¿El Opus sobre la PUCP?: El Vaticano corrige estatutos de la Universidad Católica


Cuál sea el resultado del diálogo entre el Arzobispado, la PUCP y la Nunciatura es algo que no me atrevo a pronosticar. Lo que sí puedo suponer es que, cualquiera que éste sea, la Universidad ya no será la misma. Y en buena hora. A veces los cambios son saludables. No es que la catolicidad haya sido abandonada con el giro hacia la modernidad, pero que se necesitaba una revisión de fondo ha resultado patente gracias al Efecto Cipriani.
Nos sentíamos demasiado conformes con la comprensión que teníamos de nosotros mismos, cuando es deber de una buena universidad analizar críticamente los propios supuestos. Aunque débil, somos una comunidad católica; pero si preguntamos en el campus porqué, hallaremos sorpresas. En el plano más superficial, hay profesores que señalan la capilla y los cursos obligatorios de teología, como si eso bastara para crear comunidad. Nos definimos como comunidad universitaria, pero no nos detenemos a considerar que, en un sentido católico, deberíamos fortalecer la comunidad espiritual. El Efecto Cipriani ha mostrado las debilidades del espíritu que anima a nuestra institución. ¿Cuántos de los que, con toda justicia, se indignaron al escuchar decir que la PUCP era propiedad eclesiástica están dispuestos a admitir que, en un sentido espiritual, sí es de la Iglesia?
El avance de la secularización es inevitable y se suele manifestar en primer lugar en las universidades, donde debería ser analizada críticamente; pero muchos profesores de la PUCP, aun los que se declaran católicos, no toman suficiente distancia de ella. Eso se refleja en su praxis de gobierno: reproducen los mismos malos hábitos de la sociedad. Quizá no sea posible hacer política de otro modo, pero ¿debemos resignarnos? El cinismo de algunos colegas llama ‘Realpolitik’ a las mismas mañas y arreglos que vemos en la escena nacional y que —basta investigar un poco— abundan en la política eclesiástica. ¿Cuántas veces hemos oído pronunciar a los ya elegidos, ante la proximidad de otra elección, la frase mágica ‘a quién ponemos’? ¿Se pueden evitar estos vicios? Tal vez nunca del todo; pero avalarlos y fomentarlos es carecer del espíritu de la caridad.
En eso los obispos tienen una lección que dar. Entre ellos también se serruchan el piso, forman argollas, juegan cartas bajo la mesa y hasta cometen crímenes. Al fin y al cabo son seres humanos, vulnerables al yugo del poder que suele convertirlos en cretinos. Pero hay que admitir que los obispos son una comunidad espiritual, lo que significa que poseen la resiliencia suficiente como para no rendirse ante su propia miseria.
¿Hay esa resiliencia en la PUCP? ¿Sabremos responder como católicos a una crisis de la Iglesia en la que la confrontación con Cipriani es apenas un episodio local? Esta etapa de preparación del centenario pone a prueba nuestro espíritu comunitario. La pregunta es si creemos que una universidad de la Iglesia es una comunidad convocada a dar testimonio cotidiano del amor de Cristo, mientras cultiva la ciencia y el conocimiento. ¿Cuánto nos hemos preocupado de la práctica comunitaria del amor cristiano en las décadas pasadas? ¿Cuántos profesores y estudiantes saben que eso tiene directamente que ver con hábitos institucionales poco cultivados? Es poco lo que se aprende del cristianismo en las clases de teología o de ética si se compara con el mensaje que se recibe a través del trato humano, dentro y fuera del aula. Es allí donde se juega la catolicidad.
La historia enseña que el catolicismo implica la convivencia, no siempre pacífica, de posiciones contrarias. Para que una universidad católica fortalezca su espíritu debe tener el coraje de aceptar a colegas que no son precisamente “de la línea” gobernante. Sobre esa base no haría falta censurar ninguna posición académica contraria al Magisterio, porque la doctrina de la Iglesia estaría sólidamente representada, con pluralidad de enfoques. La primera vez que escuché la expresión “fulano no es de la línea” me dije a mí mismo: esto no debería estar pasando. Fue en los ochenta. Si esta actitud ha calado en los últimos veinte años, es posible que de un modo espectacular los extremos se junten: Cipriani y el sector separatista de la PUCP habrían logrado la ruptura. Mentiría si les digo que sé qué espíritu prima en la Asamblea; yo, que ni siquiera sé si nada sé.

¿Qué explica el recelo de la PUCP respecto del Cardenal Cipriani? Creo que hay varias cosas que responden a eso, pero la principal razón es que Cipriani es miembro del Opus Dei. Hoy se sabe que en 1941 Escribá de Balaguer (a quien yo llamo San Bala, para abreviar) firmó un documento titulado Reglamentos del Opus Dei como Pía Unión, en el que se lee, bajo el título Espíritu: “No podemos perder el tiempo levantando casas: las tomamos.” Si este apuro refleja el espíritu de la Obra (autoproclamada “de Dios”), no extraña que se haga de tantos enemigos. ¿Quieren los católicos peruanos que la PUCP sea una casa tomada o prefieren que siga siendo una comunidad académica democrática? Es por supuesto una pregunta retórica si la plantea un católico liberal. Pero detrás de ella hay otra de fondo: ¿cuál es el vínculo de la PUCP con la Iglesia? Y esa pregunta abre otro frente.
El borrador del acuerdo refleja el esfuerzo de Rubio por negociar y evitar que la PUCP se convierta en una casa tomada. El texto refleja un logro brillante porque las aspiraciones de Cipriani, planteadas el 16 de julio de 2011 y reiteradas en el ultimátum de Bertone, no reaparecen en el acuerdo. Si a la vista del borrador a Cipriani sus ‘adláteres’ le han recordado las indicaciones explícitas de San Bala, tampoco extraña el impasse. Cipriani está jugando su juego, Rubio está jugando el suyo y ambos están haciendo lo mejor que pueden en las actuales circunstancias. Así es la dialéctica, y esto no tiene por qué indignar a quienes comprenden la naturaleza de esta partida. Lo que molesta no es lo previsible sino la pateada de tablero, que es la reacción de quienes se sienten entrampados. Este es un riesgo presente en ambas partes, tanto en Cipriani como en la PUCP.
Sería una imprudencia asombrosa, aunque no imposible, que el Cardenal se desdijera de lo hasta ahora acordado. Con eso se enajenaría definitivamente del corazón de una comunidad católica entera, que no aceptaría ser convertida en una casa tomada sin dar batalla. Pero lo que no se explica con la misma facilidad ni permite proyectar consecuencias previsibles es que dentro de la PUCP haya quienes piden la ruptura con la Iglesia.
Propongo esta hipótesis: La PUCP sufrió la secularización de su mundo espiritual. Treinta años de vida democrática, de logros institucionales y académicos, pero de escasa atención a la vida espiritual de la comunidad, llevaron a muchos profesores y a generaciones de estudiantes a suponer que el nombre católica y el título de pontificia eran accidentes históricos con los que se podía convivir, siempre y cuando no molestaran. Solo con esta hipótesis me explico el lenguaje de algunos profesores de la PUCP sobre la Iglesia. No son capaces de ver diferencias entre Cipriani y otros miembros de la jerarquía; no perciben o no quieren ver los conflictos al interior del alto clero; ni siquiera se asumen como observadores sino solo como individuos externos; no parecen tener idea de que los laicos y las instituciones que se llaman católicas son también Iglesia. En el colmo de la secularización, un profesor ha llegado a decir que “la Iglesia es una institución privada”. ¿Qué podemos pensar? Lo único que puedo afirmar con seguridad es que si un católico habla de esta manera es porque no asume que la crisis de la Iglesia católica es también su crisis; no comprende que los graves problemas de la jerarquía, como ocurre en cualquier familia, son también sus problemas.
Urge claridad de análisis en vísperas de la Asamblea. Con vista al centenario de la PUCP, invoco a los asambleístas a que respalden el acuerdo con la convicción de que evitará la toma de la casa. Pero aún en la hipótesis improbable de que la llegaran a tomar, mediten por favor si no es deber ineludible de una comunidad católica dar batalla por la justicia de su causa desde el corazón de la Iglesia, sin soñar siquiera con abandonar la partida.

Luis Eduardo Bacigalupo.

El acuerdo de la PUCP con el Vaticano en contexto (5/5) | El Ojo de Timón
 
El comienzo del fin, la PUCP se puso exigente y ahora tendra que devolver el Fundo Pando.
 


 
Última edición por un moderador:
A mi modesto entender, esto se puede resumir que estas autoridades universitarias, actuales, llamenle caviares, se acostumbraron a hacer lo que querían debido a sus influencias. No obstante han cometido un error fatal, el cual es enfrentarse a la Iglesia Católica que es una organización milenaria.
 
No obstante han cometido un error fatal, el cual es enfrentarse a la Iglesia Católica que es una organización milenaria.
.
sera milenaria, pero creo firmemente que con su actual dirigencia dificilmente pase de este siglo ...
.
 
La religiones en general (y si se dan cuenta esta es una de las que más se ha adaptado a la modernidad) son cuestión de Fe. Si no la tienes es una pena, pero los que si la tenemos, creemos que perdurará sobre todos los problemas que se le puedan presentar. Y eso si ha sido demostrado a lo largo de los años. Esta no es una de las mayores crisis del catolicismo. Recuerda que fue precisamente el espíritu católico el que motivó la creación de la Universidad del Fundo Pando (ex PUCP) y que es precisamente su alejamiento de este pensamiento lo que le está trayendo problemas.


Saludos
 
Jejejej… no sé, pero me da mucho gusto volver a postear y hacerlo, precisamente, en este tema.
Hace poco más de cuatro años se dio inicio a una singular apuesta, hasta el día de hoy no concretada, a raíz del sgte. post:

Al final Roma nombra al rector, y la PUCP ha quedado con roche.


Inxs
Demasiado apresuradas tus conclusiones estimado Inxs. Es claro que se ha puesto en marcha un acercamiento con la Iglesia (Vaticano, no Arzobispado Peruano, ojo) pero este no significa una puesta en sumisión de la universidad. Adelantarlo es una simple exposición de tus deseos. Lo mas probable es que la solución se de en términos muy distintos a los que los defensores del status quo jerárquico eclesial defienden. Y esta pasa por la designación de un nuevo Canciller por parte del Vaticano que no tenga nada que ver con el Arzobispado y que, por lo demás, sea opuesto a la corriente de Cipriani. Ese mero detalle daría la salida satisfactoria para todas las partes. La posición actual en el episcopado (lease y entiéndase bien por favor, Episcopado, no Arzobispado) es la de la búsqueda imprescindible de una solución dialogada y lo mas probable es que de allí surja el representante del Vaticano en la PUCP, designado como nuevo Gran Canciller de la universidad. A partir de allí, todos los problemas generados por la intransigencia original y apetito de poder voraz de Cipriani (aunque a muchos les ocasione resquemor su sola mención) llegarían a su fin. Lo que debe quedar claro es que no es solo la PUCP quien se encuentra metida en un callejón aparentemente sin salida. En ese callejón la acompaña la mismísima Iglesia Católica, llevada a ese lugar por un cardenal que únicamente pensó en acumular poder y en situar a su orden, el Opus, en un lugar que no le corresponde. Hoy Cipriani luce sumamente debilitado en el espectro eclesiástico peruano y, por ende, ante los ojos del Vaticano. El tiempo ha ido poniendo las cosas en su lugar y finalmente no habrá un epilogo catastrófico para la PUCP como muchos opinaban y otros deseaban fervientemente. Al final no pasara nada.

PD. Inxs, la apuesta eran dos cajas en el Dancing, luego de nuestra conversa de hoy en el msn son cuatro. No vayas a arrugar nomas.

Lo que mereció una rápida respuesta de mi pata Inxs (¿qué es de tu vida tío?) y el intercambio respectivo:

Pd.- Gerineldo, mi apuesta es que "Roma Nombra", osea si se concreta mi vaticinio me debes dos boxes en el Danz. Y aumento mi apuesta dos cajas mas (estan todos invitados) a que Cipriani seguirá siendo Canciller, y no apuesto porque sea hincha de Cipriani (en lo personal me parece medio lumpen), apuesto por que no creo que el Vaticano lo deje sin piso. Eso iría contra la anacrónica aureola de "infalibilidad" papal.


Inxs

Tomado de rpp.com.pe

Devuelve la pared tío Inxs. ¿Qué hizo cambiar tanto al cardenal...?

¿Seguirás diciendo que el Vaticano impondrá a tabla rasa su voluntad y mandará a las autoridades de la PUCP a sufrir el castigo eterno de la hoguera...?

Anda alistando tus cuantro joncas. Le pasamos la voz a todo NC Lima Centro si quieres y con credencial especial para los naranjitas....

Salud (adelantado).

Roma Nombra y Cipriani es el Canciller. Te voy ganando Gerineldo.

De todas maneras, concedo el beneficio de la duda, y propongo esperar hasta que la PUCP se pronuncie de manera oficial, porque lo que hasta ahora se ha leido son comunciados internos, domésticos. Casi es una súplica entre ellos para que no hagan alborotos y acepten estoicamente las condiciones de rendición.

Ya falta poco para el 08, tengo que abrir una lista de invitados porque cuatro cajas son muchas cajas, por favor levanten la mano lo que quieran acompañarnos en el Dancing, son las chelas de Gerineldo y nos va a honrar con su presencia. Pásenle la voz a Drais, si lo ven.


Inxs


Y bueno, paso el tiempo y tanto el arzobispado como las autoridades de la PUCP tendieron un manto de reserva mutuamente acordado y el tema quedo en el olvido.

Hasta ayer. Bueno, aun no esta definitivamente zanjado, tan solo falta que la Asamblea Universitaria de la PUCP decida este 14 de Octubre sobre las modificaciones al Estatuto Universitario acordadas con la venia de los representantes del Vaticano. Los detalles de la culminacion de esta historia, a continuación:

LO QUE SIGNIFICA EL ACUERDO ENTRE LA PUCP Y EL VATICANO

Durante los últimos nueve años, la Pontificia Universidad Católica ha tenido que enfrentar dos temas vinculados a su identidad.

De un lado, los procesos judiciales con el Arzobispado de Lima respecto de la administración de los bienes de José de la Riva Agüero abrió la posibilidad que la PUCP cancelara cualquier posibilidad de apertura al conocimiento científico y humanista. Los aliados mediáticos y políticos del Cardenal alentaron que, en caso tomara el control económico de dicha casa de estudios, hiciera una purga de lo que consideraban como “contrario a la identidad católica”.

De otro lado, la Santa Sede venía bregando, desde hace años, por encontrar una fórmula que hiciera compatible el carácter católico de la PUCP con el acatamiento de la Ley Universitaria peruana. Existían aun discrepancias sobre sí las normas laicas eran compatibles con el vínculo que ambas partes querían mantener.

Desde que Jorge Bergoglio asumió el Papado, las dos diferencias se ventilaron en privado. Respecto de los procesos judiciales entre la Universidad y el Arzobispado, ambas partes decidieron bajar el tono de las declaraciones. En lo que se refiere al tema estatutario, la Santa Sede nombró una comisión especial de diálogo, con miras a llegar a un acuerdo.

Hace tres meses, comenzaron a ser fuertes las versiones en el Fundo Pando sobre un posible acuerdo. Esto se hizo más fuerte cuando, en agosto, se conoció que el Papa Francisco había decidido que los cinco obispos que conformaban la Asamblea Universitaria volvían a la misma, luego de su alejamiento en 2012, año en que ambas tensiones se agudizaron. Sin embargo, se consideraba que dicho acuerdo llegaría recién en 2017, para el Centenario de la Universidad, o en 2018, cuando Juan Luis Cipriani debía jubilarse y el rectorado de Marcial Rubio Correa entraba a su recta final.

Ayer, la PUCP hizo público que se alcanzó un acuerdo sobre el Estatuto de la Universidad con el Vaticano. Este documento, que viene siendo conocido por los miembros de la comunidad universitaria y el público en general, deberá ser ratificado por la Asamblea Universitaria el 14 de octubre. Para dar mayor realce a lo que se prevé sea una solución final, el prefecto de la Congregación para las Universidades Católicas Giusseppe Versaldi estará en Lima en dos semanas para transmitir el mensaje de la Curia. Luego de su aprobación, el Estatuto será enviado al Papa Francisco para su firma (y, por supuesto, a la SUNEDU para su validación por las autoridades peruanas).

¿Qué significa este acuerdo?

En primer lugar, culmina cualquier posibilidad que Juan Luis Cipriani controle la PUCP. El nuevo Estatuto establece que el Gran Canciller de la Universidad - es decir, su presidente honorario - ya no será el Arzobispo de Lima, sino el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, que congrega a todos los obispos del país. Cipriani, a dos años de su jubilación, ya no podrá encabezar dicha entidad, en la que ha perdido cuatro intentos por liderarla.

De hecho, ayer el Cardenal aceptó lo que, a todas luces, era una derrota. Utero.pe reseñó así lo que dijo ayer en Diálogos de Fe.

“Hace 5 meses, le expresé al Papa mi disponibilidad. (…) Y así le dije al Papa: ‘Mi disponibilidad al nivel que usted quiera.Si usted quiere que alguien de Roma sea quien maneje las cosas, si usted piensa que mejor lo debe hacer otra persona…‘. Yo creo que hay algo muy grande que es la institución de esta universidad, pero en fin… me ha sacado, y no te tengo muchos detalles, porque no estoy muy al tanto”.


Sin duda alguna, esto confirma lo dicho en nuestro informe para la revista Ideele: el poder del Cardenal está menguando rápidamente.

En segundo lugar, las disputas patrimoniales se cierran para siempre. De un lado, se reconoce la existencia del legado de José de la Riva Agüero a favor de la Universidad. De otro lado, se forma una Comisión Episcopal para la PUCP integrada por el nuevo Gran Canciller y los cinco representantes de la Conferencia Episcopal Peruana ante la Asamblea Universitaria. Un representante de esta Comisión Episcopal estará en las Comisiones de Presupuesto e Infraestructura (como parte de un colegiado mayor integrado por autoridades y representantes de profesores y alumnos) y este cuerpo podrá dar su opinión sobre la disposición de bienes de la Universidad, sin derecho de veto. Con ello, aunque no se menciona, se deberán cerrar los procesos judiciales en torno a la administración de los bienes de la PUCP.

En tercer lugar, se estrecha la relación con la Iglesia Católica, en un marco de autonomía. Se forma la Comisión Episcopal ya mencionada, con lo ya mencionado sobre temas patrimoniales, así como con prerrogativas para la vida espiritual de la PUCP, en particular, en lo que se refiere al Centro de Asesoría Pastoral Universitaria. La Universidad tomará en cuenta el Derecho Canónico, pero se regirá básicamente por su Estatuto. El nuevo Gran Canciller mantendrá las prerrogativas para nombrar a los docentes de Teología - lo que, con una Conferencia Episcopal Peruana como la actual, implicaría el regreso de los profesores cesados por Cipriani - y deberá enviar a Roma el nombre del Rector para su ratificación por la Santa Sede. El Rector deberá ser católico y los docentes y trabajadores deberán ser informados sobre la identidad católica de dicha casa de estudios, puntos que ya se producían en la práctica.

En cuarto lugar, se establecen mecanismos para afianzar la renovación en altos cargos. En particular, se limita la reelección del Rector y de los Vicerrectores y se oficializa la existencia de un debate público entre los postulantes a estos cargos.

En suma, la PUCP mantiene su identidad católica, institucionalizando sus vínculos con la Conferencia Episcopal Peruana y dejando claras las competencias del Gran Canciller. ¿Riesgos? Los concernientes a cualquier arreglo sobre la buena fe de los participantes, pero todo indica que la tranquilidad que se vivía en Pando durante los últimos tres años será permanente. Cipriani queda fuera de juego en este arreglo final que, muy probablemente, sea confirmado en octubre. Con ello, la Universidad llegará en un clima mejor a su Centenario, a celebrarse el próximo año y sin distracciones sobre su presente y su futuro.



Tomado de Desde el Tercer Piso


En resumen, lo maaaaximo que podría pasar a favor de la postura de mi pata Inxs, seria que Roma decidiera mantener por los dos años que le restan como primado a Cipriani en el cargo de Gran canciller, aunque eso es demasiado poco probable ya que el mismo cardenal parece haber aceptado su derrota. Lo lógico y esperado es que sea Monseñor Salvador Piñeiro quien asuma ese cargo. Y fin de la historia.

Bueno, fin de la historia para los partidarios de una y otra postura en este tema. Porque para nosotros tío Inxs aun queda un capitulo, con invitados de lujo, habla Drais, y con harta chela gratis.... para mi jejejeje.

Habla tío Inxs, esperamos hasta el 14 o caballero pones a enfriar esos cuatro joncas que se deben haber calentado luego de cuatro añitos.

Esta vez literalmente, Salud!!
 
Habla tío Inxs, esperamos hasta el 14 o caballero pones a enfriar esos cuatro joncas que se deben haber calentado luego de cuatro añitos.

Esta vez literalmente, Salud!!


Ja ja ja ......., un toke estimado, lo de Cipriani es accesorio porque al fin y al cabo esta a punto de jubilarse. Lo que prevalece es lo fundamental.

El nuevo acuerdo reafirma como atribución del Gran Canciller lo siguiente:

Título I
Artículo 6°
Inciso d)
solicitar a la Congregación para la Educación Católica la confirmación de quien haya sido elegido como Rector o elegida como Rectora

Ojo que la Congregación para la Educación Católica es parte de la Curia Romana, tiene sede en el mismo Vaticano.

Osea Roma nombra.


Inxs



Pd1.- Puedes confirmarlo tú mismo en

https://es.scribd.com/document/3235...aPucp0809161002332882-PDF#download&from_embed

Pd2.- La chela cuando es gratis es mas rica
 
Encantado de conocer a la gente con se debate en este forum. No creo que el tema se pueda dar por terminado, se ha alcanzado una solución de compromiso. Va a ser como un matrimonio, no todo termina con la boda. Todo lo contrario, se inicia un nuevo capítulo de una historia.
 
Pd3.- De la lectura del Acuerdo se desprende que la PUCP ha dado la razón a casi todos los argumentos de la Iglesia. Se puede leer entre líneas el fracaso de la Comisión negociadora de la ex-PUCP en las líneas de presentación del bendito acuerdo.

El mismo Rectorado explicó así a la Asamblea Universitaria el riesgo de no hacer caso las pretensiones de la Iglesia. Solo le falto colocar anestesia:

attachment.php

El Informe del Rectorado a la Asamblea Universitaria:

https://es.scribd.com/document/8774...-conversaciones-con-el-Arzobizpado#from_embed


Por ejemplo el Rector tendrá que ser católico, impoluto, no divorciado. Los profesores tendrán que pasar por un filtro. Etc, etc, etc.....

Yo creo que estas modificaciones a los Estatutos será una pesada espada de Damócles, y colocará a la Iglesia en situación de expectativa, presto y pronto para tomar en un futuro quizá no muy lejano el control total de la ex-PUCP. Esto por supuesto no es aleatorio, es premeditado, es la visión de la Iglesia para los próximos años.

Puede cambiar las caras, pueden cambiar Cipriani, pero la postura de la Iglesia no va a cambiar. Simplemente porque esa fue la voluntad de Riva Aguero.


Inxs

Pd4.- Que sea Cuzqueña, por favor
 

Archivos adjuntos

  • vaticano 1.jpg
    vaticano 1.jpg
    182,3 KB · Visitas: 96
Osea Roma nombra.


Inxs



Pd1.- Puedes confirmarlo tú mismo en

https://es.scribd.com/document/3235...aPucp0809161002332882-PDF#download&from_embed

Pd2.- La chela cuando es gratis es mas rica
Muy hábil el intento de sacar cintura mi estimado Inxs, al estilo Pelé, pero lamento decirte que ha sido al estilo Pele a sus casi 80 años, con crujir de huesos y safada de cadera incluida.
No pues tío, no me pongas ese link porque es de mi dominio desde el momento mismo en que se dio a conocer. Y puedes estar seguro que disfruté mucho leyendo su contenido. Por eso digo que lo tuyo es fallida sacada de cintura, porque solo citas una línea pero no nos pones la carnecita. Vamos al grano entonces:

Artículo 79º.- La Asamblea Universitaria elige anualmente al Comité ElectoralUniversitario, el cual se encarga de organizar, conducir y controlar los procesos electorales, así como de pronunciarse sobre las reclamaciones que se le presenten. Sus fallos son inapelables. El Comité Electoral Universitario es autónomo y se integra con tres profesores principales, dos asociados y un auxiliar, uno de los cinco representantes del Episcopado ante la Asamblea Universitaria designado por la Comisión Episcopal para la Pontificia Universidad Católica del Perú a que se refiere el artículo 5 del Estatuto y tres estudiantes. El sistema electoral es de lista incompleta. El voto de los electores es personal, obligatorio, directo y secreto.
O sea, la asamblea elige, nombra, decide, asigna, proclama, o como quieras llamarlo al Rector. El Gran canciller tiene la atribución de pedirle a Roma que le diga si está de acuerdo. Como quiera que las características y perfil de quienes sean candidatos están perfectamente delineados en los estatutos y no se contraponen en absoluto con los que ya existían hasta antes de la irrupción de Cipriani en esta historia, nunca habrá discrepancia alguna al respecto. Roma asiente lo que la Asamblea Universitaria, en uso de su autonomía, decida.

Pd3.- De la lectura del Acuerdo se desprende que la PUCP ha dado la razón a casi todos los argumentos de la Iglesia. Se puede leer entre líneas el fracaso de la Comisión negociadora de la ex-PUCP en las líneas de presentación del bendito acuerdo.

El mismo Rectorado explicó así a la Asamblea Universitaria el riesgo de no hacer caso las pretensiones de la Iglesia. Solo le falto colocar anestesia.
Eso ya mas bien me olió no a sacada de cintura sino a patitas para que las quiero tío. Nooo pues, mi estimado. Si la apuesta surgió precisamente a raíz de un post mío en el que mencionaba que la única solución era que se llegara a una salida consensuada en la que ambas partes cedieran. Y así ha sido. Lo que mencionas tú es la parte que le toco ceder a las autoridades de la PUCP y no les ha hecho ni cosquillas, te repito que eso ya existía como normativa no escrita pero si sobreentendida desde antes que apareciera Cipriani en este tema y fue la razón para que existiera una convivencia pacífica entre la autoridad eclesiástica peruana y la universidad en las décadas previas. Por ello es que la representación del Vaticano por su parte terminó cediendo en lo que constituía el punto álgido en este tema: la presencia del cardenal Cipriani como Gran Canciller. Porque ese era el nudo del embrollo aunque los tercos no lo hayan querido ni razonar ni aceptar. Y el Vaticano cedió, puedes estar seguro que con mucho entusiasmo. Hace tiempo que Cipriani se había convertido en una piedra en el zapato de Roma respecto a su propuesta de evangelización para América Latina. Y, ojo al piojo, se decidieron por quien yo te la cante, clarita, bien clarita hace cuatro largos años:

Lo mas probable es que la solución se de en términos muy distintos a los que los defensores del status quo jerárquico eclesial defienden. Y esta pasa por la designación de un nuevo Canciller por parte del Vaticano que no tenga nada que ver con el Arzobispado y que, por lo demás, sea opuesto a la corriente de Cipriani. Ese mero detalle daría la salida satisfactoria para todas las partes. La posición actual en el episcopado (lease y entiéndase bien por favor, Episcopado, no Arzobispado) es la de la búsqueda imprescindible de una solución dialogada y lo mas probable es que de allí surja el representante del Vaticano en la PUCP, designado como nuevo Gran Canciller de la universidad. A partir de allí, todos los problemas generados por la intransigencia original y apetito de poder voraz de Cipriani (aunque a muchos les ocasione resquemor su sola mención) llegarían a su fin.
¿Qué respondiste a esto? Aquí te lo dejo:

Y aumento mi apuesta dos cajas mas (estan todos invitados) a que Cipriani seguirá siendo Canciller
Jajaja… ¿y así quieres autoproclamarte como el sediento beneficiario de la cuatro cajas que se te escurrieron de las manos? El pez por la boca muere tío.

Veamos:

1.- Cipriani fue defenestrado de esta historia. Nunca controlará la PUCP.

2.- Ojo, dije PUCP. No dije Ni Universidad a secas, ni solo Universidad Católica. PUCP seguirá significando, le arda a quien le arda y donde le arda, Pontificia Universidad Católica del Perú.

3.- Queda a buen recaudo la autonomía de la PUCP y por lo tanto de la universidad peruana en general. Cualquier otra salida hubiera sido, jurídicamente, impracticable.

4.- Se acabaron las disputas patrimoniales. Muerto el perro muerta la rabia. Y ya no habrá en esta historia más comisuras labiales arzobispales babeantes detrás de los bienes de la universidad.

Manyas?, no le atinaste a ninguna tío, A NINGUNA.

Cusqueñita, Pilsen, la que quieras, hasta artesanales atraco con tal que no les falte su cebadita. Eso si no seas vivo, nada de chelas pateadas. Tu dirás cuando cumples con la hinchada.

Salud.
 
Esta nunca fue una cuestion de personas, que son pasajeras al fin y al cabo. Es de instituciones, y por lo que veo del posible acuerdo, Roma se impuso. Decir que Cipriani ya no va es infantil.
 
Fue una cuestión de instituciones en la que se entrometieron personas. Negarlo es terquedad pura. Al final las instituciones, Vaticano y PUCP, hicieron tablas regresando al estado inicial de las cosas, es decir al estado normal de pacífica convivencia que se daba antes de la aparición del entrometido, con ligeras variantes de forma en la que ambas partes cedieron. El entrometido, Cipriani, fue expurgado sin roche, sin anestesia, era un obstáculo innecesario y muy dañino en esta historia. Negarlo es lo infantil, solo revela fastidio por los resultados del acuerdo alcanzado.

Salud.
 
Pudo ser cualquiera, lo único que faltaba es que alguien en el Arzobispado se interesara en el asunto de la PUCP. Los predecesores del cardenal Cipriani no lo hicieron, y la PUCP por tres décadas literalmente se salían con la suya con poco o ningún esfuerzo. El cardenal reclamaba al final las prerrogativas y derechos de las que habían abdicado tácitamente Landazuri y Vargas Alzamora. Hay gente que no le gusta comprarse líos, ese es un hecho que fácilmente se comprueba en la vida diaria. En la Iglesia también hay personas de ese carácter. Era el talante de ambos cardenales.
 
Estas tergiversando la historia drais. La voluntad de Riva Aguero era que, tras sus primeros 20 años de existencia, la PUCP adquiriese la propiedad absoluta debiendo la Junta entregarle los bienes que hasta entonces, y también en cumplimiento de la voluntad de Riva Aguero, administraba. Luego de esos primeros 20 años, la labor de la Junta quedaría restringida únicamente a cumplir los encargos y las mandas del testador que tenían que ver con donaciones concretas, celebraciones de misas por el alma del testamentario y a preservar los lugares de entierro de Riva Aguero y de sus familiares. Y asi lo fue hasta la aparicion en escena de Cipriani, quien mediante su representante en la Junta, un tal Muñoz Cho, quiso atribuirse la potestad de gestionar y administrar los bienes de la PUCP. Entonces las cosas son claras. Landazuri y Alzamora, dos cardenales de muy grata recordación para la casi absoluta mayoría de los católicos, se ciñeron a lo que Riva Aguero fijó como su voluntad. Hasta que apareció el entrometido, babeante de codicia, y quiso asumir ya no solo el poder administrativo y financiero de la universidad, sino también el control institucional y académico. Si de algún talante se debe dejar constancia es el de este agresor loco de poder que por suerte no se salió con la suya. Harias bien entonces drais, en no confundir carácter con codicia.

Salud.
 
Te equivocas, el tema es simple. Fue la codicia pura y simple. El cambio de estatuto se hizo por lo bajo en 1994, nadie lo conocia hasta que el rectorado quiso cobrar alquiler al colegio peruano chino en la plaza de la bandera. Extranados fueron al Arzobispado y este comenzo una investigacion y estallo la pus. Esa es la verdad. Lo que tu pones son las vueltas que le dieron al tema del testamento inutilmente, y al final todo termino volviendo a la situacion anterior a 1994. Le gano la codicia al rectorado y su juego quedo al descubierto.
 
Y Roma les va a tener vigilados, ya han tenido bastante con Lovaina y Notre Dame en USA.
 
Te equivocas, el tema es simple. Fue la codicia pura y simple. El cambio de estatuto se hizo por lo bajo en 1994, nadie lo conocia hasta que el rectorado quiso cobrar alquiler al colegio peruano chino en la plaza de la bandera. Extranados fueron al Arzobispado y este comenzo una investigacion y estallo la pus. Esa es la verdad. Lo que tu pones son las vueltas que le dieron al tema del testamento inutilmente, y al final todo termino volviendo a la situacion anterior a 1994. Le gano la codicia al rectorado y su juego quedo al descubierto.

Jjajajaa.... A ver si te entiendo drais. ¿O sea que el rectorado quedó al descubierto gracias a la intervención de tu superheroe Cipriani y como resultado de ello el Vaticano le dio un tabazo en el poto al cardenal y arreglo con las autoridades de la universidad????? Pucha, que te puedo decir.... No caigas en tanta evidencia hermano. Como que la insatisfacción por el resultado de las negociaciones te hace postear cosas un poco..... extrañas.

Y Roma les va a tener vigilados, ya han tenido bastante con Lovaina y Notre Dame en USA.

Que los vigilen si eso te hace feliz no hay problema estimado drais. Pero eso no cambia un ápice la verdad de las cosas. Cipriani a sobarse el trasero y de ahora en adelante convivencia pacifica sin babeos por el poder de ningún purpurado entrometido. La legalidad y el ordenamiento jurídico están, en este caso, a buen recaudo. Y con la venia de Roma.

Salud.
 
No entiendes. Simplemente la jugada quedó al descubierto y el Arzobispado tuvo que intervenir, como le correspondía. Lo habría tenido que hacer cualquiera que fuera arzobispo de Lima. También habría que tenido que informar a Roma y bueno, ya tienes un problema servido en la mesa. El protagonismo del cardenal Cipriani fue parte de la estrategia de defensa mediática en el caso.

 
Atrás
Arriba