lunatacas
Comandante
Esposa Infiel: Sandra y Leticia
He vivido un par de meses de luna de miel total en el norte, Leticia y yo somos amantes a tiempo completo; pero la visita de su prima Julissa y su novia Diana hace unos días hicieron que nuestra relación tome un giro inesperado.
Lunatacas tengo que contarte algo, el otro día escuche unos gemidos que venían del cuarto donde estaban las chicas, me llamó la atención, como la puerta del cuarto estaba entreabierta me asomé para ver qué era lo que pasaba, vi como Julissa le comía el coñito a Diana, vi todo lo que hacían; creo que se dieron cuenta de mi presencia porque gemían y gemían más.
¿No sé por qué terminé caliente? Estaba que quemaba, tuve que tocarme un rato para que se me pase, no fue suficiente, te esperaba con ansias en la noche y pudiste calmar mis calenturas – me dijo Leti. Bueno es algo normal que te excites viendo a dos personas hacer el amor – le conteste.
Oye, pero esas dos lo hicieron toda la tarde, ¿eso es normal? – replico Leti; claro es una relación de mujeres el tiempo es lo de menos, Uds. pueden hacerlo todo el día, a diferencia de nosotros – le conteste.
Tengo sueños recurrentes con esa escena, ver como se comían el coñito y las tetas, como se entrelazaban, como se daban mutuo placer, cada vez que acuerdo se me aflojan las piernas y se me humedece mi coñito – comento Leti, la bese y fornicamos para el recuerdo, termine con un dolor de lengua que me duro todo el día siguiente.
Por la noche, Leti pidió que repitamos la sesión y volvió a comentar que no podía quitarse la imagen de la cabeza. Lunatacas no lo tomes a mal, te puedo hacer unas preguntas: ¿Has estado con un hombre? ¿Qué se siente? ¿Te molestaría si lo hago con una mujer? Leti nunca he estado con un homosexual, si a eso te refieres, no sé qué es lo que se siente, no me llama la atención ni por probar; respecto a tu segunda pregunta si quieres estar con una mujer, es tu decisión, total no creo que eso cambie tus gustos sexuales; pero es bueno que pruebes – le conteste.
Tú me puedes ayudar con eso, es decir, ¿Puedes contratar a alguien para que lo haga conmigo? – me pregunto Leti, poniendo cara de ternura. No lo sé, no conozco a nadie que pueda hacer eso – le conteste, abrazándola y llevándola al sofá para calatearla y meternos otro polvo de campeonato.
Los días siguientes pasaron y cada vez que se acordaba Leticia me hacía hincapié en su pedido, ahora tenía una fantasía sexual, es más se volvió asidua al porno lésbico. A Leticia cuando se le mete algo en la cabeza no hay forma de sacárselo, pero no quiere arriesgarse con cualquiera. A esto lo llame su antojo obsesivo.
Conversaba a diario con Sandra vía celular, le comenté lo del antojo obsesivo de Leticia y me dijo se encargaría de ver como complacerla.
Los días pasaron y Sandra me llama emocionada, ¡Lunatacas! estaré por Piura unos días, por trabajo, este fin de semana estaré libre y luego trabajo en la semana, convencí a mi jefa de que me deje viajar antes y acepto, ¿qué te parece si nos vamos a la playa? ¡Excelente! Cariño la vamos a pasar bien – le contesté. Además tengo algo que contarte, recuerdas que estuve trabajando por el sur, mi compañera de cuarto era lesbiana y fui su noviael tiempo que estuve por allá, de lo cual no me arrepiento, mis gustos no han cambiado, así es que ni te preocupes se lo que tengo que hacer, es más si podemos nos metemos los tres a la cama, esa es una de mis fantasías sexuales y espero que me la cumplas, sí quieres llevo mi consolador – comento Sandra. Me dejo sin habla, solo atine a decirle está bien; Sandra me sorprendió otra vez.
Leticia sabe que tengo un affaireen Lima, con alguien muy cercana a Patty; pero no le he dicho quién es. Caso contrario ocurre con Sandra, ella sabe al detalle mi aventura con Leticia.
Le comenté a Leticia que mi affaireiba a venir a la ciudad, que se iba a quedar unos días en la ciudad y que se prepare porque los tres nos iríamos a Vichayito el fin de semana, ya había hecho las reservas. Leticia no lo tomo a bien, se fue sin decirme nada. Ni siquiera me preocupe en seguirla, no me habló dos días y ni se asomó por mi cuarto, días que aproveche para descansar, tenía que recargar energías para lo que me esperaba.
Llego el dichoso jueves, antes de salir al aeropuerto, Leticia cariño acompáñame a recoger a Sandra; ¡No soy tu cariño y no quiero ir!, estoy ocupada – contesto Leticia enojada. La jalé hacia mí, le agarré las nalgas, ¡eres una señora y compórtate como tal! – le dije. Leticia movió la cabeza afirmando lo dicho.
Salí a tomar un taxi, cuando aparece Leticia Lunatacas, ¿te puedo acompañar al aeropuerto? – pregunto; claro que sí cariño – le conteste, se sentó y nos besamos.
Enrumbamos al aeropuerto, Leticia estaba intrigada por conocer a mi affaire. Estando en la zona de desembarque Sandra salió rauda para abrazarme y darme un efusivo beso, luego saludó a Leticia, quien se quedó en una pieza y con una cara de asombro.
El taxi nos espero para el retorno, sentados los 3 en el asiento posterior, ¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo con tu cuñada? – me reclamo Leticia, le iba a contestar, porque lo mantenemos en absoluta reserva – contesto Sandra.
¿Qué les parece chicas si vamos a cenar? ¿A dónde quieren ir? – pregunte, las dos en respuesta unísona pidieron parrilla, soltando una carcajada por la coincidencia, esto era un buen augurio.
Entramos a un local de parrillas, degustamos las carnes, bebimos un par de botellas de vino, conversamos y reímos de nuestras ocurrencias, casi una hora después pedí la cuenta y pagué.
Sandra prepara a Leticia
Nos fuimos a casa, ellas se sentaron en la sala, Leticia puso música de fondo, mientras yo me dirigí a la cocina, sorpresa grande cuando no encontré vino, solo tres botellas de pisco, whiskey y cerveza, salí y les pregunté si les apetecía un chilcano, ambas contestaron que sí, total mañana es nos vamos a la playa acotaron, riéndose a más no poder. Preparé los tragos, seguimos departiendo, conversando y riéndonos; Leticia quería saber detalles de nuestra relación, a lo cual Sandra contestaba amenamente, ambas ya estaban bastante picadas y empezaban a llevarse bien, eso me tranquilizó
El insoportable calor norteño hacia transpirar a Sandra más el alcohol hicieron que se quite la blusa quedándose en un top deportivo, Leticia se ahogó con el trago y la miraba perpleja; tuve que preparar la segunda ronda de chilcanos para que no se me corten y me dejen con las ganas.
¡Qué calor que hace! No sé cómo pueden andar con ropa Uds. – dijo Sandra.
Ya estamos acostumbrados – le contesto Leticia, mientras bebía de su vaso.
¿Por qué no me sigues? Y te quitas la blusa – le dijo Sandra a Leticia.
Noooo, ¡estás loca! Sólo tengo mi body debajo – le contesto Leticia.
Ya déjense de tonterías – les dije a las dos, quitándome la camisa y quedando con el torso desnudo.
Los tres reímos a carcajadas; Sandra se acercó a Leticia, le quito el vaso de la mano bebiendo del mismo procedió a desabotonarle la blusa para sacársela, dejándola sólo con el body, los pezones de Leticia se hincharon, antes de retirarse Sandra le dio un pico, Leticia quedó atónita. Así vas a estar más cómoda – dijo Sandra a Leticia.
¡Vaya que te manejas buen par de tetas! – le dijo Leticia a Sandra.
Sandra le cubrió las tetas con las manos; ¡Tú también tienes tetas grandes! – le contesto pícaramente.
Sandra se arrodillo entre las piernas de Leticia y pego sus tetas a las de ella, las mías son muy grandes – le dijo, las mías también – contestó Leticia, chócatelas tronando ambas manos, pero las mías son más bonitas – le dijo a Sandra.
Leticia la miraba atónita e incrédula, repíteme lo que has dicho – le dijo a Sandra.
¡Qué las mías son más bonitas y más ricas! – refuto Sandra.
No lo creo – le contesto Leticia.
Sandra se sentó en la mesa de centro y quitándose el top, dejando al aire sus hermosas e inmensas tetas, se las amaso y jalo de sus pezones, dejándolos turgentes, para luego juntar los brazos y regalarle una pícara sonrisa, ¿Crees que son hermosas? ¿Te gustan? – le pregunto a Leticia.
Leticia miraba a Sandra con la boca abierta, tomo de su vaso presurosa procediendo a quitarse el body y sobarse las tetas suavemente y pellizcar sus pezones, adoptando la misma pose que Sandra, ¿acaso estas no lo son? ¿tú que dices? – le contesto a Sandra.
A este punto estaba con la verga levantada, me la acomode, marcaba a mil y entendía que era el momento que Sandra había preparado para Leticia y yo era el espectador de honor.
Sandra se acercó a Leticia para juntar sus tetas, se miraban fijamente a los ojos, luego ambas comenzaron a acariciarse las tetas y jugar con los pezones, Sandra dejo que Leti le amase las tetas, mientras ella le acariciaba el cabello y rostro para con un sutil movimiento darle un beso, Leticia cerró los ojos y dejándose llevar, ambas se tomaban por el rostro y se besaban con pasión, se notaba como sus lenguas se entrelazaban, uff yo estaba a punto de explotar. Se acariciaron mutuamente por unos minutos, hasta que Leti se detuvo y cogió su vaso para beber, lo vacío raudamente. Volvía a preparar otra ronda.
Ambas no se dejaban de mirarse, Leticia hizo que Sandra se siente con ella en el sofá, ¡Brindemos! ¡Salud! – exclamo Leticia.
Leticia ¡Brindemos por nuestras tetas! Jajajajaja – dijo Sandra. Salud brindamos todos.
Sandra abrazo a Leticia para juntar sus tetazas, esta vez Leticia beso a Sandra, ¡eres la primera mujer que beso!, ¡que bien lo haces! – le dijo Leticia a Sandra. Tú también besas muy bien – le contesto Sandra.
Ellas volvieron a besarse y tocarse las tetas mutuamente, Sandra dio el primer paso y se llevó una teta de Leti a la boca, para succionar su pezón y con su lengua lamer toda su gran masa, Leti arqueaba la espalda y con su mano guiaba la cabeza de Sandra, comenzando el gran espectáculo lésbico que tenía frente a mis ojos, estuvieron acariciando, besando, chupando, lamiendo y amasándose las tetas mutuamente, se miraban fijamente sonreían y entrelazaban sus lenguas.
Yo quería abalanzarme sobre ellas; pero opté por irme a la cocina a echar más hielo a mi trago, salí hacia el patio a fumar un cigarro. Regrese a la sala y ya no estaban las dos, escucho el llamado de Sandra, Lunatacas tráenos trago estamos en el cuarto, ok – conteste.
Amor Lésbico
Les preparé otra ronda de chilcano, mi vaso solo lo llene con gaseosa y hielo, sabia lo que me esperaba y tenia que estar sobrio, subí al cuarto y casi se me caen los tragos al ver que Sandra estaba tumbada en la cama con la cabeza metida entre las piernas de Leti comiéndole el coño, mientras Leticia se agarraba la cabeza producto del placer que estaba recibiendo.
Me senté en un sofá que hay al costado de la cama como un espectador privilegiado en primera fila, ahhhhhh, que rico, ahhhhhh, que rico se siente, ahhhhhh – susurraba Leticia, hummmmm, que rica concha que tienes, hummmmm – le contesto Sandra, Leticia se acariciaba las tetas.
Sandra se esmeró con el trabajo que le hacía a Leticia, quien había recogido sus piernas y con sus talones sobre la espalda de Sandra, ahhhhhh, que rico, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, uy que rico – gemía Leticia, ahora con dos dedos penetraba la vulva, ufff, me tuve que acomodar la verga, a estas alturas estaba que me dolía mucho.
Las lamidas y metidas de dedo de Sandra hicieron que Leticia explote, ahhhhhh, me corro, ahhhhhh, estoy ahhhhhh, llegando, ahhhhhh, sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo! Leticia alcanzo su primer orgasmo de la noche.
Podía ver como el pecho de Leticia se contraía producto del clímax, el subir y bajar de sus monumentales tetas mientras con sus manos halaba los cabellos de Sandra.
Sandra se incorporó, echándose sobre Leticia para besarla y morderle los pezones; metiéndole los dedos en la vulva agitándolos frenéticamente, ahhhhhh, ¡no! ahhhhhh, otra vez, ahhhhhh, sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo!, Leticia exploto en su segundo orgasmo consecutivo. Siguieron besándose y acariciándose un buen rato, hasta que Leticia respiraba con normalidad.
Ufff, que rico, me has hecho llegar dos veces seguidas – le dijo Leti a Sandra, sí, eres muy sensible preciosa, ahora me toca a mí – le contesto Sandra, Leticia se apuró a sacarle el buzo y la trusa, haciendo que Sandra se eche, mordió sus tetas y bajo con su lengua dejando un rastro de saliva hasta la entrepierna de Sandra, quien separó las piernas y recibió la lengua de Leticia, que ricooooooo, hummmmm, que rico, hummmmm, así, mueve tu lengüita mi tetona preciosa, ahhhhhh, así, ahhhhhh, así, ahhhhhh, sin dejar de jalarse los pezones, levantaba su cuerpo como queriendo que la lengua de Leticia penetre más en sus cavidades.
Leticia ahora metía sus dedos en la vulva, atrapaba con sus labios el clítoris de Sandra, por momentos se sacaba de la boca algunos vellos púbicos, volviendo a su labor, que ricooooooo, hummmmm, me vengoooo, hummmmm, sigue, hummmmm, así, hummmmm, así, hummmmm, me vengoooo – gemía Sandra. Leticia cruzo sus piernas entre las piernas de Sandra haciendo que sus vulvas se junten a manera de liana, dándose mutuo placer, a un solo ritmo tocándose las tetas y pellizcándose los pezones. La escena era fantástica e increíble, ambas no dejaban de mirarse, inundando el ambiente de sexo y pasión.
Sandra llevaba las riendas, posicionando a Leticia en un 69, ambas hundieron sus rostros entre sus piernas y sus lenguas recorrían sus vulvas, la habilidad de Sandra hizo efecto en Leti, ahhhhhh, ¡no! ahhhhhh, sí, otra vez, ahhhhhh, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo!, dejando el rostro de Sandra lleno de sus jugos. Leticia recupero su respiración comiéndose con más ganas la vulva de Sandra, los movimientos de su lengua y la arqueada de espalda de Sandra, mostraban que estaba cerca de alcanzar el clímax, que ricooooooo, hummmmm, sigue, hummmmm, me vengoooo, hummmmm, sí, hummmmm, así, hummmmm, así, hummmmm, me vengoooo – gemía Sandra.
Ambas quedaron un rato desparramadas sobre la cama, Leticia por estar encima de Sandra salió primero, quedando tendida boca abajo, eso aprovecho Sandra para echarse sobre su espalda rozándole las tetazas en su espalda y su vulva en las nalgas, mientras Leticia con sus manos trataba de tomarla por las nalgas, los movimientos suaves fueron incrementado poco a poco, en un ritmo muy acompasado.
Uff, en este punto no tuve más remedio que liberar mi verga de su encierro, poniendo el vaso helado sobre la misma para evitar que me venga por lo que estaba viendo. Esta escena, tan intensa, de sexo lésbico tenía para rato y no las iba a interrumpir.
Leticia se volteó metiendo su mano en la vulva de Sandra, sentada sobre ella, a lo cowgirl, hizo lo propio, sus miradas estaban clavadas en cada una, los movimientos de sus manos fueron cada vez más frenéticos, hasta que ambas gritaron al unísono, que ricooooooo, hummmmm, me vengoooo… sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo! Habían fusionado sus cuerpos y sellaron con un beso el clímax alcanzado.
Tuve que salir del cuarto para ponerme un par de hielos ya que mi venida era inminente, de paso fumar un cigarro.
He vivido un par de meses de luna de miel total en el norte, Leticia y yo somos amantes a tiempo completo; pero la visita de su prima Julissa y su novia Diana hace unos días hicieron que nuestra relación tome un giro inesperado.
Lunatacas tengo que contarte algo, el otro día escuche unos gemidos que venían del cuarto donde estaban las chicas, me llamó la atención, como la puerta del cuarto estaba entreabierta me asomé para ver qué era lo que pasaba, vi como Julissa le comía el coñito a Diana, vi todo lo que hacían; creo que se dieron cuenta de mi presencia porque gemían y gemían más.
¿No sé por qué terminé caliente? Estaba que quemaba, tuve que tocarme un rato para que se me pase, no fue suficiente, te esperaba con ansias en la noche y pudiste calmar mis calenturas – me dijo Leti. Bueno es algo normal que te excites viendo a dos personas hacer el amor – le conteste.
Oye, pero esas dos lo hicieron toda la tarde, ¿eso es normal? – replico Leti; claro es una relación de mujeres el tiempo es lo de menos, Uds. pueden hacerlo todo el día, a diferencia de nosotros – le conteste.
Tengo sueños recurrentes con esa escena, ver como se comían el coñito y las tetas, como se entrelazaban, como se daban mutuo placer, cada vez que acuerdo se me aflojan las piernas y se me humedece mi coñito – comento Leti, la bese y fornicamos para el recuerdo, termine con un dolor de lengua que me duro todo el día siguiente.
Por la noche, Leti pidió que repitamos la sesión y volvió a comentar que no podía quitarse la imagen de la cabeza. Lunatacas no lo tomes a mal, te puedo hacer unas preguntas: ¿Has estado con un hombre? ¿Qué se siente? ¿Te molestaría si lo hago con una mujer? Leti nunca he estado con un homosexual, si a eso te refieres, no sé qué es lo que se siente, no me llama la atención ni por probar; respecto a tu segunda pregunta si quieres estar con una mujer, es tu decisión, total no creo que eso cambie tus gustos sexuales; pero es bueno que pruebes – le conteste.
Tú me puedes ayudar con eso, es decir, ¿Puedes contratar a alguien para que lo haga conmigo? – me pregunto Leti, poniendo cara de ternura. No lo sé, no conozco a nadie que pueda hacer eso – le conteste, abrazándola y llevándola al sofá para calatearla y meternos otro polvo de campeonato.
Los días siguientes pasaron y cada vez que se acordaba Leticia me hacía hincapié en su pedido, ahora tenía una fantasía sexual, es más se volvió asidua al porno lésbico. A Leticia cuando se le mete algo en la cabeza no hay forma de sacárselo, pero no quiere arriesgarse con cualquiera. A esto lo llame su antojo obsesivo.
Conversaba a diario con Sandra vía celular, le comenté lo del antojo obsesivo de Leticia y me dijo se encargaría de ver como complacerla.
Los días pasaron y Sandra me llama emocionada, ¡Lunatacas! estaré por Piura unos días, por trabajo, este fin de semana estaré libre y luego trabajo en la semana, convencí a mi jefa de que me deje viajar antes y acepto, ¿qué te parece si nos vamos a la playa? ¡Excelente! Cariño la vamos a pasar bien – le contesté. Además tengo algo que contarte, recuerdas que estuve trabajando por el sur, mi compañera de cuarto era lesbiana y fui su noviael tiempo que estuve por allá, de lo cual no me arrepiento, mis gustos no han cambiado, así es que ni te preocupes se lo que tengo que hacer, es más si podemos nos metemos los tres a la cama, esa es una de mis fantasías sexuales y espero que me la cumplas, sí quieres llevo mi consolador – comento Sandra. Me dejo sin habla, solo atine a decirle está bien; Sandra me sorprendió otra vez.
Leticia sabe que tengo un affaireen Lima, con alguien muy cercana a Patty; pero no le he dicho quién es. Caso contrario ocurre con Sandra, ella sabe al detalle mi aventura con Leticia.
Le comenté a Leticia que mi affaireiba a venir a la ciudad, que se iba a quedar unos días en la ciudad y que se prepare porque los tres nos iríamos a Vichayito el fin de semana, ya había hecho las reservas. Leticia no lo tomo a bien, se fue sin decirme nada. Ni siquiera me preocupe en seguirla, no me habló dos días y ni se asomó por mi cuarto, días que aproveche para descansar, tenía que recargar energías para lo que me esperaba.
Llego el dichoso jueves, antes de salir al aeropuerto, Leticia cariño acompáñame a recoger a Sandra; ¡No soy tu cariño y no quiero ir!, estoy ocupada – contesto Leticia enojada. La jalé hacia mí, le agarré las nalgas, ¡eres una señora y compórtate como tal! – le dije. Leticia movió la cabeza afirmando lo dicho.
Salí a tomar un taxi, cuando aparece Leticia Lunatacas, ¿te puedo acompañar al aeropuerto? – pregunto; claro que sí cariño – le conteste, se sentó y nos besamos.
Enrumbamos al aeropuerto, Leticia estaba intrigada por conocer a mi affaire. Estando en la zona de desembarque Sandra salió rauda para abrazarme y darme un efusivo beso, luego saludó a Leticia, quien se quedó en una pieza y con una cara de asombro.
El taxi nos espero para el retorno, sentados los 3 en el asiento posterior, ¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo con tu cuñada? – me reclamo Leticia, le iba a contestar, porque lo mantenemos en absoluta reserva – contesto Sandra.
¿Qué les parece chicas si vamos a cenar? ¿A dónde quieren ir? – pregunte, las dos en respuesta unísona pidieron parrilla, soltando una carcajada por la coincidencia, esto era un buen augurio.
Entramos a un local de parrillas, degustamos las carnes, bebimos un par de botellas de vino, conversamos y reímos de nuestras ocurrencias, casi una hora después pedí la cuenta y pagué.
Sandra prepara a Leticia
Nos fuimos a casa, ellas se sentaron en la sala, Leticia puso música de fondo, mientras yo me dirigí a la cocina, sorpresa grande cuando no encontré vino, solo tres botellas de pisco, whiskey y cerveza, salí y les pregunté si les apetecía un chilcano, ambas contestaron que sí, total mañana es nos vamos a la playa acotaron, riéndose a más no poder. Preparé los tragos, seguimos departiendo, conversando y riéndonos; Leticia quería saber detalles de nuestra relación, a lo cual Sandra contestaba amenamente, ambas ya estaban bastante picadas y empezaban a llevarse bien, eso me tranquilizó
El insoportable calor norteño hacia transpirar a Sandra más el alcohol hicieron que se quite la blusa quedándose en un top deportivo, Leticia se ahogó con el trago y la miraba perpleja; tuve que preparar la segunda ronda de chilcanos para que no se me corten y me dejen con las ganas.
¡Qué calor que hace! No sé cómo pueden andar con ropa Uds. – dijo Sandra.
Ya estamos acostumbrados – le contesto Leticia, mientras bebía de su vaso.
¿Por qué no me sigues? Y te quitas la blusa – le dijo Sandra a Leticia.
Noooo, ¡estás loca! Sólo tengo mi body debajo – le contesto Leticia.
Ya déjense de tonterías – les dije a las dos, quitándome la camisa y quedando con el torso desnudo.
Los tres reímos a carcajadas; Sandra se acercó a Leticia, le quito el vaso de la mano bebiendo del mismo procedió a desabotonarle la blusa para sacársela, dejándola sólo con el body, los pezones de Leticia se hincharon, antes de retirarse Sandra le dio un pico, Leticia quedó atónita. Así vas a estar más cómoda – dijo Sandra a Leticia.
¡Vaya que te manejas buen par de tetas! – le dijo Leticia a Sandra.
Sandra le cubrió las tetas con las manos; ¡Tú también tienes tetas grandes! – le contesto pícaramente.
Sandra se arrodillo entre las piernas de Leticia y pego sus tetas a las de ella, las mías son muy grandes – le dijo, las mías también – contestó Leticia, chócatelas tronando ambas manos, pero las mías son más bonitas – le dijo a Sandra.
Leticia la miraba atónita e incrédula, repíteme lo que has dicho – le dijo a Sandra.
¡Qué las mías son más bonitas y más ricas! – refuto Sandra.
No lo creo – le contesto Leticia.
Sandra se sentó en la mesa de centro y quitándose el top, dejando al aire sus hermosas e inmensas tetas, se las amaso y jalo de sus pezones, dejándolos turgentes, para luego juntar los brazos y regalarle una pícara sonrisa, ¿Crees que son hermosas? ¿Te gustan? – le pregunto a Leticia.
Leticia miraba a Sandra con la boca abierta, tomo de su vaso presurosa procediendo a quitarse el body y sobarse las tetas suavemente y pellizcar sus pezones, adoptando la misma pose que Sandra, ¿acaso estas no lo son? ¿tú que dices? – le contesto a Sandra.
A este punto estaba con la verga levantada, me la acomode, marcaba a mil y entendía que era el momento que Sandra había preparado para Leticia y yo era el espectador de honor.
Sandra se acercó a Leticia para juntar sus tetas, se miraban fijamente a los ojos, luego ambas comenzaron a acariciarse las tetas y jugar con los pezones, Sandra dejo que Leti le amase las tetas, mientras ella le acariciaba el cabello y rostro para con un sutil movimiento darle un beso, Leticia cerró los ojos y dejándose llevar, ambas se tomaban por el rostro y se besaban con pasión, se notaba como sus lenguas se entrelazaban, uff yo estaba a punto de explotar. Se acariciaron mutuamente por unos minutos, hasta que Leti se detuvo y cogió su vaso para beber, lo vacío raudamente. Volvía a preparar otra ronda.
Ambas no se dejaban de mirarse, Leticia hizo que Sandra se siente con ella en el sofá, ¡Brindemos! ¡Salud! – exclamo Leticia.
Leticia ¡Brindemos por nuestras tetas! Jajajajaja – dijo Sandra. Salud brindamos todos.
Sandra abrazo a Leticia para juntar sus tetazas, esta vez Leticia beso a Sandra, ¡eres la primera mujer que beso!, ¡que bien lo haces! – le dijo Leticia a Sandra. Tú también besas muy bien – le contesto Sandra.
Ellas volvieron a besarse y tocarse las tetas mutuamente, Sandra dio el primer paso y se llevó una teta de Leti a la boca, para succionar su pezón y con su lengua lamer toda su gran masa, Leti arqueaba la espalda y con su mano guiaba la cabeza de Sandra, comenzando el gran espectáculo lésbico que tenía frente a mis ojos, estuvieron acariciando, besando, chupando, lamiendo y amasándose las tetas mutuamente, se miraban fijamente sonreían y entrelazaban sus lenguas.
Yo quería abalanzarme sobre ellas; pero opté por irme a la cocina a echar más hielo a mi trago, salí hacia el patio a fumar un cigarro. Regrese a la sala y ya no estaban las dos, escucho el llamado de Sandra, Lunatacas tráenos trago estamos en el cuarto, ok – conteste.
Amor Lésbico
Les preparé otra ronda de chilcano, mi vaso solo lo llene con gaseosa y hielo, sabia lo que me esperaba y tenia que estar sobrio, subí al cuarto y casi se me caen los tragos al ver que Sandra estaba tumbada en la cama con la cabeza metida entre las piernas de Leti comiéndole el coño, mientras Leticia se agarraba la cabeza producto del placer que estaba recibiendo.
Me senté en un sofá que hay al costado de la cama como un espectador privilegiado en primera fila, ahhhhhh, que rico, ahhhhhh, que rico se siente, ahhhhhh – susurraba Leticia, hummmmm, que rica concha que tienes, hummmmm – le contesto Sandra, Leticia se acariciaba las tetas.
Sandra se esmeró con el trabajo que le hacía a Leticia, quien había recogido sus piernas y con sus talones sobre la espalda de Sandra, ahhhhhh, que rico, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, uy que rico – gemía Leticia, ahora con dos dedos penetraba la vulva, ufff, me tuve que acomodar la verga, a estas alturas estaba que me dolía mucho.
Las lamidas y metidas de dedo de Sandra hicieron que Leticia explote, ahhhhhh, me corro, ahhhhhh, estoy ahhhhhh, llegando, ahhhhhh, sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo! Leticia alcanzo su primer orgasmo de la noche.
Podía ver como el pecho de Leticia se contraía producto del clímax, el subir y bajar de sus monumentales tetas mientras con sus manos halaba los cabellos de Sandra.
Sandra se incorporó, echándose sobre Leticia para besarla y morderle los pezones; metiéndole los dedos en la vulva agitándolos frenéticamente, ahhhhhh, ¡no! ahhhhhh, otra vez, ahhhhhh, sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo!, Leticia exploto en su segundo orgasmo consecutivo. Siguieron besándose y acariciándose un buen rato, hasta que Leticia respiraba con normalidad.
Ufff, que rico, me has hecho llegar dos veces seguidas – le dijo Leti a Sandra, sí, eres muy sensible preciosa, ahora me toca a mí – le contesto Sandra, Leticia se apuró a sacarle el buzo y la trusa, haciendo que Sandra se eche, mordió sus tetas y bajo con su lengua dejando un rastro de saliva hasta la entrepierna de Sandra, quien separó las piernas y recibió la lengua de Leticia, que ricooooooo, hummmmm, que rico, hummmmm, así, mueve tu lengüita mi tetona preciosa, ahhhhhh, así, ahhhhhh, así, ahhhhhh, sin dejar de jalarse los pezones, levantaba su cuerpo como queriendo que la lengua de Leticia penetre más en sus cavidades.
Leticia ahora metía sus dedos en la vulva, atrapaba con sus labios el clítoris de Sandra, por momentos se sacaba de la boca algunos vellos púbicos, volviendo a su labor, que ricooooooo, hummmmm, me vengoooo, hummmmm, sigue, hummmmm, así, hummmmm, así, hummmmm, me vengoooo – gemía Sandra. Leticia cruzo sus piernas entre las piernas de Sandra haciendo que sus vulvas se junten a manera de liana, dándose mutuo placer, a un solo ritmo tocándose las tetas y pellizcándose los pezones. La escena era fantástica e increíble, ambas no dejaban de mirarse, inundando el ambiente de sexo y pasión.
Sandra llevaba las riendas, posicionando a Leticia en un 69, ambas hundieron sus rostros entre sus piernas y sus lenguas recorrían sus vulvas, la habilidad de Sandra hizo efecto en Leti, ahhhhhh, ¡no! ahhhhhh, sí, otra vez, ahhhhhh, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo!, dejando el rostro de Sandra lleno de sus jugos. Leticia recupero su respiración comiéndose con más ganas la vulva de Sandra, los movimientos de su lengua y la arqueada de espalda de Sandra, mostraban que estaba cerca de alcanzar el clímax, que ricooooooo, hummmmm, sigue, hummmmm, me vengoooo, hummmmm, sí, hummmmm, así, hummmmm, así, hummmmm, me vengoooo – gemía Sandra.
Ambas quedaron un rato desparramadas sobre la cama, Leticia por estar encima de Sandra salió primero, quedando tendida boca abajo, eso aprovecho Sandra para echarse sobre su espalda rozándole las tetazas en su espalda y su vulva en las nalgas, mientras Leticia con sus manos trataba de tomarla por las nalgas, los movimientos suaves fueron incrementado poco a poco, en un ritmo muy acompasado.
Uff, en este punto no tuve más remedio que liberar mi verga de su encierro, poniendo el vaso helado sobre la misma para evitar que me venga por lo que estaba viendo. Esta escena, tan intensa, de sexo lésbico tenía para rato y no las iba a interrumpir.
Leticia se volteó metiendo su mano en la vulva de Sandra, sentada sobre ella, a lo cowgirl, hizo lo propio, sus miradas estaban clavadas en cada una, los movimientos de sus manos fueron cada vez más frenéticos, hasta que ambas gritaron al unísono, que ricooooooo, hummmmm, me vengoooo… sí, sí, siiiiiiiiiiiiii, ¡Me vengooooo! Habían fusionado sus cuerpos y sellaron con un beso el clímax alcanzado.
Tuve que salir del cuarto para ponerme un par de hielos ya que mi venida era inminente, de paso fumar un cigarro.