puntoje
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En Marzo del presente año hice un viaje relámpago a una calurosa ciudad del oriente de nuestro querido país. Fui por un tema de negocios personales y allá me recibiría un viajo amigo con quien hace unos años invertimos en un negocio; negocio del cual me quedo debiendo una cantidad importante hasta que finalmente el negocio arrojo ganancias. Estaba contento por recuperar el dinero invertido más las ganancias del negocio, pero algo me decía que otra cosa más me esperaba en este viaje.
Llegué un miércoles y para el jueves por la noche ya había culminado el papeleo y lo demás. Me pensaba quedar hasta el viernes y regresarme por la noche de ese día, pero el mismo jueves que salimos mi pata me presenta a una limeña que radicaba en esta tierra por dos años. Era bien bajita, mediría a lo mucho 1.55, pero con tacos pasaba el 1.62m. Tenía un cuerpito menudo pero bien armado y su carita era ligeramente coqueta, se llamaba Karla y tenía 26 añitos.
Soltera sin hijos, se había quedado en esta parte del Perú debido a que su familia estaba a cargo de unas tierras que producen frutas para el principal mercado de la ciudad y ella como buena administradora de una universidad limeña había apostado por el encargo de su familia, de la cual ella era una de las pocas profesionales. Le iba bien, poseía el don de la palabra, ambiciosa y objetiva. No perdí la oportunidad y cuando mi pata nos dejo solos, le dije que me quedaría hasta el viernes por la noche así que me atrevería a pedirle me acepte una cena en el mejor lugar que ella conociera. Para mi buena sorpresa acepto y a las pocas horas ya estaba de regreso por su casa.
Nos dirigimos a un lindo restaurante, algo alejado de la ciudad, pero estaba casi vacío, ella me dijo que no era temporada de turistas, luego de cenar regresamos al centro de la ciudad, entramos a un pub y pedimos unos tragos típicos, los minutos pasaban y era obvio que nos gustábamos, le pregunté como era posible que estuviera soltera y ella me contesto que tenía muchos pretendientes pero que lastimosamente poca gente tenía la instrucción que ella esperaba encontrar en un hombre y que además los charapas no le parecían atractivos. Me confeso que hacía meses que no estaba con alguien, más adelante entre broma y broma me confeso que regularmente usaba un consolador que una de sus amigas le había regalado. Me acerqué a ella y le dije que me sentía sumamente atraído hacia ella y que quería robarle un beso por que si no me iría muy arrepentido y volvería a buscarla hasta que eso sucediera. Ella me dijo que fuera despacio y que no era ese tipo de chica. Le pedí disculpas pero note un brillo en sus ojos que me dio la señal de besarla. El beso fue apasionado y aproveche para acariciar su rostro y con la otra mano su cintura, luego nos reímos. Me pidió permiso para retirarse al baño y cuando regreso se había sacado el polito largo que tenía encima y solo quedaba un corto polito manga cero escotado, le dije que estaba bellísima y que me perdonará pero quería sentirla más cerca, así que la abracé y besé otra vez. Ella me dijo que fueramos a otra parte a lo que salimos en búsqueda de un hotel cercano, ya era tarde y subimos al primer mototaxi que encontramos, le dije que nos llevará a un hostal cercano y cuando llegamos estaba copado, fuimos a otro y lo mismo, me estaba desesperando así que cuando llegamos al tercero le dije al administrador que me diera lo que tuviera. Era un cuarto chiquito y algo misio pero no quedaba otro.
A continuación los videos de mi velada de Sexo con esta chiquita:
http://www.xvideos.com/video8702799/puntoje_previos_con_chiquita
http://www.xvideos.com/video8713669/oral_y_sexo_con_chiquita
Llegué un miércoles y para el jueves por la noche ya había culminado el papeleo y lo demás. Me pensaba quedar hasta el viernes y regresarme por la noche de ese día, pero el mismo jueves que salimos mi pata me presenta a una limeña que radicaba en esta tierra por dos años. Era bien bajita, mediría a lo mucho 1.55, pero con tacos pasaba el 1.62m. Tenía un cuerpito menudo pero bien armado y su carita era ligeramente coqueta, se llamaba Karla y tenía 26 añitos.
Soltera sin hijos, se había quedado en esta parte del Perú debido a que su familia estaba a cargo de unas tierras que producen frutas para el principal mercado de la ciudad y ella como buena administradora de una universidad limeña había apostado por el encargo de su familia, de la cual ella era una de las pocas profesionales. Le iba bien, poseía el don de la palabra, ambiciosa y objetiva. No perdí la oportunidad y cuando mi pata nos dejo solos, le dije que me quedaría hasta el viernes por la noche así que me atrevería a pedirle me acepte una cena en el mejor lugar que ella conociera. Para mi buena sorpresa acepto y a las pocas horas ya estaba de regreso por su casa.
Nos dirigimos a un lindo restaurante, algo alejado de la ciudad, pero estaba casi vacío, ella me dijo que no era temporada de turistas, luego de cenar regresamos al centro de la ciudad, entramos a un pub y pedimos unos tragos típicos, los minutos pasaban y era obvio que nos gustábamos, le pregunté como era posible que estuviera soltera y ella me contesto que tenía muchos pretendientes pero que lastimosamente poca gente tenía la instrucción que ella esperaba encontrar en un hombre y que además los charapas no le parecían atractivos. Me confeso que hacía meses que no estaba con alguien, más adelante entre broma y broma me confeso que regularmente usaba un consolador que una de sus amigas le había regalado. Me acerqué a ella y le dije que me sentía sumamente atraído hacia ella y que quería robarle un beso por que si no me iría muy arrepentido y volvería a buscarla hasta que eso sucediera. Ella me dijo que fuera despacio y que no era ese tipo de chica. Le pedí disculpas pero note un brillo en sus ojos que me dio la señal de besarla. El beso fue apasionado y aproveche para acariciar su rostro y con la otra mano su cintura, luego nos reímos. Me pidió permiso para retirarse al baño y cuando regreso se había sacado el polito largo que tenía encima y solo quedaba un corto polito manga cero escotado, le dije que estaba bellísima y que me perdonará pero quería sentirla más cerca, así que la abracé y besé otra vez. Ella me dijo que fueramos a otra parte a lo que salimos en búsqueda de un hotel cercano, ya era tarde y subimos al primer mototaxi que encontramos, le dije que nos llevará a un hostal cercano y cuando llegamos estaba copado, fuimos a otro y lo mismo, me estaba desesperando así que cuando llegamos al tercero le dije al administrador que me diera lo que tuviera. Era un cuarto chiquito y algo misio pero no quedaba otro.
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