grindo doido
Cuenta Verificada
" Te digo Manuel, esa tía juega, no solo es coquetería, vamos con el loco( yo), te apuesto que la sacamos y quien sabe que mas hará". Eso decían mis compañeros de trabajo sobre la nueva a conquistar.
Era un verano, todo era normal hasta que mis compañeros de trabajo conocieron a una vendedora de marcianos. Ella recorría calles cerca de la Av. Brasil. GB y alrededores a la Plaza Bolognesi.
Ella, delgada, de estatura pequeña, labio delgados, ojos chicos pero mirada seria y a la vez excitante. Una nalgas poderosas y siempre se le marcaba el triangulito por encima de la ropa. Esa cocona necesitaba regar. Creo que era de la selva. Cuando la vi, si que me inspiro.
Cabe mencionar que la vendedora no era muy comunicativa, no era coqueta. Tenias que buscar un buen tema para ganarte su confianza. Como todos, tuvimos que crear una estrategia y conforme la conocías, podías ilusionarte.
Un sujeto del local, a cambio de una buena propina nos dijo que a la susodicha la habían encontrado dándole un gran oral a un anciano en el baño, posteriormente con otro se agasajaron a su antojo en su auto. Y con un tercer benefactor, se fueron aun hotel de la zona, todo a cambio de comprarle todos los marcianos y ponerle los insumos para su próxima venta. Que delicia la comerciante......
Era un verano, todo era normal hasta que mis compañeros de trabajo conocieron a una vendedora de marcianos. Ella recorría calles cerca de la Av. Brasil. GB y alrededores a la Plaza Bolognesi.
Ella, delgada, de estatura pequeña, labio delgados, ojos chicos pero mirada seria y a la vez excitante. Una nalgas poderosas y siempre se le marcaba el triangulito por encima de la ropa. Esa cocona necesitaba regar. Creo que era de la selva. Cuando la vi, si que me inspiro.
Cabe mencionar que la vendedora no era muy comunicativa, no era coqueta. Tenias que buscar un buen tema para ganarte su confianza. Como todos, tuvimos que crear una estrategia y conforme la conocías, podías ilusionarte.
Un sujeto del local, a cambio de una buena propina nos dijo que a la susodicha la habían encontrado dándole un gran oral a un anciano en el baño, posteriormente con otro se agasajaron a su antojo en su auto. Y con un tercer benefactor, se fueron aun hotel de la zona, todo a cambio de comprarle todos los marcianos y ponerle los insumos para su próxima venta. Que delicia la comerciante......