grindo doido
Cuenta Verificada
Año 2018, me enviaron por el trabajo a Tarapoto. Esa comisión desde antes de concretarse fue un desastre en todo sentido. Me retrasaron las vacaciones, me colocaron con una especialista 0 a la izquierda por mas profesional que era, una obtusa y rajona. Los directores de la región agraria nada proactivos y encima perdimos el vuelo.
Los 3 días de trabajo no tuvieron acogida, poco presencia y los pocos que asistieron sin motivación. Lo único bueno que me ocurrió fue el trato amable de las chicas del hotel donde me hospedé. Todas, las del turno de día y noche fueron super atenciosas e incluso con una hicimos buenas migas y era mi paño de lagrimas.
Este hotel si no me equivoco queda en la Av. Jiménez Pimentel en Tarapoto. Me quedaba tuerto con tanta belleza que ingresaba y con su personal. Las recepcionistas con ropa formal pero bien pequeña en uno y otro movimiento y cruce de piernas siempre me ganaba con sus hilitos o bikins. Hasta se sonreían cuando yo con cara de enfermo las veía.
La que me dio bola fue Teresa, la camarera que mas veía, pero ella no era de Tarapoto, no recuerdo la provincia pero abunda gente morena. Ella de unos 28 años, talla media, delgada, bien culona y de pechos regulares. Con una sonrisa te conquistaba, siempre amable y coqueta. La primera noche pasamos horas conversando, ella la primera noche de mi estancia se quedaba a doble turno, o sea dormiría en el hotel y yo le conté mis penurias, diciéndole que estaba al borde del despido por un tema de refrigerios porque no tenia las suficientes firmas para los break que dimos.
Me escuchaba y alentaba, que siempre hay una solución. Luego le pregunte de ella, de su vida. También llevó una vida dura y bien sufrida. Se le murieron dos maridos, uno por salud y otro por un accidente de transito. Madre viuda y con un hijo. Mantenía a su madre y el trabajo lo era todo para ella.
Me contó que si bien estaba sola, muchos la pretendían y es que esas curvas de campeonato si que tientan y uno puede caer allí sin vacilar. Algunas veces veía que algunos extranjeros la enamoraban y ella no era esquiva. Yo tuve que luchar con un par de mayores, uno nacional y el otro boricua.
La siguiente noche, ingresó a mi habitación a limpiar y allí pude robarle unos besos que me dejaron en pindinga, besos babosos, llenos de miel y como me ahorcaba la verga, se sentó encima mio en la cama y me frotaba tanto que creo que me vacié. Me dijo que no podríamos hacer nada, pero que en la noche salía temprano y la pasaríamos lindo.
Esa segunda noche estuve como loco esperándolo, fui a preguntar al hotel y me dijeron que se retiro temprano, encima el boricua no estaba, yo me las olía, La llame y no contestaba. Al día siguiente como si nada me saludo. Yo no le hice caso. Me fui a otra ciudad y a seguir trabajando pero algo triste por no estar con la charapa fogosa.
Llegue en la tarde al hotel, me bañe y di un paseo, la vi comprando cosas en un minimarket y la encare, me dijo que no somos nada y ella puede salir con quien quiera, si le parece ahorita nos vamos lejos y ya. Me llego su frescura pero tenia razón. Me hice el duro y ella me pasaba la mano por la cabeza, me ponía pucheros, muecas y me hacia reír, me besaba y tocaba la verga, yo le palmoteaba las nalgas duritas y bien formaditas. Le dije apurate para ir a tirar. Me puso cara de enojo pero dijo ok.
La espere fuera de mi hotel y ella demoraba, pensé que otra vez se fue con el viejo o con otro señor que se hospede allí. Vino con dos vinos y hielo, me dijo conoce un hostal cerca. Fuimos y ella con su indumentaria de siempre, una licra blanca super apretada, esa fue la que me enchucho y su polito verde. Ni bien llegamos la desvestí, le vi su forro grande y algo me quito el hambre, la jodí porque usa eso, me dice que se siente bien así, el hilo la escalda, le hace transpirar y encima le provoca infecciones. Nos acabamos rápido las dos botellas de vino, el hielo se lo puse en la cuca y en mi verga e hicimos un sabrosa 69, estaba peladita, como me gustan y olía rico, era un manjar, no me cansaba de lamerla y besarla. Nos volteamos y la puse en 4, le di con furia, con rabia y me dije no paro hasta que se canse, no lo logre pero si se corrió. Luego la subí sobre mi y le di otra vez de alma. Los empujones y galopadas eran bravas, subía y bajaba con tan dedicación y ese revoloteo y chancando mis huevos, me hicieron correr en poco tiempo. La puse de costado e intente darle por el chiquito, dijo que no, nunca lo hizo, y me dio una molestia, pero ni modo. Me mamo por buen tiempo con mucho cariño y maestría que se bebió toda mi lefa. Conversamos un rato y me dijo que al mes siguiente iría a visitar a un familiar en Lima y quiere verme por lo menos 3 días sin parar. Me reí y le dije, a ver si me aguantas. Nos besamos con arrechura y me fui al hotel, ella se iba supuestamente a su casa.......
Los 3 días de trabajo no tuvieron acogida, poco presencia y los pocos que asistieron sin motivación. Lo único bueno que me ocurrió fue el trato amable de las chicas del hotel donde me hospedé. Todas, las del turno de día y noche fueron super atenciosas e incluso con una hicimos buenas migas y era mi paño de lagrimas.
Este hotel si no me equivoco queda en la Av. Jiménez Pimentel en Tarapoto. Me quedaba tuerto con tanta belleza que ingresaba y con su personal. Las recepcionistas con ropa formal pero bien pequeña en uno y otro movimiento y cruce de piernas siempre me ganaba con sus hilitos o bikins. Hasta se sonreían cuando yo con cara de enfermo las veía.
La que me dio bola fue Teresa, la camarera que mas veía, pero ella no era de Tarapoto, no recuerdo la provincia pero abunda gente morena. Ella de unos 28 años, talla media, delgada, bien culona y de pechos regulares. Con una sonrisa te conquistaba, siempre amable y coqueta. La primera noche pasamos horas conversando, ella la primera noche de mi estancia se quedaba a doble turno, o sea dormiría en el hotel y yo le conté mis penurias, diciéndole que estaba al borde del despido por un tema de refrigerios porque no tenia las suficientes firmas para los break que dimos.
Me escuchaba y alentaba, que siempre hay una solución. Luego le pregunte de ella, de su vida. También llevó una vida dura y bien sufrida. Se le murieron dos maridos, uno por salud y otro por un accidente de transito. Madre viuda y con un hijo. Mantenía a su madre y el trabajo lo era todo para ella.
Me contó que si bien estaba sola, muchos la pretendían y es que esas curvas de campeonato si que tientan y uno puede caer allí sin vacilar. Algunas veces veía que algunos extranjeros la enamoraban y ella no era esquiva. Yo tuve que luchar con un par de mayores, uno nacional y el otro boricua.
La siguiente noche, ingresó a mi habitación a limpiar y allí pude robarle unos besos que me dejaron en pindinga, besos babosos, llenos de miel y como me ahorcaba la verga, se sentó encima mio en la cama y me frotaba tanto que creo que me vacié. Me dijo que no podríamos hacer nada, pero que en la noche salía temprano y la pasaríamos lindo.
Esa segunda noche estuve como loco esperándolo, fui a preguntar al hotel y me dijeron que se retiro temprano, encima el boricua no estaba, yo me las olía, La llame y no contestaba. Al día siguiente como si nada me saludo. Yo no le hice caso. Me fui a otra ciudad y a seguir trabajando pero algo triste por no estar con la charapa fogosa.
Llegue en la tarde al hotel, me bañe y di un paseo, la vi comprando cosas en un minimarket y la encare, me dijo que no somos nada y ella puede salir con quien quiera, si le parece ahorita nos vamos lejos y ya. Me llego su frescura pero tenia razón. Me hice el duro y ella me pasaba la mano por la cabeza, me ponía pucheros, muecas y me hacia reír, me besaba y tocaba la verga, yo le palmoteaba las nalgas duritas y bien formaditas. Le dije apurate para ir a tirar. Me puso cara de enojo pero dijo ok.
La espere fuera de mi hotel y ella demoraba, pensé que otra vez se fue con el viejo o con otro señor que se hospede allí. Vino con dos vinos y hielo, me dijo conoce un hostal cerca. Fuimos y ella con su indumentaria de siempre, una licra blanca super apretada, esa fue la que me enchucho y su polito verde. Ni bien llegamos la desvestí, le vi su forro grande y algo me quito el hambre, la jodí porque usa eso, me dice que se siente bien así, el hilo la escalda, le hace transpirar y encima le provoca infecciones. Nos acabamos rápido las dos botellas de vino, el hielo se lo puse en la cuca y en mi verga e hicimos un sabrosa 69, estaba peladita, como me gustan y olía rico, era un manjar, no me cansaba de lamerla y besarla. Nos volteamos y la puse en 4, le di con furia, con rabia y me dije no paro hasta que se canse, no lo logre pero si se corrió. Luego la subí sobre mi y le di otra vez de alma. Los empujones y galopadas eran bravas, subía y bajaba con tan dedicación y ese revoloteo y chancando mis huevos, me hicieron correr en poco tiempo. La puse de costado e intente darle por el chiquito, dijo que no, nunca lo hizo, y me dio una molestia, pero ni modo. Me mamo por buen tiempo con mucho cariño y maestría que se bebió toda mi lefa. Conversamos un rato y me dijo que al mes siguiente iría a visitar a un familiar en Lima y quiere verme por lo menos 3 días sin parar. Me reí y le dije, a ver si me aguantas. Nos besamos con arrechura y me fui al hotel, ella se iba supuestamente a su casa.......