Esto ocurrió mientras tenía entre 19-20 años…vivía en casa de mis padres y mi vecina era una señora de unos 55-60 años de edad que trabajaba en el mercado de la urbanización en un distrito del cono norte. Yo vivía ahí desde los 17 y cuando estaba por cumplir 19, la vecina trajo una chica de la sierra, Johanna. Una joven de unos 20 años, que vino para ayudarle con tareas del hogar y también de apoyo en su puesto del mercado, bastante tímida o recatada, talla baja, 1.55 tal vez, piernas delgadas, un poco cuadrada de cintura, hombros algo anchos (bastante típico de las mujeres de esa zona) pero nada que se vea mal, pero lo mejor de todo eran sus tetas. Unos senos que se ponga lo que ponga siempre se veían grandes, pero firmes por su misma edad, si bien no tenía mucho culo, sus tetas compensaban cualquier atributo faltante.
La traté un par de veces cuando llegó, sin pasar de sola un hola o un buenos días y recibí solo una respuesta medio seca de su parte, pero a los 19, cuando tenía días en los que me quedaba en casa sin clases a las que asistir por los horarios complicados que me cayeron en un ciclo de la uni, cogí la costumbre de pasar tiempo en la azotea de mi casa, subía solo a ver la avenida o el horizonte desde el balcón escuchando algo de música, a cualquier hora, mañana, tarde o noche…hasta que un día, plan de 9pm, todo oscuro en el techo, noto que se enciende una luz en la casa de al lado, la casa de mi vecina, me llamó la atención porque nunca había visto encenderse esa luz en todas las noches que había subido, en ese techo al lado, solo había un cuarto y una lavandería y solo nos separaba un pequeño muro entre ambas casas, pero la luz no venía del cuarto ni tampoco de la lavandería, entonces me asomé al muro y veo que el tragaluz (que estaba pegado hacia el muro que nos dividía) tenía una ventana de un cuarto, cuarto cuya luz era la que había notado encenderse. Ese cuarto tenía una cortina blanca que cubría el 75% de la ventana (de esas ventanas de vidrio de una sola hoja que se abren hacia afuera) y de pronto, aparece Johanna en ese espacio, mirando hacia la pared que tenía en frente pero comenzó a posar, tomándose de la cintura, quebrando la cola, mandando besitos volados, y sonriendo, por lo que asumí que estaba frente a un espejo…me causó gracias porque siempre la vi seria, y eso me confirmó que todos ocultamos cosas y algunas solo para nuestra intimidad. Me causó curiosidad y seguí mirando para ver cual sería su siguiente acción, no puedo negar que también me causó morbo por si se quitaba la ropa, pero no tenía tanta esperanza, más quería ver si hacía algo ridículo o chistoso, ya la describí fisicamente en cuerpo pero faltaron 2 detalles, era de piel trigueña pero de rostro fino, bonita sonrisa aunque de ojos medio tristones, aun así era simpática…así que seguí mirando, y de pronto mirándose al espejo, se quita el polo (ella siempre andaba en polos pegados y jeans), cuando se lo retiró por completo, 2 masas de carne bastante considerables de tamaño (para su talla) rebotaron siendo contenidas por un brassiere de color negro…me quedé sorprendido, ya se veían grandes por fuera pero verla en bra era un logro inesperado, se me comenzó a poner dura y mi corazón a latir rápido, porque sabía que podían verme y se podría armar algún problema…Johanna se tomó ambas tetas las agitó frente al espejo, posterior a eso se comenzó a retirar el bra, a lo que yo ni corto ni perezoso comencé a masturbarme, ahí en el techo, mientras veía a la empleada de mi vecina con el riesgo de ser descubierto por ella o por mis padres que podían subir en cualquier momento.
Johanna se retiró el bra por completo, yo seguía jalándomela esperanzado en que no se de cuenta y para mi suerte no lo hizo, sus tetas eran hermosas, redondas, sin caída por gravedad aun, con aureolas pequeñas (nunca me han gustado las aureolas grandes) y pezones parados, se acercó a lo que parecía ser una cajonera y sacó un par de prendas que colocó en su cama, cama que estaba entre ella y el espejo, entonces, mientras estaba de espaldas comenzó a desabotonar su pantalón, lo bajó hasta las rodillas agachándose un poco, era como si me estuviera mostrando las nalgas adrede, yo ya estaba por explotar, giró, se sentó en la cama y levantó las piernas para retirárselo por completo, estaba ella ahí en un calzoncito de algodón blanquito…resaltaba bien su piel trigueña, se miró un ratito en el espejo y en mi cabeza solo estaba esperando a que se quité el calzón, pero para mi mala suerte se acercó a la ventana y yo solo hice la cabeza hacia atrás para que no me viera y ella la cerró por completo…al rato la luz se apagó y en otro lado del tragaluz se encendió la luz de la cocina, Johanna entró y estaba en un polo suelto y un short de dormir…sabía que sería todo por ese día por lo que solo me tocó bajar y encerrarme en mi cuarto a correrme un par de pajas pensando en lo que acababa de ver.
Si bien fue toda la acción de esa noche, no sería la primera ni la última vez que vería a Johanna desnuda y tampoco lo más cerca que estaría de ella en ese estado…
La traté un par de veces cuando llegó, sin pasar de sola un hola o un buenos días y recibí solo una respuesta medio seca de su parte, pero a los 19, cuando tenía días en los que me quedaba en casa sin clases a las que asistir por los horarios complicados que me cayeron en un ciclo de la uni, cogí la costumbre de pasar tiempo en la azotea de mi casa, subía solo a ver la avenida o el horizonte desde el balcón escuchando algo de música, a cualquier hora, mañana, tarde o noche…hasta que un día, plan de 9pm, todo oscuro en el techo, noto que se enciende una luz en la casa de al lado, la casa de mi vecina, me llamó la atención porque nunca había visto encenderse esa luz en todas las noches que había subido, en ese techo al lado, solo había un cuarto y una lavandería y solo nos separaba un pequeño muro entre ambas casas, pero la luz no venía del cuarto ni tampoco de la lavandería, entonces me asomé al muro y veo que el tragaluz (que estaba pegado hacia el muro que nos dividía) tenía una ventana de un cuarto, cuarto cuya luz era la que había notado encenderse. Ese cuarto tenía una cortina blanca que cubría el 75% de la ventana (de esas ventanas de vidrio de una sola hoja que se abren hacia afuera) y de pronto, aparece Johanna en ese espacio, mirando hacia la pared que tenía en frente pero comenzó a posar, tomándose de la cintura, quebrando la cola, mandando besitos volados, y sonriendo, por lo que asumí que estaba frente a un espejo…me causó gracias porque siempre la vi seria, y eso me confirmó que todos ocultamos cosas y algunas solo para nuestra intimidad. Me causó curiosidad y seguí mirando para ver cual sería su siguiente acción, no puedo negar que también me causó morbo por si se quitaba la ropa, pero no tenía tanta esperanza, más quería ver si hacía algo ridículo o chistoso, ya la describí fisicamente en cuerpo pero faltaron 2 detalles, era de piel trigueña pero de rostro fino, bonita sonrisa aunque de ojos medio tristones, aun así era simpática…así que seguí mirando, y de pronto mirándose al espejo, se quita el polo (ella siempre andaba en polos pegados y jeans), cuando se lo retiró por completo, 2 masas de carne bastante considerables de tamaño (para su talla) rebotaron siendo contenidas por un brassiere de color negro…me quedé sorprendido, ya se veían grandes por fuera pero verla en bra era un logro inesperado, se me comenzó a poner dura y mi corazón a latir rápido, porque sabía que podían verme y se podría armar algún problema…Johanna se tomó ambas tetas las agitó frente al espejo, posterior a eso se comenzó a retirar el bra, a lo que yo ni corto ni perezoso comencé a masturbarme, ahí en el techo, mientras veía a la empleada de mi vecina con el riesgo de ser descubierto por ella o por mis padres que podían subir en cualquier momento.
Johanna se retiró el bra por completo, yo seguía jalándomela esperanzado en que no se de cuenta y para mi suerte no lo hizo, sus tetas eran hermosas, redondas, sin caída por gravedad aun, con aureolas pequeñas (nunca me han gustado las aureolas grandes) y pezones parados, se acercó a lo que parecía ser una cajonera y sacó un par de prendas que colocó en su cama, cama que estaba entre ella y el espejo, entonces, mientras estaba de espaldas comenzó a desabotonar su pantalón, lo bajó hasta las rodillas agachándose un poco, era como si me estuviera mostrando las nalgas adrede, yo ya estaba por explotar, giró, se sentó en la cama y levantó las piernas para retirárselo por completo, estaba ella ahí en un calzoncito de algodón blanquito…resaltaba bien su piel trigueña, se miró un ratito en el espejo y en mi cabeza solo estaba esperando a que se quité el calzón, pero para mi mala suerte se acercó a la ventana y yo solo hice la cabeza hacia atrás para que no me viera y ella la cerró por completo…al rato la luz se apagó y en otro lado del tragaluz se encendió la luz de la cocina, Johanna entró y estaba en un polo suelto y un short de dormir…sabía que sería todo por ese día por lo que solo me tocó bajar y encerrarme en mi cuarto a correrme un par de pajas pensando en lo que acababa de ver.
Si bien fue toda la acción de esa noche, no sería la primera ni la última vez que vería a Johanna desnuda y tampoco lo más cerca que estaría de ella en ese estado…