Esto ocurrió en la primavera del año pasado, bueno subí a una custer para un recorrido corto, y esa noche tenía compromisos laborales y personales, estaba impecablemente vestido, bañado, y perfumado, eran mas o menos las 6:30 de la tarde, iba al primero de ellos y estaría en el carro no mas de 15 minutos, y subiendo avancé al medio y me ubiqué al lado de la fila de asientos individuales, la custer no iba tan llena, había unos cuantos pasajeros de pie y entre ellos una chica parada cerca de la puerta viendo su Smartphone, en el siguiente paradero un manchón de gente se arremolina alrededor de la puerta para subir mientras bajaban algunos pasajeros, la chica al ver ese gentío de empleados, obreros, estudiantes, señoras, etc. que pugnaban por subir, y que se venían en avalancha, volteó a ver sobre mi ubicación y vio el espacio que había dejado un pasajero al bajar y también que había un pequeño lugar entre yo y la fila de asientos y rápidamente zas!!! se plantó delante de mí, prefirió estar ahí que tener tras de sí a alguno de ese tropel que subía a empujones, la muchacha al momento que se paró delante mío hizo presión en mi brageta para encajarse en ese pequeño espacio y sentí su cola claramente, ajajá!!! y lentamente empecé a armar carpa, para mí era obvia su intención y como buen caballero de ningún modo me iba a negar, y desde ese primer contacto hasta el fin de la aventura ninguno hizo algo por separarse del otro, por el contrario yo me mantenía firme en mi posición sobre su derrier y ella se arqueaba un poco presionando mi fundillo, y por cierto la chica era guapa, tenía el pelo en cola castaño, de delicadas facciones y aunque parezca increíble tenía cara de chica tranquila de su casa, unos 20 años, estaba con un pantalón de vestir y una casaca negra, y chateaba en un Smartphone, en ese primer roce olí un rico perfume, y cuando mi herramienta se puso bien bien dura vi aparecer en su perfil una sonrisita de satisfacción, como si hubiera anotado un gol, ajajaaá y los movimientos del vehículo, arrancadas bruscas, frenadas, y las curvas y rompemuelles hicieron el resto, aumentando y disminuyendo la presión del roce.
Ella seguía media arqueada, la cabeza inclinada sobre la pantalla, escribiendo con las dos manos y para poder hacer esto apoyaba la cadera o la ingle en el respaldar de un asiento, con los pechos y el Smartphone casi rozando de la ventana, y la cola para atrás en mi bragueta, cuando avanzaban algunos pasajeros para bajar pasando detrás mío yo hacía lo imposible por no apretarla demasiado, para que no se desestabilice pues no se agarraba de nada y yo me sujetaba bien del pasamanos de las ventanas, y solo sostenía la presión sobre su quetejedi, un won al ir hacia la puerta me miró con envidia y yo le dije avance, y ella seguía dándole al Smartphone y le veía el perfil sonriente, jajaja y el carro continuó su ruta y yo la tenía bien pero bien dura en su derrier, y ella seguía escribiendo, y yo tenía duda de que si estaba alegre era por que chateaba o por que sentía mi aparato tras ella, aunque lo mas razonable es que ambos aparatos la estuvieran entreteniendo jajaja. Bueno y seguí allí junto a ella, disfrutando de ese contacto continuo desde el inicio, y cuando llegué a mi destino, con mucha pena tuve que bajarme, pero los compromisos son primero.