El calor en la miel es horrible y ni que decir de la salubridad, es un sitio cerrado, sin/poca ventilación, fácil supera los 30 grados en la tarde, y noche/madrugada no baja de los 26-27 grados, los administradores no son capaces de poner mas ventiladores para minimizar el bochorno, el olor a fétido es fuerte, y lo peor es que los venecos cortan el agua en todos los cuartos, prostitutas melosas y sudadas, sábanas mojadas de sudor de parroquianos, como no hay agua las chicas solo se pasan papel toalla y un poco de alcohol y el siguiente entra, es un foco de infecciones a gran escala, no recomiendo para nada este lugar, por lo menos hasta que pongan agua y pase el verano... La administración de la miel solo se dedica a subir el costo de la entrada pero no hace nada para mejorar la experiencia de los usuarios que somos los que sostenemos esos lugares....