alberto112
Cabo
- 86
- 813
- 47
- Registrado
- 16 Sep 2010
- Registrado
- 16 Sep 2010
- Mensajes
- 86
- Puntos de reacción
- 813
- Puntos
- 47
14 Years of Service
Al cabo de 2hrs llegué a la casa y me abrió la puerta Carmen.
- “Pasa Alberto. El motivo por el que te pedí que vengas es para pedirte que no sueltes el video. Realmente me vas a destruir la vida.” Me dijo mientras se sentaba en el sillón de la sala
- “Mira Carmen, ya dejémonos de cosas. Por años te he deseado, pero nunca tuve la oportunidad. Eres una mujer muy rica y tienes un cuerpo espectacular. Estoy seguro de que la podríamos pasar muy bien”
- “Eres el novio de mi hija Alberto, te conozco desde los 15 años. Además, yo soy una mujer fiel a mi esposo, nunca pasará nada entre nosotros.”
- “Carmen, solo relájate” le dije mientras me sentaba a su costado en el sillón. “Vas a ver que la vamos a pasar muy bien, ¿cuándo fue la última vez que tuviste relaciones?” le dije agarrándole la pierna
- “¡Eres un malcriado, ándate de mi casa!” dijo levantándose del sillón
- “Ya me cansé, o te sacas el vestido ahora mismo o cuelgo ese video. Vamos sácatelo”
- “No, por favor… no puedo hacerlo” se le salían las lágrimas mientras hablaba
- “No te lo volveré a pedir nuevamente. Hazlo”
Lentamente se empezó a bajar el vestido, podía ver que se moría de la vergüenza y se sentía humillada. El vestido cayó al suelo y se quedó en ropa interior. Yo ya estaba con la polla dura de solo verla sacándose la ropa frente a mí.
- “Qué rico cuerpo tienes Carmen, me queda claro de dónde sacó Maria Pia sus atributos. Vamos sigue adelante”
- “No hables de mi hija o de mi familia mientras estamos así. Es vergonzoso” dijo mientras se desabrochaba el sostén
Cuando se lo sacó se cubrió las tetas con las manos, pero sus tetas eran tan grandes que era imposible hacerlo sin que se le escapen. Se quedó parada ahí cubriéndose las tetas y en tana mirándome avergonzada y sollozando, como esperando que yo le diga que pare. Me levanté del sillón y me puse frente a ella. Suavemente le agarré las manos y se las bajé para poder apreciar sus hermosas tetas en su totalidad. Al inicio puso un poco de resistencia, pero luego se dejó. Me quedé apreciando esas tetas por un buen rato. Tenía muy marcada la línea de bronceado, sus tetas eran grandes y caídas lo cual me excitaba aún más. Eran bastante blancas y tenía los pezones claros y grandes.
- “Puta madre, qué ricas. He esperado mucho tiempo para verlas en persona.” le dije mientras empezaba a tocarlas. Dio un sobresalto, pero se dejó. “Ahora voy a lamerte esos pezones tan grandes que tienes”
Le pasé la lengua por ambos pezones mientras le sobada las tetas con una mano. Mi otra mano estaba alrededor de sus grandes nalgas. Podía sentir su respiración acelerada y aun sollozando un poco.
- “Para por favor, ya fue suficiente”
- “Va a ser suficiente cuando yo lo diga. Vas a ser mi perra, así que anda acostumbrándote” mi tono de voz ya era más serio, estaba realmente excitado y cansado de sus excusas. Se notó que mi respuesta la agarró por sorpresa, y entendió que no le quedaba otra opción que aceptar lo que estaba pasando
Sus pezones se habían puesto duros y empecé a bajar mi mano hacia su conchita. Me agaché frente a ella y fui bajando su calzón hasta dejarlo en el piso. Me quedé cara a cara con su conchita que estaba totalmente peluda.
- “Mmmm veo que la tienes súper peluda y tus labios están medio gastados. Bueno has tenido dos hijos por parto natural, ¿no? Entiendo que esté así. Para la siguiente te quiero totalmente depilada, ¿está claro?” le pasé los dedos por encima de los labios y pude notar que estaba mojada, lo cual me excitó aún más
- “Veo que estás mojada… pensé que no te gustaba lo que estaba pasando…” dije sonriendo y levantando mi mirada
- “No me gusta lo que está pasando, pero no puedo evitarlo”
- “No te preocupes, pronto te va a gustar aún más” dije poniendo de pie. “Sácame el pantalón”
Obediente, me sacó la correa y me bajó el jean hasta las rodillas. Tenía un bulto grande debajo del calzoncillo y pude ver que no le quitaba la mirada de encima. Yo mismo me bajé el calzoncillo y mi polla saltó como un resorte golpeándola en la cara.
- “¿Qué te parece mi polla Carmen? A tu hija le encanta y se la come diariamente por todos los agujeros. ¿Es más grande que la de Juan?”
- “No te voy a contestar eso. Es una falta de respeto.”
- “Que sensible estás. Dale cómetela toda” le dije acercando mi polla a su boca
Tímidamente me agarró la polla con la mano y empezó a chupar la punta.
- “Vamos una mujer de tu edad y con ese cuerpo se debe haber comido muchas pollas. Chúpala como realmente sabes.” Le agarré la cabeza para empujarla más adentro y me empecé a mover cada vez más rápido. Al rato se empezó a atorar y a salivar.
- “Eso, chupa bien. Así está mejor” mientras me chupaba la polla, le apretaba las tetas cada vez más fuerte
- “Veo que te ha gustado mi polla. ¿Está más rica que la de tu esposo?” esperé su respuesta, pero me ignoró
- “Contéstame perra, te estoy hablando”
- “Glop.. glop… glop, sí está rica..mmmm.” me dijo sin sacarse la polla de la boca
- “Déjame decirte que la chupas mejor que tu hija. Cómete mis huevos”. Sin renegar me agarró los huevos y se los metió a la boca mientras me la seguía corriendo con una de sus manos
- “Ya me vas a sacar la leche. Abre bien la boca y saca la lengua”
- “No, no quiero. Ni siquiera me tomo la leche de mi esposo”
- “Cállate y abre la boca que ya sale”. Cuando estaba a punto de botar la leche, Carmen se movió y la tiré toda en el piso
- “Eres una puta malcriada, has desperdiciado toda mi leche. Eso no se hace, ahora la vas a lamer del piso.”
Cuando me iba a contestar escuchamos el carro del garaje. Se trata de Juan quien estaba llegando temprano del trabajo. Rápidamente nos vestimos y nos quedamos sentados en el sillón. Cuando entró Juan me miró sorprendido.
- “Alberto, ¿cómo estás? No esperaba encontrare acá.
- “Hola tío, ¿qué tal? Estaba de pasada, pero no te preocupes que ya me iba.”
- “Qué dices, quédate a cenar con nosotros. Alonso llega en un rato y Maria Pia creo que iba a salir con amigas no?”
- “Juan, deja que Alberto se vaya, seguro tienes otras cosas que hacer” dijo Carmen
- “No te preocupes tía, ya que insisten pues me quedo a comer con ustedes” dije sonriendo
- “Muy bien, entonces voy a subir a darme una ducha y bajo para ayudarlos. ¿Carmen qué tienes en el pelo?” Juan se acercó y le sacó un poco de leche que le había caído en el pelo. Carmen se quedó helada y solo atinó a decir: “Debe ser un poco de puré que hice para el almuerzo” dijo con una sonrisa nerviosa mirándome a mi
- “Bueno dale, ya regreso” dijo Juan mientras subía las escaleras
Carmen se fue a la cocina y yo la seguí.
- “Me arrecha más saber que Juan está arriba” le dije poniéndome detrás de ella y acercando mi polla a su culo
- “¿La tienes dura otra vez? No puede ser”
- “Se nota que nunca has estado con un chico de 26 años Carmen. Tengo mucha energía, por eso te decía que la vas a pasar muy bien conmigo si te dejas de tonterías” le dije pasándole las manos sobre las tetas desde atrás
- “No voy a hacer nada con mi esposo en casa, estás loco”
- “Sigues sin entender la situación, ¿no? Tu vas a ser mi puta a partir de ahora y harás lo que te diga a menos que quieras que arruine tu vida con el video. Además, no te has dado cuenta, pero te acabo de filmar mientras me chupabas la pinga así que con mayor razón me vas a hacer caso jaja”
- “¡Qué cosa! ¿me has filmado? Eso no es lo que habíamos acordado, no puedo creer que me está pasando esto.” Empezó a llorar
- “Ya acepta las cosas Carmen, relájate y pasémosla bien. No puedes negar que te excitaste mientras me la chupabas”
- “Sabes que sí me excité, es normal. Yo soy mujer y tu eres un hombre atractivo, pero eres el novio de mi hija y yo nunca le había sacado la vuelta a mi esposo”
- “Me sorprendió que nunca hayas probado leche”
- “Somos bastante conservadores, tenemos sexo un par de veces al mes, pero no hacemos cosas raras”
- “Un par de veces al mes… con razón te mojaste apenas te toqué. Conmigo vas a aprender cosas que nunca hubieras imaginado.” Continué sobando mi polla sobre su culo y se iba poniendo cada vez más dura. Acto seguido le levanté el vestido y me di con la sorpresa que no llevaba calzón
- “No me dio el tiempo de ponérmelo cuando llegó Juan, lo dejé debajo del sillón”
- “¿Alguna vez te han hecho esto?” le pregunté mientras me agachaba y quedaba a la altura de su culo. Le abrí las nalgas y enterré mi lengua en su asterisco. Empecé a lamer como loco
- “Oh por dios, nunca me habían hecho eso. Qué rico se siente. No puedo evitarlo”
Sentí como posaba su mano sobre mi cabeza y me apretaba contra su culo. Mientras le comía el culo le empecé a meter un dedo a la concha la cual estaba totalmente mojada.
- “Méteme uno más” me dijo entre gemidos
- “Ahí tienes uno más zorrita, disfrútalo” le dije mientras le metía el segundo dedo y empezaba a ir más rápido
- “Uff qué rico, estoy a punto de venirme Alberto. No pares, sigue… Mmmmm me vengooo”
De pronto noté cómo se le tensaban las piernas y su concha estaba realmente empapada. Me levanté de suelo, la volteé y le bajé el vestido para comerle las tetas. Le mordí los pezones con el suficiente cuidado de no dejarle marcas y le apreté las tetas fuertemente. Mientras tanto ella me desabrochó el pantalón.
- “No puedo más, quiero chupártela.”
- “Carmen, no me la vas a chupar. Te la vas a meter entera en la concha”
- “No, mi vagina solo es de Juan. Nunca he tirado con nadie más”
- “Bueno ahora es mía” dije esto mientras la ponía de espaldas a mi y le ensartaba toda la polla. Claramente no opuso mucha resistencia, se notaba que se moría de ganas
- “Qué rico, nunca había tenido adentro una polla diferente a la de Juan. La tuya se sienta más grande”
- “Acostúmbrate porque ahora la vas a tener adentro bien seguido” las arremetidas eran cada vez más fuertes y no me importaba si Juan escuchaba como empotraba a su esposa contra el mueble
- “Vas a hacer que me corra otra vez cabrón, ya no puedo más”
- “Córrete encima de mi verga que después me la vas a chupar”
- “Ay siii, me vengo” podía sentir como su concha se ponía más caliente y eso me hiz estar a punto de estallar
- “Arrodíllate que ahora sí te la vas a comer”
- “Sí dámela toda” rápidamente se arrodilló frente a mí y abrió la boca
Esa imagen fue suficiente para que botara una mayor cantidad de leche que la vez anterior y le llenara toda la boca. Noté una expresión de asombro en su cara ya que era la primera vez que probaba semen, pero sin mucho esfuerzo se la pasó toda.
- “Nunca hubiera pensado que le iba a sacar la vuelta a mi esposo y menos con un chico de 26 años, novio de mi hija. Realmente me has hecho reventar de placer.”
- “Te dije que te iba a gustar Carmen. Y eso que hay muchas cosas que aún no pruebas”
- “¿Y con mi hija has hecho muchas de esas cosas?”
- “Con ella he hecho de todo. Es una chica bien arrecha”
- “Me gustaría que Juan sea así de arrecho y que le guste probar cosas nuevas”
- “Tranquila que yo te voy a dar todo lo que necesitas” le dije dándola una nalgada
Al rato llegó Alonso y Juan bajó de su cuarto así que nos sentamos los cuatro a comer. Mientras comía pensaba en todas las cosas ricas que podía hacer con Carmen. Por fin había cumplido mi sueño de follarla y comerme esas tetas.
- “Pasa Alberto. El motivo por el que te pedí que vengas es para pedirte que no sueltes el video. Realmente me vas a destruir la vida.” Me dijo mientras se sentaba en el sillón de la sala
- “Mira Carmen, ya dejémonos de cosas. Por años te he deseado, pero nunca tuve la oportunidad. Eres una mujer muy rica y tienes un cuerpo espectacular. Estoy seguro de que la podríamos pasar muy bien”
- “Eres el novio de mi hija Alberto, te conozco desde los 15 años. Además, yo soy una mujer fiel a mi esposo, nunca pasará nada entre nosotros.”
- “Carmen, solo relájate” le dije mientras me sentaba a su costado en el sillón. “Vas a ver que la vamos a pasar muy bien, ¿cuándo fue la última vez que tuviste relaciones?” le dije agarrándole la pierna
- “¡Eres un malcriado, ándate de mi casa!” dijo levantándose del sillón
- “Ya me cansé, o te sacas el vestido ahora mismo o cuelgo ese video. Vamos sácatelo”
- “No, por favor… no puedo hacerlo” se le salían las lágrimas mientras hablaba
- “No te lo volveré a pedir nuevamente. Hazlo”
Lentamente se empezó a bajar el vestido, podía ver que se moría de la vergüenza y se sentía humillada. El vestido cayó al suelo y se quedó en ropa interior. Yo ya estaba con la polla dura de solo verla sacándose la ropa frente a mí.
- “Qué rico cuerpo tienes Carmen, me queda claro de dónde sacó Maria Pia sus atributos. Vamos sigue adelante”
- “No hables de mi hija o de mi familia mientras estamos así. Es vergonzoso” dijo mientras se desabrochaba el sostén
Cuando se lo sacó se cubrió las tetas con las manos, pero sus tetas eran tan grandes que era imposible hacerlo sin que se le escapen. Se quedó parada ahí cubriéndose las tetas y en tana mirándome avergonzada y sollozando, como esperando que yo le diga que pare. Me levanté del sillón y me puse frente a ella. Suavemente le agarré las manos y se las bajé para poder apreciar sus hermosas tetas en su totalidad. Al inicio puso un poco de resistencia, pero luego se dejó. Me quedé apreciando esas tetas por un buen rato. Tenía muy marcada la línea de bronceado, sus tetas eran grandes y caídas lo cual me excitaba aún más. Eran bastante blancas y tenía los pezones claros y grandes.
- “Puta madre, qué ricas. He esperado mucho tiempo para verlas en persona.” le dije mientras empezaba a tocarlas. Dio un sobresalto, pero se dejó. “Ahora voy a lamerte esos pezones tan grandes que tienes”
Le pasé la lengua por ambos pezones mientras le sobada las tetas con una mano. Mi otra mano estaba alrededor de sus grandes nalgas. Podía sentir su respiración acelerada y aun sollozando un poco.
- “Para por favor, ya fue suficiente”
- “Va a ser suficiente cuando yo lo diga. Vas a ser mi perra, así que anda acostumbrándote” mi tono de voz ya era más serio, estaba realmente excitado y cansado de sus excusas. Se notó que mi respuesta la agarró por sorpresa, y entendió que no le quedaba otra opción que aceptar lo que estaba pasando
Sus pezones se habían puesto duros y empecé a bajar mi mano hacia su conchita. Me agaché frente a ella y fui bajando su calzón hasta dejarlo en el piso. Me quedé cara a cara con su conchita que estaba totalmente peluda.
- “Mmmm veo que la tienes súper peluda y tus labios están medio gastados. Bueno has tenido dos hijos por parto natural, ¿no? Entiendo que esté así. Para la siguiente te quiero totalmente depilada, ¿está claro?” le pasé los dedos por encima de los labios y pude notar que estaba mojada, lo cual me excitó aún más
- “Veo que estás mojada… pensé que no te gustaba lo que estaba pasando…” dije sonriendo y levantando mi mirada
- “No me gusta lo que está pasando, pero no puedo evitarlo”
- “No te preocupes, pronto te va a gustar aún más” dije poniendo de pie. “Sácame el pantalón”
Obediente, me sacó la correa y me bajó el jean hasta las rodillas. Tenía un bulto grande debajo del calzoncillo y pude ver que no le quitaba la mirada de encima. Yo mismo me bajé el calzoncillo y mi polla saltó como un resorte golpeándola en la cara.
- “¿Qué te parece mi polla Carmen? A tu hija le encanta y se la come diariamente por todos los agujeros. ¿Es más grande que la de Juan?”
- “No te voy a contestar eso. Es una falta de respeto.”
- “Que sensible estás. Dale cómetela toda” le dije acercando mi polla a su boca
Tímidamente me agarró la polla con la mano y empezó a chupar la punta.
- “Vamos una mujer de tu edad y con ese cuerpo se debe haber comido muchas pollas. Chúpala como realmente sabes.” Le agarré la cabeza para empujarla más adentro y me empecé a mover cada vez más rápido. Al rato se empezó a atorar y a salivar.
- “Eso, chupa bien. Así está mejor” mientras me chupaba la polla, le apretaba las tetas cada vez más fuerte
- “Veo que te ha gustado mi polla. ¿Está más rica que la de tu esposo?” esperé su respuesta, pero me ignoró
- “Contéstame perra, te estoy hablando”
- “Glop.. glop… glop, sí está rica..mmmm.” me dijo sin sacarse la polla de la boca
- “Déjame decirte que la chupas mejor que tu hija. Cómete mis huevos”. Sin renegar me agarró los huevos y se los metió a la boca mientras me la seguía corriendo con una de sus manos
- “Ya me vas a sacar la leche. Abre bien la boca y saca la lengua”
- “No, no quiero. Ni siquiera me tomo la leche de mi esposo”
- “Cállate y abre la boca que ya sale”. Cuando estaba a punto de botar la leche, Carmen se movió y la tiré toda en el piso
- “Eres una puta malcriada, has desperdiciado toda mi leche. Eso no se hace, ahora la vas a lamer del piso.”
Cuando me iba a contestar escuchamos el carro del garaje. Se trata de Juan quien estaba llegando temprano del trabajo. Rápidamente nos vestimos y nos quedamos sentados en el sillón. Cuando entró Juan me miró sorprendido.
- “Alberto, ¿cómo estás? No esperaba encontrare acá.
- “Hola tío, ¿qué tal? Estaba de pasada, pero no te preocupes que ya me iba.”
- “Qué dices, quédate a cenar con nosotros. Alonso llega en un rato y Maria Pia creo que iba a salir con amigas no?”
- “Juan, deja que Alberto se vaya, seguro tienes otras cosas que hacer” dijo Carmen
- “No te preocupes tía, ya que insisten pues me quedo a comer con ustedes” dije sonriendo
- “Muy bien, entonces voy a subir a darme una ducha y bajo para ayudarlos. ¿Carmen qué tienes en el pelo?” Juan se acercó y le sacó un poco de leche que le había caído en el pelo. Carmen se quedó helada y solo atinó a decir: “Debe ser un poco de puré que hice para el almuerzo” dijo con una sonrisa nerviosa mirándome a mi
- “Bueno dale, ya regreso” dijo Juan mientras subía las escaleras
Carmen se fue a la cocina y yo la seguí.
- “Me arrecha más saber que Juan está arriba” le dije poniéndome detrás de ella y acercando mi polla a su culo
- “¿La tienes dura otra vez? No puede ser”
- “Se nota que nunca has estado con un chico de 26 años Carmen. Tengo mucha energía, por eso te decía que la vas a pasar muy bien conmigo si te dejas de tonterías” le dije pasándole las manos sobre las tetas desde atrás
- “No voy a hacer nada con mi esposo en casa, estás loco”
- “Sigues sin entender la situación, ¿no? Tu vas a ser mi puta a partir de ahora y harás lo que te diga a menos que quieras que arruine tu vida con el video. Además, no te has dado cuenta, pero te acabo de filmar mientras me chupabas la pinga así que con mayor razón me vas a hacer caso jaja”
- “¡Qué cosa! ¿me has filmado? Eso no es lo que habíamos acordado, no puedo creer que me está pasando esto.” Empezó a llorar
- “Ya acepta las cosas Carmen, relájate y pasémosla bien. No puedes negar que te excitaste mientras me la chupabas”
- “Sabes que sí me excité, es normal. Yo soy mujer y tu eres un hombre atractivo, pero eres el novio de mi hija y yo nunca le había sacado la vuelta a mi esposo”
- “Me sorprendió que nunca hayas probado leche”
- “Somos bastante conservadores, tenemos sexo un par de veces al mes, pero no hacemos cosas raras”
- “Un par de veces al mes… con razón te mojaste apenas te toqué. Conmigo vas a aprender cosas que nunca hubieras imaginado.” Continué sobando mi polla sobre su culo y se iba poniendo cada vez más dura. Acto seguido le levanté el vestido y me di con la sorpresa que no llevaba calzón
- “No me dio el tiempo de ponérmelo cuando llegó Juan, lo dejé debajo del sillón”
- “¿Alguna vez te han hecho esto?” le pregunté mientras me agachaba y quedaba a la altura de su culo. Le abrí las nalgas y enterré mi lengua en su asterisco. Empecé a lamer como loco
- “Oh por dios, nunca me habían hecho eso. Qué rico se siente. No puedo evitarlo”
Sentí como posaba su mano sobre mi cabeza y me apretaba contra su culo. Mientras le comía el culo le empecé a meter un dedo a la concha la cual estaba totalmente mojada.
- “Méteme uno más” me dijo entre gemidos
- “Ahí tienes uno más zorrita, disfrútalo” le dije mientras le metía el segundo dedo y empezaba a ir más rápido
- “Uff qué rico, estoy a punto de venirme Alberto. No pares, sigue… Mmmmm me vengooo”
De pronto noté cómo se le tensaban las piernas y su concha estaba realmente empapada. Me levanté de suelo, la volteé y le bajé el vestido para comerle las tetas. Le mordí los pezones con el suficiente cuidado de no dejarle marcas y le apreté las tetas fuertemente. Mientras tanto ella me desabrochó el pantalón.
- “No puedo más, quiero chupártela.”
- “Carmen, no me la vas a chupar. Te la vas a meter entera en la concha”
- “No, mi vagina solo es de Juan. Nunca he tirado con nadie más”
- “Bueno ahora es mía” dije esto mientras la ponía de espaldas a mi y le ensartaba toda la polla. Claramente no opuso mucha resistencia, se notaba que se moría de ganas
- “Qué rico, nunca había tenido adentro una polla diferente a la de Juan. La tuya se sienta más grande”
- “Acostúmbrate porque ahora la vas a tener adentro bien seguido” las arremetidas eran cada vez más fuertes y no me importaba si Juan escuchaba como empotraba a su esposa contra el mueble
- “Vas a hacer que me corra otra vez cabrón, ya no puedo más”
- “Córrete encima de mi verga que después me la vas a chupar”
- “Ay siii, me vengo” podía sentir como su concha se ponía más caliente y eso me hiz estar a punto de estallar
- “Arrodíllate que ahora sí te la vas a comer”
- “Sí dámela toda” rápidamente se arrodilló frente a mí y abrió la boca
Esa imagen fue suficiente para que botara una mayor cantidad de leche que la vez anterior y le llenara toda la boca. Noté una expresión de asombro en su cara ya que era la primera vez que probaba semen, pero sin mucho esfuerzo se la pasó toda.
- “Nunca hubiera pensado que le iba a sacar la vuelta a mi esposo y menos con un chico de 26 años, novio de mi hija. Realmente me has hecho reventar de placer.”
- “Te dije que te iba a gustar Carmen. Y eso que hay muchas cosas que aún no pruebas”
- “¿Y con mi hija has hecho muchas de esas cosas?”
- “Con ella he hecho de todo. Es una chica bien arrecha”
- “Me gustaría que Juan sea así de arrecho y que le guste probar cosas nuevas”
- “Tranquila que yo te voy a dar todo lo que necesitas” le dije dándola una nalgada
Al rato llegó Alonso y Juan bajó de su cuarto así que nos sentamos los cuatro a comer. Mientras comía pensaba en todas las cosas ricas que podía hacer con Carmen. Por fin había cumplido mi sueño de follarla y comerme esas tetas.