De nuevo con el Veneco...

Estefany35

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Ya sé que dije que lo del Veneco era historia terminada, pero volvimos a estar juntos. Perdimos el contacto por un tiempo, ya que se fue a Piura a esperar que su esposa e hijos, que estaban en Ecuador, puedan cruzar la frontera.
Me mandó un mensaje cuando volvió a Lima con toda su familia y se reincorporó al trabajo en la ferretería. No le respondí enseguida, me tomé varios días, hasta semanas diría, pero cuando lo hice fui directa:
"Tengo ganas... de verte".
Me dijo de tomarnos unas chelas, entonces fui más directa todavía:
"De lo que tengo ganas es de cachar... contigo".
Quedamos en vernos el domingo por la mañana, temprano. Me levanté antes de que mi marido y salí a hacer las compras. Bueno, en realidad fui a encontrarme con el Veneco, pero esa fue mi excusa.
Nos encontramos en el óvalo de Sucre y de ahí fuimos a las suites Magdalena. El beso que nos dimos cuando por fin estuvimos a solas en la habitación, fue fiel ejemplo de lo que seguimos sintiendo el uno por el otro. No es amor, pero sí algo intenso, irresistible.
Él ya estaba con la pinga parada. Desde que nos vimos en el óvalo que me di cuenta de lo abultada que tenía la entrepierna. Mientras nos besábamos yo se la tocaba por encima del pantalón.
Nos calateamos y nos tiramos en la cama, revolcándonos, sin dejar de besarnos. Yo siempre le buscaba la pinga, y se la sacudía fuerte, poniéndosela más dura todavía.
Me la meto en la boca y se la chupo con todas mis ganas, tratando de resarcirlo a pura mamada por todo el tiempo perdido. De a ratos, juntaba saliva y se la escupía, para que fluya libremente por mi garganta.
Mi Chamo es bien vergón, pero después de no haberlo visto por varios meses, me parecía que la tenía más grande. Aunque quizás eso se deba a que este último tiempo solo estuve cachando con mi marido, que la tiene de un tamaño normalito, por lo que la diferencia me resultaba mucho más significativa.
Cuando él me chupó a mí, sentí que subía al cielo, que flotaba entre las nubes. Creo que él también trataba de compensarme, por todo ese tiempo que estuvo en Piura, ocupándose de su familia.
Se pone el condón y se recuesta encima mío. Abro las piernas para recibirlo y dejarme penetrar hasta tenerlo todo adentro, vigoroso, enérgico, pulsante.
Da gusto sentirlo, disfrutarlo, sobre todo cuando me empieza a bombear y ya no soy dueña de mis emociones. Es como un vendaval, un torbellino de sensaciones que me arrasa y aniquila. Grito, gimo, jadeo, me entrego por completo, dejando que recorra todo mi interior con ese hermoso pingazo.
Aunque tengo un orgasmo, bien intenso, de esos que te dejan casi como desmayada, él me sigue dando duro, casi bordeando la violencia. Yo no me resisto. Por eso estoy ahí con él. Porqué quiero que me coja así, a lo bruto, que no me tenga compasión.
Me encanta cuando estoy en cuatro y me jala del pelo, golpeándome las nalgas con su pelvis, haciéndome sentir que en cualquier momento me va a sacar el pingazo por la garganta.
Cuando está por acabar, me doy la vuelta, y sacándole yo misma el preservativo, me lo meto en la boca, y me trago todo el semen, bueno, todo no, porque una parte me salpica los pechos.
Pasado ese primer momento de furor, nos acostamos para recuperar el aliento y la energía. Ahí fue que me contó todo el calvario que tuvo que pasar para sacar a su familia de Venezuela y traerlos al Perú.
-Pero ya está, los pudiste traer...- le digo, besándolo -Ya están aquí, contigo-
Luego del beso me levanto y voy al baño, ya que me estoy haciendo pis. Cuando vuelvo, lo veo sobándose la pinga, que de nuevo vuelve a estar en su máxima expresión.
-Y yo que estaba por irme a hacer las compras...- le digo.
Me subo a la cama y gateando como una gatita en celo, me acerco y se la chupo como para dejarle impregnado en la piel el recuerdo de mis labios...

(La sigo más tarde... si ustedes quieren, claro)
 
Continúe baby está muy bueno
 
Quedamos atentos a la continuación, muy buen relato
 
Nos encontramos en el óvalo de Sucre y de ahí fuimos a las suites Magdalena.
Ese hotel es algo caro y el veneco, q recién ha traído a su familia, debe estar misio. Quien habrá pagado el hotel? Yo creo q lo pago indirectamente el marido de la cofra jajaja.

Ese cache fue antes del Perú vs Venezuela? Porque la rivalidad entre peruanos y venecos se desató a raíz del partido. Ahora hay caseria en contra de los venecos indocumentados y ellos cada día se portan peor.
 
Ese hotel es algo caro y el veneco, q recién ha traído a su familia, debe estar misio. Quien habrá pagado el hotel? Yo creo q lo pago indirectamente el marido de la cofra jajaja.

Ese cache fue antes del Perú vs Venezuela? Porque la rivalidad entre peruanos y venecos se desató a raíz del partido. Ahora hay caseria en contra de los venecos indocumentados y ellos cada día se portan peor.

Fue el domingo anterior al partido, aunque no me interesa para nada el fútbol. El hotel lo pagué yo, claro, y con mi dinero, no el de mi marido... Y en cuanto a lo de los venecos que se portan mal, mi Chamo es buena gente, chamba y cachero, como me gusta ...
 
Fue el domingo anterior al partido, aunque no me interesa para nada el fútbol. El hotel lo pagué yo, claro, y con mi dinero, no el de mi marido... Y en cuanto a lo de los venecos que se portan mal, mi Chamo es buena gente, chamba y cachero, como me gusta ...
Yo me refiero a q si no estaba con bronca por lo q ellos nos acusan dizque “q hay xenofobia en contra de ellos” porque ahora vamos a deportar a los indocumentados y q la policía los para agrediendo, cosa q no es así.

Aunque tengo un orgasmo, bien intenso, de esos que te dejan casi como desmayada, él me sigue dando duro, casi bordeando la violencia. Yo no me resisto. Por eso estoy ahí con él. Porqué quiero que me coja así, a lo bruto, que no me tenga compasión.
A q te refieres con q te cachaba bordeando la violencia, te tiraba lapos, te ahorcaba, te jalaba de los pelos? Puedes ser más específica?
 
Yo me refiero a q si no estaba con bronca por lo q ellos nos acusan dizque “q hay xenofobia en contra de ellos” porque ahora vamos a deportar a los indocumentados y q la policía los para agrediendo, cosa q no es así.


A q te refieres con q te cachaba bordeando la violencia, te tiraba lapos, te ahorcaba, te jalaba de los pelos? Puedes ser más específica?

Jajaja... Bueno, cuando me tuvo en cuatro, me jalaba del pelo para atrás, como si fuera la crin de una yegua, y me pegaba nalgadas, tan fuerte que me dejó el poto enrojecido, lo demás lo cuento en la continuación...
 
Jajaja... Bueno, cuando me tuvo en cuatro, me jalaba del pelo para atrás, como si fuera la crin de una yegua, y me pegaba nalgadas, tan fuerte que me dejó el poto enrojecido, lo demás lo cuento en la continuación...
No soy veneco pero a la orden
 
Jajaja... Bueno, cuando me tuvo en cuatro, me jalaba del pelo para atrás, como si fuera la crin de una yegua, y me pegaba nalgadas, tan fuerte que me dejó el poto enrojecido, lo demás lo cuento en la continuación...
Creo que te faltaría una sesión como 50 sombras de grey. Con los ojos vendados y recibiendo placer ;)
 
Jajaja... Bueno, cuando me tuvo en cuatro, me jalaba del pelo para atrás, como si fuera la crin de una yegua, y me pegaba nalgadas, tan fuerte que me dejó el poto enrojecido, lo demás lo cuento en la continuación...
sigue tu relato se nota que gusta que te rellenen como pavo jajaja
 
Cómo les contaba, luego de salir del baño y verlo con la pinga de nuevo en su prime, me subo a la cama y voy directo a chupársela. Está vez le hago garganta profunda... tan profunda que la garganta me queda doliendo hasta mucho rato después.
Le pongo un preservativo, siempre con cariño, acariciándosela por los lados, sobándole los testículos, y me siento encima. Aunque acabo de tenerlo dentro mío, esa nueva clavada me sacude hasta el alma. Echo la cabeza hacia atrás y suelto un gemido profundo e intenso que me sale de las entrañas. Él me chupa y muerde los pechos mientras yo me muevo y acomodo, hasta quedar bien empotrada en esa pinga divina que me rompe toda.
Sé que va a dejarme marcas y moretones en la piel, de tanto chupar y apretarme, pero no me importa. Es el precio que tengo que pagar para gozarlo, para sentirlo.
Cuando me empiezo a mover, arriba y abajo, me siento morir. Me desarmo entre sus brazos, que me rodean y aprietan contra su cuerpo. El orgasmo que tengo es aún mucho más fuerte que el anterior, dejándome fuera de combate por casi un minuto.
Cuando me recupero, lo beso con pasión, con frenesí, un beso de novios, de amantes. Me empiezo a mover de nuevo, siendo ahora yo la que lo golpea con mis sentadas.
Cuando me doy una pausa, para recuperar el aliento y las fuerzas, me tumba de espalda, y echándose encima mío, me enfila ahora la pinga por el ano. ¡Uffffffff...! Me hace doler cuando me penetra por la entrada de servicio, pero me aguanto lo que sea.
En un momento pienso que me va a desgarrar algo, que voy a salir de ahí con el poto sangrando, pero no, aunque la tiene grande, el Chamo me la mete con tal habilidad y suficiencia que, tras el primer ardor, el dolor va disminuyendo hasta que todo se vuelve disfrute.
Mientras él me bombea el culo, yo me acaricio el clítoris, me lo sacudo con fuerza, acompañando con igual intensidad cada uno de sus empujes.
Tras unas cuantas clavadas, a cual más profunda, me saca el pincho, se arranca el condón, y dándose unas cuantas sacudidas, me gratifica con una lluvia de semen.
¡Que lindo sentir su esencia más íntima bañando mi cuerpo!
Y de solo ver mi cuerpo así, cubierto con su semen, yo también acabo.
Creí que ahí se terminaba todo, pero faltaba lo mejor, ducharnos juntos, abrazados, besándonos, sin ganas de despedirnos. Pero ya hacía como dos horas que estábamos en esa habitación, ya iba siendo hora de decir adiós, aunque no quisiéramos.
Salgo de las suites y me cruzo a Chicharrones del Inca a comprar para el desayuno y vuelvo a casa. Mi esposo aún dormía por la jarana de la noche anterior, yo feliz y satisfecha por la jarana que acababa de tener.
 
Gracias por esta historia Stefany, me gustan los detalles con los que escribes, son fan de tus relatos y sigo esperando la conclusion de tu historia en Buenos Aires, que creo que quedo a media xD
 
Estefany35 buen relato , espero que sigas y no te pierdas por mucho tiempo .
 
Cómo les contaba, luego de salir del baño y verlo con la pinga de nuevo en su prime, me subo a la cama y voy directo a chupársela. Está vez le hago garganta profunda... tan profunda que la garganta me queda doliendo hasta mucho rato después.
Le pongo un preservativo, siempre con cariño, acariciándosela por los lados, sobándole los testículos, y me siento encima. Aunque acabo de tenerlo dentro mío, esa nueva clavada me sacude hasta el alma. Echo la cabeza hacia atrás y suelto un gemido profundo e intenso que me sale de las entrañas. Él me chupa y muerde los pechos mientras yo me muevo y acomodo, hasta quedar bien empotrada en esa pinga divina que me rompe toda.
Sé que va a dejarme marcas y moretones en la piel, de tanto chupar y apretarme, pero no me importa. Es el precio que tengo que pagar para gozarlo, para sentirlo.
Cuando me empiezo a mover, arriba y abajo, me siento morir. Me desarmo entre sus brazos, que me rodean y aprietan contra su cuerpo. El orgasmo que tengo es aún mucho más fuerte que el anterior, dejándome fuera de combate por casi un minuto.
Cuando me recupero, lo beso con pasión, con frenesí, un beso de novios, de amantes. Me empiezo a mover de nuevo, siendo ahora yo la que lo golpea con mis sentadas.
Cuando me doy una pausa, para recuperar el aliento y las fuerzas, me tumba de espalda, y echándose encima mío, me enfila ahora la pinga por el ano. ¡Uffffffff...! Me hace doler cuando me penetra por la entrada de servicio, pero me aguanto lo que sea.
En un momento pienso que me va a desgarrar algo, que voy a salir de ahí con el poto sangrando, pero no, aunque la tiene grande, el Chamo me la mete con tal habilidad y suficiencia que, tras el primer ardor, el dolor va disminuyendo hasta que todo se vuelve disfrute.
Mientras él me bombea el culo, yo me acaricio el clítoris, me lo sacudo con fuerza, acompañando con igual intensidad cada uno de sus empujes.
Tras unas cuantas clavadas, a cual más profunda, me saca el pincho, se arranca el condón, y dándose unas cuantas sacudidas, me gratifica con una lluvia de semen.
¡Que lindo sentir su esencia más íntima bañando mi cuerpo!
Y de solo ver mi cuerpo así, cubierto con su semen, yo también acabo.
Creí que ahí se terminaba todo, pero faltaba lo mejor, ducharnos juntos, abrazados, besándonos, sin ganas de despedirnos. Pero ya hacía como dos horas que estábamos en esa habitación, ya iba siendo hora de decir adiós, aunque no quisiéramos.
Salgo de las suites y me cruzo a Chicharrones del Inca a comprar para el desayuno y vuelvo a casa. Mi esposo aún dormía por la jarana de la noche anterior, yo feliz y satisfecha por la jarana que acababa de tener.

Exitante historia, supongo que volverán a tener encuentros más seguido, todavia me acuerdo la historia de ustedes dos cuando lo hicieron sin condón, me encantó mucho esa narración.
 
Cómo les contaba, luego de salir del baño y verlo con la pinga de nuevo en su prime, me subo a la cama y voy directo a chupársela. Está vez le hago garganta profunda... tan profunda que la garganta me queda doliendo hasta mucho rato después.
Le pongo un preservativo, siempre con cariño, acariciándosela por los lados, sobándole los testículos, y me siento encima. Aunque acabo de tenerlo dentro mío, esa nueva clavada me sacude hasta el alma. Echo la cabeza hacia atrás y suelto un gemido profundo e intenso que me sale de las entrañas. Él me chupa y muerde los pechos mientras yo me muevo y acomodo, hasta quedar bien empotrada en esa pinga divina que me rompe toda.
Sé que va a dejarme marcas y moretones en la piel, de tanto chupar y apretarme, pero no me importa. Es el precio que tengo que pagar para gozarlo, para sentirlo.
Cuando me empiezo a mover, arriba y abajo, me siento morir. Me desarmo entre sus brazos, que me rodean y aprietan contra su cuerpo. El orgasmo que tengo es aún mucho más fuerte que el anterior, dejándome fuera de combate por casi un minuto.
Cuando me recupero, lo beso con pasión, con frenesí, un beso de novios, de amantes. Me empiezo a mover de nuevo, siendo ahora yo la que lo golpea con mis sentadas.
Cuando me doy una pausa, para recuperar el aliento y las fuerzas, me tumba de espalda, y echándose encima mío, me enfila ahora la pinga por el ano. ¡Uffffffff...! Me hace doler cuando me penetra por la entrada de servicio, pero me aguanto lo que sea.
En un momento pienso que me va a desgarrar algo, que voy a salir de ahí con el poto sangrando, pero no, aunque la tiene grande, el Chamo me la mete con tal habilidad y suficiencia que, tras el primer ardor, el dolor va disminuyendo hasta que todo se vuelve disfrute.
Mientras él me bombea el culo, yo me acaricio el clítoris, me lo sacudo con fuerza, acompañando con igual intensidad cada uno de sus empujes.
Tras unas cuantas clavadas, a cual más profunda, me saca el pincho, se arranca el condón, y dándose unas cuantas sacudidas, me gratifica con una lluvia de semen.
¡Que lindo sentir su esencia más íntima bañando mi cuerpo!
Y de solo ver mi cuerpo así, cubierto con su semen, yo también acabo.
Creí que ahí se terminaba todo, pero faltaba lo mejor, ducharnos juntos, abrazados, besándonos, sin ganas de despedirnos. Pero ya hacía como dos horas que estábamos en esa habitación, ya iba siendo hora de decir adiós, aunque no quisiéramos.
Salgo de las suites y me cruzo a Chicharrones del Inca a comprar para el desayuno y vuelvo a casa. Mi esposo aún dormía por la jarana de la noche anterior, yo feliz y satisfecha por la jarana que acababa de tener.
Muy buena continuación. Me gustaría q detalles mas el encuentro, si el veneco te folla a lo bestia como dices, de seguro te dirá morbosidades y te tratará como una perra, inclusive te recordará lo mal q cacha tu marido.
 
tmbn realmente disfruto con tus relatos pero en especial recuerdo ese q contaste q te cachaste junto a tu amiga a dos patas más después de un concierto y te hicieron DP misma escena de Bangbros o Blacked, tmbn la del chófer de una custer y el del maestro albañil q iba a tu casa a tarrajearte de semen , bueno estoy seguro q tienes más historias con otras personas y espero q las puedas seguir compartiendo en el foro , así como muchos cofras tmbn me gustaría tener la oportunidad de cachar con una jerma como tú ( aunq humildemente no me puedo quejar de lo q me he cachado hasta ahora) se nota q vives el sexo como debe ser y haces de todo y por supuesto tmbn te dejas hacer de todo en la cama ,ningún orificio se salva y eso me parece de la ptmr como buen tubero q soy, saludos y ojalá sigas con las historias .
 
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Cómo les contaba, luego de salir del baño y verlo con la pinga de nuevo en su prime, me subo a la cama y voy directo a chupársela. Está vez le hago garganta profunda... tan profunda que la garganta me queda doliendo hasta mucho rato después.
Le pongo un preservativo, siempre con cariño, acariciándosela por los lados, sobándole los testículos, y me siento encima. Aunque acabo de tenerlo dentro mío, esa nueva clavada me sacude hasta el alma. Echo la cabeza hacia atrás y suelto un gemido profundo e intenso que me sale de las entrañas. Él me chupa y muerde los pechos mientras yo me muevo y acomodo, hasta quedar bien empotrada en esa pinga divina que me rompe toda.
Sé que va a dejarme marcas y moretones en la piel, de tanto chupar y apretarme, pero no me importa. Es el precio que tengo que pagar para gozarlo, para sentirlo.
Cuando me empiezo a mover, arriba y abajo, me siento morir. Me desarmo entre sus brazos, que me rodean y aprietan contra su cuerpo. El orgasmo que tengo es aún mucho más fuerte que el anterior, dejándome fuera de combate por casi un minuto.
Cuando me recupero, lo beso con pasión, con frenesí, un beso de novios, de amantes. Me empiezo a mover de nuevo, siendo ahora yo la que lo golpea con mis sentadas.
Cuando me doy una pausa, para recuperar el aliento y las fuerzas, me tumba de espalda, y echándose encima mío, me enfila ahora la pinga por el ano. ¡Uffffffff...! Me hace doler cuando me penetra por la entrada de servicio, pero me aguanto lo que sea.
En un momento pienso que me va a desgarrar algo, que voy a salir de ahí con el poto sangrando, pero no, aunque la tiene grande, el Chamo me la mete con tal habilidad y suficiencia que, tras el primer ardor, el dolor va disminuyendo hasta que todo se vuelve disfrute.
Mientras él me bombea el culo, yo me acaricio el clítoris, me lo sacudo con fuerza, acompañando con igual intensidad cada uno de sus empujes.
Tras unas cuantas clavadas, a cual más profunda, me saca el pincho, se arranca el condón, y dándose unas cuantas sacudidas, me gratifica con una lluvia de semen.
¡Que lindo sentir su esencia más íntima bañando mi cuerpo!
Y de solo ver mi cuerpo así, cubierto con su semen, yo también acabo.
Creí que ahí se terminaba todo, pero faltaba lo mejor, ducharnos juntos, abrazados, besándonos, sin ganas de despedirnos. Pero ya hacía como dos horas que estábamos en esa habitación, ya iba siendo hora de decir adiós, aunque no quisiéramos.
Salgo de las suites y me cruzo a Chicharrones del Inca a comprar para el desayuno y vuelvo a casa. Mi esposo aún dormía por la jarana de la noche anterior, yo feliz y satisfecha por la jarana que acababa de tener.
Ufff no se xq tengo el presentimiento q tu mamada es de campeonato no apto pa precocez a la esa lengua debe ser Master ,más la ensalivada q dices dar la cmsr ni los huevos se salvarán , bien cachado y bien contado csmr mis saludos y respetos @Estefany35 te reconozco como una loba en la cama como debe ser
 
Que fue @Estefany35, te volviste a ver con el veneco? Después de las repetidas experiencias con el veneco y por lo q cuentas, parece q te cacha bien, no has pensado en compartirlo con tu amiga Joselyn? Además con ella ya hiciste un cuarteto q contaste en el relato del grupo explosión de Iquitos. No sé si lo has pensado o lo vez como una sugerencia.
 
Divertido relato Estefany35 . Que tal es el telo Suites de Magdalena, trabajo cerca pero no he entrado. Siempre he preferido el Hollywood Suites por las habitaciones temáticas... Provecho con el chamo, dale su pan con jamon y ponche crema por estos días
 
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