emanuelson
Coronel
Mi amiga Katicita, es profesora de inglés, la está pasando mal, porque el colegio donde trabajaba tiene serios problemas, es privado y los padres no han querido pagar ni un sol con el cuento de que las clases virtuales no son efectivas, que menos tiempo, que en marzo no se hizo nada. Entonces a la pobre tampoco le pagaron y como están las cosas, no recibió ni bonos ni canasta y sus pocos ahorros se le acabaron. Ella tiene 29 años y una hijita de 4. Dejé de verla hace como 6 años, en ese tiempo era flaquita, casi tablita, solamente tenía sus tetitas medianitas y atrás era plantita, casi no tenía culo. Y yo me quedé con esa idea, la recordaba así No era muy bonita tampoco de carita, tenía como un aire a Karen Dejo algo así. Bajita 1.55 de estatura. Bueno la cosa es que me escribió al messenger y me dice, oye, no quieres que te corte el pelo ( No sabía que había estudiado también cosmetología) a domicilio. Mira la cosa está difícil ( me cuenta su historia) ahora me cachueleo así me dice. Disculpa que te moleste. Ah claro, le dije, yo estoy Dios mío usando un kilo de gel porque ya no puedo manejar mi pelo, está muy crecido. Si normal, me avisas para esperarte, yo no puedo salir mucho, así que casi siempre estoy en mi casa. No te preocupes. - Ya chevre. Estoy cobrando 18 soles por el tema de la movilidad me dice. Te parece? - Perfecto Katicita, le digo. Gracias me dice, llevo mi catálogo, puedo hacerte el corte que gustes, te voy a dejar bien guapo, no te vas a arrepentir. No lo dudo, le dije, ya pues entonces vienes nomás y me avisas. Ya ok, cuídate y gracias de nuevo, me dice. Juro que pensaba en el corte de pelo y más en nada, pues ella no despertaba ningún interés sexual en mí, al menos como la recordaba. Y bueno me llamó, me dijo a las 10 llegó, espérame por fis. Ok estaré en mi casa, preguntas nomás al guachi. Ya le voy a avisar para que te deje pasar. Ok me dijo. Bueno abrí la puerta sin malicia alguna. Y Dios mío que maravilla había hecho la maternidad en esa mujer. Que rico culito había sacado, estaba súper apretadita, con unos jeans al cuete negros, su blusita escotadita, ricas tetas grandecitas... Y se había tarrajeado, no era esa hembrita simple que conocí que a las justas se pintaba los labios, tenía pestañas, base, maquillaje, y su pelo se lo había laceado así pegadito tipo laceado brasilero estaba irreconocible y muy guapita (aunque traía la mascarilla, su cara se veía linda, pero eso no fue lo que me llamo la atención sino su cuerpazo, ese enorme cuerpazo que había sacado, sobretodo ese trasero, que rico culote grande, caderas y nalgas)... Pasa Katicita. Hola me dijo. Hicimos el saludo del codo. Que tal, como has estado? Tiempazo sin verte ah? Estás muy bella. Ay gracias, me dijo. Y tú estás más viejito. Pero lo digo en buena onda. Osea madurito y gordito pero se te ve bien, me dijo.... Favor que me haces le dije. Mira estos son los modelos de corte que hago, cuál te gustaría? A ver le dije... Sirvete un vasito de jugo, mientras elijo. Quieres un sánguchito de huevo? -Ay si, gracias, me dijo, ven siéntate, con confianza. Están ricos, espera lo pongo al microondas y le serví un vasito de jugo de naranja y su sánguche de huevo ( Como presagiando lo que se comería esa chiquita ese día) ahí la Vi mejor, algo se había hecho estaba muy linda para sus 29 abriles y ser mamá.... Ya está, quiero este corte, podrás?. -Si claro, me dijo. Asuu, tu pelo está bien crecido. - Si pues, es que no voy al peluquero hace dos meses le dije. Jajaja, si pues no sé puede, me.dijo. yo la sentía cerquita mío y mi arrechura crecía, sentía sus riquísimas tetas rozar mis brazos y eran suavecitas. Sentía sus manos, aunque sea con guantes, acariciando mi pelo y yo lo sentía rico. Me arreche bien feo, mientas ella me cortaba. No sabía cómo verle el culo ni perdía la ocasión para hacerlo, lo tenía bien paradito, rico, levantadito y se le marcaba en el pantalón, que ricas nalgotas y caderas había sacado. Yo iba pensando, Miles de cosas en mi cabeza. En qué la cuarentena acabaría hasta que me crezca mi pelo, que no tendría otra excusa, para verla, que no tenía nada que perder. Que podía molestarse si le hacía una propuesta indecente, que me podía cagar porque tenemos amigos en común. Por último que todos podríamos morir y a nadie le interesaba eso. Que si no había violencia, ultraje ni evidencia sería su palabra contra la mía. Que necesitaba dinero. Y pensé mucho en esto último, que ella necesitaba dinero y que eso podría facilitarme las cosas. Que tenía que ser muy amable, no podía tocarla sin su permiso, con ella todo sería a la boca primero, tenía que trabajarla con puras palabras. Dios que cosas pasaban por mi cabeza, mientras ella me cortaba el pelo. No quería que termine porque no sabría cómo abordarla. Estaba entre animarme o no. (Continuará...)
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