Ingeniero87
Cuenta Verificada
Y qué tal si….
Fuente: circula en la web
Y qué tal si los peruanos recordamos en verdad lo que significa la democracia. Esa cosa extraña que nos “obliga” a ir a las urnas cada 5 años a emitir un voto, lo único que tienen millones de peruanos a parte de hambre.
Y qué tal si nos damos cuenta que el Perú ya no es Lima ni mucho menos el Jirón de La Unión.
Y qué tal si somos coherentes con lo estipulado por nosotros mismos hace poco: “La corrupción es el principal problema de nuestra sociedad”, y no buscamos reivindicar al gobierno más corrupto e inmoral de nuestra historia.
Y qué tal si nos preguntamos si los hijos de Pinochet, Trujillo o Videla se atreverían a postular a la presidencia en sus respectivos países, es más, preguntémonos si se atreverían a postular a cualquier cargo público por mínimo que este sea.
Y qué tal si aceptamos que Keiko Fujimori no es igual a Alberto Fujimori pero Martha Chávez es igual a Martha Chávez, Carlos Raffo es igual a Carlos Raffo, Rafael Rey es igual a Rafael Rey, Jaime Yoshiyama es igual a Jaime Yoshiyama, Cuculiza es igual a Cuculiza, muchos etc más.
Y qué tal si recordamos que los principios no son renunciables ni mucho menos negociables con tal de mantener un “exitoso” modelo económico.
Y qué tal si finalmente rompemos ese paradigma de que este modelo es el único que nos puede sacar del subdesarrollo, que nuestra constitución, nacida de un golpe de estado, es sagrada y que todo aquello que ose cuestionarla merece nuestro total repudio.
Y qué tal si en vez de solidarizarnos con nuestros hermanos venezolanos por las atrocidades del impresentable Sr. Hugo Chávez, nos solidarizamos con nuestros miles de hermanos peruanos torturados, desaparecidos, esterilizados y asesinados durante una nefasta dictadura peruano-japonesa.
Y qué tal si nos damos cuenta que los únicos intereses que defiende esa prensa “demócrata” son los de sus dueños, los de los grandes grupos económicos, las mineras, la "pujante" clase AB.
Y qué tal si le quitamos el premio Nobel a Mario Vargas Llosa y se lo damos a Jaime Bayli, total ambos son dignos representantes de la literatura peruana. ¿No?
Y qué tal si los peruanos de una buena vez les diéramos una lección a aquellos que tanto daño nos hicieron, pisotearon nuestra dignidad, nos engañaron, se burlaron de nosotros y tuvieron la desfachatez de volver a mirarnos a la cara como si nada hubiera pasado.
Y qué tal si, al final de todo, no votamos POR Ollanta Humala si no CONTRA Keiko Fujimori.
http://instant.memorex.pe/
www.nak.pe
Fuente: circula en la web
Y qué tal si los peruanos recordamos en verdad lo que significa la democracia. Esa cosa extraña que nos “obliga” a ir a las urnas cada 5 años a emitir un voto, lo único que tienen millones de peruanos a parte de hambre.
Y qué tal si nos damos cuenta que el Perú ya no es Lima ni mucho menos el Jirón de La Unión.
Y qué tal si somos coherentes con lo estipulado por nosotros mismos hace poco: “La corrupción es el principal problema de nuestra sociedad”, y no buscamos reivindicar al gobierno más corrupto e inmoral de nuestra historia.
Y qué tal si nos preguntamos si los hijos de Pinochet, Trujillo o Videla se atreverían a postular a la presidencia en sus respectivos países, es más, preguntémonos si se atreverían a postular a cualquier cargo público por mínimo que este sea.
Y qué tal si aceptamos que Keiko Fujimori no es igual a Alberto Fujimori pero Martha Chávez es igual a Martha Chávez, Carlos Raffo es igual a Carlos Raffo, Rafael Rey es igual a Rafael Rey, Jaime Yoshiyama es igual a Jaime Yoshiyama, Cuculiza es igual a Cuculiza, muchos etc más.
Y qué tal si recordamos que los principios no son renunciables ni mucho menos negociables con tal de mantener un “exitoso” modelo económico.
Y qué tal si finalmente rompemos ese paradigma de que este modelo es el único que nos puede sacar del subdesarrollo, que nuestra constitución, nacida de un golpe de estado, es sagrada y que todo aquello que ose cuestionarla merece nuestro total repudio.
Y qué tal si en vez de solidarizarnos con nuestros hermanos venezolanos por las atrocidades del impresentable Sr. Hugo Chávez, nos solidarizamos con nuestros miles de hermanos peruanos torturados, desaparecidos, esterilizados y asesinados durante una nefasta dictadura peruano-japonesa.
Y qué tal si nos damos cuenta que los únicos intereses que defiende esa prensa “demócrata” son los de sus dueños, los de los grandes grupos económicos, las mineras, la "pujante" clase AB.
Y qué tal si le quitamos el premio Nobel a Mario Vargas Llosa y se lo damos a Jaime Bayli, total ambos son dignos representantes de la literatura peruana. ¿No?
Y qué tal si los peruanos de una buena vez les diéramos una lección a aquellos que tanto daño nos hicieron, pisotearon nuestra dignidad, nos engañaron, se burlaron de nosotros y tuvieron la desfachatez de volver a mirarnos a la cara como si nada hubiera pasado.
Y qué tal si, al final de todo, no votamos POR Ollanta Humala si no CONTRA Keiko Fujimori.
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