Continuando con el relato...
La mañana transcurrió sin mayores provocaciones, empezamos a acomodar las cosas, hacia el medio día mis patas galifardos y kineros llegaron....ese par de lobos lo primero que hicieron fue fijarse en el cuerpazo de Cindy. Es que su short blanco apretadísimo no dejaba mucho para la imaginación y el polo de tiras amarillo que traía, dejaba ver un escote pronunciado y ese canalito que forman un par de buenas tetas. Luego de presentarlos, seguían con su barrida de miradas, hasta que les pedí que se pusieran las pilas para arreglar todo. Como me lo esperaba, en un momento a solas, mis patas empezaron con el interrogatorio sobre Cindy... "oye huevon! de donde sacaste a esa flacota? ptm está bien rica, cómo se conocieron? no tiene amigas que quieran venir a tu tono?"....y otras preguntas más.
Con mucha calma seguí con la historia que habíamos armado con Cindy, nos conocimos en el tono de unos amigos en común, empezamos a salir, pero como yo estaba superando lo de Lucero, no quería comentarles nada antes, además éramos más salientes con derechos que una pareja muy formal. La respuesta sirvió para calmar sus dudas sobre los orígenes de mi relación con ella, pero sus comentarios sobre su anatomía siguieron...y la verdad me ponían algo incómodo, celoso y arrecho... "ptm pero que tetazas tiene..ya te hizo una rusa?..ya te la tiraste de hecho no?...que tal cacha?...con ese culazo debe ser bien perra no?... ya le diste anal? que tal es ese rabazo?...debe tener una papaza no?...que tal aguante tiene?...te la chupa rico?" ... no podía olvidar que estos patas eran mi clan kinero, así que andaban arrechos todo el tiempo y siempre buscando presas. Yo traté de responder lo mínimo y dejando a Cindy en una posición como más recatada que salvaje.
El sol nos reventó en la cara durante la tarde, ya casi habíamos terminado todo, pusimos las bebidas a helar, almorzamos tranquilos. Aunque yo sentí que Marco y Marcial se pegaban mucho a Mili, por suerte estos zanganos, eran fieles a respetar a la flaca del otro, así que sin más material a su disposición, empezaron a atacar a Mili. Le hablaban al oído intermitentemente cada uno, aprovechaban cada oportunidad para hacerle bromas en doble sentido y coquetearle un poco. Mili por su parte, parecía que se sentía en la gloria, la noche anterior se había quedado con las ganas, esta mañana pasó algo entre nosotros aunque fue cortado por Cindy y ahora no uno, sino dos patas la estaban afanando....y el tono aún ni empezaba.
Con todo el calor, decidimos meternos un chapuzón en la piscina de la jato. Debo reconocer que sentí algo de celos, de pensar que mis patas verían a Cindy en ropa de baño, pero sabía que sería yo quien la disfrutaría, así que eso me tranquilizaba. Mis patas y yo fuimos los primeros en estas listos para bañarnos y mientras esperábamos a las chicas, nos tomábamos unas chelas en el borde de la piscina. La primera en acercarse fue Mili, tenía una ropa de baño entera, no era la prenda más sexy, pero tampoco se veía mal, pude notar algo nuevo, sus pezones se marcaban demasiado debajo de la tela, no sólo como si los tuviera erectos, sino que además debían tener un muy bien tamaño, aunque sus tetas no fueran grandes, sino mas bien medianas a pequeñas pero también firmes.
Luego salió Cindy...y pude notar cómo los ojos de mis patas..y los de Mili, se salían de sus órbitas. Es que Cindy estaba vestida para la batalla, tenía un bikini negro con tiras muy finas y unos pocos retazos de tela que le cubrían sus partes íntimas. Cuando una mujer es tan voluptuosa como ella, de verdad debería considerar otros modelos de traje de baño o al menos otro tipo. Los triángulos del top a las justas le cubrían las enormoes aureolas de las tetas, obviamente se le notaban los pezones y lo más arrechante de todo, se le veía la parte inferior de esas tetazas, que la tela no alcanzaba a cubrir, esa parte de abajo, de piel terza, la redondez de un par de ubres que realmente excitaban mucho. Su tanga era de infarto, igualmente tiras delgadas con pedacitos de tela que al menos cuando pasó delante de nosotros, notamos que sus nalgotas se la comían y la hacían desaparecer. Parecía que estuviera usando hilo porque su culazo no dejaba ver el pedazo de tela que le tapaba el rabo. Mis patas me miraron de inmediato y sin llamar mucho la atención, me hacían señas como que estaba ganadazo.
Nos metimos los cinco al agua, Cindy y yo siempre muy pegados y Mili flanqueada por mis patas. Conversamos, escuchamos música y nos metimos unas chelas bravas de rigos. Habremos estado una hora aprox, tranquilos tomando y conversando, cuando Cindy se empezó a recostar sobre mi cuerpo. Yo estaba apoyado en uno de los bordes de la piscina contra mi espalda y ella delante mío, la tenía abrazada de la cintura desde atrás. Ella con una mano sosteniendo su chela, bajó la otra y la llevó hacia atrás, buscando mi verga. Que a pesar de estar sumergida, llevaba buen rato más gruesa que cuando está dormida, sobre la ropa de baño me iba sobando de arriba a abajo y me apretaba los huérfanos, hasta el punto límite en el que sentía la presión pero no tanto como para hacer algún sonido de dolor. El manoseo siguió por unos minutos, mientras que mi mano que la abrazaba, empezó a bajar hasta el límite en el que sentía algunos de sus recortados bellos púbicos.
Mis patas y Mili andaban entretenidos haciendo algunos retos de preguntas sexuales y secos de castigo, ya la estaban calentando. Se podía notar porque Marco a su derecha, sobaba su pierna contra la de Mili y ella no reclamaba, mientras que Marcial a su izquierda la cogía de la cintura y por el movimiento de su hombro podía adivinar que la estaba sobando. Mili alternaba su mirada entre ellos dos, pero además, por ratos me daba cuenta que nos miraba a nosotros, aunque específicamente miraba a Cindy. Tal vez eso la había calentado, sus manos ahora se metían dentro de mi short y me empezaba a jalar la pinga para ponérmela al palo. Yo le hablé al oído para irnos a la casa un momento, ella asintió, así que disculpándonos con la excusa que íbamos a ver quiénes habían confirmado asistencia, salimos de la piscina y nos fuimos a la casa.
Yo quería llevar a Cindy a la habitación nuevamente, para darle con todo. Pero ella no quiso, prefirió que nos quedemos en la pequeña sala de estar que daba vista directa a la piscina a través de una ventana grande. El sol estaba muy fuerte afuera, así que mis amigos y Mili no podrían vernos desde allá. Empezamos a chapar como poseidos, ella me metía mano en el short y me pajeaba mientras me cogía con la otra mano del cuello y me metía la lengua hasta la garganta. Yo le amasaba una de las tetazas primero por encima y luego por debajo del top del bikini y con la otra ataqué de frente su asterisco, empecé a sobarle la entrada anal con mi dedo medio e intentaba meter sólo la punta, la metía y sacaba. Los gemidos de los dos no se hicieron esperar, la respiración acelerada y agitada de Cindy me ponía más fierro, además sus manos empezaban a estrujar más mi pinga y mis huevos, así que no aguanté más y cogiéndola de la nuca con las dos manos, empecé a tirar de ella hacia abajo. Ella me entendió de inmediato y se fue besándome el pecho y el vientre hasta que me bajó el short de un solo tiron y empezó con la mamada.
Que manera de chupar pinga tenía Cindy, se acomodaba sólo usando su boca y su cabeza, sus manos recorrían mis piernas de arriba a abajo y ahora además, me manoseaban el trasero. Me cogió de los huevos con una mano y con la otra me pajeaba, alternaba sus besos y lamidas entre mi duro falo y mis hinchados testículos. Se metio mi pinga en la boca y empezó con una comida bestial, se lo metía lo más que podía y lo sacaba, se lo volvía a meter y lo sacaba, me escupía el glande y el tronco, y luego me pajeaba o se volvía a meter mi pinga en la boca. Estaba tan o más arrecha que yo, cuando bajó su mano y empezó a meterse dedos y sobarse la concha, supe que estaba lista. La jalé de los codos para que se parara, le di la vuelta para que quede mirando hacia la piscina y apoyada en una mesita, empecé a lamerle desde el cuello, bajando por toda su espalda, retirando su top y luego el resto del bikini, liberando primero esas tetotas y luego ese culazo del demonio.
Yo estaba concentrado en el monumental cuerpo que tenía en frente y no había percatado en lo que sucedía en la piscina, Cindy, sin embargo tenía unos segundos mirando de frente. Cuando mis besos llegaron a su culo, que besé y lamí como quise, y luego bajé más hasta irme a su concha, noté que ella seguía corriéndose la paja, lo que me sorprendió. Le di unas lamidas más, recuerdo que succioné un poco su conchita y ella empezó a gemir como puta, hasta que me dijo... "ya cáchame carajo! necesito tenerte adentro ahora! cáchame como se van a cachar a esa perrita de Mili!"... entonces me paré de inmediato, vi hacia la piscina, y encontré a mis patas dándole de besos a Mili en los labios, la cara, el cuello, los hombros y un poco más abajo. Se veía que ya no tenía las tiras del traje de baño, pero no se le notaban las tetas, que eran cubiertas aún por el agua, pero claramente ya no llevaba al menos la parte de arriba.
Acomodé a Cindy sobre la mesa en una posición más cómida, le abrí las piernas, pasando mis dedos por su ano y su concha. De un solo golpe metí dos dedos lo más profundo que pude y ella lo agradeció como "aaaajjjjjj ******! así dame duro!". Separé sus nalgotas y perfilé mi miembro que ya estaba durísimo y grueso, hacia la entrada de la concha de Cindy, ella se movía hacia atrás para clavársela de una. Así que le di el gusto....el gustazo, la cogí de las caderas, agarrando bien fuerte como ella quería y se la clavé de una sola con violencia! no fue una penetración suave de enamoraditos, fue más bien una clavada propia de una violación. Retiré mi pinga hasta que pude ver mi glande y se la clavé todavía más fuerte, la quería empotrar en la mesa. Oí un "aaaaauuuuggggg que burro estás!....cáchame fuerte! métemela fuerte!", volteó la cara para mirarme, tenía la cara roja y los ojos entre abiertos, con una expresión de perra arrecha que sólo quiere que su macho la satisfaga.
Continué con el mete saca violento y rudo, en el ambiente resonaba el choque de mis testículos con sus nalgas, la respiración de los dos, los gemidos y gritos de placer de Cindy y las nalgadas que le daba. En cada embestida sentía que su cuerpo se me iba hacia adelante y en la siguiente trataba de agarrar más fuerte de sus caderas. Preferí cogerla de los hombros y pasamos a una penetración menos fuerte y profunda, pero mucho más rápida, los cambios de ritmo la volvían loca así que ella seguía gimiendo y gritando agradecida del placer que le daba. Afuera en la piscina, mis patas habían levantado a Mili y ahora ella estaba sentada fuera en el borde de la piscina, mientras Marco aún dentro, le comía la concha dándonos la espalda y Marcial se acomodaba como podía para comerle las tetas. Lo primero que noté fue que efectivamente, esos pezones eran enormes! y que Mili con la cabeza hacia atrás, debía estar en la gloria.
Llevábamos varios minutos de una penetración rápida, así que volvimos a cambiar a una clavada profunda. Cindy me aguantaba todo, obviamente la experiencia pesa...pensé. Le seguí dando duro, muy duro, la cogí con una mano del cabello y la otra de su cadera y seguí con las embestidas más pausadas pero fuertes y profundas. Estábamos al borde de venirnos, ella anunciaba que se correría pronto y yo podía sentir que tenía la leche hirviendo dentro mío. Me pidió ..."méteme los dedos en el culo!...quiero sentirte ahí también...mémetelos ya! que a esa perra de afuera se la van a clavar doble y yo te quiero sentir así también!"....me sorprendió que reparara en Mili a mitad de nuestro cache, pero igual le hice caso. Primero un dedo y luego dos empezaron a entrar en su cavidad anal, ella no era mucho de "atender" por ahí así que estaba relativamente sin uso, claro que no era virgen por lo que tampoco demoré mucho es claverle los dos dedos hasta el fondo mientras sentía como por debajo mi verga la llenaba y salía.
No aguantamos mucho tiempo más y mientras le perforaba el ano con los dedos y le violaba la concha con penetraciones fuertes, nos corrimos los dos como salvajes, empecé a soltarle todo el semen dentro y sentía como le llenaba la concha, mientras aún con mis dedos violandole el culo, los movía en círculos para maximizar sus sensaciones....la corrida de Cindy duró más que la mía, apretó las manos a la mesita, juntó las piernas y ajustó la concha y el ano como queriéndom exprimir a todo invasor que tenía dentro...luego soltó la respitación y se dejó caer al piso, nos dimos un beso caliente y nos quedamos unos minutos ahí tirados en el piso....mientras ya se podían oír a lo lejos algunos gritos de afuera.
