markz129
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LA PRACTICANTE
Cofras, nuevamente por el foro esta vez para relatarles lo que me pasó en uno de mis trabajos.
Para los que tal vez si leyeron mi primer relato – y el único hasta el momento – “A pesar de todo siempre mía”, sabrán que pasé por muchas cosas con una muñeca que hacía conmigo lo que quería dado que su figura y su fiereza a la hora del tire eran únicas, cosa que eran mi debilidad y siempre pecaba con ella, hasta el momento que mi mujer descubrió algunas cosas y tuve que parar las cosas por el bienestar de mi familia.
En fin, después de dejar mí primer y segundo trabajo, los que tuve que dejar por mejores sueldos y beneficios. Me encontraba en una empresa con un ambiente de trabajo bacán, me había encontrado con gente mayor que yo, en ese entonces quien escribe estas líneas bordeaba los 26 años, joven aún, y la mayoría de colegas estaban por los 40 para arriba, en su mayoría trabajaba con abogados e ingenieros, personas con familia, casadas, alguna que otra divorciada, en fin gente que hacía su chamba y se iba a casa. En un principio me dio algo de nostalgia ya que en mis antiguos trabajos había gente de mi edad, solter@s, chicas guapas y ricas en quienes distraer la vista. Pero en fin, dado que seguía con la idea de no volver a cagarlas con mi mujer en cierta forma fue mejor ya que no iba a tener distracciones en ese sentido.
Quienes eran solteras era 3 abogadas de casi 30 y pico de años, una blanca guapa, un poco llenita, pero que se mandaba con unas faldas al cohete que le quedaban muy bien, otra gordita simpática pero que a mi particularmente no me atraía nada la última una culonaza extrema chata ella con unas tetas que ni para que les cuento, bien despachada la condenada pero sobrada, apenas saludaba y todo eso. Aparte de ellas la asistente de administración era una practicante: chata, por el frente plana pero un señor rabo, que culo señores, de cara maso menos, como que había que mirarla bien para sentirse atraído – me refiero al cacharro – porque el culo si no pasaba desapercibido.
Como era nuevo fui tanteando con que personas – varones – poder conversar pendejada, de las chicas y como eran, me hice amigo rápidamente de un flaco que era ingeniero, vago el weon, un cague de risa, divorciado con 3 hijos, ellos y su ex vivían en Trujillo y el estaba por acá. Ya tenía 4 años allí así que conocía bien a todos. Por quien más le pregunté era por la practicante, un culazo verdad? – me decía – claro. Bueno Diana es una chica bacán, por acá se rumoreaba que había un arquitecto que se la culeaba en las escaleras cuando todos se iban, algo que no se puedo confirmar nunca, se va a casar en menos de un año, su novio es un gordo de que siempre la viene a ver, medio celoso y tiene porqué, el que menos se quiere comer ese chanchazo…jajaja y era cierto. Ella tenía contrato hasta diciembre de ese año, ya que las practicantes solo eran un año y chao, traían otras, bueno estábamos octubre y quise probar suerte.
Bueno en esos meses como era nuevo tuve mucho de que comentar con Diana, como que si congeniábamos así que hicimos buena química y una amistad, nos llevábamos bien. A veces ella se quedaba hasta después que todos salían y yo hacía lo mismo, la llamaba a su oficina por el anexo – lo que yo quería era comerle el anexo en su oficina jaja – para saber si estaba allí y conversábamos y me decía sube mejor para que me ayudes o ya estás de salida?, para nada ni weón subía a hacer méritos. La verdad era un buen espectáCULO estar allí, ya que cuando se paraba o se movía ese culo idiotizaba e hipnotizaba, ella sabía que la miraba y la verdad tan sólo me sonreía coquetamente, como queriéndome decir mira, pero nunca lo vas a tener.
Faltaba poco para diciembre – mes en que ella se iba – y así que decidí arriesgar, total no perdía nada, un día que nos quedamos solos, me atrevía a acercarme por detrás de ella y sostenerla de la cintura con el pretexto de alcanzar unos fails que estaban encima de un estante, ella como que se sorprendió y me miró un tanto seria, disimuladamente bajé mi mano y me hice el que buscaba unas hojas. No me dijo nada. Estuvimos en silencio un momento, yo pensaba que decir para romper el hielo. Le hice una pregunta un tanto idiota y noté que no había molestia por su parte, así que traté de olvidarlo y resignarme a que verdaderamente nunca me iba a poder comer ese culo tan provocativo. Estando un rato más se le cayó unas hojas por donde yo estaba sentado. Me agaché a recogerlas y cuando me levanto nuevamente para sentarme bien, veo toda su humanidad directamente casi por encima de mis piernas – yo estaba sentado y ella había puestos sus piernas por los costados de las mías, - así que tenía sus pechos frente a mis ojos, levanté la mirada y ella por fin se sentó encima de mi jean, sentir ese culo me la puso tiesa, y me besó, nos besamos largo rato, mientras ella se movía en círculos por encima de mi jean y yo estaba más tieso que la csm!, empecé a meter mis manos por debajo de su blusa, le saqué el sostén y vi esas tetas pequeñas, que más eran pezones que otra cosa, pero la arrechura y el saber que mordérselos tal vez la caliente más y pida que la penetre. Así lo hice, empecé a estirar lentamente sus pezones y ella se arqueaba hacia el escritorio, le desabroché su pantalón y metí mi mano en su calzón, estaba mojadita, la puse de pie, le bajé por completo el pantalón y la pude ver en un calzoncito negro rico, que culo señores, que culo, cuando disponía a ponerla sobre el escritorio para penetrarla, sonó su maldito celular, ella en un principio no contestaba, estaba entretenida mientras yo le bajaba todo y la nalgueaba fuertemente – le gustaba creo -, ante la insistencia me dijo espera un momento, lo vió un puso una cara de . Mi novio, cierto que hoy pasaba a esta hora, me tengo que ir, se subió el calzón que estaba por sus rodillas, cogió su pantalón, me dio un beso y me dijo, no salgas hasta dentro de un momento, cierras la puerta con llave. Me volvió a besar y se fue, meneándome eso que pudo ser mío en ese instante, maldecía como no tienen idea a ese gordo csm!, su novia era una pendeja y por eso el la marcaba al milímetro. No tuve más remedio que ir al baño y meterme una señora manuela que me dejó algo satisfecho.
Al día siguiente cuando llegó me saludo de lo más normal – eso me gusta de las mujeres -, no se hacía paltas cuando conversaba con ella, era como si nada hubiera pasado. En la hora del almuerzo salimos juntos y me dijo que lo que pasó el día anterior no volvería a suceder, y así fue señores, intenté lo mismo un par de veces pero esta vez ella se negó rotundamente, ya quedarme en “horas extras” no tenía sentido así que salía a mi hora normal. Eso sí, siempre conversábamos por mi parte no pensaba molestarme con ella, era una cojudez si así lo hacía, no tenía por qué, al fin y al cabo yo estaba casado y ella a punto de hacerlo, pero las ganas de reventarle eso tan rico siempre estuvieron.
Llegó el primer día laborable del mes de enero, veo pasar una chica delgadita ella, con una carita de muñeca –literalmente hablando, era muy muy guapa – por lo que pude apreciar senos normales, un tanto pequeños, pero ella era flaquita, quebradita con un culo que no pude apreciar bien por su vestimenta formal el día de su presentación. Si, ella era la nueva practicante. El primer contacto visual fue fuerte, nos miramos y me sonrió, y no me quedó pensar otra cosa que: con esta la hago…
CONTINUO COFRAS…
Cofras, nuevamente por el foro esta vez para relatarles lo que me pasó en uno de mis trabajos.
Para los que tal vez si leyeron mi primer relato – y el único hasta el momento – “A pesar de todo siempre mía”, sabrán que pasé por muchas cosas con una muñeca que hacía conmigo lo que quería dado que su figura y su fiereza a la hora del tire eran únicas, cosa que eran mi debilidad y siempre pecaba con ella, hasta el momento que mi mujer descubrió algunas cosas y tuve que parar las cosas por el bienestar de mi familia.
En fin, después de dejar mí primer y segundo trabajo, los que tuve que dejar por mejores sueldos y beneficios. Me encontraba en una empresa con un ambiente de trabajo bacán, me había encontrado con gente mayor que yo, en ese entonces quien escribe estas líneas bordeaba los 26 años, joven aún, y la mayoría de colegas estaban por los 40 para arriba, en su mayoría trabajaba con abogados e ingenieros, personas con familia, casadas, alguna que otra divorciada, en fin gente que hacía su chamba y se iba a casa. En un principio me dio algo de nostalgia ya que en mis antiguos trabajos había gente de mi edad, solter@s, chicas guapas y ricas en quienes distraer la vista. Pero en fin, dado que seguía con la idea de no volver a cagarlas con mi mujer en cierta forma fue mejor ya que no iba a tener distracciones en ese sentido.
Quienes eran solteras era 3 abogadas de casi 30 y pico de años, una blanca guapa, un poco llenita, pero que se mandaba con unas faldas al cohete que le quedaban muy bien, otra gordita simpática pero que a mi particularmente no me atraía nada la última una culonaza extrema chata ella con unas tetas que ni para que les cuento, bien despachada la condenada pero sobrada, apenas saludaba y todo eso. Aparte de ellas la asistente de administración era una practicante: chata, por el frente plana pero un señor rabo, que culo señores, de cara maso menos, como que había que mirarla bien para sentirse atraído – me refiero al cacharro – porque el culo si no pasaba desapercibido.
Como era nuevo fui tanteando con que personas – varones – poder conversar pendejada, de las chicas y como eran, me hice amigo rápidamente de un flaco que era ingeniero, vago el weon, un cague de risa, divorciado con 3 hijos, ellos y su ex vivían en Trujillo y el estaba por acá. Ya tenía 4 años allí así que conocía bien a todos. Por quien más le pregunté era por la practicante, un culazo verdad? – me decía – claro. Bueno Diana es una chica bacán, por acá se rumoreaba que había un arquitecto que se la culeaba en las escaleras cuando todos se iban, algo que no se puedo confirmar nunca, se va a casar en menos de un año, su novio es un gordo de que siempre la viene a ver, medio celoso y tiene porqué, el que menos se quiere comer ese chanchazo…jajaja y era cierto. Ella tenía contrato hasta diciembre de ese año, ya que las practicantes solo eran un año y chao, traían otras, bueno estábamos octubre y quise probar suerte.
Bueno en esos meses como era nuevo tuve mucho de que comentar con Diana, como que si congeniábamos así que hicimos buena química y una amistad, nos llevábamos bien. A veces ella se quedaba hasta después que todos salían y yo hacía lo mismo, la llamaba a su oficina por el anexo – lo que yo quería era comerle el anexo en su oficina jaja – para saber si estaba allí y conversábamos y me decía sube mejor para que me ayudes o ya estás de salida?, para nada ni weón subía a hacer méritos. La verdad era un buen espectáCULO estar allí, ya que cuando se paraba o se movía ese culo idiotizaba e hipnotizaba, ella sabía que la miraba y la verdad tan sólo me sonreía coquetamente, como queriéndome decir mira, pero nunca lo vas a tener.
Faltaba poco para diciembre – mes en que ella se iba – y así que decidí arriesgar, total no perdía nada, un día que nos quedamos solos, me atrevía a acercarme por detrás de ella y sostenerla de la cintura con el pretexto de alcanzar unos fails que estaban encima de un estante, ella como que se sorprendió y me miró un tanto seria, disimuladamente bajé mi mano y me hice el que buscaba unas hojas. No me dijo nada. Estuvimos en silencio un momento, yo pensaba que decir para romper el hielo. Le hice una pregunta un tanto idiota y noté que no había molestia por su parte, así que traté de olvidarlo y resignarme a que verdaderamente nunca me iba a poder comer ese culo tan provocativo. Estando un rato más se le cayó unas hojas por donde yo estaba sentado. Me agaché a recogerlas y cuando me levanto nuevamente para sentarme bien, veo toda su humanidad directamente casi por encima de mis piernas – yo estaba sentado y ella había puestos sus piernas por los costados de las mías, - así que tenía sus pechos frente a mis ojos, levanté la mirada y ella por fin se sentó encima de mi jean, sentir ese culo me la puso tiesa, y me besó, nos besamos largo rato, mientras ella se movía en círculos por encima de mi jean y yo estaba más tieso que la csm!, empecé a meter mis manos por debajo de su blusa, le saqué el sostén y vi esas tetas pequeñas, que más eran pezones que otra cosa, pero la arrechura y el saber que mordérselos tal vez la caliente más y pida que la penetre. Así lo hice, empecé a estirar lentamente sus pezones y ella se arqueaba hacia el escritorio, le desabroché su pantalón y metí mi mano en su calzón, estaba mojadita, la puse de pie, le bajé por completo el pantalón y la pude ver en un calzoncito negro rico, que culo señores, que culo, cuando disponía a ponerla sobre el escritorio para penetrarla, sonó su maldito celular, ella en un principio no contestaba, estaba entretenida mientras yo le bajaba todo y la nalgueaba fuertemente – le gustaba creo -, ante la insistencia me dijo espera un momento, lo vió un puso una cara de . Mi novio, cierto que hoy pasaba a esta hora, me tengo que ir, se subió el calzón que estaba por sus rodillas, cogió su pantalón, me dio un beso y me dijo, no salgas hasta dentro de un momento, cierras la puerta con llave. Me volvió a besar y se fue, meneándome eso que pudo ser mío en ese instante, maldecía como no tienen idea a ese gordo csm!, su novia era una pendeja y por eso el la marcaba al milímetro. No tuve más remedio que ir al baño y meterme una señora manuela que me dejó algo satisfecho.
Al día siguiente cuando llegó me saludo de lo más normal – eso me gusta de las mujeres -, no se hacía paltas cuando conversaba con ella, era como si nada hubiera pasado. En la hora del almuerzo salimos juntos y me dijo que lo que pasó el día anterior no volvería a suceder, y así fue señores, intenté lo mismo un par de veces pero esta vez ella se negó rotundamente, ya quedarme en “horas extras” no tenía sentido así que salía a mi hora normal. Eso sí, siempre conversábamos por mi parte no pensaba molestarme con ella, era una cojudez si así lo hacía, no tenía por qué, al fin y al cabo yo estaba casado y ella a punto de hacerlo, pero las ganas de reventarle eso tan rico siempre estuvieron.
Llegó el primer día laborable del mes de enero, veo pasar una chica delgadita ella, con una carita de muñeca –literalmente hablando, era muy muy guapa – por lo que pude apreciar senos normales, un tanto pequeños, pero ella era flaquita, quebradita con un culo que no pude apreciar bien por su vestimenta formal el día de su presentación. Si, ella era la nueva practicante. El primer contacto visual fue fuerte, nos miramos y me sonrió, y no me quedó pensar otra cosa que: con esta la hago…
CONTINUO COFRAS…