rid
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10 Years of Service
Unos meses después del caso del Metropolitano noté unas ansias de punteo de parte de las féminas en otras rutas de buses, estaban mas agresivas que de costumbre, yo empecé a frecuentar nuevamente esa ruta luego de tiempo y me sorprendió, parece que con tanto bolondrón los varones ya no se prestaban al jueguito, y si lo hacían era con desconfianza a ser puestos en evidencia por alguien y que se arme un escándalo, y esto causaba que las mujeres tengan una demanda insatisfecha de sobadas. Pues en esa época de temor e insatisfacción estaba yo subido en un bus grande de dos puertas por la Marsano a las 6pm, estaba con un amigo e íbamos conversando en la parte de adelante cerca al chofer, en la segunda fila frente a los asientos individuales, es decir estábamos detrás de una fila de parados, conversábamos y de pronto el bus se lleno más mucho más cerca de Angamos, una avalancha de gente lo impulsó a él sobre la rueda, una especie de grada tras el chofer, encontró un espacio allí por que un pasajero bajó y de arriba con dificultad lograba hablarme, pero no por mucho tiempo pues el gentío me alejó e impulsó mas al centro del bus.
Terminé cerca y casi detrás de una señora que parecía de cono, trigueña de unos 30 años, pero tenía buen tarro, estaba con pantalón corduroy, y polo manga larga, venía como de trabajar, y quien si estaba detrás de ella era un hombre como de treinta años también que no se quería mover de allí, algo estaría haciendo y lo disimulaba con una mochila y me miraba con desconfianza y luego a la mujer detrás de la cual estaba, al parecer era una época paranoica pues todos pensaban que al menor roce los otros los pondrían en evidencia y se armaba una jarana de rompe y raja, jajaja, pero la señora no parecía contrariada con ello, mas parecía que lo disfrutaba, luego poco a poco fui desplazando al hombre de la mochila, mas por la presión de la gente que seguía subiendo al bus que por estar detrás de esa fémina nada atractiva para mí. Con mi amigo ya no hablaba por que había quedado distante, él estaba ya sobre la ventana tras el chofer, y solo escuche que me gritó chau cuando bajó.
En esas estaba cuando la mujer retrocede unos milímetros sobre mi bandera pero yo tenía un canguro y entonces se empieza a frotar allí, y mi bandera no fue perturbada y continuó abajo, luego la señora se apartó, y el carro proseguía su marcha, mi casaca tapaba mi canguro, así que el hombre de la mochila que todavía estaba al lado pensaba que la tenía punteando a la mujer, yo estaba tranquilo por que nada perturbaba mi viaje, nuevamente la señora retrocede y se acomoda y roza mi canguro, se detiene allí y se frota, eso si era federica pero tenía un tarrazo en plena forma, por ratos me acercaba toda su humanidad y tanteaba con las nalgas mi bragueta pero solo encontraba mi canguro que lo confundía con mi bandera, luego se apartaba y volvía a juntárseme.
Y cuando algunos pasajeros del centro del bus bajaron avancé un paso y un joven se paró tras ella pero con una cara de asustado, jajaja, y se le apegó con mucho cuidado, cuando volteé el pensó que le diría algo y abrió los ojos, pero como no le di importancia ni le dije nada él prosiguió con más confianza, y de reojo los veía mas apegados y la señora estaba de lo mas normal y quietecita, tenía espacio delante de ella pero no se movía, el joven también tenía espacio tras él por que el bus ya no estaba tan lleno pero estaba prendido de ella y se le había ido el susto y se la estaba punteando bien, conforme agarró más confianza empezó a arremeter acompasadamente con el movimiento del carro, ella resistía a pie firme apoyada en los pasamanos de los asientos individuales y arqueaba un poco el cuerpo, y pensar que yo estuve tras ella y no hice nada JAJA, creo que su cacharro, la época de desconfianza y mi canguro impidieron un contacto con ella, la mujer hasta allí se había sobado en tres, incluido yo (pero como fue con mi canguro no cuento), el hombre de la mochila que encontré allí y que no quería moverse y el joven asustado, ya luego avancé para bajar y no se si la mujer se siguió frotando con otro pasajero más que se hubiese parado tras ella.
Terminé cerca y casi detrás de una señora que parecía de cono, trigueña de unos 30 años, pero tenía buen tarro, estaba con pantalón corduroy, y polo manga larga, venía como de trabajar, y quien si estaba detrás de ella era un hombre como de treinta años también que no se quería mover de allí, algo estaría haciendo y lo disimulaba con una mochila y me miraba con desconfianza y luego a la mujer detrás de la cual estaba, al parecer era una época paranoica pues todos pensaban que al menor roce los otros los pondrían en evidencia y se armaba una jarana de rompe y raja, jajaja, pero la señora no parecía contrariada con ello, mas parecía que lo disfrutaba, luego poco a poco fui desplazando al hombre de la mochila, mas por la presión de la gente que seguía subiendo al bus que por estar detrás de esa fémina nada atractiva para mí. Con mi amigo ya no hablaba por que había quedado distante, él estaba ya sobre la ventana tras el chofer, y solo escuche que me gritó chau cuando bajó.
En esas estaba cuando la mujer retrocede unos milímetros sobre mi bandera pero yo tenía un canguro y entonces se empieza a frotar allí, y mi bandera no fue perturbada y continuó abajo, luego la señora se apartó, y el carro proseguía su marcha, mi casaca tapaba mi canguro, así que el hombre de la mochila que todavía estaba al lado pensaba que la tenía punteando a la mujer, yo estaba tranquilo por que nada perturbaba mi viaje, nuevamente la señora retrocede y se acomoda y roza mi canguro, se detiene allí y se frota, eso si era federica pero tenía un tarrazo en plena forma, por ratos me acercaba toda su humanidad y tanteaba con las nalgas mi bragueta pero solo encontraba mi canguro que lo confundía con mi bandera, luego se apartaba y volvía a juntárseme.
Y cuando algunos pasajeros del centro del bus bajaron avancé un paso y un joven se paró tras ella pero con una cara de asustado, jajaja, y se le apegó con mucho cuidado, cuando volteé el pensó que le diría algo y abrió los ojos, pero como no le di importancia ni le dije nada él prosiguió con más confianza, y de reojo los veía mas apegados y la señora estaba de lo mas normal y quietecita, tenía espacio delante de ella pero no se movía, el joven también tenía espacio tras él por que el bus ya no estaba tan lleno pero estaba prendido de ella y se le había ido el susto y se la estaba punteando bien, conforme agarró más confianza empezó a arremeter acompasadamente con el movimiento del carro, ella resistía a pie firme apoyada en los pasamanos de los asientos individuales y arqueaba un poco el cuerpo, y pensar que yo estuve tras ella y no hice nada JAJA, creo que su cacharro, la época de desconfianza y mi canguro impidieron un contacto con ella, la mujer hasta allí se había sobado en tres, incluido yo (pero como fue con mi canguro no cuento), el hombre de la mochila que encontré allí y que no quería moverse y el joven asustado, ya luego avancé para bajar y no se si la mujer se siguió frotando con otro pasajero más que se hubiese parado tras ella.