El sábado me pasó algo fuera de lo común, quizá el mejor polvorete de los últimos años. Tuvo sensualidad, sorpresa, morbo, final feliz. Una vez más debo confirmar que una carita inocente no necesariamente es de una chica inocentona. Me encontré una así en esta galería y resultó ser una fiera, diablilla en celo que me hizo girar la cabeza como el exorcista.
Resultó que estaba haciendo un poco de tiempo por el Jirón de la Unión viendo las futuras compras por fiestas. Más tarde me tenía que ver con mi novia para salir a comer y luego llevarla al matadero en mi departamento. Todo estaba bien hasta que se me metió la curiosidad de darme una vuelta por Corintios, sólo una vueltita para ver el material y más nada. Perooo... la vi ahí sentadita en su stand del pasillo derecho al fondo, lado derecho. Me llamó la atención su carita de inocente y su look a lo Patty de los Supercampeones. Me entró el morbo porque de chibolo me gustaba esa hembra a pesar de ser un dibujo. Lamentablemente no tenía jebes. Al mejor cazador... En fin a veces pasa, además ese día no tenía ganas de mete y saca. Pero esa chibola me entusiasmó. Así que salí, me fui a Metro y con concha y pana me compré mis jebes allí. Las risitas de la cajera era el precio a pagar antes de arriesgarme a comprarlos en las farmacias de El Dorado y toparme con la caremuerto, bueno esa es otra historia.
Regresé a la galería, le pregunté por el servicio de "maasajes" y con su vocecita de pajarito me dice 30 soles. Yo me decía, no chochera está debe ser la santurrona de las santurronas, aquí no voy a sacar nada. Incluso me daba un poco de pena insinuarle algo porque se le veía tan fragil, femenina, delicada, y con esa carita de misa como que me bajoneaba y me hice la idea de que tendría mis buenos masajes y nada más. Me tiré sobre la camilla y comenzó lo bueno.
Al principio las clásicas sobadas en la espalda y después la presión de los dedos, codo y demás. Mientras me trabajaba yo me decía esta no tiene pinta de querer nada, de nada, bueno al menos tendré unos buenos masajes. Y así pasó un poco de tiempo mientras me hacía las clásicas preguntas de si vengo seguido, donde vivo, en qué trabajo, el clásico cuestionario que todo cofrade que se respete alguna vez tuvo que responder. Pero ella le agregó y qué vas a hacer por fiestas. Y aquí empezó a cambiar la cosa cuando le dije que navidad en casa y fin de año con mi novia en mi depa.
Ah tienes novia, me dijo, qué suerte tiene de acariciar esta espalda. Y yo... perdón... me sorprendí de ese cambio brusco de la conversación, le respondí que sí tiene la misma suerte que tú. Empezó a soltar una risita de chibola mañosa. Yo me decía qué pasó aquí. Parece que tiene doble personalidad. Me hizo acordar a mi cara de loquita Lucero. No terminaba de reponerme cuando me puso la almeja en la mano mientras me masajeaba. Creo que fue la primera vez en mucho tiempo que me sentí intimidado, bastaba alargar un poco más el dedo medio para sobarle a placer toda la rajita. Pero no me animaba porque me decía capaz es "sanaza extreme" se molesta y me bota del stand. Y ella que seguía sobándose en mi mano y yo sin mover un dedo. Me bajó el boxer y me empezó a masajear las nalgas y en una de esas me pasó las manos por detrás a la altura de las boloñas tocándomelas con los pulgares. Yo que me decía con esa carita como puede estar sucediendo todo esto.
Me dice volteate para masajearte el pecho. Me volteo y me ve con el muchacho que ya estaba en firmes. Y ella riéndose. empezó a masajearme el pecho y luego las piernas hasta que metió sus manos dentro del boxer y empezó a masajearme la ingle justo al lado del muchacho con las dos manos. No me lo agarraba solo lo rozaba de costado. Y aquí fue donde entendí que estaba con una chiquimorbosa de las que no me encontraba desde las épocas de Nazarenas o Rufino Torrico. Así que apliqué la táctica del novio fiel e inquebrantable, una táctica que hace que se vuelvan locas. Le dije, amiga ten piedad, me veo con mi novia más tarde. Uy para qué dije eso, se transformó y me dijo, pero tu novia no te hace estos masajes, y todavía hay algo mejor. Y yo haciéndome el inocentón, cual mejor. Se sube a la camilla se sienta sobre el muchacho y empieza a sobarme todo el pecho. Se movía riquisimo y me sobaba el pecho. No aguante más y la agarre de la cintura y la apreté fuerte contra mi muchacho, cómo colaboraba, trataba de poner de mejor forma su rajita sobre mi muchacho.
Aquí vino la primera sorpresa que me dejó frío, pero luego todo volvió a la normalidad. Le metí la mano debajo de la blusa y como que no tenía tetas. Puta, me tocó un traca... pensé, no, carajo por qué a mi, ahora lo reviento al patiflor. Pero metí la mano dentro de su calzón y encontré una almeja mojadita. Se vino cuando se la toqué. Qué rico, me dijo, méteme los dedos nomás para que tu novia no se moleste. Yo ya estaba enpilado le dije me pongo un jebe y lo hacemos y ella que me miraba con una cara de hembra en celo que le había quitado el macho a otra.
La puse en la camilla y le empuje el muchacho con fuerza porque era bien estrecha. No tanto como mi novia pero chocaba en el palo. Y la carita que me ponía y las cosas que me decía tipo, qué dirá tu novia ahora que eres mío, dame fuerte como a ella. Le chupaba esas tetitas chiquittitas, quizá las más chiquitas que he visto. Y ella haciendome tenazas con sus piernas para que le entrara toda la trola. Y mientras se movia me hablaba cosas arrechantes. Por momentos me daban ganas de ponerle las mascarilla en la boca para que se calle, pero era bien arrechante. Y justo en ese momento suena mi celu. Debe ser tu novia dile que me la estás metiendo, me dijo. De verdad que me arrechaba lo que me decía tanto como la taladrada. Le di con furia hasta que escupió el muchacho. Y ella que me decía no me lo saques hasta que se muera, y empezó a mover las caderas que me volvió a armar, me puse otro jebe y la puse en cuatro, le di tremenda paliza a esa raja en perrito. Me volvía loco la forma como movía la cabeza y hacía girar esos cabellitos cortos. No me aguanté más y zas segundo gol. Dos polvoretes por 120 soles.
Me habré pasado una hora encerrado con esa chibola y de regreso a casa me tome un buen vino para recuperarme de la impresión. Más tarde tenía que responderle a mi novia sus dos polveretes de rigor. Por suerte le respondí. en total ese día tire cuatro veces como en los buenos tiempos. Pero el domingo si la pasé destruido.
MORALEJA: No siempre una carita inocente es de una inocentona. Esa faena me hizo recuperar las ganas de volver a probar otras santurronas. Pero sí les digo que como esta faena dudo mucho que vuelva a tener otra. Sin duda ha sido mi mejor polvo del 2021.