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Capitulo 03:
Al volver a Lima, recuerdo yo, me encontraba totalmente triste, abatido y lleno de un mar de confusiones ¿Por qué esto debía acontecerme a mí? ¿Que debía yo hacer para evitar este camino? ¿o es que acaso sería correcto lo que estaba haciendo en Ica?. Yo, no podía responderme semejantes interrogantes, y simplemente, seguí con mi vida, tan común y silvestre, y a la vez, rutinaria.
Ya en Lima, estaba en la preparación de los últimos detalles para mi próximo viaje. Para ello, ya todo estaba calculado, porque la ingeniera de minas a la cual había contactado, ya tenía listo todo su itinerario a realizar.
Un día antes de viajar, y en medio de las típicas confusiones que me caracterizan, fui donde la kine Karen, pero no para atenderme, sino para conversar y relajarme un rato. Al verme entrar, noté su molestia. Pero luego de un rato, estaba mas calmada y yo, echado en la cama, conversando con ella.
Ahí, en un cuarto de un hostal de cono, le comenté sobre mi trabajo y sobre el viaje que realizaría. Le hice una descripción rápida de mis actividades, mis funciones, de la zona a la cual viajo y lo que se hace en la zona. No sé yo, si la mencionada dama habría entendido mis premisas, pero ¿acaso tenía yo alguna persona para conversar y contarle mis existencialidades?. Le comenté, además, que en ese lugar escapa algunas necesidades básicas para la supervivencia , tanto la habré asombrado, que la dama se interesó para acompañarme en alguna futura ocasión.
Sin embargo, mi tiempo como consumidor sexual, se terminaba y yo, me sentía mas aliviado de haber desfogado mis penas, tal vez no en la persona correcta. Antes de retirarme, Karen me pidió algún dato para contactarme, pues se me notaba muy carente de ánimos y ella me llamaría para alegrarme el día. A pesar que no fui crédulo a sus comentarios, le dejé el número del único teléfono comunal de la zona. Luego, partí a mi hogar.
Viajé a esta zona minera, lleno de estrés, de penas, de agonías internas , pero yo debía realizar mis actividades laborales, y aferrándome en eso, logre superar esta recaída. Estas actividades en la zona minera, se pasaron en un par de días, no mas de 4 días creo, sin embargo, lo mas rescatable de esta visita, es que, a hora de la noche, cerca de las 7 p.m., se oye por el alto parlante de la municipalidad, un llamado a viva voz. El Ingeniero Jesús Manuel acercarse al teléfono, tiene llamada urgente
(Nota del autor: no es que este en contra de la ingeniería y los ingenieros, pero DETESTO; ODIO Y ABORREZCO que en las comunidades, en las cuales se hacen los trabajos de campo, me digan INGENIERO , pregunto yo, ¿carajo, acaso la ingeniería es la única carrera o profesión que se puede ejercer en estas zonas? ¿Por qué a los científicos sociales nos tipifican como ingenieros si no lo somos?). Listo, mi querido lector, ya una vez que he desahogado este inconveniente, pasaré a narrar el hilo de mi novela.
Me acerque al fono, pero me puse a pensar en quien me estuviera llamando. Que yo sepa, no podía ser de mi chamba porque ya no era orario de oficina , además, rara vez me llaman para monitorearme , entonces ¿Quién me llamaba?.
Mi sorpresa fue muy grande, al tener el auricular en mis manos, y escuchar a una persona: Karen, quien me llamaba para preguntarme sobre mi estado emocional y cómo me sentía. Pude notar tanta sinceridad en sus palabras, que esa llamada me devolvió la razón de ser , y le agradecí por ese gesto. Luego, ya para despedirse, me dijo que la busque al llegar a Lima, a lo cual, yo le prometí que así lo haría.
Las actividades en la comunidad, se terminaron en las fechas indicadas y para el día 07 de marzo, ya estábamos en Ica. Sin embargo, por malos cálculos míos, el día siguiente, 08 de marzo, aparte de ser el Día Internacional de la Mujer, ese mismo día, en la zona de Parcona, se presentaba el informe final de la investigación realizada en estos 2 meses (sí señores, todo ese rollo de las encuestas y entrevistas).
Así que, despaché a la antipática ingeniera de minas (y digo antipática porque esta señorita me llegaba al pincho con sus delirios de grandeza por favor, si eres ingeniero de minas y te aterra entrar a socavón, pregunto yo, ¿para que diablos estudias algo que no va contigo?..., esta flaca de porquería, me hizo salir de mis cabales pacifistas, pero lo bueno es que hizo su chamba y luego ya rompimos vínculos).
Como mencioné, el 08 de marzo había evento, y para esa fecha, vendrían algunos compañeros desde Lima: la adorable jefecita que tengo y un par de técnicos, para este evento. Sin embargo, quien les escribe, seguía confinado y con orden de inamovilidad en la zona de Ica.
Una vez en la zona mencionada, llamé a Isabel, quien por suerte mía, estaba en la zona. Al poco rato, se apareció en la Ag. Soyuz. Sin embargo, podía notarla algo fastidiada, o tal vez indispuesta, pero no me atreví a preguntarle el porqué de su actitud. Luego, alquilamos una habitación, y ella, se quedó sólo un rato conmigo, y al retirarse, me dijo que volvería mas tarde para conversar.
La espera culminó cerca de las 6 p.m., hora en la que se aparece Isabel. Como la notaba algo diferente en sus actitudes, le dije para conversar. Ella, me preguntó sobre esta relación y que tipo de relación se estaba llevando, si ella significaba algo para mí y si a pesar de las distancias, pudiera existir un sentimiento entre los 2.
No supe como responderle semejantes interrogantes, a pesar de notarle semejantes confusiones. Simplemente, ella me abrazó, y yo le pedí que se quedara esta noche conmigo, y si no lo deseaba, no pasaría nada entre nosotros. Por un lado, debo confesar que Isabel se quedó esa noche conmigo, pero por otro lado, no pudimos cumplir la promesa de no hacer nada, puesto que una vez dentro, en la cama, la tentación entre los 2 era tan grande, que terminamos pecando.
La mañana llegó al ritmo de un sol radiante, muy típico en las tierras iqueñas. Al despertarme, Isabel estaba en la cama, despierta y mirando la televisión. Al verme, me saludó y me dio un beso. Me comento, además, que más tarde viajaría para Nazca, donde su familia. Por mi parte, le dije que volvería para el 17 de marzo, puesto que tenía actividades en la zona minera y siempre el destino hacía que parara en Ica.
Luego de un suculento desayuno, regresamos al cuarto. Sin embargo, teníamos como 6 horas hábiles antes que llegasen mis compañeros desde Lima en la camioneta institucional. Así que, para amenizar la mañana, compramos una botella de cachina, y comenzamos a jugar a los dados. La regla era simple: el que perdía en cada partida, elegía una opción, o un vaso lleno de cachina, o sacarse una prenda.
Ya en lo mas avanzado y divertido del juego, me encontraba yo, sólo provisto de un short y mi ropaje interior, mientras que la linda Isabel, solo estaba provista de su ropa interior. Para mucha suerte mía, en los siguientes tiros, ella salía perdedora y elegía en quitarse las prendas , además, ya estábamos algo mareados por algunos vasos que ya nos habíamos servido con anterioridad.
Sería ilógico suponer que, al perder el juego la linda dama, y al estar en cueros, sería tonto, o necio, pensar o imaginar que no pasó nada entre ambos. Debo recordar, que este encuentro fue uno muy memorable, un buen polvo , ya que Isabel era romántica al hacer el amor , ella irradiaba en cada encuentro nuestro, mucha gala de pasión, ternura, inocencia, inexperiencia , sobretodo, era muy sincera al entregarse a mí. Yo, por la forma de comportarse en la cama conmigo, empecé a suponer que la linda dama estaba sintiendo algo especial por mí , pero ¿quién era yo para preguntárselo?.
Terminado este episodio, alistamos nuestros equipajes y nos duchamos. Luego de una comida algo rápida, le acompañé a la Agencia para despedirla. Pero, antes de partir, ella me dijo algo conmovedor: una relación a distancia no funciona y que lo mejor sea que todo esto, quede en una amistad. Podía notar semejante sufrimiento en ella al pronunciar esta frase. No solo eso, podía observar el cómo se desbordaba un llanto de sus delicados ojos. Yo, la abracé muy fuerte, con mucho sentimiento, y le dije que vendría pronto , solo para verla. Isabel me dio un beso, cargado de amor, tal como si besara ella a su enamorado, y luego de recobrar la sonrisa, abordó el bus con destino a Nazca.
Al poco rato de ser participe de este cuadro tan melodramático, llegaban mis compañeros de trabajo. Ya en la reunión, a pesar de recibir honores por la investigación realizada, no había algo que pudiera levantarme el alicaído animo.
Continuará...
Al volver a Lima, recuerdo yo, me encontraba totalmente triste, abatido y lleno de un mar de confusiones ¿Por qué esto debía acontecerme a mí? ¿Que debía yo hacer para evitar este camino? ¿o es que acaso sería correcto lo que estaba haciendo en Ica?. Yo, no podía responderme semejantes interrogantes, y simplemente, seguí con mi vida, tan común y silvestre, y a la vez, rutinaria.
Ya en Lima, estaba en la preparación de los últimos detalles para mi próximo viaje. Para ello, ya todo estaba calculado, porque la ingeniera de minas a la cual había contactado, ya tenía listo todo su itinerario a realizar.
Un día antes de viajar, y en medio de las típicas confusiones que me caracterizan, fui donde la kine Karen, pero no para atenderme, sino para conversar y relajarme un rato. Al verme entrar, noté su molestia. Pero luego de un rato, estaba mas calmada y yo, echado en la cama, conversando con ella.
Ahí, en un cuarto de un hostal de cono, le comenté sobre mi trabajo y sobre el viaje que realizaría. Le hice una descripción rápida de mis actividades, mis funciones, de la zona a la cual viajo y lo que se hace en la zona. No sé yo, si la mencionada dama habría entendido mis premisas, pero ¿acaso tenía yo alguna persona para conversar y contarle mis existencialidades?. Le comenté, además, que en ese lugar escapa algunas necesidades básicas para la supervivencia , tanto la habré asombrado, que la dama se interesó para acompañarme en alguna futura ocasión.
Sin embargo, mi tiempo como consumidor sexual, se terminaba y yo, me sentía mas aliviado de haber desfogado mis penas, tal vez no en la persona correcta. Antes de retirarme, Karen me pidió algún dato para contactarme, pues se me notaba muy carente de ánimos y ella me llamaría para alegrarme el día. A pesar que no fui crédulo a sus comentarios, le dejé el número del único teléfono comunal de la zona. Luego, partí a mi hogar.
Viajé a esta zona minera, lleno de estrés, de penas, de agonías internas , pero yo debía realizar mis actividades laborales, y aferrándome en eso, logre superar esta recaída. Estas actividades en la zona minera, se pasaron en un par de días, no mas de 4 días creo, sin embargo, lo mas rescatable de esta visita, es que, a hora de la noche, cerca de las 7 p.m., se oye por el alto parlante de la municipalidad, un llamado a viva voz. El Ingeniero Jesús Manuel acercarse al teléfono, tiene llamada urgente
(Nota del autor: no es que este en contra de la ingeniería y los ingenieros, pero DETESTO; ODIO Y ABORREZCO que en las comunidades, en las cuales se hacen los trabajos de campo, me digan INGENIERO , pregunto yo, ¿carajo, acaso la ingeniería es la única carrera o profesión que se puede ejercer en estas zonas? ¿Por qué a los científicos sociales nos tipifican como ingenieros si no lo somos?). Listo, mi querido lector, ya una vez que he desahogado este inconveniente, pasaré a narrar el hilo de mi novela.
Me acerque al fono, pero me puse a pensar en quien me estuviera llamando. Que yo sepa, no podía ser de mi chamba porque ya no era orario de oficina , además, rara vez me llaman para monitorearme , entonces ¿Quién me llamaba?.
Mi sorpresa fue muy grande, al tener el auricular en mis manos, y escuchar a una persona: Karen, quien me llamaba para preguntarme sobre mi estado emocional y cómo me sentía. Pude notar tanta sinceridad en sus palabras, que esa llamada me devolvió la razón de ser , y le agradecí por ese gesto. Luego, ya para despedirse, me dijo que la busque al llegar a Lima, a lo cual, yo le prometí que así lo haría.
Las actividades en la comunidad, se terminaron en las fechas indicadas y para el día 07 de marzo, ya estábamos en Ica. Sin embargo, por malos cálculos míos, el día siguiente, 08 de marzo, aparte de ser el Día Internacional de la Mujer, ese mismo día, en la zona de Parcona, se presentaba el informe final de la investigación realizada en estos 2 meses (sí señores, todo ese rollo de las encuestas y entrevistas).
Así que, despaché a la antipática ingeniera de minas (y digo antipática porque esta señorita me llegaba al pincho con sus delirios de grandeza por favor, si eres ingeniero de minas y te aterra entrar a socavón, pregunto yo, ¿para que diablos estudias algo que no va contigo?..., esta flaca de porquería, me hizo salir de mis cabales pacifistas, pero lo bueno es que hizo su chamba y luego ya rompimos vínculos).
Como mencioné, el 08 de marzo había evento, y para esa fecha, vendrían algunos compañeros desde Lima: la adorable jefecita que tengo y un par de técnicos, para este evento. Sin embargo, quien les escribe, seguía confinado y con orden de inamovilidad en la zona de Ica.
Una vez en la zona mencionada, llamé a Isabel, quien por suerte mía, estaba en la zona. Al poco rato, se apareció en la Ag. Soyuz. Sin embargo, podía notarla algo fastidiada, o tal vez indispuesta, pero no me atreví a preguntarle el porqué de su actitud. Luego, alquilamos una habitación, y ella, se quedó sólo un rato conmigo, y al retirarse, me dijo que volvería mas tarde para conversar.
La espera culminó cerca de las 6 p.m., hora en la que se aparece Isabel. Como la notaba algo diferente en sus actitudes, le dije para conversar. Ella, me preguntó sobre esta relación y que tipo de relación se estaba llevando, si ella significaba algo para mí y si a pesar de las distancias, pudiera existir un sentimiento entre los 2.
No supe como responderle semejantes interrogantes, a pesar de notarle semejantes confusiones. Simplemente, ella me abrazó, y yo le pedí que se quedara esta noche conmigo, y si no lo deseaba, no pasaría nada entre nosotros. Por un lado, debo confesar que Isabel se quedó esa noche conmigo, pero por otro lado, no pudimos cumplir la promesa de no hacer nada, puesto que una vez dentro, en la cama, la tentación entre los 2 era tan grande, que terminamos pecando.
La mañana llegó al ritmo de un sol radiante, muy típico en las tierras iqueñas. Al despertarme, Isabel estaba en la cama, despierta y mirando la televisión. Al verme, me saludó y me dio un beso. Me comento, además, que más tarde viajaría para Nazca, donde su familia. Por mi parte, le dije que volvería para el 17 de marzo, puesto que tenía actividades en la zona minera y siempre el destino hacía que parara en Ica.
Luego de un suculento desayuno, regresamos al cuarto. Sin embargo, teníamos como 6 horas hábiles antes que llegasen mis compañeros desde Lima en la camioneta institucional. Así que, para amenizar la mañana, compramos una botella de cachina, y comenzamos a jugar a los dados. La regla era simple: el que perdía en cada partida, elegía una opción, o un vaso lleno de cachina, o sacarse una prenda.
Ya en lo mas avanzado y divertido del juego, me encontraba yo, sólo provisto de un short y mi ropaje interior, mientras que la linda Isabel, solo estaba provista de su ropa interior. Para mucha suerte mía, en los siguientes tiros, ella salía perdedora y elegía en quitarse las prendas , además, ya estábamos algo mareados por algunos vasos que ya nos habíamos servido con anterioridad.
Sería ilógico suponer que, al perder el juego la linda dama, y al estar en cueros, sería tonto, o necio, pensar o imaginar que no pasó nada entre ambos. Debo recordar, que este encuentro fue uno muy memorable, un buen polvo , ya que Isabel era romántica al hacer el amor , ella irradiaba en cada encuentro nuestro, mucha gala de pasión, ternura, inocencia, inexperiencia , sobretodo, era muy sincera al entregarse a mí. Yo, por la forma de comportarse en la cama conmigo, empecé a suponer que la linda dama estaba sintiendo algo especial por mí , pero ¿quién era yo para preguntárselo?.
Terminado este episodio, alistamos nuestros equipajes y nos duchamos. Luego de una comida algo rápida, le acompañé a la Agencia para despedirla. Pero, antes de partir, ella me dijo algo conmovedor: una relación a distancia no funciona y que lo mejor sea que todo esto, quede en una amistad. Podía notar semejante sufrimiento en ella al pronunciar esta frase. No solo eso, podía observar el cómo se desbordaba un llanto de sus delicados ojos. Yo, la abracé muy fuerte, con mucho sentimiento, y le dije que vendría pronto , solo para verla. Isabel me dio un beso, cargado de amor, tal como si besara ella a su enamorado, y luego de recobrar la sonrisa, abordó el bus con destino a Nazca.
Al poco rato de ser participe de este cuadro tan melodramático, llegaban mis compañeros de trabajo. Ya en la reunión, a pesar de recibir honores por la investigación realizada, no había algo que pudiera levantarme el alicaído animo.
Continuará...