Aprovechando que estos días estoy con poca chamba, estoy avanzando el relato prometido ayer, será extenso, espero les guste y tengan paciencia, prometo acabarlo antes del viernes
PRIMERA PARTE
Sandra es mi prima ella actualmente tiene 33 años, es mi mayor por seis años, sin embargo aparenta tener unos cuatro o cinco años menos, ella vive en un cuarto alquilado con su hija, el padre de su hija vive en otro lado, nunca vivieron juntos, si bien le da la pensión y todas esas cosas para su hija no tienen una relación de pareja con él, bueno ese es otro cantar y no diré más de eso. Como iba diciendo Sandra vive con su hija que viene a ser mi sobrina, el lugar donde viven está cerca a la casa de sus padres o sea mis tíos, así que la visitan constantemente, el lugar donde vive mi prima tampoco está muy lejos para mí.
La historia con Sandra comenzó en mi adolescencia cuando yo tenía entre 12 y 15 años; con cierta frecuencia en reuniones familiares la veía y siempre paraba imaginándome cosas al verla, su forma de vestir me levantaba el ánimo cuando la veía y no solo el ánimo me levanta debo confesarlo jaja, y como no iba a alucinar si tenía un bonito cuerpo sin llegar a ser un cuerpazo pero se defendía, se manejaba unas buenas piernas que cuando se ponía short deleitaban mis ojos que hacían buena combinación con un buen culito que se manejaba, sus tetas si eran algo chicas, pero cuando se ponía blusa o escote se notaban bien formados, además de ello tenía una linda sonrisa, con Sandra habré alucinado tantas cosas que si ella hubiera sabido en aquel entonces no sé que habría pensado de mí pero todo quedó solo en alucinaciones, yo sabía que nada pasaría y así se fueron los años.
Por fin de año o mejor dicho para recibir año nuevo se hizo una reunión familiar como usualmente lo hacemos y coincidimos casi toda la familia y ella también estuvo, bueno a diferencia de otros años esta vez por esos “azares” que tiene la vida Sandra y yo pasamos casi toda la noche conversando, tomando y bailando, recordamos cosas del pasado y me dijo que por no la visitaba, le dije que ya cualquier día iría y ahí fue cuando me dijo que tenía unas fotos de hace varios años que entre primos nos habíamos tomado y que yo nunca las había visto, le dije que normal así viendo las fotos recordaríamos los viejos tiempos, me dijo que podría ir cualquier día pero después de las 6 de la tarde que era cuando regresaba del trabajo, bueno hasta ahí todo normal todavía nada “malicioso” pasaba por mi cabeza.
Pasaron un par de semanas y la llamé para decirle que iría a su casa y así fue, fui un lunes por la tarde, el cuarto alquilado quedaba en un tercer piso, al llegar recordé por que casi nunca la había visitado desde que vivía en dicho lugar, era por la señora que era la dueña que vivía en el primer piso que siempre “interrogaba” a cualquier extraño. Llegué toque su puerta y al ver a Sandra me llevé una grata sorpresa, estaba con short y ahí recordé todo lo de años anteriores, no podía creerlo seguía teniendo esas piernas que tanto me hicieron alucinar, pasé nos sentamos y nos pusimos a conversar en el sofá, mi sobrina estaba distraída jugando con la laptop en la mesa. Sandra me ofreció lonche, le dije “hace calor no crees”, ella se rió, así que me invitó refresco, estuvimos conversando, me enseñó las fotos y recordamos viejos tiempos, pero yo no podía despejar mis ojos de sus piernas, cada vez que podía buscaba ver sus piernas y cuando se iba a la cocina era todo un espectáculo verla caminar.
Tan distraída estaba mi sobrina que ni cuenta se daba que nos reíamos fuerte, ella solo nos acompañó un rato y habló un poco cuando cenamos y tampoco llegó a escuchar la conversación posterior que tuvimos, fuimos de nuevo al sofá proseguíamos conversando cuando de la nada se empezó a reír, yo quedé algo sorprendido y lo estuve más cuando me dijo textualmente “tu no cambias”, le dije a que te refieres, sonrió, dijo que seguía viéndole las piernas como antes, se volvió a reír para agregar de forma directa “tú crees que nunca me di cuenta que cuando eras más chico me mirabas las piernas”, yo me sentía un poco palteado por esa confesión al verme descubierto, solo dije era adolescente pues, se volvió a reír diciéndome a la vez “ahora ya no lo eres pero sigues mirando”, solo me quedó reír y decirle que se veían bien sus piernas y que siempre me pareció la más bonita de todas las primas, ella me agradeció el decirle eso.
Bueno esa tarde-noche fue larga yo había llegado como a las 6.20 y me quedé hasta pasada las 10:30, hablamos de todo, hasta mi sobrina se fue a dormir, conversamos de todo que sería de más ponerlo acá, pero solo agregaré que mientras conversamos recordé que Sandra no era tan inocente que digamos, nunca llegó a ser una bandida, pero inocente no lo era, eso lo sabía porque durante mi adolescencia la vi un par de veces coqueteando con más de un amigo en su barrio al mismo tiempo, comprobé ya al final de la visita que eso no había cambiado mucho en ella con dos cosas que pasaron, no sé si fue intencional o casual, pero en una de esas que se iba a la cocina se fue con su celular en la mano y se le cayó y al recogerlo se agachó de una forma que terminé viendo un culo de maravilla, para nada los años habían pasado por ella, seguía estando tan rica como hace más de 10 años atrás, finalmente cuando me iba y prometiendo que volvería a visitarla al despedirme de ella hizo un movimiento un poco extraño y rápido que más que beso en la mejilla fue medio beso en la boca.
CONTINUARÁ...
PRIMERA PARTE
Sandra es mi prima ella actualmente tiene 33 años, es mi mayor por seis años, sin embargo aparenta tener unos cuatro o cinco años menos, ella vive en un cuarto alquilado con su hija, el padre de su hija vive en otro lado, nunca vivieron juntos, si bien le da la pensión y todas esas cosas para su hija no tienen una relación de pareja con él, bueno ese es otro cantar y no diré más de eso. Como iba diciendo Sandra vive con su hija que viene a ser mi sobrina, el lugar donde viven está cerca a la casa de sus padres o sea mis tíos, así que la visitan constantemente, el lugar donde vive mi prima tampoco está muy lejos para mí.
La historia con Sandra comenzó en mi adolescencia cuando yo tenía entre 12 y 15 años; con cierta frecuencia en reuniones familiares la veía y siempre paraba imaginándome cosas al verla, su forma de vestir me levantaba el ánimo cuando la veía y no solo el ánimo me levanta debo confesarlo jaja, y como no iba a alucinar si tenía un bonito cuerpo sin llegar a ser un cuerpazo pero se defendía, se manejaba unas buenas piernas que cuando se ponía short deleitaban mis ojos que hacían buena combinación con un buen culito que se manejaba, sus tetas si eran algo chicas, pero cuando se ponía blusa o escote se notaban bien formados, además de ello tenía una linda sonrisa, con Sandra habré alucinado tantas cosas que si ella hubiera sabido en aquel entonces no sé que habría pensado de mí pero todo quedó solo en alucinaciones, yo sabía que nada pasaría y así se fueron los años.
Por fin de año o mejor dicho para recibir año nuevo se hizo una reunión familiar como usualmente lo hacemos y coincidimos casi toda la familia y ella también estuvo, bueno a diferencia de otros años esta vez por esos “azares” que tiene la vida Sandra y yo pasamos casi toda la noche conversando, tomando y bailando, recordamos cosas del pasado y me dijo que por no la visitaba, le dije que ya cualquier día iría y ahí fue cuando me dijo que tenía unas fotos de hace varios años que entre primos nos habíamos tomado y que yo nunca las había visto, le dije que normal así viendo las fotos recordaríamos los viejos tiempos, me dijo que podría ir cualquier día pero después de las 6 de la tarde que era cuando regresaba del trabajo, bueno hasta ahí todo normal todavía nada “malicioso” pasaba por mi cabeza.
Pasaron un par de semanas y la llamé para decirle que iría a su casa y así fue, fui un lunes por la tarde, el cuarto alquilado quedaba en un tercer piso, al llegar recordé por que casi nunca la había visitado desde que vivía en dicho lugar, era por la señora que era la dueña que vivía en el primer piso que siempre “interrogaba” a cualquier extraño. Llegué toque su puerta y al ver a Sandra me llevé una grata sorpresa, estaba con short y ahí recordé todo lo de años anteriores, no podía creerlo seguía teniendo esas piernas que tanto me hicieron alucinar, pasé nos sentamos y nos pusimos a conversar en el sofá, mi sobrina estaba distraída jugando con la laptop en la mesa. Sandra me ofreció lonche, le dije “hace calor no crees”, ella se rió, así que me invitó refresco, estuvimos conversando, me enseñó las fotos y recordamos viejos tiempos, pero yo no podía despejar mis ojos de sus piernas, cada vez que podía buscaba ver sus piernas y cuando se iba a la cocina era todo un espectáculo verla caminar.
Tan distraída estaba mi sobrina que ni cuenta se daba que nos reíamos fuerte, ella solo nos acompañó un rato y habló un poco cuando cenamos y tampoco llegó a escuchar la conversación posterior que tuvimos, fuimos de nuevo al sofá proseguíamos conversando cuando de la nada se empezó a reír, yo quedé algo sorprendido y lo estuve más cuando me dijo textualmente “tu no cambias”, le dije a que te refieres, sonrió, dijo que seguía viéndole las piernas como antes, se volvió a reír para agregar de forma directa “tú crees que nunca me di cuenta que cuando eras más chico me mirabas las piernas”, yo me sentía un poco palteado por esa confesión al verme descubierto, solo dije era adolescente pues, se volvió a reír diciéndome a la vez “ahora ya no lo eres pero sigues mirando”, solo me quedó reír y decirle que se veían bien sus piernas y que siempre me pareció la más bonita de todas las primas, ella me agradeció el decirle eso.
Bueno esa tarde-noche fue larga yo había llegado como a las 6.20 y me quedé hasta pasada las 10:30, hablamos de todo, hasta mi sobrina se fue a dormir, conversamos de todo que sería de más ponerlo acá, pero solo agregaré que mientras conversamos recordé que Sandra no era tan inocente que digamos, nunca llegó a ser una bandida, pero inocente no lo era, eso lo sabía porque durante mi adolescencia la vi un par de veces coqueteando con más de un amigo en su barrio al mismo tiempo, comprobé ya al final de la visita que eso no había cambiado mucho en ella con dos cosas que pasaron, no sé si fue intencional o casual, pero en una de esas que se iba a la cocina se fue con su celular en la mano y se le cayó y al recogerlo se agachó de una forma que terminé viendo un culo de maravilla, para nada los años habían pasado por ella, seguía estando tan rica como hace más de 10 años atrás, finalmente cuando me iba y prometiendo que volvería a visitarla al despedirme de ella hizo un movimiento un poco extraño y rápido que más que beso en la mejilla fue medio beso en la boca.
CONTINUARÁ...