loxal
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Cofrades:
He disfrutado de sus relatos en este foro; y espero que este sea de su agrado:
La señora Lucía
El año pasado acabé la carrera de arquitectura. En mi último año, a la par de estudiar iba chambeando (practicando) en el despacho de un arquitecto muy conocido (en el medio). El despacho genera buenas rentas, pero no es muy grande en personal (Mi jefe, tres arquitectos jóvenes, yo, 3 practicantes y personal administrativo), lo que sería, como contaré luego, una bendición.
Acabé la carrera y el jefe me dijo que mientras me titulaba podía seguir como asistente. El horario se incrementó (y también un poco mis ingresos), puesto que al no estudiar la chamba pasó a ser de 9am a 6pm (sin contar amanecidas) salvo los viernes de verano (salida 1pm).
El despacho tenía diferentes tipos de clientes (todo trabajo se acepta, esa es la filosofía de mi jefe). Hay desde empresas bien grandes, hasta amigos o amigas del jefe que hacen consultas menores (algunos bien conchudos).
Bueno, a mitad de enero llegó un pedido de una amiga de mi jefe, una señora llamada Lucía Arana (nombre falso obv). Mi jefe vio que los otros arquitectos estaban ocupados así que me reenvió el correo de su amiga diciéndome "Loxal, coordina para que Lucía te remita los planos y la documentación necesaria, y si pide una reunión agéndala para la próxima semana".
Le respondí a la señora Lucía según lo que me dijo mi boss y ella me respondió lo siguiente: "Hola Loxal, no tengo todavía todos los planos pero crees que Juli (mi jefe se llama Julián) tenga tiempo esta semana para explicarle? Plzz". Al toque le respondí que tendría que ser la próxima semana, y pensé que el tema quedaría ahí para mi por el momento (había copiado a la secretaria para que coordinen la eventual reunión con mi jefe).
Unas horas después, la señora Lucía me respondió así: "No puedo la próxima semana porque estaré de viaje! No sería posible que tú pudieras atender mi consulta y luego se la explicas a Juli? Lo que pasa es que estoy medio apurada con este tema".
Cofrades, la idea de tener una reunión con la señora Lucía me emocionó. Pero no por morbo, sino porque sería (y lo fue) mi primera reunión con un cliente yo solo. Al toque le reenvié el correo a mi jefe y él que estaba con la cabeza en otra (un viaje al interior para ver la construcción de una torre corporativa) me dijo "OK, escúchala y si captas al toque el problema le das una respuesta general. No te metas en detalles mientras no tengas todos los planos".
Emocionado, le respondí a la señora Lucía y le dije que podíamos coordinar una reunión. Quedamos para el día siguiente (un jueves) a las 3.30pm. La secretaria, que sabía de la reunión porque tuve que reservar el directorio pequeño, me jodía diciendo: "Así que ya empiezan para ti también reuniones con abuelitas, jaja". Y es que mi jefe ya es algo mayor (60 maso) y sus amigas pues como que son de la misma edad.
En fin, al día siguiente ya estaba yo listo para la reunión (como les dije, más que nada preocupado en parecer profesional) y lo último que pasaba por mi cabeza era cómo sería la señora Lucía.
Hasta que llegó.
La señora Lucía era una mujer de 40-45 años, de contextura media tirando para delgada, pelo castaño lacio y con rasgos bonitos (nariz finita y unos labios algo carnosos). Pero lo que más destacaba de ella eran sus voluptuosos senos. Talla D mínimo, y no eran tetas de gorda (contextura tirando para delgada). Recuerdo que vino con un vestido largo verde (el calor no perdona cofrades) y el escote, si bien sobrio, dejaba ver un poco de su mejor atributo.
Me quedé cojudo por las tetas por menos de un segundo. Recuperé la compostura y la saludé:
- Señora Arana buenas tardes, mi nombre es loxal loxalez. Encantando de conocerla.
- ¿Loxal? Hola! Pero si eres un nene! (la secretaria se cagaba de risa por dentro, un día espero darle su medicina también, ahora que me gusta la carne madura).
- Jaja, he acabado hace poco la universidad, así que se puede decir que estoy algo tierno.
- No tienes ni 30 años. Por supuesto que estás tierno jajajaj.
- Gracias! Pasemos por aquí, señora Arana.
- Llámame Lucía, loxalito, Lucía.
- Ok Lucía
Y así pasamos al directorio. Al llegar, me senté al frente de Lucía, a lo que me dijo "qué haces ahí sentado loxal? Ven aquí para que pueda mostrarte los planos que traje". Le hice caso y mientras pasaba a sentarme a su lado (yo parado moviédome y ella sentada) podía ver esas preciosas ubres que se manejaba.
- Bueno, y cuéntame primero ¿cómo eres ya arquitecto tan joven? ¿No serás de la universidad alas peruanas no? (Cofrades, aquí quiero disculparme si alguien se siente un poco ofendido por ese comentario. Yo creo que el que se esfuerza y estudia puede ser bueno sin importar su universidad, pero en fin).
- Hum todavía no soy arquitecto señora Lucía, acabé la universidad hace unos meses y ahorita mientras me titulo trabajo como asistente.
- Me dices señora otra vez y te mato jajaj. Así que todavía no tienes título, todavía no te has estrenado entonces jaja.
- Jajaja no, todavía.
- Bueno, ya llegará jajaja. Mientras tanto puedes ir practicando con mi caso. Esto es lo que pasa (...).
La consulta de Lucía no era muy compleja, así que le expliqué el tema (si bien no compleja, había que explicar las cosas paso a paso para que entendiese bien lo que sepodía hacer), y luego de unos 20-30 min de preguntas técnicas adicionales, la conversación sobre cosas aburridas (osea, el trabajo) terminó.
- Listo, entiendo todo loxal. Procedamos así entonces.
- Por supuesto, con los planos te doy la respuesta confirmada al 100%.
- Ya listo. Nos vemos loxalcito.
- Hasta luego Lucía, ha sido un gusto.
- El gusto ha sido mío, loxalcito, haré que te manden los planos y te seguiré fastidiando por correos.
- Todo lo que quiera, señora L...
- Loxal! Una más y te asesino!!!
- Jjajaja. Es la costumbre
Como habrán visto, cofrades, Lucía era una coquetaza. Cuando hablaba siempre ponía unas caritas de curiosidad o sonrisa bastante sexys. Yo estaba principalmente enfocado en la chamba, pero no les puedo negar que en algunas frases (con sonrisa coqueta incluida) el loxalito de un solo ojo alzaba la cabeza un poquito.
Sé que ha sido mucho relato y poca acción. En las siguientes habrá mucho relato, pero mucha acción también.
Saludos gente
He disfrutado de sus relatos en este foro; y espero que este sea de su agrado:
La señora Lucía
El año pasado acabé la carrera de arquitectura. En mi último año, a la par de estudiar iba chambeando (practicando) en el despacho de un arquitecto muy conocido (en el medio). El despacho genera buenas rentas, pero no es muy grande en personal (Mi jefe, tres arquitectos jóvenes, yo, 3 practicantes y personal administrativo), lo que sería, como contaré luego, una bendición.
Acabé la carrera y el jefe me dijo que mientras me titulaba podía seguir como asistente. El horario se incrementó (y también un poco mis ingresos), puesto que al no estudiar la chamba pasó a ser de 9am a 6pm (sin contar amanecidas) salvo los viernes de verano (salida 1pm).
El despacho tenía diferentes tipos de clientes (todo trabajo se acepta, esa es la filosofía de mi jefe). Hay desde empresas bien grandes, hasta amigos o amigas del jefe que hacen consultas menores (algunos bien conchudos).
Bueno, a mitad de enero llegó un pedido de una amiga de mi jefe, una señora llamada Lucía Arana (nombre falso obv). Mi jefe vio que los otros arquitectos estaban ocupados así que me reenvió el correo de su amiga diciéndome "Loxal, coordina para que Lucía te remita los planos y la documentación necesaria, y si pide una reunión agéndala para la próxima semana".
Le respondí a la señora Lucía según lo que me dijo mi boss y ella me respondió lo siguiente: "Hola Loxal, no tengo todavía todos los planos pero crees que Juli (mi jefe se llama Julián) tenga tiempo esta semana para explicarle? Plzz". Al toque le respondí que tendría que ser la próxima semana, y pensé que el tema quedaría ahí para mi por el momento (había copiado a la secretaria para que coordinen la eventual reunión con mi jefe).
Unas horas después, la señora Lucía me respondió así: "No puedo la próxima semana porque estaré de viaje! No sería posible que tú pudieras atender mi consulta y luego se la explicas a Juli? Lo que pasa es que estoy medio apurada con este tema".
Cofrades, la idea de tener una reunión con la señora Lucía me emocionó. Pero no por morbo, sino porque sería (y lo fue) mi primera reunión con un cliente yo solo. Al toque le reenvié el correo a mi jefe y él que estaba con la cabeza en otra (un viaje al interior para ver la construcción de una torre corporativa) me dijo "OK, escúchala y si captas al toque el problema le das una respuesta general. No te metas en detalles mientras no tengas todos los planos".
Emocionado, le respondí a la señora Lucía y le dije que podíamos coordinar una reunión. Quedamos para el día siguiente (un jueves) a las 3.30pm. La secretaria, que sabía de la reunión porque tuve que reservar el directorio pequeño, me jodía diciendo: "Así que ya empiezan para ti también reuniones con abuelitas, jaja". Y es que mi jefe ya es algo mayor (60 maso) y sus amigas pues como que son de la misma edad.
En fin, al día siguiente ya estaba yo listo para la reunión (como les dije, más que nada preocupado en parecer profesional) y lo último que pasaba por mi cabeza era cómo sería la señora Lucía.
Hasta que llegó.
La señora Lucía era una mujer de 40-45 años, de contextura media tirando para delgada, pelo castaño lacio y con rasgos bonitos (nariz finita y unos labios algo carnosos). Pero lo que más destacaba de ella eran sus voluptuosos senos. Talla D mínimo, y no eran tetas de gorda (contextura tirando para delgada). Recuerdo que vino con un vestido largo verde (el calor no perdona cofrades) y el escote, si bien sobrio, dejaba ver un poco de su mejor atributo.
Me quedé cojudo por las tetas por menos de un segundo. Recuperé la compostura y la saludé:
- Señora Arana buenas tardes, mi nombre es loxal loxalez. Encantando de conocerla.
- ¿Loxal? Hola! Pero si eres un nene! (la secretaria se cagaba de risa por dentro, un día espero darle su medicina también, ahora que me gusta la carne madura).
- Jaja, he acabado hace poco la universidad, así que se puede decir que estoy algo tierno.
- No tienes ni 30 años. Por supuesto que estás tierno jajajaj.
- Gracias! Pasemos por aquí, señora Arana.
- Llámame Lucía, loxalito, Lucía.
- Ok Lucía
Y así pasamos al directorio. Al llegar, me senté al frente de Lucía, a lo que me dijo "qué haces ahí sentado loxal? Ven aquí para que pueda mostrarte los planos que traje". Le hice caso y mientras pasaba a sentarme a su lado (yo parado moviédome y ella sentada) podía ver esas preciosas ubres que se manejaba.
- Bueno, y cuéntame primero ¿cómo eres ya arquitecto tan joven? ¿No serás de la universidad alas peruanas no? (Cofrades, aquí quiero disculparme si alguien se siente un poco ofendido por ese comentario. Yo creo que el que se esfuerza y estudia puede ser bueno sin importar su universidad, pero en fin).
- Hum todavía no soy arquitecto señora Lucía, acabé la universidad hace unos meses y ahorita mientras me titulo trabajo como asistente.
- Me dices señora otra vez y te mato jajaj. Así que todavía no tienes título, todavía no te has estrenado entonces jaja.
- Jajaja no, todavía.
- Bueno, ya llegará jajaja. Mientras tanto puedes ir practicando con mi caso. Esto es lo que pasa (...).
La consulta de Lucía no era muy compleja, así que le expliqué el tema (si bien no compleja, había que explicar las cosas paso a paso para que entendiese bien lo que sepodía hacer), y luego de unos 20-30 min de preguntas técnicas adicionales, la conversación sobre cosas aburridas (osea, el trabajo) terminó.
- Listo, entiendo todo loxal. Procedamos así entonces.
- Por supuesto, con los planos te doy la respuesta confirmada al 100%.
- Ya listo. Nos vemos loxalcito.
- Hasta luego Lucía, ha sido un gusto.
- El gusto ha sido mío, loxalcito, haré que te manden los planos y te seguiré fastidiando por correos.
- Todo lo que quiera, señora L...
- Loxal! Una más y te asesino!!!
- Jjajaja. Es la costumbre
Como habrán visto, cofrades, Lucía era una coquetaza. Cuando hablaba siempre ponía unas caritas de curiosidad o sonrisa bastante sexys. Yo estaba principalmente enfocado en la chamba, pero no les puedo negar que en algunas frases (con sonrisa coqueta incluida) el loxalito de un solo ojo alzaba la cabeza un poquito.
Sé que ha sido mucho relato y poca acción. En las siguientes habrá mucho relato, pero mucha acción también.
Saludos gente