Carolina, primita cajamarquina

Mis respetos man que buen relato
Gracias cofra! Aprovecharé en dejar una imagen de ella actual. Está un poco descuidada (creo yo) pero igual... ha revivido en mí el morbo de poseerla de nuevo! Saludos
 

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Felicidades bro.

Asu, descuidada para nada..
Dale duro y adjuntas más fotos a la espera

Saludos
 
Continua con el relato cofra esta interesante
 
Gracias cofra! Aprovecharé en dejar una imagen de ella actual. Está un poco descuidada (creo yo) pero igual... ha revivido en mí el morbo de poseerla de nuevo! Saludos

No la veo nada descuidada enesa vista, igual se aplica cofra
 
20200805_014147.jpg Disculparan el retraso pero aquí continuamos con las aventuras que me di con la primita.


En el transcurso de la semana, comencé a planear donde llevarla para hacerla linda. Porque valgan verdades, a pesar del morbo de tener sexo con ella en su casa, el temor rondaba a que nos descubrieran y quede todo ahí.

Total, la idea era seguir disfrutando de ese cuerpo juvenil. Y llevarla lejos de la ciudad era la misión, y que ella esté de acuerdo a salir fuera.

Llegué un viernes en la noche. Y bueno, nos vimos de nuevo, y aprovechando que no había nadie, me dio otro beso. Buena señal pensé. Y le comenté acerca de mis planes. Ella me escuchaba atenta y me dijo: no sé primo, tú sabes que no me dejan salir así no más. Déjalo en mis manos le dije.

Y para mi buena suerte, estaba solo mi tía. Mientras cenábamos le pregunté a mi tía si al día siguiente quería ir a Real Plaza de Cajamarca, que iba por motivo de compras e iba a requerir de su ayuda. No hijo, gracias por la invitación pero tengo que ir a una reunión. Conste que te estoy invitando, contesté.

Pero hijo, lleva a tu prima. Ella puede acompañarte. No sé tía... ella querrá? Inmediatamente la llamó y le preguntó si deseaba acompañarme. Ok mamá, lo que tú digas. Bingo!

Al día siguiente, salimos temprano. La idea era aprovechar todo el tiempo posible. Subió a mi camioneta con una mochila a la mano. Vestía un jean, polito y una chaqueta. Estaba ligera como para viajar. Ya en el trayecto le pregunté que llevaba en la mochila. Ah, un vestido que espero te guste. Intuyó que ese era mi fetiche y vaya que le atinó (Adjuntaré imagen).

Fuimos parando por varios puntos para que se tome fotos. Ya saben, cosas de chicas. Por ahí un selfie juntos y aproveché en manosearla a mi antojo. Solo se reía. Así, haciendo hora llegamos a Cajamarca. En una fui a Real Plaza e hice las compras que tenía en mente. Y sin querer pasamos por una boutique. Ella se quedó mirando un conjunto jean. Ni modo, tuve que comprarle y se quedó más que contenta. Lo que no sabía es que ese gustito me la iba a cobrar con intereses.

Aún no era mediodía pero fuimos a comer algo. Pedimos en Bembos unos menús que ofrecen. Comimos algo ligero y salimos a buscar un hospedaje. Felizmente hallamos uno con cochera incluida. Nos metimos al cuarto y vaya sorpresa, tenía bañera. Abrí la llave para que se vaya llenando. Ella se fue desvistiendo hasta quedar solo con su trusa.

Ya me tenía confianza para andar con los senos al aire. La tiré a la cama y a comer esos senos chiquitos pero apetecibles. Luego la subí encima mío para seguir lamiendo sus pechitos y amasar ese culito. Le dije para ir a la bañera. Pero antes le quité el forrito con los dientes. Ella se reía.

La cargué para ir a la bañera. Me puse detrás de ella mientras enjabonaba su cuerpito. Fue una delicia en verdad. Solté una poco el grifo para que se limpiara el agua mientras nos enjuagábamos. La puse de pie para ver su desnudez. Qué rica estaba. Procedí a lamer su conchita que no tardó en mojarse. Después la puse a chupar mi pene y ver ese culito levantado... ufff.

Ni modo, la puse en cuatro y a entrar en esa vagina. Fui lento y una vez que la cabeza estaba dentro... entré con fuerza que pegó un grito de dolor. Ahí comencé a reventarla sin cesar. Volteaba a verme y sus ojos al principio eran llorosos pero después cambió por placer. En ese ínterin aproveché en masajear ese ano. No dijo nada para mí buena suerte. Introduje uno, y me dijo: qué me haces? Te gustó o no? Sí pero no sé, se siente raro.

Seguí penetrando en perrito hasta que llegó. Mis muslos mojados por sus líquidos. La enjuagué y la sequé para llevarla a la cama. Al recostarla, procedí a seguir lamiendo su vagina. Tenía un sabor agradable. Y estuve lamiendo hasta que otra vez llegó. Inmediatamente metí mi pene y a darle en misionero. Qué rico gemía. Luego la puse a cabalgar y así la tuve hasta que ya no pudo más.

La dejé descansar porque ya no daba más. Nos pusimos a platicar tontería y media para que se recupere. Todavía no había llegado y ahora sí tenía que darme ese final feliz. La puse a lamer mi pene para luego ponerla a cabalgar.

Luego la puse de cucharita a sentir ese toto haciendo palmas con mi pelvis. Luego en L y a taladrar. Ahí aproveché en ponerla en cuatro y me detuve y empecé a darle el beso negro. No quería pero hundí mi lengua todo lo que pude mientras mis manos sujetaban sus caderas para que no escapara. Así la tuve hasta que se mandó un para por favor. Me detuve para preguntar el por qué. Es algo nuevo... fue tan intenso para mí, respondió.

Quieres seguir sintiendo cosas nuevas? Pregunté. Sí primito, hazme de todo. Y eso hice. Le unté mi lubricante en la entrada de su ano, introduje mis dedos para dejar bien embarrado ese tubo. Luego embarré mi pene y empecé a entrar lentamente en ese tubito virginal. Como siempre, tuve dificultad pero el cabezón ya estaba dentro. Se quejó y me pidió que lo saque. Le pedí paciencia y estuve ahí un rato hasta que se acostumbró. Luego fui ingresando un poco más... y empecé a bombear suave.

Me la pasé bombeando con calma, hasta que los quejidos se convirtieron en gemidos de placer.
-Sigo primita?
-Sí primito, no pares por fav....

Fui salvaje porque aceleré y no paré hasta destrozar ese ano, con palmadas incluidas hasta dejar rojo esa colita.
-Quieres que te llene con mi leche, mi amor
-Sí primito, lo deseo

Y cumplí con su deseo. Que rico fue llenar de lactosa ese culo. Me quedé encima de ella hasta sentir que mi pene se reducía. Al retirarlo y ver ese hoyo fue épico.

Y sin darnos cuenta, ya eran las 8 de la noche. Ni modo, tuve que llamar a mi tía diciéndole que se nos hizo tarde y que al día siguiente salíamos. Ella dijo que no había problema.

Sí mis estimados cofras, iba a tener toda una noche más con mi querida primita.

To be continued...

Pd. No tenía tantos royales pero creo a todos el encierro nos ha afectado... pero como dicen los cofras, se aplica...
 
Provecho cofrade no hay nada más rico q un Conchita apretadita y jugosa y salió ganado con desvirgar ese culito
 
Continua con el relato cofra te olvidaste de la foto man muy bueno tu relato
 
Excelente relato, ojalá continúe, esa primita está más que buena se agradecen más fotos
 
Gracias cofra! Aprovecharé en dejar una imagen de ella actual. Está un poco descuidada (creo yo) pero igual... ha revivido en mí el morbo de poseerla de nuevo! Saludos
Ps un poquito pero a nada, te salio un polvito gratis
 
Cuando llegué a Cajamarca, tuve que quedarme a vivir en la casa de una tía puesto que ya no alcanzaba el dinero para arrendar cuarto. Felizmente me acogió sin peros y me instalé en la comodidad de su hogar.
Y como cosas de la vida, después de tantos años, volví a ver a mi querida prima. La describiré para que se hagan una idea. Es blancona, algo chaposa, bajita, senos pequeños, caderas anchas y un aceptable toto. La llamaremos Carolina para esta anécdota.

Los primeros meses transcurrieron con normalidad. Nos bromeábamos y conversábamos sobre cosas de su edad. Los novios, las clases, ya saben. A veces me pedía apoyo en sus tareas a lo cual accedía porque siempre me atendía con mi desayuno, almuerzo o cena. Sobre todo los fines de semana que valgan verdades eran los únicos días que podía estar ahí.

A veces subía al cuarto donde me habían asignado y hacíamos juntos sus tareas. Cierta tarde subió triste porque su profesora de inglés la había calificado con baja nota y temía jalar ese curso. La consolé diciendo que la iba a apoyar en esa tarea. Cuando terminamos su Project de exposición, indicándole todo sobre la correcta pronunciación, se acercó a abrazarme, y de la nada me dio un piquito. Me dejó sorprendido en verdad.

Solo sonreímos e hice que no había pasado nada. Cada vez que me iba al trabajo, se despedía dándome besitos media luna. Con esas insinuaciones, cada vez que nos quedábamos en la cocina, aprovechaba en abrazarla por detrás para sentir esa colita que se maneja, y mis manos abrazaban su cuello para luego sutilmente descender y así acariciar sus senos, encima de su top.

Cuando solía llover, subía a mi cuarto diciendo que tenía frío. Se recostaba y yo me echaba a su lado, en posición cucharita y mis manos, como ya sabrán, acariciando esas tetitas. Aun no me atrevía bajar mis dedos a su conchita por temor a asustarla. Tenía que tomar su tiempo.

Así estuvimos varias semanas, a escondidas, hasta que cierto domingo, todos se fueron a realizar compras a una feria. Yo, en verdad ni enterado de ese aquello. Cuando llegué solo estaba ella cuidando la casa. Cuadré mi nave y saqué toda mi ropa para lavar. Estaba empezando a darle como lavandero, y de la nada empezó una torrencial lluvia que con las justas me dio tiempo para colocar todo bajo techo. Subí mojado con dirección al cuarto, y sin darme cuenta, ella detrás de mí. Me saqué la ropa sin percatarme que ella estaba ahí.

Solo me había quedado en bóxer. Y ella se queda mirando pícaramente. Solo atiné a preguntarle que hacia ahí. No respondió. Me acerqué y nos besamos con pasión. La eché sobre la cama para besar su cuello, bajar a su vientre y hacerle sentir un cosquilleo. La senté y le que retiré su polo dejándola en brasier. Luego bajé el buzo que traía puesto y la dejé con su calzón rojito.

Ahí pude ver unos rollitos aceptables pero comestibles. Ella un poco se avergonzó pero para romper el hielo le dije que me encantaba sus rollitos sexys. Sonrió y procedimos a seguir besándonos. Fui bajando lentamente por su cuello, mientras mis dedos desabrochaban su sostén. Y bueno, era como lo imaginé. Unos senos chiquitos, pezones marrones pero bien erectos con ganas de ser succionados. Eso hice y comenzó a jadear de placer. Mis dedos para ese entonces hacían de las suyas en su vagina.

Después de sentir su humedad deslizándose por sus muslos, le retiré su trusa e introduje mi lengua en su conchita húmeda. Me zambullí unos minutos quedando embarrado de sus jugos. Con mis dedos separé sus labios vaginales para hallar ese botoncito del placer para darle unas lamidas que hicieron que explote de placer y sus muslos terminaron temblando de tanto delirio.

Le di vuelta, poniéndola en cuatro para darle mordidas y palmadas a esa colita. Ver como se ponía rojo me enfermaba. Procedí en darle un beso negro para que sienta nuevas sensaciones. Ya con el amiguito lagrimeando, le indiqué que me diera una mamada. Se sorprendió porque no sabía cómo hacerlo. Que rico es instruir a una chiquita novata. No lo hizo bien pero valía la pena. La tuve instruyendo por cinco minutos para luego echarla sobre la cama, abrir sus piernitas y ver esa conchita rosadita.

Coloqué mi pene en la entrada de su vagina, jugando que ingresaba. Así jugaba hasta que ella me pidió que la penetrara. Eso hice con lentitud porque si bien no era virgen (más adelante me comentó que ya lo había hecho una vez con un pata precoz de su cole) sentía tremendo ajuste. En ese vaivén lento iba hasta que entró en su totalidad. Ahí me detuve para que se acostumbre. No iba a ser brusco porque sea como sea era mi querida primita.

Inmediatamente comencé a moverme y sin mentir, no habría pasado ni tres minutos y ya había llegado. Yo seguía dándole y feliz de que mi primita gozara y llegara a cada instante. Estaba por espacio de 10 minutos penetrando y sin llegar, disfrutando de los gemidos ricos que se mandaba a cada instante, hasta que una vecina comenzó a llamar preguntando por mi tía. Y pensar que ya la iba a poner en cuatro.

En fin, estaba colorada de tantos orgasmos, sin fuerza para poder levantarse. Caballero no más, tuve que salir de la jugosa conchita de mi querida Carolina, ponerme algo de ropa y atender a la vecina impertinente. Todo para que después se vaya porque no estaba mi tía.

Pero tuve la fortuna de mi lado puesto que pude divisar a lo lejos que la familia estaban acercándose. Corriendo fui al cuarto, y alerté a mi prima que se cambie rápido que ya llegaban. Imagínense el lío que se habría armado si encontraban a su nena piernas arriba, gimiendo rico de tantas embestidas que le estaba dando.

Así muerta se vistió, y se fue a la cocina haciéndome el ademan de que estaba hacendosa en sus quehaceres. Actuamos como si nada hubiera pasado. Pero a la hora de la cena, me brindó una miradita como pidiendo repetición…

To be continued…
La vecina te malogro el deseo de seguir con el matadero con tu prima yo que tu la hubiera mandado lejos jajaja muy bueno el relato
 
Segunda parte

Al día siguiente, como de costumbre, tuve que salir de viaje a mi centro de trabajo. Y dada la casualidad, ella se despertó temprano para servirme mi desayuno. Nos saludamos normal, como si nada hubiera pasado. Aún estaba en pijama, así que aprovechando que todos dormían plácidamente, la jalé hacia a mí sentándola sobre mis muslos.

Ella se sentía nerviosa pero poco a poco se fue tranquilizando mientras besaba su cuello. Mis manos se deslizaron debajo de su pijama. Que rico fue sentir esos pechitos y pellizcar esos pezoncitos. Me atreví a más y mis dedos ingresaron en su interior. Estaba húmeda y mis dedos empezaron a masturbarla con furia. Cuando sentí que iba a gritar me detuve.

Me levanté sutilmente y le bajé su pantalón y trusa. Ya nada me importaba. Le metí lengua a esa conchita jugosa y casi virginal. Que rico se sentía. Me bajé un poco el pantalón. La puse casi en posición de perrito, con la salvedad que su pechito estaba recostado sobre la mesa. Mi mano se dirigió a su boca para evitar que gritara. Coloqué mi miembro en su vagina. Le avisé que resistiera. Y poco a poco fui entrando. Y zas, en una le introduje todo.

Casi me muerde la mano pero después ella misma resistía y aguantaba las embestidas. Así es cofras, me la estaba comiendo en plena madrugada, en la cocina. La tuve así por espacio de 15 minutos. Después me senté sobre la silla y la puse a cabalgar pero hacíamos ruido. Tuvimos que parar. Le hice la seña que me diera un oral. Ni corta ni perezosa se puse de rodillas a lamer mi "Fernando Niembro".

Lamentablemente no soy de terminar rápido así que quedó pendiente eyacular. Le di su besito y la dejé contenta hasta mi regreso que sería el fin de semana.

Viajé relajadito y pensando llevarla a otro lugar donde pudiera dar rienda suelta a mis bajos instintos y seguir gozando de la conchita casi virginal de mi querida Carolina.

To be continued....

Pd. Es curioso cofras. Justo ayer terminé de escribir esta continuación de la anécdota y hoy recibí visita... de quiénes creen? Mi tía y... mi querida primita Carolina. Creo que se cumplirá la frase: recordar es volver a vivir.
Adjuntaré imagen de una foto que me mandó en toallita. No se hagan ilusiones porque es poco lo que podrán ver.
Wao cofrita bien ganado con la prima y mejor un tuviste su visita te la habras almorzado como se debe ser
 
Gracias cofra! Aprovecharé en dejar una imagen de ella actual. Está un poco descuidada (creo yo) pero igual... ha revivido en mí el morbo de poseerla de nuevo! Saludos
Wao que tal potito de la cajacha
 
20200805_014147.jpg Disculparan el retraso pero aquí continuamos con las aventuras que me di con la primita.


En el transcurso de la semana, comencé a planear donde llevarla para hacerla linda. Porque valgan verdades, a pesar del morbo de tener sexo con ella en su casa, el temor rondaba a que nos descubrieran y quede todo ahí.

Total, la idea era seguir disfrutando de ese cuerpo juvenil. Y llevarla lejos de la ciudad era la misión, y que ella esté de acuerdo a salir fuera.

Llegué un viernes en la noche. Y bueno, nos vimos de nuevo, y aprovechando que no había nadie, me dio otro beso. Buena señal pensé. Y le comenté acerca de mis planes. Ella me escuchaba atenta y me dijo: no sé primo, tú sabes que no me dejan salir así no más. Déjalo en mis manos le dije.

Y para mi buena suerte, estaba solo mi tía. Mientras cenábamos le pregunté a mi tía si al día siguiente quería ir a Real Plaza de Cajamarca, que iba por motivo de compras e iba a requerir de su ayuda. No hijo, gracias por la invitación pero tengo que ir a una reunión. Conste que te estoy invitando, contesté.

Pero hijo, lleva a tu prima. Ella puede acompañarte. No sé tía... ella querrá? Inmediatamente la llamó y le preguntó si deseaba acompañarme. Ok mamá, lo que tú digas. Bingo!

Al día siguiente, salimos temprano. La idea era aprovechar todo el tiempo posible. Subió a mi camioneta con una mochila a la mano. Vestía un jean, polito y una chaqueta. Estaba ligera como para viajar. Ya en el trayecto le pregunté que llevaba en la mochila. Ah, un vestido que espero te guste. Intuyó que ese era mi fetiche y vaya que le atinó (Adjuntaré imagen).

Fuimos parando por varios puntos para que se tome fotos. Ya saben, cosas de chicas. Por ahí un selfie juntos y aproveché en manosearla a mi antojo. Solo se reía. Así, haciendo hora llegamos a Cajamarca. En una fui a Real Plaza e hice las compras que tenía en mente. Y sin querer pasamos por una boutique. Ella se quedó mirando un conjunto jean. Ni modo, tuve que comprarle y se quedó más que contenta. Lo que no sabía es que ese gustito me la iba a cobrar con intereses.

Aún no era mediodía pero fuimos a comer algo. Pedimos en Bembos unos menús que ofrecen. Comimos algo ligero y salimos a buscar un hospedaje. Felizmente hallamos uno con cochera incluida. Nos metimos al cuarto y vaya sorpresa, tenía bañera. Abrí la llave para que se vaya llenando. Ella se fue desvistiendo hasta quedar solo con su trusa.

Ya me tenía confianza para andar con los senos al aire. La tiré a la cama y a comer esos senos chiquitos pero apetecibles. Luego la subí encima mío para seguir lamiendo sus pechitos y amasar ese culito. Le dije para ir a la bañera. Pero antes le quité el forrito con los dientes. Ella se reía.

La cargué para ir a la bañera. Me puse detrás de ella mientras enjabonaba su cuerpito. Fue una delicia en verdad. Solté una poco el grifo para que se limpiara el agua mientras nos enjuagábamos. La puse de pie para ver su desnudez. Qué rica estaba. Procedí a lamer su conchita que no tardó en mojarse. Después la puse a chupar mi pene y ver ese culito levantado... ufff.

Ni modo, la puse en cuatro y a entrar en esa vagina. Fui lento y una vez que la cabeza estaba dentro... entré con fuerza que pegó un grito de dolor. Ahí comencé a reventarla sin cesar. Volteaba a verme y sus ojos al principio eran llorosos pero después cambió por placer. En ese ínterin aproveché en masajear ese ano. No dijo nada para mí buena suerte. Introduje uno, y me dijo: qué me haces? Te gustó o no? Sí pero no sé, se siente raro.

Seguí penetrando en perrito hasta que llegó. Mis muslos mojados por sus líquidos. La enjuagué y la sequé para llevarla a la cama. Al recostarla, procedí a seguir lamiendo su vagina. Tenía un sabor agradable. Y estuve lamiendo hasta que otra vez llegó. Inmediatamente metí mi pene y a darle en misionero. Qué rico gemía. Luego la puse a cabalgar y así la tuve hasta que ya no pudo más.

La dejé descansar porque ya no daba más. Nos pusimos a platicar tontería y media para que se recupere. Todavía no había llegado y ahora sí tenía que darme ese final feliz. La puse a lamer mi pene para luego ponerla a cabalgar.

Luego la puse de cucharita a sentir ese toto haciendo palmas con mi pelvis. Luego en L y a taladrar. Ahí aproveché en ponerla en cuatro y me detuve y empecé a darle el beso negro. No quería pero hundí mi lengua todo lo que pude mientras mis manos sujetaban sus caderas para que no escapara. Así la tuve hasta que se mandó un para por favor. Me detuve para preguntar el por qué. Es algo nuevo... fue tan intenso para mí, respondió.

Quieres seguir sintiendo cosas nuevas? Pregunté. Sí primito, hazme de todo. Y eso hice. Le unté mi lubricante en la entrada de su ano, introduje mis dedos para dejar bien embarrado ese tubo. Luego embarré mi pene y empecé a entrar lentamente en ese tubito virginal. Como siempre, tuve dificultad pero el cabezón ya estaba dentro. Se quejó y me pidió que lo saque. Le pedí paciencia y estuve ahí un rato hasta que se acostumbró. Luego fui ingresando un poco más... y empecé a bombear suave.

Me la pasé bombeando con calma, hasta que los quejidos se convirtieron en gemidos de placer.
-Sigo primita?
-Sí primito, no pares por fav....

Fui salvaje porque aceleré y no paré hasta destrozar ese ano, con palmadas incluidas hasta dejar rojo esa colita.
-Quieres que te llene con mi leche, mi amor
-Sí primito, lo deseo

Y cumplí con su deseo. Que rico fue llenar de lactosa ese culo. Me quedé encima de ella hasta sentir que mi pene se reducía. Al retirarlo y ver ese hoyo fue épico.

Y sin darnos cuenta, ya eran las 8 de la noche. Ni modo, tuve que llamar a mi tía diciéndole que se nos hizo tarde y que al día siguiente salíamos. Ella dijo que no había problema.

Sí mis estimados cofras, iba a tener toda una noche más con mi querida primita.

To be continued...

Pd. No tenía tantos royales pero creo a todos el encierro nos ha afectado... pero como dicen los cofras, se aplica...
Buena aplicada le diste a la primita en plena cuarentena tu si ahi cofra mis felicitaciones
 
Vaya primita dependienta de verga, a seguir dandole y a tomarle fotitos si se puede de ese ano.
Siga cofra, se esperan sus relatos.
 
Vaya primita más deliciosa cofra, provecho.
 
que rica la primita cajacha esta bien rica, provecho cofrade
 
Linda historia.
La lei hace tiempo.
Tengo una o dos primas por esa provincia... siempre me parecieron atractivas , lastima q no haya contacto jajajaj
 
Estaba en el colegio? Qué edad tenía esa rica primita
Lo dejaremos como un misterio sin resolver, estimado cofra!
Bueno creo q con tu respuesta acabas de decir q si era menor de edad ya estaba en el Cole... Ahora q tan menor, eso sí se quedará en el exitante misterio, jajajajajajaja
Esos momentos a escondidas y en casa son realmente deliciosos
 
me hubiera gustado tener esa confianza con mi prima ... suertudo ... pero que bueno que la gozaste
 
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