El beso Negro y Ollanta Humala

Y también cambian nuestros gustos literarios. Aquí dejo para el disfrute de ustedes este primoroso texto perteneciente a Aldo Mariátegui, notable escritor que sintoniza perfectamente con la verdadera sensibilidad del lector y elector peruano:

"¿Cómo llamar a ese vergonzoso acto de humillación que fue el juramento de Ollanta a Mario Vargas Llosa? Se me viene a la cabeza el término "besamanos", pero creo que me quedo muy corto. Tal vez "besapiés" (o "Lavapiés", como se llama ese barrio madrileño, no muy lejano al lujoso piso del ahora Nobel y marqués en la Plaza de la Ópera) sería más acertado, porque allí el militar le besó los pies al escritor (y éste así terminó de vengarse completamente de su estadía en el Colegio Militar Leoncio Prado). Lo de Ollanta fue un besapiés indignante, que me recordó al "osculum" feudal, cuando el vasallo besaba al señor -durante la ceremonia llamada "homenaje"- para confirmar su servidumbre, de donde proviene la moderna besada de manos que los gángsters hacen con sus "padrinos". O tal vez este actor servil se asemeja más al "osculum infame", cuando las brujas en los aquelarres le besaban ya se imaginan qué parte trasera al diablo para sellar su alianza (algo que aquí criollamente llaman "beso negro"). En fin, me quedo por el momento con besapiés nomás y pensando en qué tales militares tenemos..." Aldo Mariátegui
 
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