Mi genteee, por fin estoy algo libre como para contarles, seguimos con el relato:
Parte 5: Al día siguiente de estar con la chilena, empezamos a hablar seguido, ella me invitó nuevamente a su casa al día siguiente, todos sabemos ya lo que pasó, pero el problema es que esta flaca se me pegó demasiado, al punto de que me dijo que sea su enamorado y obviamente yo no quería, porque estaba a tope con los matches, para esto a los 2 días había empezado a hablar con una chica que llamaremos LORENA, y ojito con esta chica porque hasta el día de hoy le sigo dando con todo menos miedo. Lorena es una morena, como bien sabrán si han leído todo lo anterior, a mí me gustan las blanconas, pero esta chica me habló por tinder diciendo que me conocía de una “fiesta” le di like porque tenía unas buenas tetas, entonces entre habla y habla yo ya directo le dije para vernos en un parque por mi casa, para mi mala suerte cuando nos juntamos de noche la chilena estaba paseando a un perro que era de su prima, entonces me vio y se fue molesta, la cosa es que dije ni modo, tengo que asegurarme a esta flaca entonces, la flaca tenía 18, morena clara, tipo canela, tetasas y culaso, me dijo que por ahí vivía una amiga suya, la cosa es que tenía unos labios muy ricos, carnosos y se lo dije. Me encantan tus labios, me gustaría morderlos, ella se rió y dijo que era muy “lanzado”, entonces le dije que siendo directo pasan las mejores cosas de la vida…
Ella me dijo que parte de eso es cierto, pero hasta tal punto. Entre habla y habla, le dije que me gustaría estar echado viendo películas con ella y ella me dijo que estaba cansada, no perdí tiempo y en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos agarrando en mi cama…
Para tener 18 años, me metió una real mamada con esos labios tan ricos, que me puse demasiado fierro y procedí a meterle todo lo que ella se notaba quería, esos gemidos de una niña que era prácticamente me prendían más y ella como que trataba de estar al ritmo y nivel. Le dije que me gustaba mucho mientras le chupaba esas tetas tan ricas que tenía, se las mordía, chupaba, lamía y hasta chupetones mientras la clavaba cómo se debía. Hubo tanta conexión esa noche que me dijo que quería que fuéramos más que unos simples jóvenes que tiran. Me quedé tipo, ahora son 2? Le di su leche en las tetas y le pedí un Uber para que se vaya tranquila y sólo le dije: A mí también. Al día siguiente, me llevo una SORPRESOTA.