Kalina
Recluta

El año pasado leí en la revista de un amigo un artículo que me conmovió mucho y desde que me incribí en este foro quise transcribirla (mas cuando mi primer post nunca vió la luz). Espero les guste como a mi, y un saludo para una gran persona que también es parte del foro.
Un abrazo y un beso mi querido Athos.
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Colcabamba 25 de Junio 2009
Nací con dotes histriónicas, y aunque no hubiera sido así, seguro que una madre como la mía me las desarrollaba. Últimamente escribo mucho sobre mi vieja, y creo que es porque la quise tanto que nunca se lo llegué a decir. Hoy la muerte de mi madre es sólo circunstancial, porque quiero escribirle y hablarle —si se puede— a quien hace unas horas murió. Michael Jackson. Lo admiré mucho de niño y adolescente, no llegué a verlo en vivo, cuando se suponía que cantaría en Perú canceló y nos dejó a todos con la entrada en la mano y aguados los ojos.
Mi historia con él comenzó de muy niño y no terminó hasta hoy que la televisión me convenció de que había muerto. Eran los ochenta y yo con 4 años asistía al Dulce Hogar Infantil, un jardín de niños bastante común y corriente, en el que cada día festivo se celebraban nuevas formas de usar a los niños como entretenimiento barato para los padres. 9 de mayo, Día de las madres, la profesora Pimentel que en algún recreo me vio haciendo un baile de burla para algún compañero, no tuvo mejor idea que elegirme para el acto central. El resto de mi salón actuaría El Caballero Carmelo.
Me preparé mucho tiempo, practiqué duro y felizmente fue una canción que me gustaba: Billie Jean, de un todavía moreno Michael Jackson. Mi mamá se prestó uno de los poquísimos VHS que existían y me compró el video que le salió un ojo de la cara. Estaba emocionada: su hijo bailaría en el acto principal para el Día de las Madres.
El día en cuestión no estaba nervioso, raro en un niño tímido como yo, me recuerdo en el patio soñando en como terminaría todo. Fue el mejor baile de todos los tiempos en el jardín —palabras de la señora Pimentel, que se robó mi éxito—. Hasta la niña que me pegó chicle en el cabello me aplaudía. Fui un éxito, pude ver en el rostro de mi madre un gesto que siempre recuerdo, era orgullo, y lo recuerdo porque no se lo volví a ver nunca más. Luego del día de mi consagración como imitador de Michael Jackson, cualquier reunión fue motivo para que mi mamá me hiciera repetir el numerito, siempre con el mismo resultado. Aunque era niño sabía que era bueno para eso: imitar al embetunado bailarín. No era talento, mi madre me hizo intentar con las clases de baile y fracasé rotundamente. Sólo era bueno imitando a Michael, quizá debí odiar tanta repetición. No fue así, amaba bailar Billie Jean.
Fui creciendo y cada vez repetía menos el consagrado número, y además descubría cosas para las que era verdaderamente malo. Siempre que fallaba en algo recordaba mi imitación y los aplausos y la cara de mi vieja. Todo mejoraba cuando me recordaba repitiendo a la perfección los pasos del Rey del Pop. Llegué a pensar que teníamos una conexión y por eso invertí un año de propinas en comprar mi entrada a su concierto en Perú que, como saben, se canceló.
Por eso siempre me sentí cerca de Michael Jackson, compraba su música y veía sus conciertos en DVD, y es que cada vez que pienso en él, en ese día y esos bailes recuerdo la cara de mi madre, y descubro que algún día hubo algo que hice bien, que no toda mi vida fui un fracasado…
Extracto de la Carta 25 de Junio 2009
incluida en la Novela
Las cartas del asesino
_____________________________________________________________incluida en la Novela
Las cartas del asesino

Katrina
pd, no pude colgar la hoja de revista, si alguien me diría como subir imágenes mias y que se vean grandes? no me funciona imageshak, estaría muy agradecida