LA ÚLTIMA CON GLADIS
Como ya les dije, llegó el momento en que Gladis se decidió a tener un machucante firme, así que tuvimos que dejarnos de ver, pero nos dejamos de ver en serio. Yo, en nuestras épocas de cacherío, sólo iba al mercado para acordar con ella cuando salíamos (eran fines de los 80, celular no existía), desde esa fecha no volví a ir al mercado casi, y las pocas veces que por necesidad iba, me veía y me decía “habla flaquito, llevas algo”.
Resulta que un día domingo estaba yo comprando en la tienda de la esquina de mi casa, una cervecita ya que estaba solo, todos habían salido hasta la noche a la casa de mi tía, yo tenía que estudiar; en eso veo que se aparece Gladis, ya bien bañadita como para quitarse a su casa, me dice “flaquito, ¿Dónde viene la señora Marlene?, me tiene un saldo y vengo a cobrarle, “acá a media cuadra, pegado a mi casa, vamos y te enseño” le digo. Así caminamos un rato y le pregunte que tal le iba, me contó que bien, que era un buen hombre su marido, mucho mayor que ella pero bueno, en eso me maleo y le digo “y como está esa marucha, la tendrán al día”, la pendeja me dice “claro pe huevón de , es viejo pero no cabro”, me cague de la risa y le dije “pero te cacha como yo, ni cagando”, “ya no seas pajero pendejo de ” me dice.
Llegamos y le enseño la casa “yo estoy solo en mi casa, si quieres pasas y me tocas la ventana, te abro y te toco otras cosas yo”, “vete a la y chau” me dice, y se va cagándose de la risa. Me voy a mi casa y destapo mi chelita, me echo en la cama y me pongo a ver el fútbol, a eso de 15 minutos siento que me tocan la ventana (mi cuarto daba a la calle), abro la puerta y era Gladis “ábreme conchatumadre, ya me arrechaste maricón de ”, le abro entonces y se mete “préstame tu baño y una toalla, me quiero meter otro duchazo”, carajo, no la deje ni abrir la puerta del ñoba y ya estaba prendido de sus tetazas “se ve que las extrañabas” me dice, “un montón” le respondo, así le quite el polo y el jean, se quedó en su calzonzazo, le metía el dedo al culo por encima del forro, me dice “pélate papito”, me saque el polo, ella se agacho y vio tras mi short el bultazo que se me había armado, se prendió de él, lo mordía por encima del short “carajo, tu también extrañabas mi pinga no”, me bajo el short y la truza y se prendió de su huaraca, yo todo jodido le digo, “que va a decir tu marido”, “calla la boca o me quito” me dice. Siguió chupándome la rata un buen rato, hasta que se echó en mi cama y me dice “sopeame”, así que le metí una sopeada como nunca le había metido, se lo merecía por el reencuentro, se retorcía de placer en la cama la , mientras le lamía el clítoris, le metía un dedo en la papa y otro en el culo, me estaba arrechando como , ella que no aguanta y se viene, luego se para, se arrodilla y se prende de mi pinga, quería sacarme la leche de una mamada, pero no la deje, la voltee en la cama, y la puse de perrito al filo del catre, se la metí en la concha hasta adentro, se puso a decir huevada y media “si mi amor, métemela hasta adentro, que rico cachas”, yo se la sacaba toda y se la volvía a meter, en una de las sacadas le digo “quien te cacha mejor”, ella se queda callada, le acaricio la papa y le repito “quien te cacha mejor”, “tu ” me dice, “métemela ya”, así que seguí dándole, la volteo y sigo trabajándole la papaya, hasta que siento que me vengo “no la saques” me dice, sus deseos son ordenes, le di su medio litro por lo menos, caímos rendidos en la cama, me dice “préstame tu fono”, agarra y llama a su casa “amor, estoy yendo a cancelar lo de la junta, me voy a demorar un poco, sírvete nomás que yo llego en un rato”. “Cachera de ” le digo, “¿Un rato? Acá te voy raptar toda la noche”, Me dijo que no, que en un par de horas máximo tenía que estar en su casa, porque era santo de su cuñado y a la noche iban a ir. Me contó que su hijo mayor estaba trabajando con su viejo en Huanuco, que el menor seguía estudiando y que se llevaba bien con su papi nuevo. Mientras ella me hablaba, yo iba sobándole las tetas, le agarraba el culo, le rozaba mi pinga en las piernas, esto es, me llegaba al pincho lo que me decía.
Nos comenzamos a chapar, se tomo una de mis chelas, me la echo en el pecho y me la lamió, hasta que se prendió de mi pinga, mientras me la chupaba le decía “te voy a reventar el ojete como a ti te gusta. “Eso es lo que más extraño” me dice “mi marido nunca me lo ha propuesto, y ni se lo pido, es bien respetuoso para eso”. Puta madre, ese ojete debe estas sediento, pensé, así que en una nomás la voltee y le comienzo a dar su black kiss, me llego al pincho todo, le escupía el ano, le metía el dedo, le lamía la papa, hasta que solita nomás se pone en perrito y me pide “métemela por el poto”, de un empujón la tuvo toda adentro, lo único que decía era “si, si” y de vez en cuando soltaba un “uf,uf”, estuve así un buen rato “no vayas a acabar ” me decía, la puse boca abajo, y sin sacársela seguía partiéndole el rabo. Al rato ella me dice que quería estar encima mío, así que me siento y ella que se pone encima, solita agarró su pichula y la guío al culo, le entró todita, más lo que ella brincaba, le debería estar llegando hasta las amígdalas creo. Saltaba tanto la loca d , que a veces los huevos me dolían, pero me llegaba al pincho, estaba arrechazo, en eso la pongo de costado porque ya se me venía (no me gusta acabar cuando la hembra está arriba), y la comienzo a bombear con todo, así estuve hasta que pegando un grito me vine con todo, los últimos chisguetazos se los di afuera, en las nalgas, ella estaba encantada.
Descansó un rato, se levantó apurada y se metió a la ducha, salió se secó y se iba a quitar, pero le digo “De acá no te vas sin tomarte tu leche”. “Puta madre”, dice ella, pero bien que quería, se subió a la cama, se arrodillo y comenzó el mamey, como ya les he contado, era una maestra, a los 15 minutos estaba que me venía “avísame” me dice “no me vayas a manchar la ropa”, cuando me venía le apretó le empujé la cabeza, así que le entro mi pinga hasta la nuca, me vine y e tragó toda mi leche, no se perdió nada. Gladis se paró, se miró en el espejo, se enjuagó la boca, me dio un beso y se quitó “chau, me quito porque me esperan, felizmente por acá nadie se gana, así que salgo corriendo”. Así se quitó Gladis, empecé a volver a ir al mercado, pero nunca más cachamos, se que traspaso su puesto y se fue a Chorrillos, su comadre me contó hace unos años, que está muy bien, que tiene un negocio de comida por allá, que se casó con el patín y que incluso ya es abuela.