Me ha pasado dos veces:
La primera fue cosa curiosa, me había escapado de mi chamba al almuerzo para comerme a una kine, muy pero muy cerca de mi chamba (por el telo ese que estaba en el segundo ovalo de pardo que demolieron) casi al frente. De hecho otra anécdota, es la única kine de mi vida que me dio un tercer polvo ahí mismo, la pasamos de ptm. La cosa es que ya varias horas más tarde salgo de nuevo de la oficina para recoger unos papeles de una agencia cercana y me cruzo a la flaca hablando con una amiga suya que tenía tooooda la pinta de kine. Pareciera como si le daba referencias (la que me comí era colocha, asumo que le daba los tips a una compatriota recién llegada). Nos dimos una mirada cómplice y seguimos andando, ella estaba ocupada y yo demasiado cerca de mi trabajo como para exponerme.
La segunda vez fue más raro. Estaba viviendo con mi pareja y nos da hambre pero no habíamos cocinado. Era sábado tipo 7pm. Salgo a comprar un par de sanguchones a la vuelta y mientras hago cola veo bien sentada a mi ex musa Lois (la blanquita cuerpona de los tríos) pero al toque noto que está con un pata, que le habla pero ella mucho caso no le hacía. Yo ya me había atendido varias veces, habíamos hecho dos tríos y teníamos cierta confianza. Obvio que no le iba a hacer roche, yo estaba esperando mi comida nomás, pero bien raro porque no es que saludes con la mirada y pases de largo, había que quedarse ahí parado esperando, sabiendo que la dama en cuestión está cerca. De pronto y casi de la nada, se puso recontra cariñosa con el pata, que por cierto tenía tremenda cara de gil. Sospeché que había notado mi presencia pero nunca la vi mirarme directamente. Me hice el huevon, recibí mi comida y antes de ponerme a comer el sanguche me comí a mi mujer de lo arrecho que me dejó el encuentro. Justo perdimos el contacto por largo tiempo y cuando volvimos a coincidir y me la comí, me comentó que sí me había visto.