Durante el tiempo que me aleje de Javier, decidí dedicarme aún más a mi familia. Pasamos una hermosa navidad y para año nuevo alquilamos una casa en la playa para recibir el 2023. Nuestro cuarto tenía una mampara grande con vista al mar. Me acuerdo cuando amanecimos haciendo el amor mientras las ráfagas de luces entraban a nuestro cuarto, no saben el placer que me hizo sentir mi esposo. En general el sexo estaba excelente, eso hacía que no me acordara de Javier. Por otro lado, en ese tiempo, Sara intento comunicarse conmigo para disculparse y después de tantas insistencia acepte sus disculpa, somos amigas de toda la vida, igual la relación no fue la de antes, solo hablábamos lo necesario y cuando nos cruzábamos en reuniones con mis demás amigas. Al parecer todo volvía hacer como antes en mi vida o eso creía.
El 2023 lo comencé concentrada en mi trabajo y familia. Se me ocurrió pasar aun más tiempo con mi esposo por eso lo animé a irnos de viaje. Mi esposo y yo pedimos vacaciones en nuestros respectivos trabajo y nos fuimos de viaje fuera del país. Estando los dos solo la pasamos increíble. Hicimos muchas cosas pero en las noches volvíamos a nuestro hotel para hacer el amor. Me acuerdo que la última noche tuvimos una cena y luego nos fuimos a bailar. Al regresar al hotel tuvimos sexo salvaje, mi esposo rindió y resistió como en sus mejores tiempo. Terminamos muertos en la cama, se había venido dentro, pero pasó algo. Fue ahí y en ese momento desnudos en la cama donde cerré los ojos y mi mente voló. Comenzaron a llegar ráfagas de recuerdos de cuando estaba con Javier, los momentos placenteros, su cuerpo desnudo, su enorme pene, el sexo. Fue una noche salvaje con mi esposo, me hizo el amor perfectamente pero había algo que me faltaba para sentirme plenamente satisfecha, ese algo que solo lo sentía con Javier. No sé exactamente cómo explicarlo pero lo que si sé es que desde ese momento Javier no se me borro de la cabeza.
Me acuerdo que llegue a Lima un domingo en la noche. Mi esposo y yo estábamos muertos de cansancio, así que llegamos a la casa de inmediato a descansar. A la medianoche me levanto para ir a la cocina y aprovecho para escribirle a Javier. Le mande un “Hola”, me quede despierta una hora y el no veía el mensaje. Me fui a dormir. A la mañana me levanto y reviso mi celular y me había dejado en visto. No sabía cómo interpretar eso. No quería hablarme? Seguía resentida de cómo le hablé la última vez? No lo sé, pero lo deje ahí por el momento. Aun así, seguía pensando en él. A los días le volví a escribir, igual no veía mis mensajes, después de horas me dejaba en visto. Le volví a escribir diciéndole: Estas molesto por cómo te trate o no quieres hablarme? Dímelo y no te vuelvo a escribir. Me dejo en visto otra vez. Ya estaba perdiendo la paciencia. Fue en ese momento que decidí apoyarme en la única persona que sabía mi situación: Sara.
Necesitaba apoyarme en alguien de mucha confianza y que mejor Sara que sabia toda la verdad. Un día fui a su casa sin avisar, cuando llegue al edificio justo salía una persona y me dejo entrar, así evite anunciarme por el intercomunicador. Al llegar a su piso, veo que Javier sale de su departamento. Me quede en shock. Después de tanto tiempo lo veía, no voy a negar que me provoco lanzarme encima de él pero Javier se mostró indiferente conmigo, solo me dijo hola, paso por mi lado sin inmutarse, se metió al elevador. En ese momento reaccioné y le pregunté porque no respondió mi mensajes. Él me dijo: Tú dijiste que ya no querías verme más, que te dejara en paz y eso hago, te dejo en paz. Además me dijiste que no puedes poner en riesgo a tu familia por alguien como yo, ósea no estoy a tu nivel por eso, es mejor ya no vernos. La puerta del elevador se cerró.
Me fui cabizbaja al depa de Sara, ella me recibió sorprendida porque no me esperaba. Le conté que vi salir a Javier de su depa pero que no me molesta si aún se ve con él, no estaba para pelearme con ella estaba para que me escuchara. Sara me contó que después que termine con Javier se volvieron a ver. Le dije lo que estaba pasando, pensaba que había vuelto a mi vida de familia pero que he vuelto a pensar en Javier y le he escrito y él me ignora. Sara me abrazo, nos abrazamos fuerte y nos dijimos cuanto nos habíamos extrañado. Me dijo que lo mejor es que me olvidara de Javier, ya que yo no lo tomaba como un pasatiempo sino como una relación, lo cual cruza el límite y pone en riesgo a mi familia. Sara se comprometió a dejar de ver a Javier para evitar que yo me volviera a cruzar con él, también me dijo que me apoyaría en el camino para olvidar a Javier. Sin tapujo me dijo: Tu familia no vale un polvo.
Sara agarro mi celular y bloqueo el número de Javier y me dijo que evitara desbloquearlo. Me llamaba todos los días para saber cómo estaba y si estaba ansiosa me buscaba en mi casa o trabajo para salir a comer, tomar unos tragos o ir al cine. Se volvió mi guardiana. Nos volvimos mas intimas de lo que éramos. Me contó que ella nunca había ido al cuarto de Javier pero al enterarse que yo había ido le dio curiosidad y fue pero al entrar no se sintió cómoda y le pidió volver a su departamento. Sara siempre ha sido de dinero. En cambio yo vine de abajo para lograr mis metas. Nos conocimos en la universidad siendo yo becada mientras a ella se lo pagaban sus papás. Sara también me contó que después de ver eso le regalo una cama. Yo le conté que nunca le había dado nada porque no había interés de por medio en nuestra relación clandestina. Sara me respondió: En mi caso prefiero que haya interés de por medio porque luego se confunden las cosas y yo no busco novio. Mientras tu tengas el dinero, tú tienes el poder. Me quede helada con sus palabras. A pesar de todo lo que hizo Sara no podía olvidar a Javier. Así que termine desbloqueándolo y le volví a escribir sin encontrar respuesta de él.
Llego febrero el mes de mi cumpleaños y mi esposo me regalo un viaje Paracas. Nos hospedamos en el hotel más conocido y lujoso de Paracas (ya imaginarán cuál es). Un grupo pequeño de amigos nos acompañó, entre ellos estaba Sara. Valore el lindo detalle de mi esposo y decidí disfrutar el momento. Ahí estaba Sara apoyándome. En la primera noche mi esposo me hizo el amor como siempre, excelente, haciéndome llegar al orgasmo pero es ahí cuando más pensaba en Javier. Me faltaba ese algo que solo lo sentía con Javier, ese algo al que no encontraba explicación, ni sabría explicar. No se cuanto iba a durar así. Sentía que Paracas iba a ser mi salvación o mi perdición.