
Disculparan el retraso pero aquí continuamos con las aventuras que me di con la primita.
En el transcurso de la semana, comencé a planear donde llevarla para hacerla linda. Porque valgan verdades, a pesar del morbo de tener sexo con ella en su casa, el temor rondaba a que nos descubrieran y quede todo ahí.
Total, la idea era seguir disfrutando de ese cuerpo juvenil. Y llevarla lejos de la ciudad era la misión, y que ella esté de acuerdo a salir fuera.
Llegué un viernes en la noche. Y bueno, nos vimos de nuevo, y aprovechando que no había nadie, me dio otro beso. Buena señal pensé. Y le comenté acerca de mis planes. Ella me escuchaba atenta y me dijo: no sé primo, tú sabes que no me dejan salir así no más. Déjalo en mis manos le dije.
Y para mi buena suerte, estaba solo mi tía. Mientras cenábamos le pregunté a mi tía si al día siguiente quería ir a Real Plaza de Cajamarca, que iba por motivo de compras e iba a requerir de su ayuda. No hijo, gracias por la invitación pero tengo que ir a una reunión. Conste que te estoy invitando, contesté.
Pero hijo, lleva a tu prima. Ella puede acompañarte. No sé tía... ella querrá? Inmediatamente la llamó y le preguntó si deseaba acompañarme. Ok mamá, lo que tú digas. Bingo!
Al día siguiente, salimos temprano. La idea era aprovechar todo el tiempo posible. Subió a mi camioneta con una mochila a la mano. Vestía un jean, polito y una chaqueta. Estaba ligera como para viajar. Ya en el trayecto le pregunté que llevaba en la mochila. Ah, un vestido que espero te guste. Intuyó que ese era mi fetiche y vaya que le atinó (Adjuntaré imagen).
Fuimos parando por varios puntos para que se tome fotos. Ya saben, cosas de chicas. Por ahí un selfie juntos y aproveché en manosearla a mi antojo. Solo se reía. Así, haciendo hora llegamos a Cajamarca. En una fui a Real Plaza e hice las compras que tenía en mente. Y sin querer pasamos por una boutique. Ella se quedó mirando un conjunto jean. Ni modo, tuve que comprarle y se quedó más que contenta. Lo que no sabía es que ese gustito me la iba a cobrar con intereses.
Aún no era mediodía pero fuimos a comer algo. Pedimos en Bembos unos menús que ofrecen. Comimos algo ligero y salimos a buscar un hospedaje. Felizmente hallamos uno con cochera incluida. Nos metimos al cuarto y vaya sorpresa, tenía bañera. Abrí la llave para que se vaya llenando. Ella se fue desvistiendo hasta quedar solo con su trusa.
Ya me tenía confianza para andar con los senos al aire. La tiré a la cama y a comer esos senos chiquitos pero apetecibles. Luego la subí encima mío para seguir lamiendo sus pechitos y amasar ese culito. Le dije para ir a la bañera. Pero antes le quité el forrito con los dientes. Ella se reía.
La cargué para ir a la bañera. Me puse detrás de ella mientras enjabonaba su cuerpito. Fue una delicia en verdad. Solté una poco el grifo para que se limpiara el agua mientras nos enjuagábamos. La puse de pie para ver su desnudez. Qué rica estaba. Procedí a lamer su conchita que no tardó en mojarse. Después la puse a chupar mi pene y ver ese culito levantado... ufff.
Ni modo, la puse en cuatro y a entrar en esa vagina. Fui lento y una vez que la cabeza estaba dentro... entré con fuerza que pegó un grito de dolor. Ahí comencé a reventarla sin cesar. Volteaba a verme y sus ojos al principio eran llorosos pero después cambió por placer. En ese ínterin aproveché en masajear ese ano. No dijo nada para mí buena suerte. Introduje uno, y me dijo: qué me haces? Te gustó o no? Sí pero no sé, se siente raro.
Seguí penetrando en perrito hasta que llegó. Mis muslos mojados por sus líquidos. La enjuagué y la sequé para llevarla a la cama. Al recostarla, procedí a seguir lamiendo su vagina. Tenía un sabor agradable. Y estuve lamiendo hasta que otra vez llegó. Inmediatamente metí mi pene y a darle en misionero. Qué rico gemía. Luego la puse a cabalgar y así la tuve hasta que ya no pudo más.
La dejé descansar porque ya no daba más. Nos pusimos a platicar tontería y media para que se recupere. Todavía no había llegado y ahora sí tenía que darme ese final feliz. La puse a lamer mi pene para luego ponerla a cabalgar.
Luego la puse de cucharita a sentir ese toto haciendo palmas con mi pelvis. Luego en L y a taladrar. Ahí aproveché en ponerla en cuatro y me detuve y empecé a darle el beso negro. No quería pero hundí mi lengua todo lo que pude mientras mis manos sujetaban sus caderas para que no escapara. Así la tuve hasta que se mandó un para por favor. Me detuve para preguntar el por qué. Es algo nuevo... fue tan intenso para mí, respondió.
Quieres seguir sintiendo cosas nuevas? Pregunté. Sí primito, hazme de todo. Y eso hice. Le unté mi lubricante en la entrada de su ano, introduje mis dedos para dejar bien embarrado ese tubo. Luego embarré mi pene y empecé a entrar lentamente en ese tubito virginal. Como siempre, tuve dificultad pero el cabezón ya estaba dentro. Se quejó y me pidió que lo saque. Le pedí paciencia y estuve ahí un rato hasta que se acostumbró. Luego fui ingresando un poco más... y empecé a bombear suave.
Me la pasé bombeando con calma, hasta que los quejidos se convirtieron en gemidos de placer.
-Sigo primita?
-Sí primito, no pares por fav....
Fui salvaje porque aceleré y no paré hasta destrozar ese ano, con palmadas incluidas hasta dejar rojo esa colita.
-Quieres que te llene con mi leche, mi amor
-Sí primito, lo deseo
Y cumplí con su deseo. Que rico fue llenar de lactosa ese culo. Me quedé encima de ella hasta sentir que mi pene se reducía. Al retirarlo y ver ese hoyo fue épico.
Y sin darnos cuenta, ya eran las 8 de la noche. Ni modo, tuve que llamar a mi tía diciéndole que se nos hizo tarde y que al día siguiente salíamos. Ella dijo que no había problema.
Sí mis estimados cofras, iba a tener toda una noche más con mi querida primita.
To be continued...
Pd. No tenía tantos royales pero creo a todos el encierro nos ha afectado... pero como dicen los cofras, se aplica...