su miembro se le dificultó el entrar y pude safarme y le dije que llamaría a la policía si volvía a tocarme. Él se quedó mirándome desnudo (su pene era casi un brazo) y regreso con Katherine que despues de cerrar la puerta, los gritos volvieron. Los dejé y a las 7 de la noche se retiró. Al día siguiente yo estaba lista para empezar mi rutina, pero Katherine no. Ella decidió descansar esa semana, por eso la despidieron. Toda esa semana estuvo con fuertes calabres en una de sus piernas que la imposibilitaba de caminar bien, además de tener el estómago suelto y ardor en sus dos agujeros. Verdadera pena me dió esa mujer, por su demacrado cuerpo y por su lenceria destrozada que le había costado 500 soles.
Nota: de verdad tengan cuidado que parejas sexuales eligen para meterse.