Muchos han hablado de esta primera semifinal como un partidazo. Claro si eres hincha del futbol y no lo seas del Alianza o Melgar mismo, ya que para Melgar fue un partidazo durante 70 minutos del encuentro y luego fue una debacle, mientras que para nosotros fue una debacle inicial hasta los 70 minutos donde luego se transformó en un partidazo para nosotros.
Con un Fuentes y Godoy que daban miedo, sobre todo ese segundo gol que fueron cada uno a marcar y se los pasaron por encima. En un primer gol que Quevedo, otro desdibujado en el primer tiempo pierde la bola inocentemente en salida y originan el corner que terminan despejando al centro del área completamente descubierta. Del tercero ni se diga, tremendo blooper de Cruzado que tampoco anduvo en nada.
Si bien es cierto, Melgar era más, tampoco era para una diferencia de 3-0. Tocaban seguros, triangulaban mejor la pelota y con marcas en postas nos terminó dificultando llegar a su arco.
Mientras que nosotros como siempre, el desorden y el pelotazo. Lo peor de todo era que cualquier intento de centro llegaba a media altura y siempre se quedaban cortos, o sea en el primer tiempo nunca hubo un centro que buscara la altura de Affonso.
Ya para cuando estábamos casi ahogados con el marcador en contra, Bengoechea se da cuenta que no tiene nada que perder y deja una línea de 3 al fondo, ingresando Vílchez; otra vez respondiendo a gran escala. Pulmón del equipo, trae marca y buena distribución de pelota. Todo un corajudo en la cancha.
Yo me venía preguntando porque no cuentan con él desde un inicio, al parecer según lo que comentó Bengoechea en la rueda de prensa, es que ha venido lesionándose seguido y no está para partidos de 90 minutos, por lo que lo guarda para los segundos tiempos.
Luego de este cambio de sistema Alianza fue un vendaval; tanto que terminó rematando 21 veces sobre el arco de Melgar con tan sólo 7 remates de ellos durante el partido.
Lástima que Bengoechea en vez de mantener el esquema, cuando se logra el empate, vuelve al sistema de 4 en defensa, en vez de buscar el puntillazo final, que estaba seguro se daba, ya que en lo anímico estábamos imparables, mientras que Melgar ya no confiaba ni en su defensa ni en su arquero, eran un manojo de errores.
Es verdad que terminamos empatando con la fuerza del corazón íntimo y que todos le pusieron todo lo que había que poner en esos 20 minutos finales, pero creo que esto debe ser durante todo el partido y no sólo cuando te vez perdido.
Como bien dijo Butrón; algo no se hizo bien y tendrán que analizarlo para que no ocurra otra vez, ahora de visita en Arequipa éste jueves.
Saludos Aliancistas