Hombre Sigma
BANEADO
Bueno, yo antes me comí a pelo, a una cuantas. Por diversas circunstancias. Pero no anunciaban, sino que eran de esas que nunca ves más, o por algún motivo o arrechura lo hacen a pelo.
Ahora fue diferente, quise experimentar con una de esas que anuncian, servicios a pelo, no diré cual, ni quien. Solo haré una diferenciación con una kine "normal".
Para empezar, se nota que les gusta lo que hacen. La chica, bonita por cierto, prácticamente me ha babeado todo el miembro, y no ha dicho nada. No sé cuántas veces se habrá corrido, pero al final mi pinga parecía la lengua de Venom. Yo mientras tanto asustado, pensando en cuantos enfermos se habría comido el mismo día.
Parecen oficinistas, van rápido, luego se concentran en su trabajo, no les importa su vida, menos la tuya. Con una sonrisa de oreja a oreja.
El caso es que, a pesar de que el servicio es bueno. Prácticamente es como suicidarte en tu vida kinera, y quizás en tu vida real. Después vives con el miedo de haberte contagiado algo, y sientes cosas, hasta en la lengua (¿herpes?), ves bultos que aparecen (¿papiloma?). Y puede ser tan adictivo, que quizás encuentres lo que buscas.
Yo me quedo con mis kines, que te revisan si el condón está bien puesto, que no hacen nada a pelo, que siempre revisan si el condón está en su sitio, y que no besan por nada del mundo. Al menos te garantizan una vida sexual y kinera, más tranquila y segura.
Ahora fue diferente, quise experimentar con una de esas que anuncian, servicios a pelo, no diré cual, ni quien. Solo haré una diferenciación con una kine "normal".
Para empezar, se nota que les gusta lo que hacen. La chica, bonita por cierto, prácticamente me ha babeado todo el miembro, y no ha dicho nada. No sé cuántas veces se habrá corrido, pero al final mi pinga parecía la lengua de Venom. Yo mientras tanto asustado, pensando en cuantos enfermos se habría comido el mismo día.
Parecen oficinistas, van rápido, luego se concentran en su trabajo, no les importa su vida, menos la tuya. Con una sonrisa de oreja a oreja.
El caso es que, a pesar de que el servicio es bueno. Prácticamente es como suicidarte en tu vida kinera, y quizás en tu vida real. Después vives con el miedo de haberte contagiado algo, y sientes cosas, hasta en la lengua (¿herpes?), ves bultos que aparecen (¿papiloma?). Y puede ser tan adictivo, que quizás encuentres lo que buscas.
Yo me quedo con mis kines, que te revisan si el condón está bien puesto, que no hacen nada a pelo, que siempre revisan si el condón está en su sitio, y que no besan por nada del mundo. Al menos te garantizan una vida sexual y kinera, más tranquila y segura.