lascivo87
General
- 1.366
- 5.102
- 229
- Registrado
- 7 Dic 2013
- Registrado
- 7 Dic 2013
- Mensajes
- 1.366
- Puntos de reacción
- 5.102
- Puntos
- 229
11 Years of Service
En este relato contaré lo que me pasó hace 5 años en el trabajo.
Todo iba bien en mi trabajo, hasta que a los de mi área nos cambiaron de oficina a otro lugar por un tema de remodelación y mantenimiento urgente que requería el ambiente donde estábamos. Éramos un grupo cómo de 15 que tuvimos que hacer el traslado a unas 8 cuadras donde quedaba el otro edificio donde estaban las otras oficinas que también tenían que ver con otras áreas del centro donde laboraba.
Este "nuevo edificio", si lo conocíamos pero al menos yo no tanto con profundidad puesto que llevaba poco tiempo en ese trabajo, en este nuevo edificio estaba la mayor cantidad de áreas y por ende la mayor cantidad de trabajadores que en el otro edificio, donde igual se quedaron unas cuantas áreas.
En este edificio, laboraba una señorita de recursos humanos, que llamaremos Lucía, la oficina que nos asignaron iba a ser provisional pero tenía todo el espacio necesario, era un poco más grande, por ahí surgieron comentarios que nos íbamos a quedar en ese edificio pero no en el ambiente que nos estaban dando, a mi me daba igual a pesar que el lugar estaba mejor. Grande fue mi sorpresa cuando noté que el ambiente que nos asignaron estaba relativamente cerca a donde estaba el área de recursos humanos donde laboraba Lucía.
A Lucía la había visto antes del cambio de edificio unas 4 o 5 veces, sobre todo al inicio cuando ingresé a trabajar, cuando tuve que regularizar algunos documentos propios de cuando uno es "nuevo", si bien el trato había sido meramente laboral, se le notaba, bastante amable y risueña, además por lo que había notado era una de las más jóvenes, puesto que las demás chicas de su área eran algo mayores o al menos eso aparentaban.
Los primeros días en el nuevo edificio fueron tranquilos, el trabajo lo hacíamos normal, no había inconvenientes, durante las primeras dos semanas vi poco a Lucía, la habré visto unas 3 veces pero solo de lejos.
Lucía cómo mencioné se notaba amable, lo que resaltaba de ella era el culazo que se manejaba, medía 1.60 y de cuerpo no desentonaba, eso generaba que siempre la gente la viera.
Un día mientras salía de una reunión que se había dado con gente de otra área, salí algo cansado, se acercaba la hora del almuerzo, me dirigía a mi oficina y en el trayecto me cruzo a Lucía, por amabilidad le digo un simple "hola", y me responde: "hola joven, cómo estás", su respuesta me dejó pensando, pero pasé a responderle y me dice que justo iba a mi oficina a dejar unos documentos, al menos sabía de qué área era yo, el trayecto era corto así que más conversación no hubo. Hasta ese momento yo no había tenido idea de querer algo con ella pero verla en mi oficina, cómo 10 minutos mientras ella hacía su trabajo mostrando los documentos a la persona encargada de recibirlos, me dio tiempo suficiente para contemplarla mejor.
Mientras le veía el culazo empecé a sentir ganas de tirar con ella, así que decidí a partir de ese momento abordarla. A partir de ese día, le empecé a saludar, siempre buscando hacerle una breve conversación, llegó la oportunidad al fin, un día por temas de trabajo había estado fuera de la oficina desde temprano, recién iba a llegar pasando las 2pm, antes de llegar a la oficina bajo del taxi para buscar dónde almorzar, delante mío a unos 20 metros veo que se mueve un culo bien potable, era Lucía, llevaba puesto una falda algo ceñida hasta las rodillas y pantis negros, que rica se veía, aceleré el paso y la alcancé.
Yo: Hola Lucía, ¿A dónde vas tan apurada?
Lucía: Hola "lascivo87" (era la primera vez que me decía por mi nombre) recién voy a almorzar, tuve una reunión en mi área y se me hizo tarde, tenía mucho trabajo y recién salgo ¿Tú para dónde vas?
Yo: Igual voy a almorzar, ¿Almorzamos juntos? (me lancé)
Lucía: ¿De verdad recién vas a almorzar?
Yo: Si, no he estado desde temprano en la oficina.
Lucía: Yo voy aquí cerca..., no sé si has ido antes.
El lugar que hacía referencia si lo conocía pero no me gustaba por qué era pequeño y siempre daba la sensación de estar lleno pero no podía dejar pasar la oportunidad.
Yo: Si conozco ¿Entonces aceptas mi invitación de almorzar?
Lucía: Jajaja, dijiste para almorzar juntos, no que me invitabas.
Yo: Pues ahora te digo que te estoy invitando el almuerzo.
Lucía: (se quedó pensando), ya pero con una condición.
Me sorprendió su respuesta.
Yo: ¿Qué condición?
Lucía: Quiero preguntarte algo pero no te rías.
Bueno, cómo habíamos llegado, y hecho el pedido, la conversación se desvió, una vez ya con nuestro almuerzo en mesa continuamos.
Yo: Lucía ¿Qué me ibas a preguntar?
Lucía: ¿Qué tanto conoces a Jhon?
Yo: (quedé frío con esa pregunta y pensé que quizás ella estaba interesada en Jhon, que era un tipo ya cuarentón de mi oficina, pero fue todo lo contrario, ella no estaba interesada), la verdad muy poco, no suelo hacer trabajo con él. ¿Por qué tú pregunta?
Lucía: Es que me ha dicho desde que se mudaron ustedes aquí, unas 3 veces para salir, y esta semana, me ha estado diciendo lo mismo por correo, y me ha escrito al WhatsApp, yo no quiero salir con él, me han dicho que es casado y tiene hijos y también que anda con una chica de aquí (ese rumor era conocido por mí pero me hice el que no sabía)
Yo: Pero si tú no quieres salir, no le hagas caso, ya se olvidará, sé más firme y dile que no estás interesada.
Lucía: Ya lo hice, espero que no se vuelva un acosador (se comenzó a reír)
Yo: ¿Te gustaría tener un acosador? (ambos nos reímos)
Lucía: No, solo que ya parece molesto, no sé cómo ha conseguido mi número, seguro la señora Rosa le ha dado, muy buena gente es ella y seguro sin desconfiar de las intenciones de Jhon le ha dado.
Yo estaba ya que me aburría y logré cambiar de tema de conversación, a algo más laboral. Ese almuerzo fue rápido, no sé si por la hora, costumbre o tenía hambre que Lucía terminó bien rápido de comer. En el trayecto de regreso salí "ganando".
Lucía: Gracias por invitarme, te debo una invitación ahora.
Yo: Cuando puedas me devuelves
Lucía: Usualmente voy en grupo a almorzar, tu también, no sé cuándo pueda ser.
Yo: (tenía que frenar un poco mis intenciones), no te preocupes no me debes nada.
Lucía: Pero normal por mí, solo que no se cuándo pueda ser.
Yo: (cómo la cosa iba en serio pues accedí a su "pago") Todo es cuestión de quedar, te mando un correo un día que no tenga mucho trabajo y vamos.
Lucía: ¿Correo? (sé comenzó a reír)
Yo: Sino cómo te voy a avisar, casi ni te veo, a pesar de que nuestras oficinas están cerca, ya voy más de un mes aquí y te he visto poco.
Lucía: ¿El viernes puedes?, me vienes a buscar a mi oficina a la 1pm.
Yo: (era martes o miércoles, no recuerdo bien pero no podía asegurar nada) Claro, te escribo a las 12 como haciéndote recordar.
Lucía: Ya, pero no me voy a olvidar, tengo buena memoria, no te olvides.
Continuará....
Todo iba bien en mi trabajo, hasta que a los de mi área nos cambiaron de oficina a otro lugar por un tema de remodelación y mantenimiento urgente que requería el ambiente donde estábamos. Éramos un grupo cómo de 15 que tuvimos que hacer el traslado a unas 8 cuadras donde quedaba el otro edificio donde estaban las otras oficinas que también tenían que ver con otras áreas del centro donde laboraba.
Este "nuevo edificio", si lo conocíamos pero al menos yo no tanto con profundidad puesto que llevaba poco tiempo en ese trabajo, en este nuevo edificio estaba la mayor cantidad de áreas y por ende la mayor cantidad de trabajadores que en el otro edificio, donde igual se quedaron unas cuantas áreas.
En este edificio, laboraba una señorita de recursos humanos, que llamaremos Lucía, la oficina que nos asignaron iba a ser provisional pero tenía todo el espacio necesario, era un poco más grande, por ahí surgieron comentarios que nos íbamos a quedar en ese edificio pero no en el ambiente que nos estaban dando, a mi me daba igual a pesar que el lugar estaba mejor. Grande fue mi sorpresa cuando noté que el ambiente que nos asignaron estaba relativamente cerca a donde estaba el área de recursos humanos donde laboraba Lucía.
A Lucía la había visto antes del cambio de edificio unas 4 o 5 veces, sobre todo al inicio cuando ingresé a trabajar, cuando tuve que regularizar algunos documentos propios de cuando uno es "nuevo", si bien el trato había sido meramente laboral, se le notaba, bastante amable y risueña, además por lo que había notado era una de las más jóvenes, puesto que las demás chicas de su área eran algo mayores o al menos eso aparentaban.
Los primeros días en el nuevo edificio fueron tranquilos, el trabajo lo hacíamos normal, no había inconvenientes, durante las primeras dos semanas vi poco a Lucía, la habré visto unas 3 veces pero solo de lejos.
Lucía cómo mencioné se notaba amable, lo que resaltaba de ella era el culazo que se manejaba, medía 1.60 y de cuerpo no desentonaba, eso generaba que siempre la gente la viera.
Un día mientras salía de una reunión que se había dado con gente de otra área, salí algo cansado, se acercaba la hora del almuerzo, me dirigía a mi oficina y en el trayecto me cruzo a Lucía, por amabilidad le digo un simple "hola", y me responde: "hola joven, cómo estás", su respuesta me dejó pensando, pero pasé a responderle y me dice que justo iba a mi oficina a dejar unos documentos, al menos sabía de qué área era yo, el trayecto era corto así que más conversación no hubo. Hasta ese momento yo no había tenido idea de querer algo con ella pero verla en mi oficina, cómo 10 minutos mientras ella hacía su trabajo mostrando los documentos a la persona encargada de recibirlos, me dio tiempo suficiente para contemplarla mejor.
Mientras le veía el culazo empecé a sentir ganas de tirar con ella, así que decidí a partir de ese momento abordarla. A partir de ese día, le empecé a saludar, siempre buscando hacerle una breve conversación, llegó la oportunidad al fin, un día por temas de trabajo había estado fuera de la oficina desde temprano, recién iba a llegar pasando las 2pm, antes de llegar a la oficina bajo del taxi para buscar dónde almorzar, delante mío a unos 20 metros veo que se mueve un culo bien potable, era Lucía, llevaba puesto una falda algo ceñida hasta las rodillas y pantis negros, que rica se veía, aceleré el paso y la alcancé.
Yo: Hola Lucía, ¿A dónde vas tan apurada?
Lucía: Hola "lascivo87" (era la primera vez que me decía por mi nombre) recién voy a almorzar, tuve una reunión en mi área y se me hizo tarde, tenía mucho trabajo y recién salgo ¿Tú para dónde vas?
Yo: Igual voy a almorzar, ¿Almorzamos juntos? (me lancé)
Lucía: ¿De verdad recién vas a almorzar?
Yo: Si, no he estado desde temprano en la oficina.
Lucía: Yo voy aquí cerca..., no sé si has ido antes.
El lugar que hacía referencia si lo conocía pero no me gustaba por qué era pequeño y siempre daba la sensación de estar lleno pero no podía dejar pasar la oportunidad.
Yo: Si conozco ¿Entonces aceptas mi invitación de almorzar?
Lucía: Jajaja, dijiste para almorzar juntos, no que me invitabas.
Yo: Pues ahora te digo que te estoy invitando el almuerzo.
Lucía: (se quedó pensando), ya pero con una condición.
Me sorprendió su respuesta.
Yo: ¿Qué condición?
Lucía: Quiero preguntarte algo pero no te rías.
Bueno, cómo habíamos llegado, y hecho el pedido, la conversación se desvió, una vez ya con nuestro almuerzo en mesa continuamos.
Yo: Lucía ¿Qué me ibas a preguntar?
Lucía: ¿Qué tanto conoces a Jhon?
Yo: (quedé frío con esa pregunta y pensé que quizás ella estaba interesada en Jhon, que era un tipo ya cuarentón de mi oficina, pero fue todo lo contrario, ella no estaba interesada), la verdad muy poco, no suelo hacer trabajo con él. ¿Por qué tú pregunta?
Lucía: Es que me ha dicho desde que se mudaron ustedes aquí, unas 3 veces para salir, y esta semana, me ha estado diciendo lo mismo por correo, y me ha escrito al WhatsApp, yo no quiero salir con él, me han dicho que es casado y tiene hijos y también que anda con una chica de aquí (ese rumor era conocido por mí pero me hice el que no sabía)
Yo: Pero si tú no quieres salir, no le hagas caso, ya se olvidará, sé más firme y dile que no estás interesada.
Lucía: Ya lo hice, espero que no se vuelva un acosador (se comenzó a reír)
Yo: ¿Te gustaría tener un acosador? (ambos nos reímos)
Lucía: No, solo que ya parece molesto, no sé cómo ha conseguido mi número, seguro la señora Rosa le ha dado, muy buena gente es ella y seguro sin desconfiar de las intenciones de Jhon le ha dado.
Yo estaba ya que me aburría y logré cambiar de tema de conversación, a algo más laboral. Ese almuerzo fue rápido, no sé si por la hora, costumbre o tenía hambre que Lucía terminó bien rápido de comer. En el trayecto de regreso salí "ganando".
Lucía: Gracias por invitarme, te debo una invitación ahora.
Yo: Cuando puedas me devuelves
Lucía: Usualmente voy en grupo a almorzar, tu también, no sé cuándo pueda ser.
Yo: (tenía que frenar un poco mis intenciones), no te preocupes no me debes nada.
Lucía: Pero normal por mí, solo que no se cuándo pueda ser.
Yo: (cómo la cosa iba en serio pues accedí a su "pago") Todo es cuestión de quedar, te mando un correo un día que no tenga mucho trabajo y vamos.
Lucía: ¿Correo? (sé comenzó a reír)
Yo: Sino cómo te voy a avisar, casi ni te veo, a pesar de que nuestras oficinas están cerca, ya voy más de un mes aquí y te he visto poco.
Lucía: ¿El viernes puedes?, me vienes a buscar a mi oficina a la 1pm.
Yo: (era martes o miércoles, no recuerdo bien pero no podía asegurar nada) Claro, te escribo a las 12 como haciéndote recordar.
Lucía: Ya, pero no me voy a olvidar, tengo buena memoria, no te olvides.
Continuará....