Las disculpas del caso compañeros, me quede enganchado con una serie de Netflix y me puse a ver todas las temporadas por eso la demora... A continuación continuo con la parte final de mi relato.
Era miércoles como las 11:00 pm y mi avión estaba aterrizando en Lima. En los días previos hablé con Melissa y habíamos quedado que al día siguiente la buscaría a la salida de su trabajo. Como siempre la esperé en la Rambla de la Av. Brasil, le escribí y me dijo que ya había salido de su trabajo y que estaría llegando en unos 15 minutos, tiempo que aproveche para pasear un rato hasta que me timbró diciéndome que estaba entrando al centro comercial, baje para darle el alcance. Como siempre estaba vestida con su uniforme de secretaria y cuando me vio se acercó muy risueña; me abrazo y nos dimos un beso. Buen tiempo cuando estuve en Piura pensaba que decirle sobre lo que sabia de ella con su jefe, si era mejor callarme o preguntarselo; finalmente cuando la vi llegando todo cobró sentido, un solo pensamiento se apodero de mi mente.. Queria llevarmela a la cama y lo demas estaba en segundo plano...
Le pregunte si quería comer algo, pero me dijo que no tenía mucha hambre y que prefería ir por un café.
Terminamos el café y fuimos al estacionamiento, una vez dentro del auto fue Melissa quien se abalanzo sobre mí y empezamos a besarnos, mis manos empezaron a recorrer su cuerpo y obviamente tomaban más interés en sus piernas y nalgas.
Salimos de la rambla e inmediatamente nos dirigimos al mismo hotel en que lo hicimos la primera vez. Luego de registrarme subimos al ascensor donde nos besamos nuevamente hasta que llegamos a nuestro piso; la tome de la mano y entramos al cuarto. Dentro de la habitación las cosas se pusieron mejor, presione con más fuerza el cuerpo de Melissa contra mí, podía sentir todo su calor y su aroma, los besos de ella se hacían más intensos y se empinaba para poder sentir mi pene. Nuestras lenguas jugueteaban dentro de la boca del otro, ambos estábamos frenéticos, mis manos bajaron y levantaron su falda, estas cogieron sus nalgas y las presione hacia mí, Melissa se empezó a mover frotándose contra mi pene, mi verga ya estaba dura y quería salir; seguí besándola pero ahora en el cuello lo cual provoco que su respiración se entrecortara, me separé un poco sin dejar de besarnos, una de mis manos quedo presionando su trasero y la otra fue a su vagina, empecé a frotar mis dejos en la entrada de esta sobre su calzón que estaba mojado; los gemidos luego de hacer esto se hicieron presentes en la habitación.
Me quite la camisa y le di vuelta a Melissa, seguía con la falda levantada y vi que tenía un calzón color negro de encaje, desabroche mi correa y nuevamente presioné a Melissa contra mí, ella empino más su culito y lo movía de lado a lado, el roce la excitaba y obviamente a mí también; teniéndola de espaldas puse mis manos sobres sus senos y empecé a presionarlos y moverlos en círculos a la vez que ella giraba el rostro para besarnos. Con mucha habilidad sus manos fueron hacia mi cintura, saco el botón, bajo el cierre y también bajo mi pantalón; ahora me encontraba en bóxer y una vez más presione mi verga contra el trasero de Melissa; ahora podía sentirla mejor y mi pene se alojó entre sus nalgas y empecé un movimiento de abajo hacia arriba.
Los gemidos que daba se hicieron más frecuentes y fuertes, empecé a desabrochar cada botón de su blusa y una vez que termine con eso, nuevamente mis manos fueron a sus senos para acariciarlos sobre su brassier que era de color blanco.
Estábamos al filo de la cama así que le dije a Melissa que se suba y mientras lo hacía aproveche para sacar los condones de mi bolsillo, quitarme los zapatos y el pantalón. Melissa obedeció mis órdenes, de un golpe se quitó los tacos, subió a la cama y empezó a gatear de una manera muy sensual sin dejar de verme y luego se echó de costado en una posición muy sugerente y con su mano hizo un gesto para que vaya hacia ella.
Después quiso quitarse la blusa pero la detuve y le pedí que no lo hiciera pues tenía algo en mente. Me quite el bóxer y me puse el preservativo, subí a la cama y acomode a Melissa en cuatro patas frente al espejo; ella quebró su cintura lo que hizo que su trasero quedara más levantado, mi panorama era genial, tenía la falda levantada hasta la cintura, sus nalgas redondas bien paradas y aun tenia puesto el calzón; la imagen que podía ver en el espejo no tenía nada que envidiar, estaba con la blusa desabrochada, sus senos colgaban a pesar de estar aún apresados en su brassier blanco y sobre todo la cara de excitación que tenía a la espera de que la penetre.
Le baje el calzón, coloque mi verga frente a su vagina y empecé a moverla de arriba hacia abajo con mi mano; Melissa estaba quieta no movía ni un musculo, solo su respiración se hizo más fuerte pues solo esperaba el momento en que pene entre dentro de ella lo no se hizo esperar, entre lentamente y Melissa empezó a suspirar y gemir.
- Ahhhhhhhhhhh – Dijo ni bien se lo introduje.
- Uhmm, despacio, ahhhh…ahhhh
Mis manos cogieron su cintura y luego de meterla hasta el fondo empecé el vaivén; en el espejo podía ver la cara de excitación de Melissa, se mordía los labios, sus manos presionaban la sabana y daba gemidos entrecortados, luego subí el ritmo, mi cuerpo golpeaba contra sus nalgas y empezó el concierto de gemidos.
- Ayyyy, que rico, ahhhhhh
- Ohhhh siiiiiii, así cariño, asiiiiiii así así…
Mi excitación subía de forma exponencial, me estaba cogiendo a Melissa con su traje de secretaria y los gemidos que daba me volaban la cabeza, tuve que bajar un poco el ritmo porque sentía que me iba a venir.
- Ayyy mi amor, como me gusta esto, Ayy ayyyy, siiii siiii siiii – Decía
Puse mis manos en sus hombros y la jale hacia mí, su cintura se quebró aún más y empecé a darme con más fuerza, eso pareció gustarle porque empezó a gritar con más fuerza.
- Ohhhhh; ohhhhhhhh, uhmmmmmmmm
Me eche en la cama, Melissa se quitó el calzón y se puso sobre mí, tome mi pene con mi mano y lo deje parado, ella entendió de inmediato y se puso sobre el para luego bajar poco a poco, podía ver como mi pene desaparecía en su vagina hasta que se sentó totalmente en él, me levante y abrace a Melissa, nos besamos y ella empezó a subir y bajar, sus senos presionaban mí y seguimos así hasta que nuevamente me tire en la cama. Luego de esto Melissa se quitó la blusa y el brassier, sus senos salieron a la luz y mis manos fueron a acariciarlos, pude sentir lo cálidos que se encontraban y de ratos se me escapaban de las manos por el continuo movimiento de Melissa, para solucionar esto ella misma tomo mis manos los puso en sus pechos y los presiono con las suyas con fuerza, luego empezó a mover la cadera de adelante hacia atrás despacio pero con fuerza; cada vez que hacia esto podía sentir como mi pene llegaba al fondo de ella, cada embestida iba acompañado de un gemido de Melissa, después se tiró sobre mí, nuestros rostros quedaron frente a frente; mis manos fueron a su espalda acariciándola y nos besamos; luego de eso los roles cambiaron, ella se quedó quieta y fui yo quien empecé a moverme, mis manos fueron a sus nalgas y empecé a darle, cada segundo se la metía con mayor velocidad hasta que ella dio un suspiro fuerte y luego se dejó caer sobre mí y dejo de moverse, su cara quedo en mi pecho y mi verga seguía aun dentro de ella…
Así nos quedamos unos momentos, después la puse a un lado y ella se quitó la falda que se había mantenido en su cintura durante toda la contienda, una vez desnuda me dio la espalda aun echada en la cama, me puse detrás de ella y mi verga presionaba su trasero, me acomode un poco, cogí mi pene con la mano y la introduje en la vagina de Melissa, ella se inclinó un poco hacia adelante y así empecé a moverme, ella empezó a presionar sus piernas una contra la otra y hacer fuerza hacia atrás para sentir mejor la penetrada.
Melissa me ponía a mil, era hermosa, su piel era suave, tenía un cuerpo precioso y disfrutaba del sexo; ella giro un poco y quedo boca abajo, mi verga se salió pero de inmediato fui detrás de ella para tomar posesión nuevamente de su vagina; me puse sobre ella, Melissa levanto el trasero y nuevamente la comencé a penetrar, empecé a darle sin contemplaciones y con mayor rapidez, ella estaba tendida sobre la cama, presionaba la sabana con sus manos y no hacía nada más que gemir, estaba a mi completa disposición por lo que seguí bombeando hasta terminar…
Me quite el preservativo y lo tire en el baño, regrese a la cama, puse mi brazo debajo del cuello de Melissa y luego ella se pegó a mi pecho, yo le acariciaba el cabello y así estuvimos en silencio recobrando el aliento; luego escuche la respiración de Melissa y entrecortada como si se le hubiera tapado la nariz, con mi mano levante su rostro y me di cuenta que estaba llorando…
Esto me tomo por sorpresa, no sabía cómo reaccionar, le pregunte que le sucedía pero no me respondió, volvió a poner su rostro sobre mi pecho y me abrazo con mas fuerza..
- Tan malo soy en la cama que te hago llorar?? – Le dije para alegrarla.
- No, no es eso – Dijo ella dando una pequeña sonrisa y secándose las lágrimas.
- Entonces?? – Que es lo que te pasa??
- No me hagas caso, ya se me a pasar – Respondió ella.
- Es por lo que me dijiste que habías tenido unos días bastante difíciles?? – le pregunte.
No pudo contener las lágrimas y entre sollozos me dijo que habían sido los peores días de su vida, que se sentía sola y que mucha gente de su familia y amigos le habían dado la espalda y algunos se habían portado mal con ella.
- Es por el mensaje que mandaron?? – Le dije de frente.
Melissa levanto su rosto hacia mí, estaba sorprendida, finalmente se dio cuenta que estaba enterado del tema con su jefe, sus lágrimas empezaron a brotar con más fuerza y luego afirmo con la cabeza. Verla así me partía el alma, tenía una profunda tristeza; al parecer tenía un tiempo acumulándolo y recién estaba soltando todo lo que llevaba dentro. La abrace con fuerza; le dije que no se preocupará, que no tenía intención de creer en un mensaje que mandaba una desconocida (Aunque obviamente ya sabía la verdad) y que para mí ella era maravillosa y que con en el tiempo que pasamos juntos no me cabe la menor duda de que no era una mala persona.
Las lágrimas de Melissa no dejaban de salir de sus preciosos ojos, nuevamente se secó las lágrimas con la mano y se tranquilizó un poco.
- Pensé que tú no sabías, nunca me dijiste nada.
- No es fácil tocar ese tema, además como te dije, no conozco a quien lo mando y no tengo motivos para desconfiar de ti. – Le dije.
- Pero... esteee.. – Dijo ella.
Melissa hizo una pausa, realmente le constaba seguir hablando, tomo aire y luego siguió:
- Es cierto, si salgo con él, discúlpame – Dijo finalmente.
Me quedo viendo, imagino que ella estaba esperando que me molestará, pero como ya estaba enterado desde hace mucho no hubo sorpresa para mí. Le di un beso en la frente y le dije:
- También lo sabía.
Se quedó viéndome con la boca abierta, parecía que mil cosas pasaban por su cabeza y no sabía cómo actuar.
- Lo dices tan tranquilamente para no hacerme sentir mal, deberías odiarme. Como ibas a saber? me estas mintiendo. – Dijo Melissa.
- No te estoy mintiendo, lo averigüe de casualidad - Le dije – No pienso reclamarte nada, si quieres gritar, llorar o contarme algo, estoy aquí. Al margen de todo somos amigos y los amigos se apoyan en momentos difíciles y hacen todo para que la otra persona se sienta mejor.
Melissa no respondió nada más, estaba sorprendida pero definitivamente más tranquila, dejo de llorar pero seguía abrazándome y yo a ella.
- En serio quieres hacerme sentir mejor?? – Me pregunto.
- Si – Le dije.
- Entonces hazme el amor – Dijo ella.
Luego de eso empezamos a besarnos, Melissa era una mujer totalmente distinta; los besos que me daba eran más apasionados que antes, prácticamente era un volcán, su lengua se movía dentro de la mía a tal ritmo que parecía estar poseída, luego de eso ella misma bajo hasta mi pene y se lo metió en la boca de golpe, nuevamente tu lengua empezó a jugar con la cabeza de mi verga y luego se la metía de lleno, después empezó a lamer todo el tronco y nuevamente volvía a metérsela toda hasta atragantarse, de rato en rato con su mano me masturbaba y abría la boca para golpear la punta de mi verga con su lengua, lo hacia mejor que actriz porno, finalmente introdujo toda su boca en mi pene y empezó a subir y bajar; era deliciosa la sensación que me provocaba Melissa, tanto así que tuve que cogerla por el cabello para bajar el ritmo y no terminar tan rápido, luego puse a Melissa de perrito y fui a buscar el preservativo.
- No te lo pongas!! Quiero que me des asi – Dijo ella.
- Como?? – Le pregunte asombrado – Como estas con tus días?? O te estas cuidando??
- Recién se ha terminado mi periodo; no hay riesgo – Respondió.
Dude un poco, pero tenía a esa mujer desnuda y pidiendo a gritos que la penetre así que me acomode detrás de ella y se la metí sin preservativo, Melissa estaba totalmente entregada a mí; empezó a gemir cuando comencé a bombear, su cabeza se movía de un lado a otro, se notaba que estaba disfrutando demasiado.
- Ayyy ahhhh, que rico, ahhh ahhhh
- Uhmmm uhmm, ahora si te puedo sentir mejor.. ahhh ahhh
Su vagina esta recontra húmeda, había lubricado un montón y yo sentía mejor lo calienta que estaba, mi verga entraba y salía de ella, su rostro reflejaba todo el placer que sentía, podía verla en el espejo y eso me excitaba, cambiamos de posición nuevamente.
- Quiero ir encima de ti – Dijo Melissa.
Me eche en la cama y ella se subió a mi verga, empezó a moverse de arriba abajo sin darme tregua, me gustaba tenerla así ver como sus preciosos senos se movían de una manera desenfrenada mientras ella no dejaba de cabalgarme. Después de eso con un gesto le indique se moviera, me puse sobre ella y empecé a darle con todo, Melissa gritaba y se retorcía, se llevaba las manos a la cabeza, se mordía los labios y no dejaba de gemir, sentí que estaba a punto de eyacular, quite mi pene de la vagina de Melissa y lo lleve hasta su cara, Melissa abrió su boca y saco un poco su lengua, luego de una bombeada más mi semen salió cayo en su cara, boca y un poco de su cabello; mientras mi pene soltaba las ultimas gotas Melissa se lo metido de golpe lo chupo un rato y luego se fue al baño.
Luego de que Melissa volvió nos quedamos abrazados viendo TV y descansando, conversamos mucho y tuvimos sexo una vez más; después de eso nos bañamos y nos fuimos del hotel rumbo a su casa porque ya era tarde. En el transcurso del viaje pasamos casi todo el camino en silencio, cuando llegamos a su casa Melissa me dio las gracias por todo, nos dimos un último beso y ella se fue. Los días siguientes conversábamos por Whatsapp, me decía que estaba más tranquila y tratando de ordenar su vida. De todas maneras antes de irme quedamos de vernos y terminamos una vez más en mismo hotel.
Nunca quedo del todo claro nuestra relación pero básicamente éramos amigos con derecho, cuando volví a Lima 20 días después por el término la obra salíamos esporádicamente y nunca hubo un compromiso entre nosotros; un día luego de tener sexo me conto que nuevamente se veía con el gerente; pero al margen de eso siempre encontraba un tiempo para darse una escapada conmigo.
Luego de unos meses Melissa cambio de trabajo, se conoció con alguien y se hicieron pareja; no hablamos mucho de su relación; pero aunque son menos frecuentes aún tenemos algunos encuentros, sobre todo cuando se pelea con su actual novio o se siente abandonada y necesita conversar con alguien…
Con respecto a Roxana; cuando volví a Lima salimos una vez y conversamos; no le di muchos detalles de lo que paso con Melissa, solo le dije que prefería estar solo, al inicio se molestó y todo, pero a pesar de eso terminamos en un Hotel y esta fue la última vez que nos vimos, me llamo en una ocasión cuando estaba medio borracha según ella solo para saber cómo estaba, luego de eso no he tenido noticias de ella…
Bueno señores, muchas gracias a todos por leer mi relato, se que ha sido un poco extenso pero queria compartirlo. Es el segundo relato que posteo y espero que les haya gustado. Al inicio comente algunos detalles sobre la secretaria de gerencia de la empresa en que trabajaba; proximamente haré un nuevo relato de lo que sucedió con ella.
