esparatcus
BANEADO
Definitivamente el actual Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne tiene una negativa imagen, al ser un personaje político y mediático que apoyo y defendió la dictadura mega corrupta presidida por Alberto Fujimori.
Agregándole a aquello, sus evidentes "plagios" en publicaciones en el diario El Comercio, como su criticable, condenable y censurable silencio cómplice por años en el tema del grave caso de abusos sexuales en el interior del Sodalicio de Vida Cristina de parte de su propio fundador Luis Fernando Figari y de ciertos personajes de su entorno mas cercano de aquella denominada Familia Sodalite.
A pesar de todos aquellos negativos pergaminos personales y funcionales del actual Arzobispo de Lima y Cardenal del Perú, Juan Luis Cipriani, se debe de considerar que el pedido formal a la PUCP (Pontificia Universidad Cátolica del Perú) de parte del Arzobispado de Lima en lo que concierne al cumplimiento de la voluntad testamentaria de José de la Riva Agûero y Osma, con relación a los bienes que lego a la PUCP, además al detentar el cargo de Gran Canciller de la PUCP ya que quien ejerce aquel importante cargo es el Arzobispo de Lima, sin ser un simple cargo honorifico como lo sustentan maliciosamente las autoridades y los abogados de la PUCP.
Es un negativo ejemplo y precedente que abogados de la PUCP, den interpretaciones descabelladas acerca del ejercicio del cargo de Gran Canciller de la PUCP, y acerca del uso y disfrute de los bienes legados por José de la Riva Agûero y Osma.
Como se dice al pan, pan y al vino, vino, y en aquella controversia legal, judicial y ética entre el Arzobispado de Lima y la PUCP, es mas que evidente que la entidad que encabeza el Arzobispo de Lima tiene toda la razón legal, a pesar que dicha autoridad eclesiástica tenga en contra muchos aspectos negativos, pero el derecho, es el derecho, y las autoridades universitarias de la PUCP, buscan simplemente preservar sus altos sueldos sin interesarles el imperio de la ley y de la justicia en este caso.
Agregándole a aquello, sus evidentes "plagios" en publicaciones en el diario El Comercio, como su criticable, condenable y censurable silencio cómplice por años en el tema del grave caso de abusos sexuales en el interior del Sodalicio de Vida Cristina de parte de su propio fundador Luis Fernando Figari y de ciertos personajes de su entorno mas cercano de aquella denominada Familia Sodalite.
A pesar de todos aquellos negativos pergaminos personales y funcionales del actual Arzobispo de Lima y Cardenal del Perú, Juan Luis Cipriani, se debe de considerar que el pedido formal a la PUCP (Pontificia Universidad Cátolica del Perú) de parte del Arzobispado de Lima en lo que concierne al cumplimiento de la voluntad testamentaria de José de la Riva Agûero y Osma, con relación a los bienes que lego a la PUCP, además al detentar el cargo de Gran Canciller de la PUCP ya que quien ejerce aquel importante cargo es el Arzobispo de Lima, sin ser un simple cargo honorifico como lo sustentan maliciosamente las autoridades y los abogados de la PUCP.
Es un negativo ejemplo y precedente que abogados de la PUCP, den interpretaciones descabelladas acerca del ejercicio del cargo de Gran Canciller de la PUCP, y acerca del uso y disfrute de los bienes legados por José de la Riva Agûero y Osma.
Como se dice al pan, pan y al vino, vino, y en aquella controversia legal, judicial y ética entre el Arzobispado de Lima y la PUCP, es mas que evidente que la entidad que encabeza el Arzobispo de Lima tiene toda la razón legal, a pesar que dicha autoridad eclesiástica tenga en contra muchos aspectos negativos, pero el derecho, es el derecho, y las autoridades universitarias de la PUCP, buscan simplemente preservar sus altos sueldos sin interesarles el imperio de la ley y de la justicia en este caso.