Vitrubio2069
Sargento
Excelente relato, la verdad a medida que leí se ponía más INTERESANTE, YA QUIERO que pase la cuarentena ya siento que no doy pero ni modo a ahorcar el ganzo.
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Que tal relato puro sexo con Melissa que desenfreno totalContinuo con mi relajo, espero les guste..
Me levante al día siguiente, tome mi celular y me di cuenta que ya era tarde, intente despertar a Melissa – Despierta, tenemos que estar en el tour a las 9:30 am - le dije, nos habíamos quedado dormidos, no me hizo caso, así que me fui a bañar para darle un tiempo más para que descanse. Cuando salí, ella ya se había levantado, tomo sus cosas y se metió medio adormilada aun al baño, después de un rato salió del baño, estaba vestida con una blusa, sandalias y con una putifalda de flecos que le formaba muy bien por ese culito parado.
Decidimos tomar desayuno en el Hotel, buscamos un sitio frente a la piscina y esperamos a que el mozo nos trajera nuestro pedido. Estábamos conversando cuando frente a nosotros vemos pasa a Roxana.
- Roxana!! Roxana!! – La llamó Melissa.
Roxana se acercó a nosotros, nos saludamos y tomo asiento en nuestra mesa. Para sorpresa de nosotros ella también estaba hospedada en ese Hotel, se lo habían recomendado y le gusto bastante.
- Este Hotel si es bonito – Empezó a contar – No como el de Piura, como no tenía referencia de donde quedarme le pedí al taxista del aeropuerto que me lleve a uno bueno, el me llevo a uno por el centro, pero no me gusto porque la cama era muy dura y al día siguiente me dolía todo el cuerpo.
Roxana pidió también algo para desayunar y nos quedamos conversando los 3 hasta que terminamos, ella se despidió porque tenía ya que alistar sus cosas para seguir su viaje hasta Guayaquil y nosotros ese día nos iríamos al Ñuro a nadar con las tortugas. Llegamos a la agencia de Tour y de ahí nos llevaron a Órganos, punta veleros, cerro del encanto y luego de eso a la Caleta del Ñuro, nos subieron al bote y de ahí nos llevaron a la zona donde están las tortugas. Era la primera vez que Melissa nadaba con las tortugas y estaba encantada, para mí era la segunda.
Se cumplió el tiempo y volvimos al muelle, compramos algunos recuerdos y nos regresaron a Mancora. Buscamos un sitio para almorzar y mas tarde volvimos al Hospedaje, sacamos nuestras cosas porque volveríamos a Piura ese mismo día. Como aun teníamos tiempo decidimos dejar nuestras cosas en la recepción e ir por última vez a la playa. Melissa no dejaba de tomarse fotos, en realidad me pedía que yo se las tome, me tuvo prácticamente de fotógrafo toda la tarde, primero en un sitio, ahora en otro, mejor en otra posición, que en esta salgo mal y todas esas cosas que piden las mujeres; para mí en todas se veía espectacular, pero bueno, cosas de chicas.
Nos sentamos nuevamente bajo la sombrilla que habíamos alquilado y ella empezó a revisar sus fotos.
- Cuál te gusta más?? Esta foto o esta otra?? – Me pregunto, enseñándome las fotos en su celular.
- Las dos están bien, sales fenomenal en ambas – Le respondí.
- Ya pues, ayúdame, quiero subirla al face. Apropósito, tienes Facebook?? – Me pregunto.
- Si, si tengo – le respondí.
Le di mis coordenadas y ella me envió una solicitud de amistad la cual acepte de inmediato. Me puse a revisar de sapo y vi que había colocado varias fotos del viaje, además pude ver que había viajado a San Andrés (Colombia), Panamá, Brasil, Chile y varios otros lugares. Cuando llego la hora de irnos volvimos al Hotel, recogimos las cosas y la recepcionista fue muy amable al prestarnos la ducha de la piscina para quitarnos toda la arena de playa. Salimos de Mancora como a las 6:00 pm y llegamos a Piura como a las 8:30 de la noche, cenamos en el hospedaje y luego nos fuimos a dormir porque estábamos bastante cansados por el trajín del día y molidos por el viaje de regreso.
Dormía plácidamente cuando algo me despertó, aun somnoliento sentí que algo pasaba debajo de mi short, era la mano de Melissa se encontraba agarrando mi verga y con movimientos lentos, demore un poco en entender pero mi pene que pareciera que tiene mente propia ya estaba duro. Era el último día de Melissa en Piura y al parecer quería un mañanero.
Ella se puso sobre mí, empezamos a besarnos y después se puso a subir y bajar, sus senos los presionaba fuerte sobre mi pecho y su pelvis sobre mi pene, luego levanto su cuerpo y quedo sentada sobre mi verga, empezó a hacer movimientos circulares con sus caderas y se sacó la parte de superior de su pijama quedando al aire sus bellos pechos, su cuerpo era hermoso y se notaba el bronceado, solo tenía blancas las partes que no solearon por el bikini lo cual me arrecho más porque parecía que te la estuvieras cogiendo con la ropa interior puesta. Luego me incline hacia ella, presione sus pechos y los empezaba a amasar girándolos en círculos; Melissa empezó con los gemidos y se hicieron más fueres y contantes cuando empecé a besar sus pezones. Me quite el polo y la agarre por la cintura, cambiamos de posición, ahora ella estaba de espaldas en la cama, le quite el short y también quede desnudo. Me puse sobre ella y la empecé a besar y acariciar todo su cuerpo, pasaba mis manos desde sus pechos a su cintura, nalgas y piernas. Mi pene se había alojado entre sus piernas, podía sentir la humedad en su vagina, su excitación y la mía aumentaban a cada segundo.
Me puse a besar su cintura, luego fui subiendo poco a poco y me coloque sobre ella; junte sus senos y puse mi miembro entre ellos, empecé a mover mi pene entres sus senos, Melissa puso sus manos sobre las mías haciendo más presión.
- Ayyy, que rico, se tiente tan caliente.. Empezó a decir.
- Ahhh, uhmmm, me gusta…
Empecé a empujar con más fuerza, Melissa tenia apresada mi verga entre sus senos y parecía que no estaba dispuesta a dejarla escapar, luego inclino la cabeza y empezó a besar la punta de mi pene cada vez que la empujaba había arriba. Metí mi verga lo más que pude y ella de un bocado se lo tragó, lo retrocedí solo un poco y volví a metérsela; seguí este ritmo varios minutos, estaba en el paraíso hasta que sentí que estaba a punto de venirme, antes de que eso suceda me separe de Melissa a pesar de su disgusto.
- No, no, sigue. – Decía suplicante.
Me pare a buscar un preservativo, me lo puse y volví donde estaba ella, la jale al filo de la cama, puse sus piernas en mi hombro y se la metí despacio.
- Ohmm, ahhhh, asiii – Decía ella.
Empecé a bombear sin contemplaciones, Melissa aferraba sus manos en la frazada con cada embestida. Ambos ya estábamos empapados en sudor pero no importaba. Sus senos se movían de atrás a adelante lo cual me excitaba más.
- Así, así, sigue así cariño
- Ayyy, que rico, así, así, así..
Baje la intensidad un poco porque sentía que me venía, retire mi pene de ella para bajar un poco la excitación. Melissa se hizo para un lado.
- Ven, échate, ahora me toca trabajar a mí..
Hice caso a sus indicaciones, me eché en la cama y Melissa paso una pierna sobre mí, en una se metió mi pene y empezó a subir y bajar, sus manos presionaban sus senos y sus gritos eran más fuertes y excitantes, se sentó después y empezó a mover sus caderas en círculos y podía sentir como mi verga chocaba con el fondo de ella. Empezó a doblarse y se escuchó un suspiro..
- Ahhh, ahhh, ahhh, uhhmmm
Sin perder un minuto, se salió de mí, sus manos fueron directo y me quito el preservativo, de golpe se metió mi pene a su boca lo más que pudo y luego empezó a chuparlo con fuerza mientras me masturbaba con la mano, lo hacía con tanta fuerza que hasta me empezó a doler un poco, pero la excitación era mayor, finalmente no pude contenerme más y expulse todo mi semen en su cara y algo de su cabello..
Nos fuimos a bañar juntos, la clave una vez más en la ducha y luego nos alistamos para aprovechar el ultimo día que estaría Melissa en Piura.
Salimos del hotel a buscar algo de desayunar para recobrar fuerzas, después volvimos a Catacaos, Melissa quería comprar algunos recuerdos. En la ocasión anterior había visto unos collares y aretes que le gustaron y quería comprarlos, almorzamos por allá y luego volvimos al hospedaje donde dejo sus maletas listas para regresar a Lima y las dejamos encargadas en la recepción. Luego de eso la acompañe a comprar chifles, pero antes deje las cosas que había llevado en mi hospedaje.
Se hacía tarde y regresamos al hospedaje a recoger las maletas que habíamos dejado y con la misma nos fuimos al aeropuerto. Cuando llegamos los pasajeros ya estaban haciendo checkin y pasando a la sala de embarque. Nos abrazamos fuertemente con Melissa, que le encanto el viaje y me agradeció por todo. Nos dimos un último beso de despedida, prometiendo que nos veríamos cuando este por Lima.
Aproveche que aún tenía un día libre para descansar y recobrar fuerzas, el jueves nuevamente me encontraba en el trabajo, con Melissa volvimos a la rutina de conversar en la noche.
El día viernes pasó algo inusual; volví del trabajo y como de costumbre me bañe para bajar el calor, polvo y sudor que se acumula en la obra, una vez más fresco, me lance en la cama y vi un mensaje de Melissa por el Whatsapp preguntándome por el nombre y dirección del Hotel en que nos habíamos quedado mientras estábamos en Piura.
- Hola Melissa, y porque tanta curiosidad ahora?? – Le pregunte.
- Es por Roxana, recuerdas que le dijimos que nuestro hotel en Piura era bastante cómodo, ella ahora está en Tumbes y dice que mañana va ir a Piura y quiere saber cómo se llama el hotel donde estuvimos para Hospedarse ahí.
- Ese hotel, que buenos recuerdos.. jajaja – Le escribí.
- Ya pues, como se llama?? Todo el día me ha estado preguntando por eso, incluso me llamo solo para decirme que no me olvidará de darle los datos – Me volvió a escribir.
- Seguro te llama porque no tiene a quien más molestar, quizás le grito a todos sus amigos y se fueron jajaja. No recuerdo, se cómo llegar pero no me acuerdo el nombre de la calle, quizás si me ofreces algo de carácter sexual haría que se me refresque la memoria.. Jajaja – Le dije a Melissa.
- Ya pues – Respondió.
- No sé, aun no me ofreces nada
- Le voy a dar tu teléfono para que ella te pregunte – Me escribió Melissa.
- No, no se lo des.. – Le escribí poniendo un icono de súplica.
- Muy tarde, ya se lo di, ahora te va a molestar a ti – Dijo Melissa.
- Te pasaste, como me haces esa maldad – Le escribí.
- No se papito, ahora tú te arreglas eso te pasa por hacerte el interesante jajaja.
Ni bien terminó de escribirme recibí un mensaje de whatsapp de un número que no tenía registrado, asumí que era de Roxana. No estaba seguro de leer lo que me había escrito, pero bueno, al final lo hice.
- Hola, soy Roxana, Melissa me dio tu número de teléfono, quería preguntarte sobre el hotel donde se quedaron ustedes cuando estuvieron en Piura, tendrás el nombre y la dirección??
- Hola Roxana, como has estado? Como va tu viaje? Bueno, solo tengo el nombre, pero le dices a los taxistas y ellos te llevan – Le dije – Puedes también el nombre en el google y ahí te va a dar la dirección.
- Ayy, no se usar bien estas cosas, es una tontería este celular – Me dijo.
Roxana siguió insistiendo con que le consiga la dirección, me decía que no le había ido bien cuando estuvo antes porque el hotel que le había tocado era feo y que la cama muy dura. Empezó a decir que como podían cobrar tanto por tan mal servicio, encima era viejo y bla bla bla bla.
Finalmente dijo, mira voy a llegar y no quiero estar buscando hospedaje con todas mis maletas, quiero ir a la segura. Termino por convencerme, le dije que me dé un rato para buscar la dirección.
Yo seguía conversando con Melissa y con otros amigos en el chat de la obra, el jefe estaba haciendo consultas así que tenía que responder, luego apareció otro mensaje de Roxana:,
- No te olvides la dirección – decía.
- Ya ok, ahora lo busco – Le respondí y seguí conversando, luego mando otro mensaje.
- La dirección?? Ya la tienes??
PTM, que mujer más jodida, abrí el google y puse el nombre del hospedaje, al ratito salió la imagen del hotel, la dirección y el teléfono, los copie y se lo envié al whatsapp de Roxana.
- Gracias – Me respondió – Iras a recogerme cuando llegue verdad?
Vi el mensaje y solo pensé: Encima de jodida también es conchuda. La deje en visto y seguí contestando a las consultas del Big Boss. Luego le conté a Melissa sobre Roxana y se rio de lo que había pasado. Luego me dijo:
- Te entiendo, a mí también todo el día me ha estado molestando por eso.
Al día siguiente cuando estaba camino a la Obra me llego un mensaje de Roxana diciéndome que estaba saliendo de Tumbes y que llegaría como a las 12:00 a Piura y que no olvide de pasar por ella... Nuevamente la deje en visto y continué mi camino al trabajo.
Continuara..