Lurker
Soldado
Esto sucedio hace unos cuantos años atrás, cuando era estudiante en la universidad.
Durante mi ultimo año de carrera, termine con la que era mi enamorada de ese entonces, luego de varios años de relación. No me encontraba devastado ni mucho menos, la rutina se volvió insufrible y opte por dejarlo ahí nomas.
Antes de continuar, vale la pena mencionar que la facultad donde estudie las mujeres son la gran mayoría. Seriamos un pata por cada 8 mujeres, no le decían la Isla del Naufrago por las puras. Esto, por supuesto, tiene grandes ventajas. Las flacas se animaban mas por engreírnos y tenernos presentes… y claro, como había escases de calzoncillos, era común que nos tuvieran el ojo puesto.
Nunca he sido uno de esos cazadores que tienen harta labia y las flacas les caen como moscas. Mi estrategia es mas caleta, de ir pulseando a ver que pasa. Asi, como jugando, me termine involucrando con una flaquita, que llamare Isabel.
Isabel tendría en ese entonces unos 25 años de edad, bajita, flaquita, de pocos senos, trigueñita, un pelo negro intenso y un rostro angelical. No era un hembron, pero soy un webas cuando se trata de flacas tranqui, me mueven el piso. La historia con detalle de cómo sucedieron las cosas con Isabel no viene al caso por ahora, sino que fue lo que paso entre Isabel, Sandra y yo.
Si Isabel era tranqui, Sandra era la otra cara de la moneda. Tenia fama (merecida a medias) de ser loba. Ella también es bajita, blanca, una cintura delgadita, unas caderas infartantes en proporción a su cuerpo y unas tetas espectaculares.
Desde que estuve soltero empece a jugarme mas con las flacas de mi promo. Para esto, Isabel y yo ya estábamos tirando con frecuencia, pero caletamente. Ambos dejamos bien en claro que era sexo y nada mas.
Una mañana que llego temprano a clases, me encuento con Sandra en el patio de la facu. Nos pusimos a conversar de huevada y media y de la nada le pregunto:
-Oye, Sandra, habla, te animarías a hacer un trio un dia?
La flaca ni me respondio. Me mando a la en una. Tamare, que cuernos se me metio en la cabeza para decirle eso? En fin, no le di mas importancia, hasta que me encontré con ella al dia siguiente.
-Lurker – me dice – Tu pregunta fue en serio?
Huevon, helado, impávido.
-Le he dado vueltas – continua – y antes de seguir te tengo que preguntar algo. Es verdad que te estas tirando a Isabel?
La mejor política para mentir es decir la verdad cuando te conviene.
-Eh… bueno, si… -atino a decir. Que mas?
-Si es asi, tengo algo que proponerte. Yo hace tiempo que quiero tirarme a Isabel. Tu te la estas tirando y tu quieres un trio. De lo que veo, aca todos salimos ganando. La pregunta es, como se lo proponemos?
-Eso déjamelo a mi. Oye por cierto, la reunión en tu casa con la gente de la promo sigue en pie?
-Hasta ahora, si.
-Entonces ahí la hacemos.
Continuara….
Pd. Si tienes alguna critica constructiva sobre el estilo de narracion, haganme saber. Los detalles "interesantes" vendran mas adelante.
Durante mi ultimo año de carrera, termine con la que era mi enamorada de ese entonces, luego de varios años de relación. No me encontraba devastado ni mucho menos, la rutina se volvió insufrible y opte por dejarlo ahí nomas.
Antes de continuar, vale la pena mencionar que la facultad donde estudie las mujeres son la gran mayoría. Seriamos un pata por cada 8 mujeres, no le decían la Isla del Naufrago por las puras. Esto, por supuesto, tiene grandes ventajas. Las flacas se animaban mas por engreírnos y tenernos presentes… y claro, como había escases de calzoncillos, era común que nos tuvieran el ojo puesto.
Nunca he sido uno de esos cazadores que tienen harta labia y las flacas les caen como moscas. Mi estrategia es mas caleta, de ir pulseando a ver que pasa. Asi, como jugando, me termine involucrando con una flaquita, que llamare Isabel.
Isabel tendría en ese entonces unos 25 años de edad, bajita, flaquita, de pocos senos, trigueñita, un pelo negro intenso y un rostro angelical. No era un hembron, pero soy un webas cuando se trata de flacas tranqui, me mueven el piso. La historia con detalle de cómo sucedieron las cosas con Isabel no viene al caso por ahora, sino que fue lo que paso entre Isabel, Sandra y yo.
Si Isabel era tranqui, Sandra era la otra cara de la moneda. Tenia fama (merecida a medias) de ser loba. Ella también es bajita, blanca, una cintura delgadita, unas caderas infartantes en proporción a su cuerpo y unas tetas espectaculares.
Desde que estuve soltero empece a jugarme mas con las flacas de mi promo. Para esto, Isabel y yo ya estábamos tirando con frecuencia, pero caletamente. Ambos dejamos bien en claro que era sexo y nada mas.
Una mañana que llego temprano a clases, me encuento con Sandra en el patio de la facu. Nos pusimos a conversar de huevada y media y de la nada le pregunto:
-Oye, Sandra, habla, te animarías a hacer un trio un dia?
La flaca ni me respondio. Me mando a la en una. Tamare, que cuernos se me metio en la cabeza para decirle eso? En fin, no le di mas importancia, hasta que me encontré con ella al dia siguiente.
-Lurker – me dice – Tu pregunta fue en serio?
Huevon, helado, impávido.
-Le he dado vueltas – continua – y antes de seguir te tengo que preguntar algo. Es verdad que te estas tirando a Isabel?
La mejor política para mentir es decir la verdad cuando te conviene.
-Eh… bueno, si… -atino a decir. Que mas?
-Si es asi, tengo algo que proponerte. Yo hace tiempo que quiero tirarme a Isabel. Tu te la estas tirando y tu quieres un trio. De lo que veo, aca todos salimos ganando. La pregunta es, como se lo proponemos?
-Eso déjamelo a mi. Oye por cierto, la reunión en tu casa con la gente de la promo sigue en pie?
-Hasta ahora, si.
-Entonces ahí la hacemos.
Continuara….
Pd. Si tienes alguna critica constructiva sobre el estilo de narracion, haganme saber. Los detalles "interesantes" vendran mas adelante.